Lucrecia Soledad Wagner
Los Autoconvocados de Punta del Agua difundieron el tema en su comunidad, principalmente, a través de una publicación que se llamó “Gotas de vida”. En relación a ello, las acciones del gobernante local, contribuyeron a agudizar el conflicto: “…el delegado municipal en ese entonces nos prohibió repartir el folleto, aunque vivamos en democracia, nos dijo que nos iba a hacer golpear con la gente del lugar, se hizo una separación social muy grande, y la gente por ahí no entendía que nosotros no estábamos en contra de que ellos tuvieran trabajo, sino que estábamos a favor de preservar a Punta del Agua, al ambiente de Punta del Agua, y el agua de Punta del Agua para el futuro…”, expresan.
Este y otros hechos son calificados como dolorosos por los vecinos autoconvocados, ya que generaron conflictos al interior de la comunidad. Por otra parte, y en cuanto al accionar de las empresas, los vecinos de Punta del Agua recuerdan que, en la semana posterior a que ellos tomaron conocimiento de las actividades mineras a partir del diario “La Voz de la Tierra”, un geólogo de la empresa minera “Chapleau” visitó la escuela para dar una charla a los chicos. Según los docentes del establecimiento, su actitud fue muy prepotente.
En el caso de Punta de Agua, se destaca, y puede relacionarse con el hecho de que los vecinos que se organizaron para rechazar la actividad eran en gran parte docentes, la preocupación sobre cómo vivieron los niños los acontecimientos generados a partir del conflicto por la minería. Los comentarios de los geólogos que dieron charlas en las escuelas generaron la indignación de los docentes. Uno de ellos nos relata: “…Otra de las cosas que dijo uno de los geólogos en una de las charlas de la escuela, dijo: ¨No se preocupen, si les contaminamos el agua les vamos a pagar¨ Pero la plata no te la podés tomar…”. De este mismo geólogo, una vecina autoconvocada recuerda: “…mi marido en la primera reunión le preguntó con qué lixiviaban, qué le echaban, y le dijo el geólogo ¨una sustancia¨, ¨¿qué sustancia?¨, ¨una sustancia que no es orgánica¨, ¨¿y que contiene esa sustancia?¨, ¨no me acuerdo¨, ¨¿y cómo se llama?¨, ¨no me acuerdo¨…o sea que no se acordaba…y bueno, todas esas cosas hicieron que nosotros quisiéramos llegar a tener esta ley (7.722), y sigamos defendiendo la ley…”.
Es decir, la desconfianza de los vecinos de Punta del Agua hacia las empresas fue provocada por la falta de información sobre los datos de los proyectos y por las inconsistencias en la información brindada por los representantes de las empresas.
Los incumplimientos de las empresas fueron otro condimento que agudizó la desconfianza de la población. Personal del DGI llegó, aproximadamente un mes después del inicio del conflicto, a controlar las perforaciones realizadas por la empresa “Chapleau”. “…Volvieron espantados (el personal de Irrigación), porque habían perforado napas, habían hecho pozos gemelos, o sea, no había una supervisión de lo que se estaba haciendo en la zona…”, recuerdan los vecinos de Punta del Agua.
Esta evidencia, acrecentó el descreimiento de los autoconvocados en la capacidad de controles hacia la actividad: “…eso da crédito de que no está supervisada la exploración en Mendoza, y si no se supervisa la exploración menos vamos a creer que se supervisa la explotación…”, afirman, y agregan: “…Todas esas cosas duelen, porque vos ves que te dicen una cosa y hacen otra, de que se hacen las cosas sin control, entonces, ¿vos que vas haciendo? Vas descreyendo, y cuando te dicen ¨hacemos minería, quédense tranquilos que vamos a controlar¨, no crees, y no creo que se controle, como hay muchas cosas que no se controlan…”.
La diferencia entre el interés por informarse que tuvieron los vecinos de Punta del Agua, y el desinterés y desinformación por parte del sector político, fue otra de las cuestiones que se visibilizaron en el conflicto. Los vecinos de Punta del Agua tuvieron reuniones con el gobernador de la provincia, en las que le manifestaron esta crítica a la falta de asesoramiento. “…Algo muy doloroso, y que en una reunión que tuvimos con el gobernador Cobos lo reclamé, es que yo soy una simple maestra, mi marido es un empleado, mis amigos son maestros de escuela, y para saber si queríamos o no minería en Punta del Agua vimos lo que era una minería a cielo abierto, vimos lo que había pasado en EEUU, vimos lo que estaba pasando en Chile, estudiamos, empezamos a hacer conexiones, dedicamos mucho tiempo, y esa dedicación de tiempo para ver si queríamos minería o no, ninguno de los diputados y senadores de la provincia de Mendoza lo hace, teniendo asesores pagos, yo iba al senado de Mendoza y veía que estaban aprobando o no la minería y no tenían ni idea de lo que se usaba, lo que se consumía, lo único que querían era salida laboral para la gente, y una salida laboral de unos años…en cambio la agricultura se puede hacer de por vida…”, expresa una autoconvocada, y reclama: “…Necesitamos que el trabajo de investigación y de compromiso que nosotros hemos tenido, la Multisectorial, la AMPAP, que eso mismo trabajo de investigación lo realicen los asesores que ganan tanto dinero en el gobierno, eso es primordial (…) y de última, si nos tenemos que poner a hacerlo lo haremos, de llevarles toda la información necesaria, por más que nosotros le llevemos información y los mineros le lleven plata, ese es el problema…”.
Los Informes de Impacto Ambiental presentados por las empresas también fueron foco de las críticas. “…Hay un montón de errores en el estudio de impacto ambiental, de eso ni hablar…”, mencionan los autoconvocados.