Lucrecia Soledad Wagner
Los conflictos por la minería a gran escala en Argentina son un objeto de estudio reciente. Por este motivo, y teniendo en cuenta que, como fue destacado en varias oportunidades, emergen y ganan visibilidad en la década del 2000, las investigaciones en torno a este tema son escasas, novedosas y abordan casos específicos de estudio.
Los primeros trabajos que abordan conflictos socioambientales vinculados a la minería en Argentina fueron realizados por sus propios protagonistas. En este sentido, puede citarse el libro coordinado por Lucas Chiappe, en el año 2005 –“La Patagonia de Pie. Ecología vs. Negociados”-, en el que se relatan diversas movilizaciones llevadas adelante en la Patagonia, entre ellas, el caso de la oposición a un proyecto minero metalífero en Esquel, provincia de Chubut. Posteriormente, en el año 2006, el periodista Javier Rodríguez Pardo escribió su libro “En la Patagonia NO”, en el que narra las movilizaciones antinucleares realizadas en contra del proyecto de repositorio nuclear en Gastre, Chubut.
Por otra parte, el caso Esquel fue tema de investigación de algunas tesinas de grado, como las realizadas por Hernán H. Schiaffini, en el año 2003, en el marco de la carrera de Ciencias Antropológicas, y por Luis Manuel Claps y Diego Sebastián Colao, en el año 2005, para la carrera de Licenciatura en Ciencias de la Comunicación.
Schiaffini examinó el conflicto desde la constitución de las fuerzas sociales que fueron capaces de generar y llevar adelante un enfrentamiento como el acontecido en Esquel. Por su parte, Claps y Colao analizaron las estrategias discursivas que utilizó cada actor para imponer un proyecto de gestión de los recursos naturales, en el marco de la lucha política y simbólica que desembocó en el plebiscito de marzo del 2003. El tema de la constitución identitaria de la comunidad esquelense estuvo presente en ambos trabajos.
Otra investigación en torno al caso Esquel es llevada a cabo por la cientista social Ana Mariel Weinstock (2005), desde un enfoque socioterritorial de los movimientos sociales y con hincapié en la influencia que ejerce la conformación histórico-cultural de la región para el desarrollo del conflicto.
Desde otra perspectiva, la antropóloga Andrea Mastrangelo, en su libro “Las niñas Gutiérrez y la mina Alumbrera. La articulación con la economía mundial de una localidad del Noroeste argentino”, del año 2004, describe las consecuencias de la instalación de la compañía minera transnacional “La Alumbrera”, en la localidad de Belén, provincia de Catamarca. Mastrangelo narra cómo, a partir de esta instalación, se produjo un crecimiento con concentración económica que fragmentó la organización social de Belén y transformó a los sectores que no participaron de la articulación con la economía global, en un sobrante cuya viabilidad depende de la intervención y asistencia del Estado.
Por otra parte, los conflictos en torno a actividades extractivas, especialmente en la Patagonia Argentina, han sido objeto de numerosos artículos en la revista “Theomai”. Entre ellos, podemos citar algunos trabajos de Guido Galafassi sobre el renovado perfil extractivo de recursos naturales en los espacios rurales patagónicos, la minería de oro y plata, y los conflictos socio-ambientales en torno a la minería metalífera. Por su parte, Guido Galafassi y Andrés Dimitriu abordaron “El Plan B de los capitales mineros”, en respuesta a la nota sobre “Inversiones mineras en Argentina”, publicada en mayo de 2007 en el Diario “Le Monde Diplomatique”. Asimismo, en otros artículos de esta misma revista, Andrés Dimitriu analizó temas tales como las contradicciones del crecimiento, los saberes locales y el saqueo, el compromiso de los intelectuales y la noción de la Patagonia como mercancía. Sobre el proyecto minero “Navidad”, puede consultarse el trabajo de Luis Claps: “Navidad: minería y saqueo en la meseta central del Chubut”, y sobre los movimientos en oposición a la minería del oro y al uso de cianuro, se destacan los análisis de Carlos Gustavo Espinoza y de Lino Pizzolón.
Más recientemente, diferentes abordajes del tema fueron compilados en el libro “Minería transnacional, narrativas del desarrollo y resistencias sociales”, editado por Maristella Svampa y Mirta A. Antonelli, en el año 2009. En este trabajo, Maristella Svampa, Lorena Bottaro y Marian Sola Álvarez analizan el modelo minero en Argentina y las resistencias que ha ocasionado, los lenguajes de valoración existentes en torno al tema y las territorialidades en pugna. Por su parte, Mirta A. Antonelli examina el poder semiótico del capital y el modelo discursivo de la democracia pro-minera.
Dentro del mismo libro antes mencionado, y retomando el caso Esquel, Marcela Cecilia Marín describe el “No a la Mina” en nuestros días como nicho conflictivo que debe ser neutralizado. Por su parte, Horacio Machado Araoz analiza el caso de Minera Alumbrera desde las luchas por el territorio y la dialéctica de la expropiación, enfatizando la producción colonial de la “naturaleza” como “ecología de la expropiación”. Otros casos analizados fueron el de la provincia de La Rioja, desde la política de vida y agua en el centro de las disputas manifiestas y latentes (ver Giarraca y Hadad, 2009), y el caso de la provincia de San Juan y su construcción como capital nacional de la minería, en relación al rol del Estado y los medios de comunicación (ver Giovannini, Orellana, Rochietti y Vega, 2009).
El mismo año -2009- Javier Rodríguez Pardo publicó su libro “Vienen por el oro, vienen por todo. Las invasiones mineras 500 años después”, donde narra la resistencia de las comunidades afectadas por la instalación de empresas mineras en diferentes provincias de Argentina. Rodríguez Pardo explica la diferencia conceptual entre “recursos naturales” y “bienes naturales comunes”, que será detallada más adelante en este trabajo.
Nuestra investigación se inscribe en la línea de los trabajos antes mencionados, en cuanto al examen de los procesos identitarios implicados en el conflicto, la importancia de la historia y cultura locales y las luchas por el territorio. El principal aporte que este trabajo pretende realizar, es el análisis de la contribución que estos movimientos socioambientales realizan a la mejora de la gestión ambiental, a partir de su participación en los procesos de evaluación de impacto ambiental y la divulgación y denuncia de falencias e irregularidades en los mismos, lo que permite un mayor control social sobre estos procedimientos.
Consideramos que estos movimientos socioambientales son foco de prejuicios y acusaciones de fundamentalismos, y que por ello se hace necesario destacar la importancia de la movilización y de la participación social en la toma de decisiones como garantía de la horizontalidad y la transparencia en las evaluaciones de carácter ambiental.