Lucrecia Soledad Wagner
La “Mesa del Agua” estaba conformada por representantes del EPAS, del Municipio de Lavalle, del DGI, del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), del IDR, de las comunidades Huarpes de Lagunas del Rosario, es decir, en general, eran organizaciones dependientes del Estado. “…Estaba bueno, pero la Mesa del Agua se había conformado solamente para que todas las áreas gubernamentales intentaran destinar recursos de sus áreas para hacer un fondo para darle solución a las comunidades, entonces la Asamblea del Agua estaba medio de afuera, no teníamos mucho para intervenir, participábamos escuchando, pero no teníamos como conseguir recursos, y tampoco el tema del agua de la zona urbana estaba siendo tratado…”, relata un integrante de la Asamblea de Lavalle, “…lo bueno fue conocernos con las comunidades Huarpes, y después, en un reclamo que ellos hicieron al Municipio nos invitaron a participar de la movilización…”.
La importancia de este acercamiento a las comunidades Huarpes fue la posibilidad de que aquellos que estaban más vinculados a los reclamos de la zona urbana participaran de un reclamo junto a las comunidades del desierto. A pesar de que ambos problemas están vinculados al recurso hídrico, los miembros de la Asamblea de Lavalle destacan que no se habían generado un espacio de encuentro entre pobladores que llevaran adelante cada uno de estos reclamos: “…Siempre dividieron (desde el Municipio), el problema del agua del desierto y de lo urbano …”.
Otro tema que acrecentaba la incertidumbre en el departamento respecto al mantenimiento de los pozos de captación de agua, era el reparto del control de los pozos entre el Municipio y el DGI. En palabras de los miembros de la Asamblea: “…eso hace que el Municipio de algunos (pozos) no se hace cargo, Obras sanitarias te manda a la Municipalidad, es como que muchas veces no hay a quien reclamar…”. Este aspecto potenció la coordinación con la Asamblea Popular por el Agua del Gran Mendoza en el pedido por la re-estatización de “Obras Sanitarias Mendoza”, a fin de que fuese el Estado quien garantizara el servicio.
Por todos los motivos mencionados, la Asamblea de Lavalle dejó de participar en la Mesa del Agua conformada por el Municipio.
7.6.4. Conciencia del problema y escasa movilización
Una de las acciones más importante para la Asamblea de Lavalle fue la realización de unas encuestas a la población de algunos barrios de Villa Tulumaya, que les permitiera conocer la opinión de la población respecto al agua. “…Todo el mundo decía que el agua era muy mala, la conciencia de que el agua no es buena está, pero cuando indagábamos un poco más y preguntábamos si conocían alguna unión, alguna asamblea o alguien que estuviera trabajando con el tema del agua, la gente no tenía idea, y preguntábamos sobre la posibilidad de participar para reclamar por el tema del agua, y la gente como que no se hacía cargo, decía que no tenía tiempo, que no se podía…” relata un miembro de la Asamblea de Lavalle, “…el tema del agua está instalado en la gente, pero no hay una actitud muy activa para reclamar o pedir que se hagan las inversiones necesarias…”. Otro de los resultados de la encuesta fue que la mayoría de las personas compra agua envasada.
Asimismo, la Asamblea de Lavalle ha solicitado información a los organismos correspondientes respecto a la posible relación existente entre la calidad del agua y algunos problemas de salud de los lavallinos, pero no tuvieron acceso a la misma.
Otra actividad llevada a cabo por esta Asamblea fue la difusión, a través de notas de prensa que eran publicadas en el periódico local o leídas en la radio FM Tulumaya. En este sentido, la recopilación de información y la charla con vecinos de diferentes barrios fueron claves para indagar sobre el problema del agua. Con toda la información recopilada, a partir de casos concretos –como el del distrito Tres de Mayo- o de informes sobre la calidad del agua –uno de ellos fue elaborado por la UTN-Regional Mendoza-, se redactaron estas notas de prensa, que sirvieron para instalar el tema a nivel local.
Además se organizaron charlas que abordaron la problemática, pero siempre con la finalidad de, a partir de contar como era la situación del agua en Lavalle y las actividades que la Asamblea estaba realizando, generar espacios nuevos que abordaran los problemas propios de cada lugar. “…Cada zona tiene su necesidad o sus problemas concretos, entonces intentábamos buscar la forma de que se organicen los vecinos…”, explica un miembro de la Asamblea, “…logramos que algunos barrios hicieran reclamos puntuales, que algunas zonas también se manifestaran a través de alguna carta o alguna nota en el periódico…con las escuelas lo que hacíamos era poner el tema en discusión y las mismas profesoras hacían trabajos para generar conciencia en los más chicos sobre el tema del agua…”.
Puede decirse que la Asamblea de Lavalle se volcó a la problemática del agua propia del departamento. Cuando el tema de la charla era agua y megaminería, invitaban a miembros de la AMPAP, que eran los encargados de llevar a cabo los debates sobre este tema.
El aspecto cultural también estuvo presente en Lavalle. La Asamblea introdujo el problema del agua en un ciclo de obras de teatro que se realizó en Lavalle, durante 4 domingos, a través de la obra “De ciertas Aguas”, del grupo teatral “La acequia pa´ fuera”, y una difusión paralela mediante panfletos, de las actividades de la Asamblea.
En cuanto a la percepción de las actividades de la Asamblea por la comunidad, los miembros de la Asamblea reflexionan: “…la gente tiene una buena imagen del reclamo porque es algo con lo que convivimos, pero lo que no logramos es la participación activa. Las uniones vecinales están cercanas a la municipalidad, entonces tampoco se logra debatir y motorizar reclamos que vayan más allá…”.
En relación a lo antes comentado, la gran deuda, para la Asamblea de Lavalle, es lograr la participación social activa de la población en la problemática del agua.
7.6.5. Integración provincial y nacional
La Asamblea se plegó a diversas acciones realizadas por AMPAP. Por ejemplo, paralelamente al escrache realizado ante el evento “Argentina Mining 2008”, la Asamblea de Lavalle repartió folletos a los vehículos que pasaban por Jocolí, sobre la Ruta Nacional 40, que comunica Mendoza con San Juan. También participó, junto a otras organizaciones de Lavalle, en la contramarcha del Carrusel 2009.
En cuanto a la UAC, la Asamblea de Lavalle ha seguido participando de los encuentros, y destacan que la UAC de Tunuyán, realizada a fines del año 2008, les permitió “…conocer qué es lo que pasa con el agua en toda la provincia y ser parte de una cuestión que es mucho más grande...”, reflexionan sus miembros.
Incluso la Asamblea de Lavalle tuvo una importante participación en una acción de la UAC Regional Cuyo, en la que se llevaron a cabo cortes en forma coordinada en diferentes provincias: San Luis, Mendoza y San Juan. En Mendoza, se organizó un corte informativo – sólo se cortaba por 5 a 10 minutos- en la Ruta Nacional 40, a la altura de Jocolí, frente al control policial. Paralelamente, se hicieron cortes similares en Uspallata sobre Ruta 7, y en el Valle de Uco, también sobre la Ruta 40. Por su parte, las asambleas de San Juan cortaron la Ruta 40 con la misma modalidad, a la altura de Villa Media Agua.