Lucrecia Soledad Wagner
La problemática minera no es la única presente en las luchas socioambientales. En otras provincias también han surgido movimientos con diferentes nombres y diversas reivindicaciones, que con el paso del tiempo han encontrado una causa en común: luchar contra aquellas actividades que generan saqueo y contaminación.
En julio de 2006, se realizó en Córdoba una “Cumbre de presidentes del Mercosur”. Paralelamente, diversas asambleas socioambientales se reunieron en esta provincia. Este primer encuentro fue convocada por el “Grupo Ecológico 9 de Julio Valle del Carmen”, de Colonia Caroya, provincia de Córdoba. Sus integrantes, inspirados en un artículo del periodista Javier Rodríguez Pardo, que incitaba a la articulación entre las diferentes luchas socioambientales que se estaban llevando a cabo en el país, invitaron a aquellos grupos que conocían, y de esta forma se fue tejiendo una red que dio forma finalmente a la “Unión de Asambleas Ciudadanas contra la contaminación y el saqueo” (UAC), de la que la “Asamblea Mendocina por Agua Pura” (AMPAP) forma parte.
La UAC reúne asambleas y grupos de todo el país, que surgieron no sólo en oposición a la megaminería, sino también contra el monocultivo de soja, la instalación de empresas pasteras, la deforestación de bosques, la apropiación de territorios de pueblos originarios, la expulsión de campesinos de sus tierras, la especulación inmobiliaria, la contaminación urbana, entre otros. Es decir, la UAC nace con el propósito de articular y potenciar las diferentes organizaciones que en los últimos años han emergido en todo el país para repudiar el avance sistemático de diversos emprendimientos, con la convicción de que la consulta popular y la autodeterminación de las comunidades es la única vía para lograr un modelo de desarrollo regional sustentable, respetuoso del medioambiente, las economías regionales, las culturas y las identidades locales.
Quienes se encuentran abocados a las problemáticas socioambientales, se cuestionan sobre la vinculación de las diversas formas de extracción de bienes naturales con otras experimentadas en el continente americano a lo largo de su historia. Extracciones producto también de las necesidades impuestas por mercados externos. Y considerando la importancia estratégica (económica pero también social y política) de estos bienes comunes, cabe preguntarse, parafraseando a Gligo y Morello (1980), ¿cuál es el grado de afectación y deterioro de los ecosistemas, si cada día aumenta la población y las necesidades, si la tasa de extracción se acelera, si se consolidan formas de penetración del capital foráneo, si el nuevo estilo depredador se intensifica?
Concurren a los encuentros de la UAC asambleas de casi todas las provincias argentinas, ONGs, diferentes grupos y colectivos sociales, y profesores e investigadores de diversas universidades del país, entre otros. También han participado de algunos encuentros de la UAC organizaciones de otros países, como la “Comisión Multisectorial de la República Oriental del Uruguay”, y el “Movimiento Anti Pascua Lama” de Chile, entre otras. Desde entonces, ya se han llevado a cabo once encuentros, realizados en diferentes lugares del país:
1. Colonia Caroya (provincia de Córdoba), julio de 2006
2. Barreal (San Juan), octubre de 2006
3. San Rafael (Mendoza), abril de 2007
4. Famatina y Chilecito (La Rioja), julio de 2007
5. Concepción del Uruguay (Entre Ríos), octubre de 2007
6. Capilla del Monte (Córdoba), abril de 2008
7. San Fernando del Valle de Catamarca (Catamarca), agosto de 2008
8. Tunuyán (Mendoza), diciembre de 2008
9. San Juan (San Juan), abril de 2009
10. San Salvador de Jujuy y Libertador General San Martín (Jujuy), julio de 2009
11. Córdoba (Córdoba), diciembre de 2009
¿Qué es la UAC? “…Es un espacio de intercambio, discusión y acción conformado por asambleas, grupos de vecinos autoconvocados, organizaciones autónomas no partidarias ni vinculadas al aparato estatal y ciudadanos en general reunidos en defensa de los bienes comunes, la salud y la autodeterminación de los pueblos, seriamente amenazados por el saqueo y la contaminación que el avance de diferentes emprendimientos económicos van dejando o pretenden dejar a su paso...”.
Al momento del cierre de este trabajo, aún se discute en las reuniones de la UAC si se trata de un encuentro o de una organización. Incluso se debate la pertinencia del nombre “Unión de Asambleas Ciudadanas”, siendo el término “ciudadanas”, el que genera las mayores divergencias de opinión. En este sentido, se plantea que hay grupos que pertenece a la UAC que no se sienten parte de esta denominación, como es el caso de los pueblos indígenas. El “Movimiento Nacional Campesino Indígena” (MNCI) forma parte de la UAC. En el encuentro de abril de 2008, uno de sus representantes afirmaba: “…Es un espacio a donde se tiene que seguir construyendo, se tiene que seguir apostando porque salen cosas muy interesantes y discusiones muy buenas, y también es bueno porque nos vamos conociendo con todas las asambleas, las asambleas de los pueblos, de los barrios, nos parece muy interesante poder reconocernos, geográficamente, quienes son las organizaciones que pueden aportar, a la hora de salir a la calle, de luchar conjuntamente por una problemática que nos tiene que unificar…”.
Lo que sí puede afirmarse, es que el potencial de estos espacios está en la riqueza de la heterogeneidad de intereses que confluyen, y que logran articularse a partir de redescubrir objetivos en común. Las reuniones de la UAC han propiciado el encuentro de personas que tienen una historia de militancia previa en otras temáticas, con otras que recién inician su participación en un espacio de estas características. Incluso se están sumando organizaciones que no nacieron desde lo ambiental, pero que apoyan el eje ambiental porque consideran que atraviesa a todas las luchas.
Lo interesante es el intercambio, la solidaridad y el respeto que en general se observa en estas organizaciones, sumados al interés en conocer el punto de vista del otro. La participación en el proceso de construcción de estos espacios, permite que el objetivo particular de cada uno encuentre puntos de acuerdo con otras reivindicaciones –y también que se visibilicen las divergencias-, lo que favorece la articulación de los objetivos de sus integrantes. A su vez, el nacimiento de cada asamblea ha transitado -y lo sigue haciendo- por su propia historia, con sus propios tiempos y procesos, que también determina sus decisiones en cuanto a estrategias de acción, modalidades de lucha y relaciones con otros grupos.
Por su parte, en la UAC se dan procesos similares a los de cada asamblea pero potenciados por el encuentro de problemáticas y grupos aun más heterogéneos. La UAC reúne a esta variedad de organizaciones, transformándose, en palabras de sus propios integrantes, en un desafío político-ideológico, de construir en la diversidad. Como ya fue mencionado, también integran la UAC agrupaciones de Paraguay, Uruguay y Chile, y se aspira a la participación de otros pueblos de Latinoamérica. Los encuentros de la UAC se han transformado así en potenciadores de interesantes discusiones y de conocimiento y auto-conocimiento de diversos problemas. Quienes han participado en los encuentros, rescatan la importancia de establecer lazos y vínculos, regionalizando los reclamos y construyendo una lucha que unifica. Si bien cada asamblea mantiene su autonomía y decide sus propias estrategias de acción, este intercambio de experiencias contribuye a no repetir errores -a partir del aprendizaje y la experiencia de otras organizaciones- y también permite contar con el respaldo de otros grupos en acciones concretas.
“…Los lugares a donde ha habido éxito es donde se han dado este tipo de espacios…”, afirmó en uno de estos encuentros un miembro de la “Asamblea Patagónica contra el Saqueo y la Contaminación”, refiriéndose al carácter asambleario de la toma de decisiones, y rescatando también la aceleración de procesos que permiten estos encuentros: “…uno cuando conoce a alguien que viene enfrentando los mismos problemas, hace 5 o 6 años, puede aprender de esa experiencia y quizás ahorrarse algunas decepciones...” . Por otra parte, el encuentro es sólo uno de los aspectos. La comunicación entre las diferentes organizaciones entre encuentro y encuentro se ha ido fortaleciendo con el paso del tiempo, siendo internet uno de los medios fundamentales de comunicación e intercambio de información.
A lo largo de las intensas discusiones entre las organizaciones que la integran, la UAC ha marcado su posicionamiento: anti-imperialista, en contra del saqueo y la contaminación, y en estado de alerta y solidaridad ante los intentos de cooptación y manipulación por parte de organismos del Estado y partidos políticos. Esta solidaridad entre los grupos que la forman, se manifiesta bajo uno de los lemas adoptados por la UAC: “tocan a uno y nos tocan a todos”. Se reconoce como enemigo común a un modelo que es el mismo en todos los lugares y países. En palabras de otro integrante de la UAC: “…con leyes que se copian de un país a otro, las empresas transnacionales están logrando una integración de infraestructura para que sea más fácil venir por todo…”.
En cuanto a los sectores más cuestionados, además de las empresas transnacionales, está el Estado como cómplice y potenciador de estos conflictos –y con una intención cada vez más explícita de apropiarse y desarticular estos espacios- y la mayor parte del sector científico-académico, que no sólo no interviene -a través de una participación activa en la información y aporte de soluciones a estas problemáticas-, sino que también es acusado de ser funcional a estas empresas transnacionales.
Por su parte, los medios de comunicación masivos invisibilizan en gran medida las acciones llevadas a cabo por estas organizaciones en todo el país. Este hecho se ha evidenciado en diferentes acciones, y es denunciado en los documentos elaborados por la UAC. Por ejemplo, cuando se realizó en el año 2007 la marcha de la UAC a Buenos Aires, el 12 de diciembre, los medios de televisión sólo realizaron notas a los miembros de las asambleas de Entre Ríos, focalizando el conflicto socioambiental en la problemática en torno a la instalación de pasteras en el Río Uruguay, e invisibilizando al resto de las luchas del país. Por otra parte, en el documento que contiene las conclusiones del séptimo encuentro de la UAC, realizado en Catamarca en el año 2008, puede leerse: “…A la noche siguiente (del inicio del encuentro), la Marcha agregó una fisonomía nueva: la presencia pionera de niñas y niños, entre infantes y adolescentes, fue signo elocuente de Presente y de Futuro…Aunque los medios locales ‘más importantes’ poco y nada dijeran de esta realidad, la Marcha organizada de la conciencia colectiva socioambiental ha dicho Presente. Hijos e hijas de esta Tierra, Pacha-Mama-Nuestra, hicimos eco de su grito –clamor rebelde!...”.
La UAC ha madurado en cuanto a sus discusiones políticas, contando actualmente con una comisión de “formación interna”, entre otras. Si bien el espacio asambleario también dificulta la llegada a propuestas concretas, garantiza que todos puedan ser parte de la toma de decisiones. Quiénes pueden participar de la UAC y quiénes no, ha sido otra de las discusiones que se han generado en muchos de los encuentros.
Traemos a consideración una reflexión sobre la composición de las asambleas post-2001, pero que se asemeja a la conformación “militante” de la UAC: “…Acerca de la composición, es necesario decir que –en forma previsible- se observa una mayor constancia en la gente que tiene o ha tenido una experiencia militante en organizaciones políticas o sindicales. Justamente este hecho es el que suele crear tensiones en el funcionamiento ante el siempre presente fantasma de la ¨aparateada¨, es decir, de utilizar la fuerza de las asambleas en beneficio de tal o cual signo político…” (Rousset, 2002:93). Este tema está muy presente en la UAC y ha generado duras discusiones ante la presencia –explícita o no- de sectores políticos partidarios. Sin embargo, es importante también destacar la riqueza de las personas que se acercan a estos espacios sin conocimiento previo sobre estas cuestiones: “…No debe tomarse como dato menor la participación de ¨vírgenes¨ políticos, que de hecho no son pocos, y que aportan la frescura de lo nuevo en una construcción que debe resolver múltiples interrogantes bajo formas de participación sin antecedentes...” (Rousset, 2002:93).
En cuanto a las acciones desarrolladas, en cada encuentro se planifica una acción que permita la visibilidad de los planteos en el lugar en donde la UAC se lleva a cabo. Esta apropiación del espacio público, también es una de las acciones que la UAC se plantea, “…Se propone que en cada encuentro de la UAC se realice una acción en el espacio público, acompañando la lucha de la región. Marcha, feria, exposición, etc., que nos acerque a la comunidad; Se recomienda que se incorpore la ironía, el humor y el arte a los planteos políticos-ambientales; Se propone que en todo encuentro de la UAC se emita un comunicado y/o se realice una conferencia de prensa…”.
También se ha llevado a cabo, además de las marchas realizadas en diciembre a Buenos Aires, un Ayuno frente al Congreso Nacional, realizado en noviembre de 2008. La juntada de firmas –por la derogación del Código de Minería y el apoyo a la Ley de Glaciares -, los cortes de ruta informativos y el impedimento del paso de camiones que llevan insumos a los proyectos cuestionados –como el caso de los camiones que iban camino a la mina “La Alumbrera” en Catamarca, y que fueron interceptados en la provincia de Salta - son también parte de las acciones coordinadas por la UAC.
A continuación, destacamos los acuerdos en torno a la identidad de la UAC a los que se llegó en el último encuentro:
• Reafirmar la horizontalidad como principio fundante y sostenedor de la misma,
• Trabajar, en cada asamblea y organización, el documento que salió de Jujuy como posicionamiento político de la UAC. En la próxima UAC dar un momento específico para trabajarlo,
• Denunciar al Estado como cómplice y RESPONSABLE del Saqueo y la Contaminación,
• Elaborar pequeños documentos de cada grupo, asamblea u organización que participa de la UAC, para hacer circular y fomentar el conocimiento y comunicación entre nosotros. Enviarlos por mail y llevarlos impresos a la próxima UAC.
• Articular con Movimientos Campesinos, Indígenas, Populares y de Desocupados, acercándose a sus luchas y sus métodos. Se plantea concretamente el consumo de sus productos en la UAC y en ferias locales, haciendo lo posible por incorporar a los encuentros de la UAC, el consumo de productos autogestionados y elaborados por estas organizaciones. Avanzar en la elaboración de una agenda de actividades comunes, a nivel regional, local, llevando información a la UAC de con quiénes se articula en diversos lugares. En cada encuentro de la UAC u acción mandar a compañeros y compañeras para establecer relaciones. En el próximo encuentro de la UAC realizar talleres con el Movimiento Campesino, Indígena, de Desocupados, para conocerse y debatir temas que se puedan trabajar en común (Por ejemplo, bicentenario, descolonización).
En la actualidad, existen aproximadamente 70 asambleas de base (Svampa y Antonelli, 2009), de las cuales, un importante porcentaje son asambleas nacidas en rechazo a la megaminería.
Por otra parte, es importante destacar que la UAC ha potenciado la formación de UACs “Regionales”, donde diversas asambleas que la conforman se reúnen en torno a sus problemáticas específicas o a su cercanía geográfica.