Lucrecia Soledad Wagner
Un grupo de personas y colectivos de la ciudad y el Gran Mendoza, decidieron reunirse tras las Jornada Cultural y de Ayuno que los vecinos del Valle de Uco, San Rafael y General Alvear habían organizado en la Legislatura provincial. Estas Jornadas, y la presencia de los manifestantes en la sesión legislativa, empujaron la sanción de la ley que prohibía la actividad minera en la provincia hasta tanto no hubiera un plan ambiental. Esta ley, como ya fue mencionado, fue posteriormente vetada por el Poder Ejecutivo provincial.
Es en este contexto de repudio a las instituciones y al gobernador, pero también de creciente manifestación popular, en el que nace la Asamblea Popular por el Agua del Gran Mendoza. Su primera reunión se llevó a cabo en la explanada de la Casa de Gobierno de la ciudad de Mendoza, y la primera actividad llevada a cabo por esta asamblea, fue un escrache a la casa de Julio Cobos, el entonces gobernador de la provincia, por el veto realizado. “Ole, Olé, Olé Olá, queremos agua para tomar, queremos agua para el campo y la ciudad”, cantaron los manifestantes frente a la casa del gobernador. La Asamblea Popular por el Agua, sumó nuevos reclamos a los ya existentes, entre ellos, la injusta distribución del agua en los barrios de la ciudad.
Los miembros de la Asamblea por el Agua del Gran Mendoza reconocen el impulso generado por los autoconvocados del Valle de Uco. Sin embargo, al inicio los medios intentaron establecer la diferencia. Una nota del diario “Los Andes”, de Mendoza, que informa sobre el escrache al gobernador de Mendoza, se titula “Ambientalistas insultaron a la hija de Julio Cobos en su casa.” A continuación, en el cuerpo de la nota, se aclara: “…los activistas no pertenecerían a los tradicionales grupos de vecinos autoconvocados de San Carlos…”. Como ya fue mencionado en el Capítulo 2, esta diferenciación entre ambientalistas/activistas y vecinos autoconvocados, en muchos casos tiene implícita una concepción negativa del término “ambientalista”. Más allá de este caso, en otras notas de éste y de otros diarios de Mendoza, aparecen indistintamente diferentes términos para referirse a quienes se han movilizado en defensa del agua y en oposición a la megaminería contaminante: ambientalistas, asambleístas, agricultores, ecologistas, los verdes, entre otros.
Por otra parte, mientras en esta nota se afirmaba que la hija del gobernador había sido insultada, en un video filmado aquella noche por el “Noticiero Popular”, se observa como un miembro de la seguridad del gobernador ataca a uno de los manifestantes.
Esta asamblea se caracterizó desde un principio por su heterogeneidad: montañistas, ex-militantes en otros espacios, miembros de otras organizaciones, centros culturales, profesores y estudiantes universitarios, entre otros, comenzaron a reunirse para planificar acciones.
Un miembro de la asamblea, perteneciente a un medio audiovisual alternativo, destacó, en una de las asambleas realizadas a mediados del 2007: “…Participamos como grupo porque nos interesan todos los espacios donde se discuta y se hable por lograr cambiar determinadas cosas, en este caso, la asamblea con el tema del agua, de los recursos naturales, tiene un campo de acción, de interés, y desde ese lugar, desde el cambiar la situación actual de eso, por una situación que tenga que ver con una distribución más justa, con un menor impacto al ambiente, y con una cuestión de calidad de vida y dignidad, la nuestra, del campesino que necesita agua, una cuestión amplia, desde eso participamos como grupo porque nos interesa este lugar…”.
En una gran ciudad como Mendoza, la asamblea también constituyó un espacio de encuentro que dotó de sentido la vida de algunas personas: “…Estoy acá por salvar la naturaleza para todos los mendocinos, por la justicia ambiental y para salvar mi propia vida porque no le encuentro sentido a mi vida sin participar de estas cosas...” expresó uno de sus miembros en una de las reuniones. Al igual que en San Carlos y Tunuyán, aquellos vinculados a las actividades de montaña también decidieron formar parte de la lucha: “…el estar en contacto con el medio ambiente, específicamente con la montaña…estoy por ese motivo, conozco de donde nace el agua, he visto en este tiempo el retroceso que tenemos en los acuíferos y en los glaciares, y el hecho de ver que le van a meter mano a todo eso, indiscriminadamente y mal, me hace recapacitar y entrar en la lucha sobre todo por el tema de los recursos naturales, tengo tres hijos y me veo muy compenetrado en ver que tipo de futuro le vamos a dejar a ellos…”, manifestó un andinista que participa de esta asamblea, “…cómo no vamos a hacer algo, si al final es como que siempre nos hemos visto desvinculados del medio ambiente, somos un eslabón más y entonces bueno, creo en eso, que debemos implicarnos con la naturaleza, y dejar de sentirnos como si fuéramos u producto de una góndola…”.
La apuesta al formato asambleario, también constituyó un elemento importante para muchos que se acercaron a formar parte: “… (El acercamiento) tiene que ver con lo gremial. Lo de la minería lo veníamos trabajando con un grupo de compañeros que están en San Carlos, que formaban parte de la asamblea contra la minería de Valle de Uco, y nosotros apoyábamos desde acá. Cada individuo desde su interés y tiempo participaba. La cuestión de participar en lugares, luchas, como resistencia contra la base capitalista, de minería y poder, me gusta el espacio, la asamblea lo que es, horizontal, por eso estoy acá…” explica otro de sus miembros.
Algunos periodistas y miembros de medios alternativos se acercaron a cubrir el tema y a partir de allí decidieron participar de la asamblea, por la diferencia entre éste y otros espacios. Uno de ellos expresó en una de las reuniones: “…a través de esa entrevista entendí que el tema de la minería no era sólo el oro y la contaminación, tenía que ver con muchas otras cosas, a pesar de que son categorías que están manchadas, tiene que ver con la dignidad de un pueblo, de hombres, y me acerqué, me pasó un poco lo mismo que a otros…y hoy tengo la suerte de sentir que somos un grupo de amigos que estamos militando un espacio común, como todo nexo la horizontalidad es lo que lo caracteriza, y lo que venimos de la academia tenemos muy en claro que los espacios son tan horizontales que nos asfixian…las lógicas siguen siendo tan verticales y nuestras voces se escuchan poco, porque no somos titulares, porque no tenemos título o por X cosa, y acá uno encuentra que la voz de uno vale, que uno puede expresarse con libertad, y reafirmar la posibilidad del diálogo, de la discusión y la horizontalidad en todas las cosas…”.
En la Asamblea del Gran Mendoza, la megaminería siempre fue una actividad que representa un modelo de saqueo, más allá del aspecto ambiental. En palabra de una de sus integrantes: “…comprenderlo como un fenómeno que no fuera una cuestión ambiental como se lo muestra, meramente ecologista, como unas cuestiones más lejanas a nosotros, me impactó mucho llegar a comprender una vez más la complejidad de todo y que todo nos compete en cada aspecto, y con respecto a la minería una de las cosas principales era la degradación de lo que somos, de la tierra, la naturaleza, los espacios, la propiedad, y todo lo que significa, el capitalismo, la codicia, como varias cosas que estaban relacionadas y que ninguna de ellas me gusta, y creo que lo sentí muy cerca, todo se unía con todo, y una lucha contra la codicia, la falta de conciencia, ayudar a ver, así como a mí me sirvió ver, que esto no era una cuestión lejana y de ideales ecologistas, como si eso estuviera mal, y me pareció que todo tiene que ver con todo, y que si uno cree en una lucha debe estar en cada lugar que te necesitan. Una de las cosas que me hizo seguir acá fue la honestidad de la gente que está acá, que al principio sobre todo sentí que hacía falta que estuviéramos y estuvimos…”. En el mismo sentido, otra asambleísta expresó: “…El interés y el hecho se seguir estando tiene que ver con que lo tomamos como una lucha que va más allá de lo ambiental, que tiene que ver con lo social, con la condición de una distribución equitativa de las cosas, y lo tomamos más que nada por ese lado…”.
La relación entre las personas y la participación que se genera en estos espacios, ha sido valorada positivamente por todos sus integrantes: “…Todo lo que tenga que ver con el tema del ambiente me interesa y me preocupa desde muy chico, pero no solamente lo del ambiente en cuanto a nuestra relación con la naturaleza sino entre nosotros, como seres humanos y como sociedades (…), me parece genial y fundamental, y como ya han dicho varios, uno de los motivos por los que estoy es por la gente que forma la asamblea, su característica de ser horizontal, de funcionar como es, incluso por los despelotes que se dan como asamblea es interesante aprender de ese proceso colectivo, que con sus tumbos y sus cosas y sus vaivenes la va peleando, de gente común…” manifestó uno de ellos. La horizontalidad en la toma de decisiones fue otro de los aspectos destacados por sus miembros: “…A mi este espacio me ha aportado mucho desde conocernos y entendernos como integridad, que no son cosas distintas lo que el capitalismo propone también en relación a los recursos naturales, y creo que también me mantengo por lo que se da de horizontalidad, que ha faltado, gracias a eso yo estoy acá…”. También algunas personas vinculadas a actividades culturales, se sintieron atraídas por este espacio: “…Me llama la causa denunciaria, la justicia, creo que eso lo sentimos todo como base. Mi trabajo en el centro cultural, llegué a este grupo por sentirme que vamos todos para el mismo lugar y que tenemos una comunicación, que en otros ámbitos –laborales, de estudio- no se crea. Siento que encontré un espacio donde podemos pelear de una forma inteligente, democrática, libre, me acerco para dar una mano en lo que pueda, mi lucha es por lo social…”.
La presencia de militantes de luchas previas, de décadas anteriores, es otro de las características de esta asamblea: “…Cuando empezamos a enterarnos, yo estoy militando desde la década del 50 en distintas cosas, estuve en una comisión que se llama identidad, tomó el nombre por el trabajo que hacíamos, de buscar la identidad de los desaparecidos en Mendoza, y apareció esto, y preocupó los riesgos de la contaminación que ya vienen hace rato, de informes internacionales, y comenzaron a aparecer novedades de lo que estaba pasando en Catamarca y que podía pasarnos lo mismo a nosotros, empezó a haber gente preocupada y decidí aportar mi experiencia y lo que pueda hacer…” manifestó uno de ellos. Este espacio permitió así el encuentro de antiguos militantes con gente más joven y con una militancia de otras características, y con personas que nunca habían militado en ningún espacio. Otro de sus integrantes con una larga historia militante, explicó: “…Militante social, político…tengo otras actividades sociales, en organizaciones sociales, soy médico, estoy acá porque me parece que es un espacio válido, activo y joven. Parece que ese es uno de los más importantes capitales que tiene este espacio, y los objetivos comunes de transformación…”.
La desilusión por otros espacios previos de militancia potenció en algunas personas la valoración de las características de la asamblea: “…me encontré con alguna gente acá que sin conocerla me generó confianza, y dije, bueno, es hora de volver al ruedo, en algún momento había estado militando en un espacio estudiantil, en una federación de estudiantes y como que uno siempre descubre cosas que a veces no le gustan, y el espacio de la asamblea me gustó por esto de construir de otra manera, creo en la horizontalidad, creo en que tenemos que seguir luchando, una manera de resistir y no resistir solo, resistir junto con los otros”, expresó una de las asambleístas.
Decidimos destacar estos testimonios, para dar cuenta de la diversidad de intereses y expectativas que conformaron la Asamblea del Gran Mendoza, unidos por una idea común: “construir” de otra manera.
El 7 de mayo de 2007, la Asamblea Popular por el Agua del Gran Mendoza organizó, frente a la legislatura provincial, una Jornada de “Luto Popular por la megaminería”, en el día de la Minería. Durante estas Jornadas, la presencia de uno de los principales canales de televisión de la provincia, que se negó a cubrir la manifestación, generó la indignación de los miembros de la asamblea y de quienes estaban presentes en el acto. Ello se refleja en el siguiente testimonio: “…Yo quiero hacer una reflexión sobre todo acerca de los medios de comunicación, porque esta mañana cuando leí el diario Los Andes veía que traía un nutrido suplemento en donde hablaba de los beneficios que esta megaminería le trae a la provincia. Todas las reflexiones, de gente supuestamente especializada, eran sobre todo, para intentar desprestigiar, de alguna manera, la lucha popular que se está dando a nivel nacional. En esto vemos lo tendencioso que están siendo los medios de comunicación, y como también están creando una política y una postura clara, a favor de este tipo de minería, y a favor de este tipo de saqueo…”.
Una vez más, la Asamblea destacó el rol de los medios alternativos que desde el inicio acompañaron su lucha: “…Seguimos contando con los medios alternativos para poder manifestar nuestra lucha, porque, como hoy también lo vieron acá, Canal 7, estando las cámaras presentes, prefirieron hablar de seguridad y no de lo que significa este saqueo…”.
Ya a mediados de noviembre de 2007, a través de la intervención en la “Fiesta del Agua”, (organizada por el Departamento General de Irrigación), y del material audiovisual (elaborado por el “Noticiero Popular”); se comienzan a generar instancias, donde la reflexión, la movilización, y el compromiso sobre la problemática de la megaminería, y la distribución en cantidad y calidad del recurso hídrico fueron el eje de las discusiones (situación que afecta principalmente a comunidades campesinas y a “los barrios del oeste”, los más desfavorecidos de la ciudad).
Otra de las actividades realizadas, fue el escrache a Potasio Río Colorado (PRC), el proyecto de extracción de sales de potasio en Malargüe, el 29 de febrero de 2008. Música, colectivos, murales y carteles aportaron color y creatividad a aquella acción. “…Estamos bastante preocupados porque, si bien tenemos la ley 7.722 que prohíbe la explotación minera metalífera con lixiviación, con la utilización de sustancia tóxicas, esta ley permite que a su vez no se detengan las exploraciones, y los cateos, entonces las empresas, convencidas de que en algún momento van a poder comprar las voluntades de los políticos de turno, han seguido explorando, han seguido avanzando, y nosotros también como asamblea estamos conscientes de esto y no nos hemos dormido, y hemos seguido, manifestándonos, difundiendo, y haciendo actividades como la que hacemos hoy acá en Godoy Cruz…” explicó uno de los miembros de la Asamblea del Gran Mendoza.