DÉFICIT PÚBLICO E INSTITUCIONES PRESUPUESTARIAS: EL CASO DE LA COMUNIDAD AUTÓNOMA DE LA REGIÓN DE MURCIA 1983 - 2003

José Francisco Bellod Redondo

3.2.4.- La Sostenibilidad de la Política Fiscal

No sólo el "Impulso Fiscal" nos permite caracterizar el proceso de ajuste. Una estrategia complementaria para delimitar la acción del presupuestador consiste en interrogarse acerca del momento en que la política fiscal seguida por el presupuestador se torna "insostenible" y medir el tiempo que tarda en retornar a la senda de "sostenibilidad". Es decir, contrastamos la necesidad de ajuste (insostenibilidad fiscal) con la orientación fiscal del presupuesto (Impulso Fiscal).

En realidad; "la bibliografía respecto a la sustentabilidad de la política fiscal es relativamente reciente y surge ante la preocupación por el creciente déficit público y los montos de deuda en los países desarrollados . El punto de partida es el cuestionamiento sobre si el Gobierno puede mantener de modo indefinido un déficit fiscal, refinanciándolo mediante deuda pública sin restricción" . Los análisis empíricos de sostenibilidad suelen tener como punto de partida el trabajo de Hamilton y Flavin (1986), en el que a partir de la idea de estacionariedad y mediante la estimación econométrica de la restricción intertemporal del Gobierno, ofrecen un test que permite dilucidar si, en el periodo analizado, la política fiscal ha sido sostenible o no . En el caso que nos ocupa este tipo de procedimiento no es de utilidad: no tratamos de evaluar globalmente la sostenibilidad fiscal en el conjunto del periodo 1983 - 2003, sino obtener un marcador que, año a año, nos informe de dicha sostenibilidad, de modo que podamos confrontar el resultado obtenido con la orientación fiscal que cada año ha imprimido el Gobierno regional al presupuesto.

En nuestro caso emplearemos un indicador denominado "Gap Fiscal de Medio Plazo". El Gap Fiscal de Medio Plazo se define como la diferencia entre la ratio de ingresos no financieros observada y la que se requeriría para mantener la ratio de endeudamiento en una senda estable, dados los gastos no financieros actuales y los previstos para los dos próximos años, el tipo de interés y la tasa de crecimiento . Analíticamente, su expresión viene dada por:

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siendo el gap fiscal de medio plazo, el superávit primario en términos del PIB, el tipo de interés real, la tasa real de crecimiento del PIB y la ratio de endeudamiento en términos del PIB. Si es negativo entonces la política fiscal es menos sostenible que en el ejercicio precedente y viceversa.

Como indica Gómez Jiménez (1993, p. 20), "la sostenibilidad de la política fiscal depende tanto de elementos bajo el control directo de las autoridades fiscales (fundamentalmente, los programas de gasto y de la mayoría de los ingresos) como de factores no directamente controlables (por ejemplo el tipo de interés real y la tasa de crecimiento de la economía). Es, por tanto, deseable disponer de un indicador que pueda reflejar la sensibilidad del saldo presupuestario respecto a ambos tipos de factores". Siguiendo a este autor emplearemos el "Gap Fiscal de Medio Plazo", si bien existe una ingente literatura que aborda la construcción de indicadores alternativos de sostenibilidad fiscal .

En el Cuadro 15 hemos registrado los datos obtenidos en relación del Gap Fiscal de Medio Plazo y en el Gráfico 9 hemos representado dichos valores .

Como puede comprobarse tanto en el Cuadro 15 como en el Gráfico 9, desde 1983 hasta 1993, la política fiscal de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia se caracterizó por su inequívoca insostenibilidad, con un Gap Fiscal de Medio Plazo que ofrece valores negativos año tras año. Tales valores son, además, crecientes (en términos absolutos) hasta 1991, año en el que, como antes indicábamos, se produce un giro en la orientación de la política fiscal, confirmando con ello el creciente deterioro de la situación presupuestaria. De ahí que afirmemos que el proceso de ajuste se inicia tardíamente. Pero, además, iniciado el proceso de ajuste, la insostenibilidad se mantiene aún durante dos años más (1992 y 1993) durante los cuales el Gap continúa ofreciendo valores de signo negativo aunque más moderados. De ahí que afirmemos que el proceso de ajuste fue lento una vez iniciado.