Lucrecia Soledad Wagner
Otro de los aspectos que es importante explicar, es en qué consisten las etapas de prospección, exploración y explotación minera, ya que se hará alusión a estos términos, especialmente cuando mencionemos los Informes de Impacto Ambiental (IIA).
En este sentido, puede decirse que la actividad minera tiene dos momentos: de riesgo minero y de negocio minero (Lavandaio, 2008). El primero comprende la búsqueda del mineral, su descubrimiento, la determinación de su cantidad y calidad, y el estudio de factibilidad de explotación. Es en este momento en el que se llevan a cabo las tareas de prospección y exploración. Terminada la exploración se elabora el estudio de factibilidad económica. Se llama de riesgo minero por el dinero y el tiempo que la empresa invierte en estas etapas. Sólo si el estudio de factibilidad es positivo, se construye el proyecto y se inicia la etapa de producción o de negocio minero.
Prospección
Es la búsqueda de yacimientos, que se hace en base a mapas de distinto tipo, fotografías aéreas, imágenes satelitales, antecedentes mineros, geológicos, geofísicos, geoquímicos, catastrales, económicos, etc. Esta infraestructura casi siempre es provista por el Estado, a través del SEGEMAR y, en algunos casos, por empresas especializadas. La ejecución de las tareas de prospección (trabajos de campo y de laboratorios) está en manos de geólogos especialistas, que cuentan con la ayuda de la tecnología apropiada para cada caso, vehículos, equipos, instrumental, laboratorios, etc.
La prospección puede hacerse de distintas maneras y con diferentes técnicas, de acuerdo al tipo de yacimiento que se busque: prospección geológica, recopilación de antecedentes, uso de fotografías aéreas e imágenes satelitales, trabajos de campo –observaciones directas, toma de muestras-, análisis y ensayos de laboratorio, uso de planos y perfiles, prospección geoquímica –detección de “anomalías geoquímicas”-, prospección geofísica, magnetometría, radimetría, sísmica, gravimetría, geoléctrica, laboreos y perforaciones.
Por otra parte, para desarrollar esta actividad debe solicitarse a la Autoridad Minera un permiso de exploración –permiso de búsqueda o cateo- y realizar un IIA.
Una vez descubierto un cuerpo mineral (en forma casual o a través de una prospección) es necesario delimitar su forma y determinar su tamaño y la calidad del material que lo compone. Para eso se realiza la Exploración.
Exploración
Según el Decreto Nº 820 (2006) de la provincia de Mendoza, se considera exploración al conjunto de operaciones o trabajos dirigidos a evaluar cualitativa y cuantitativamente el recurso minero con el objeto de definir la factibilidad técnico-económica de la explotación de un yacimiento.
Se lleva a cabo mediante labores mineras superficiales (calicatas, pequeños pozos, etc.) y labores subterráneas (pozos profundos o piques y túneles) con las cuales se reconoce el cuerpo mineral en sus tres dimensiones. Las labores subterráneas suelen reemplazarse por perforaciones con herramientas que permiten obtener muestras del cuerpo mineral a todo lo largo del sondeo, ya sea en forma de testigos (cilindros de roca) o de triturados y polvo.
Se realiza exploración en superficie, mediante pozos o zanjas, denominadas destapes, calicatas o trincheras. Se abren con pico y pala, barrenos y explosivos, excavadoras o topadoras, entre otros equipos. El conjunto de trabajos consiste en observaciones geológico-mineras, interpretación de afloramientos, ejecución de planos a escala minera, labores superficiales, toma de muestras, geoquímica de detalle, geofísica.
También existen métodos de exploración subterránea, para estudiar la tercera dimensión: profundidad, realizado con labores mineras o perforaciones. Es decir, con pozos y túneles subterráneos, o mediante sistemas de perforación. De esta manera se obtienen muestras: recuperación de polvo, detrito o cutting, o testigos.
La exploración determinará la cantidad y calidad del mineral del yacimiento, en relación con la calidad comercial de dicha sustancia. Para ello se determina la forma del yacimiento, el volumen y el peso específico de la sustancia. La calidad del mineral se determina mediante minuciosos análisis, ensayos y estudios, realizados sobre muestras que se extraen del cuerpo mineral de acuerdo a técnicas de muestreo que varían según el tipo de yacimiento.
Por otra parte, debe estudiarse la Ingeniería del Proyecto, es decir, las diferentes alternativas y métodos de explotación y tratamiento. La etapa de exploración también requiere de un IIA.
El último paso es el Estudio de Factibilidad, en el que se usan y comparan todos los parámetros técnicos y económicos obtenidos en los estudios realizados con otros datos tomados del mercado en el que se piensa colocar la producción Una vez que se determinó la factibilidad del proyecto se pasa a la etapa de Explotación.
Explotación
Según el Decreto Nº 820 (2006) se considera iniciada la etapa de explotación cuando se da comienzo a las obras de infraestructura para la producción minera.
Hay diferentes métodos de explotación y su aplicación depende del estado físico del mineral (sólido coherente o incoherente, líquido, gas, o sólido soluble o fusible), de su profundidad y de su forma (a cielo abierto o subterráneo), y de otras características (Lavandaio, 2006).
A continuación destacaremos los principales métodos de explotación. En este apartado se describirán solamente los métodos propuestos en los proyectos cuestionados por los movimientos socioambientales que son objeto de estudio: flotación y lixiviación.
1. Cribado y clasificación,
2. Lavado,
3. Trituración y molienda,
4. Concentración (por medios físicos o químicos: selección a mano, concentración gravitacional, densidad diferencial, separación magnética, flotación, amalgamación),
La flotación consiste en la separación de ciertos minerales utilizando una propiedad de sus superficies. Mientras que la mayoría de los minerales comunes tiende a “mojarse” (el agua se adhiere a su superficie), existen otros, como el grafito, que tienden a “no mojarse” (el agua no se adhiere). Estos últimos tienen la tendencia de adherirse al aire. Para este método se usan “celdas de flotación”: cada celda es un recipiente con agua y mineral molido en movimiento, en la que se introduce aire para que circulen burbujas desde abajo hacia arriba. En estas condiciones, los minerales que se mojan se deprimen dentro del líquido y los que tienden a no mojarse se adhieren a las burbujas de aire, que los llevan a la superficie de la celda. Retirando el mineral que se ubica en la superficie del líquido se obtiene un concentrado de ese mineral. Usualmente se utilizan sustancias químicas que confieren o realzan las condiciones de flotabilidad del mineral a concentrar. La mayoría de los sulfuros (los de cobre del “Bajo de la Alumbrera”, o los de plomo y zinc de “Mina Aguilar”) se concentran mediante este método (Lavandaio, 2008).
5. Solución y precipitación. Lixiviación,
Las sales de cobre (carbonatos como la malaquita y la azurita) contenidas en areniscas (como el caso de muchas minas de Mendoza y Neuquén) son solubles en ácido sulfúrico muy diluido, mientras que los demás minerales de la arenisca (cuarzo y silicatos) son insolubles. Esto permite atacar el mineral extraído (triturado o molido) con agua y ácido, y disolver los minerales de cobre. Posteriormente, se hace precipitar al cobre disuelto. Para conseguir que precipite se puede usar hierro (método muy antiguo), electricidad o bacterias. Cuando el ataque se hace al aire libre, derramando agua con ácido encima de pilas de mineral debidamente acondicionadas para ello, esta parte del proceso se llama lixiviación. En el caso de las menas de oro y plata, cuando no es posible la separación de los metales por métodos físicos, se disuelven y lixivian con una solución cianurada (generalmente agua con cianuro de sodio) y se recuperan haciéndolos precipitar con carbón o con zinc. La lixiviación se puede hacer en tanques o en pilas. En ambos casos se trabaja en circuito cerrado (Lavandaio, 2008).
6. Calcinación,
7. Fundición,
8. Refinación,
9. Corte y pulido.
Asimismo, en un proyecto de explotación pueden combinarse algunos métodos de los arriba mencionados. Por ejemplo, procesos de lixiviación suelen requerir la trituración previa del mineral.
Como ya fue mencionado, entre los proyectos cuestionados en Mendoza, el proyecto PRC se llevará a cabo mediante el método de disolución. Por otra parte, el único proyecto de minería metalífera que ha presentado IIA de la etapa de explotación en Mendoza es el proyecto “San Jorge”, de la empresa Coro Mining. En este proyecto originalmente iba a utilizarse el método de lixiviación con uso de ácido sulfúrico, pero como la Ley provincial Nº 7.722 de la provincia de Mendoza prohibió en el año 2007 la utilización de esta sustancia, el proyecto fue modificado y planea llevarse a cabo mediante el proceso de flotación.