2.3. - Principio de la fraternidad escolar .

A partir de las valoraciones efectuadas acerca del objeto de la investigación, y la consideración de los resultados obtenidos en el estudio sobre la génesis de los comportamientos violentos en el contexto escolar, emergió la necesidad de revelar la existencia objetiva del principio de la fraternidad escolar .

Asumir el principio de referencia es imprescindible porque este direcciona y rige desde lo gnoseológico y lo metodológico la prevención de la violencia escolar. La función gnoseológica la cumple cuando sirve como instrumento lógico para comprender y explicar el proceso de configuración de la personalidad, en el transcurso de la formación inicial intensiva del Profesor General Integral de Secundaria Básica.
En lo relativo al aspecto metodológico, se destaca la contribución y el papel del principio que se defiende en cuanto a precisar las vías y la secuencia de las acciones que conducen a la consecución de la aspiración, que se expresa en la conformación de una personalidad que se caracterice por modos de actuación congruentes con su esencia fraternal, que asuma la ternura y el amor como los componentes principales de las bases sobre las que se erigen las relaciones interpersonales .

El complejo proceso formativo del cual deviene la personalidad debe ser comprendido como un sistema de acciones e interacciones de los profesores y los estudiantes entre sí, así como de ambos con el contenido de la educación, en un contexto social específico, sujeto a las pautas objetivas dictadas por las leyes y los principios que las norman y las legitiman .

En lo que atañe a la actividad y la comunicación del profesor, el principio de referencia aporta, además del amparo teórico pertinente, el ordenamiento de los procederes y los marcos metodológicos para las instrumentaciones pedagógicas y didácticas que se implican en el proceso, cuya peculiaridad comunicativa le permite incidir positivamente en la prevención de la violencia escolar .

Lo anterior significa que el profesor opera en su actuación profesional desde la guía que le proporciona el principio para diseñar, practicar y evaluar los resultados que le asegura su labor en la dirección de la formación de la personalidad deseada .

Al margen del conocimiento del principio de la fraternidad escolar no se concibe una actuación profesional eficiente, que conduzca a la consecución de los objetivos planteados, desde un nivel de concientización de la pertinencia de lo que se obra, que le confiera la fiabilidad científica que caracteriza a todo proceder profesional .

Generalmente se explica y fundamenta la concepción que subyace en la estructura de la actividad pedagógica, que abarca la comunicación, la orientación, la profesionalización, la cooperación y la proyección humanista, todo lo cual se funde en una síntesis dialéctica que posibilita la orientación adecuada del quehacer profesional, sobre la base de la selección y secuenciación de las tareas pedagógicas encaminadas a influenciar oportunamente en la configuración de la personalidad .

El papel axiológico del principio se expresa en la manera en que penetra en la esencia fraternal de las relaciones interpersonales y la hace asequible al entendimiento humano, lo que posibilita comprender el proceso mediante el cual se hace dable su consecución en el transcurso de la actividad pedagógica .

Desde la concreción del principio, la relación entre el objetivo (formar la personalidad), el contenido (sistema de influencias educativas) y el método (estímulo de las relaciones fraternales), adquiere la contundencia científica que le otorga la revelación de las conexiones más íntimas entre ellos, que presupone entender que un elemento trascendente, consustancial a la educación de la personalidad, lo constituye la contribución al cultivo y el despliegue de su esencia fraternal .

Asimismo, la influencia que ejerce la determinación del principio de la fraternidad escolar sobre la organización y la ejecución de la actividad y la comunicación del estudiante, en el transcurso de la formación inicial intensiva es relevante, puesto que le imprime el sentido que las hace significativas, tanto desde el punto de vista social como individual, y moviliza las potencialidades cognoscitivas y afectivas de los mismos en la dirección de la consecución de la aspiración apuntada .

Particularmente acentuada es la influencia del principio en la determinación de las relaciones del estudiante con el objeto de su actividad, pues devela la significación que el mismo adquiere para aquel, en función de sus vínculos con las necesidades y los motivos que le condicionan su activismo y le hacen transitar el camino que va, desde las carencias formativas hasta la incorporación de aquello que las elimina y sustituye por las cualidades que le permiten una inserción consciente y entusiasta en el sistema de relaciones que le enriquece, y a cuyo perfeccionamiento él contribuye .

Lo anteriormente declarado está en perfecta consonancia con el hecho establecido de que la psiquis se forma y se desarrolla en el proceso de interacción del sujeto con el objeto de su actividad y su comunicación. En tal interacción cada peldaño alcanzado se convierte en un punto de partida para otros tantos desarrollos, que crean, a su vez, la posibilidad de interacción con nuevos objetos y amplían ininterrumpidamente las esferas en las que el sujeto se desempeña exitosamente, lo que aplicado a la formación de la personalidad, equivale a considerar que la misma constituye el resultado de la interacción de los sujetos con los contenidos apropiados para ello, a través del establecimiento de relaciones fraternales sostenidas entre los protagonistas del proceso pedagógico .

Una vez apuntados los impactos del principio sobre la actividad y la comunicación de los profesores y los estudiantes, se impone referenciar las pautas que traza para la actividad conjunta de los protagonistas, específicamente, en los marcos del proceso de enseñanza-aprendizaje. En tal sentido, destaca la relación que guarda con la primera ley de la Didáctica declarada por Álvarez, C. M. (1999). Relaciones del proceso docente educativo con el contexto social: la escuela en la vida. También está relacionado con el sistema de principios pedagógicos, en particular, con el de la unidad de lo afectivo y lo cognitivo en la educación de la personalidad, con el del carácter colectivo e individual de la educación y el respeto a la personalidad del educando y el de unidad entre la actividad, la comunicación y la personalidad .

En el proceso de formación de la personalidad el principio que se fundamenta se manifiesta en todo el decursar de la actividad y la comunicación de los implicados desde la determinación de la selección de las tareas pedagógicas, la secuenciación de las acciones para su solución y la argumentación teórica y metodológica del sistema, como un todo, y de cada uno de los elementos integrantes del mismo .

La selección de las tareas pedagógicas presupone un análisis de las condiciones y las probables elecciones, entre las posibles. No se trata de proceder sin haber efectuado las pertinentes valoraciones acerca de las mejores variantes para posibilitar el tránsito del estado inicial hasta el final deseado .

En la labor educativa el principio ofrece la comprensión general del proceso de configuración de la personalidad, que transcurre con arreglo a la observancia de los requisitos pedagógicos que justifican las interacciones del estudiante con el objeto de su actividad, en un primer nivel de relaciones, así como las que se establecen entre los estudiantes y los profesores, en un segundo nivel y, finalmente, las que operan entre el profesor, como dirigente del sistema, los objetivos y el contenido .

Las interacciones del estudiante con el objeto de su actividad constituyen la base de la configuración de la personalidad. En la actividad y la comunicación se asumen los contenidos que le hacen tender hacia la fraternidad, la ternura y el amor para con sus congéneres, en la misma medida en que experimenta la satisfacción que genera el éxito en la apropiación de los contenidos necesarios, tanto como la tristeza que se produce por los fracasos, las exclusiones y las frustraciones .

Los profesores que han acumulado experiencia en el ejercicio de la profesión otorgan importancia a la planificación, la ejecución y el control de los resultados de las interacciones del estudiante con el objeto de su actividad. No obstante, no descuidan la atención al diseño de las interacciones entre ellos y los estudiantes, sin obviar el hecho de que los mismos oponen resistencia a ser tratados como objetos de las influencias educativas y adoptan actitudes de rechazo ante tales pretensiones, a la vez que se pronuncian por ser tomados en cuenta en su condición de sujetos de su propia actividad .

La educación dirigida a la configuración de la personalidad apta para insertarse en las relaciones interpersonales fraternales y expresar la ternura y el amor, consustanciales a su condición de no violenta, debe dedicar especial atención a la proyección de las relaciones entre el profesor y los estudiantes sobre las bases que aluden a las cualidades y atributos de una concepción humanista, que privilegia al ser humano como centro de atención y destinatario de las contribuciones que parten del respeto a su individualidad, para ofrecer una opción de crecimiento personal y grupal compatible con la necesidad de obtener gratificaciones asociadas a los contenidos vitales de la existencia .

La secuenciación de los procederes congruentes con las condiciones y los propósitos de la labor pedagógica conforma una esfera de obligatoria atención subordinada a la acción reguladora del principio fundamentado, en vínculo con el contenido de las tareas pedagógicas, en lo que se expresa su esencialidad y el carácter objetivo de su existencia, matizado por el prisma de la subjetividad humana .

No resulta indiferente para la consecución de los objetivos de la educación de la personalidad la secuencia de las acciones pedagógicas a acometer; es decir, el ordenamiento de los pasos en que ha de procederse para viabilizar la conquista pretendida. En tal sentido, la relación entre el profesor, como dirigente del proceso, los objetivos y el contenido no puede establecerse de manera arbitraria. Ello implica y exige un elevado nivel de preparación del profesor en cuanto al dominio de los contenidos, de los modos de actuación y de los fines hacia cuyo alcance se orienta toda su actividad .

El principio de la fraternidad escolar constituye el eje central alrededor del cual se distinguen, en armónica imbricación, los sistemas de conocimientos acerca de la formación de la personalidad deseada, los métodos y las técnicas que es menester aplicar para hacer transitar a los estudiantes hasta su consecución, las relaciones que aportan las zonas de sentido pedagógico y científico que le dan continuidad a la obra que se edifica sobre los pilares de la potenciación de las cualidades enaltecedoras de la condición humana, a saber: la fraternidad, la ternura y el amor .

En todo el transcurrir del proceso de formación de la personalidad, por naturaleza, antagónico con los comportamientos de violencia escolar, afloran las cualidades del sistema pedagógico que lo contiene, cuyo funcionamiento responde y corresponde con los objetivos supremos que le animan, entendidos como el fin superior que puede alcanzar cuando su actividad se organiza óptimamente. Precisamente, esta es una arista que se refuerza con la revelación del principio, por cuanto a partir de él se explicitan los nexos y las interconexiones en que se sintetizan las configuraciones y las dimensiones que conforman su contenido y dan cuenta de su estructura normativa, explicativa y argumentativa .

El principio de la fraternidad escolar permite distinguir entre los productos funcionales de la actividad pedagógica, los psicológicos y los concomitantes que aparecen como consustanciales a las mismas .

Los productos funcionales de la actividad pedagógica aluden a la creación del instrumental que posibilita la organización del proceso y los métodos de influencia sobre los estudiantes para favorecer la consecución de los fines perseguidos. De manera que la formación de la personalidad requiere de métodos apropiados y consonantes con sus especificidades.
Es importante distinguir que los productos funcionales constituyen el soporte material de las influencias que se ejercen sobre los estudiantes para movilizarlos y estimular en ellos las fuerzas motrices que les impulsen a transitar hacia las metas fijadas. Una muestra de estos es la estructuración de las relaciones interpersonales fraternales en la educación de la personalidad.
Los productos psicológicos de la actividad pedagógica expresan los estados finales que se obtienen en la configuración de la personalidad de los sujetos. Constituyen las nuevas cualidades que se adquieren como resultado de las influencias ejercidas y deben ser asumidos como el criterio de la eficiencia de la labor profesional pedagógica. Es por ello que los mismos tienen un acentuado matiz preventivo .

Como parte de los resultados finales de la actividad y de la comunicación pedagógica, al lado de los productos funcionales y los psicológicos aparecen los concomitantes; esto es, los elementos que no fueron planificados, pero estampan su impronta sobre los primeros .

Son reglas para la aplicación del principio, las siguientes:
 Organizar las actividades inherentes al proceso pedagógico favorecedoras de la participación activa de los alumnos en un ambiente distendido propiciador de la expresión individual, la equidad y la cooperación, que son las características que debe reunir el reglamento escolar .

 Distribuir los roles entre todos los miembros del grupo de forma rotativa, para garantizar que se vivencien las sensaciones, las emociones y los sentimientos asociados a las distintas posiciones que se pueden ocupar en el sistema de relaciones interpersonales .

 Practicar una comunicación profesor-alumno y alumno-alumno positiva en todas las interacciones inherentes al proceso pedagógico, basada en el respeto mutuo, la tolerancia, la ternura y el amor .

 Manejar los conflictos y demás situaciones de violencia a partir de los recursos del tacto pedagógico, la ética, los métodos y las técnicas más convenientes y apropiados .

 Favorecer la cooperación sistemática entre todos los miembros del grupo y de este con los demás de su año, carrera y centro .

 Propiciar el empleo estable de estilos de dirección democráticos por el profesor y demás directivos administrativos y de las organizaciones políticas y de masa .

 Crear espacios para el análisis y el debate de situaciones, hechos y acontecimientos donde sobresalga el valor de la ternura, la fraternidad, la tolerancia, la cooperación y el amor .

 Asegurar la generación de interacciones que posibiliten la expresión expedita de las opiniones en un ambiente de respeto mutuo, potenciador del crecimiento y estimulador de la autoestima y el autoconcepto que se encuentran en la base de la confianza en sí mismo y en los demás .