En el presente epígrafe se expresa de forma argumentativa, explicativa y representativa la estructura y funcionalidad del Modelo Pedagógico.
Se han tenido en cuenta los criterios ofrecidos por varios autores sobre el proceso de modelación, los que sobresalen Yurén Camarena, M. (1995), Jardinot Mustelier, R. (1998), Laurencio Leyva, A. (2002), Sierra, R. (2004), Córdova, C. (2005), entre otros... Los presupuestos de los estudios realizados por los anteriores autores, se analizaron para desarrollar la propuesta de Modelo Pedagógico que se expone en la presente investigación.
En las valoraciones de diferentes definiciones de Modelo Pedagógico se considera de especial valor la aportada por Sierra, R., quien lo define como: “(…) construcción teórico formal que fundamenta científica e ideológicamente el proceso de dirección de la personalidad, lo que propicia la interpretación, diseño y ajuste de la realidad pedagógica que tiene lugar a diferentes niveles y responde a una necesidad histórico- concreta”. (Sierra, R. 2004.p. 321),
A juicio del autor del presente estudio y sin contradicción con la anterior definición, los modelos pedagógicos se caracterizan por:
1. Representar de forma abstracta y simplificada un determinado proceso de la realidad pedagógica.
2. Revelar y estudiar nuevas relaciones y cualidades entre los componentes que forman parte del objeto de estudio.
3. Perfeccionar un proceso de carácter pedagógico a partir de su concreción práctica.
4. Poseer un carácter dinámico, dialéctico y complejo en esencia.
5. Corresponder a una necesidad histórico – social concreta.
La presente investigación parte de la realidad actual que denota las insuficiencias expresadas en el quehacer preventivo del docente de preuniversitario, relacionado con el tratamiento de los adolescentes en riesgo adictivo y su articulación con la educación de la COV en estos. El escenario precisa de la profundización en el estudio de la COV y sus constituyentes, para lograr en los adolescentes en riesgo adictivo la comprensión de la situación de riesgo y la elaboración de alternativas que no sistematicen la práctica del uso de drogas, sino que promuevan pre-proyectos y proyectos de vida concretos.
Para ello, es necesario articular la Prevención Educativa a desarrollarse en el proceso pedagógico de preuniversitario con las vías y alternativas de la educación de la COV. Establecer en tal sentido la posibilidad de desarrollar adecuadamente los constituyentes de esta, desde su medio social, por su alto nivel de emotividad y su carácter vivencial.
De acuerdo con lo anteriormente planteado, se llega al fundamento del presente epígrafe. El mismo se establece, en la representación teórica del proceso educativo – formativo desde un carácter preventivo, que concibe la solución de la contradicción fundamental que enfrenta la investigación.
El modelo que se presenta posee carácter dialéctico, en él los elementos están estructurados de forma sistémica, lo que facilita la permisibilidad de la constante relación de retroalimentación entre los componentes del mismo, su consiguiente enriquecimiento y perfeccionamiento.
La figura 1, muestra el esquema representativo de la interpretación del tratamiento para la educación de la COV en los adolescentes en riesgo adictivo de preuniversitario.
El carácter configuracional se considera en el proceso de educación de dicha capacidad en los sujetos, a partir de la comprensión dinámica y compleja de la totalidad del mismo. Se tienen en cuenta, las relaciones que se dan con los aspectos exógenos y endógenos presentes en la situación en que se desarrolla el sujeto, las cualidades de cada uno de ellos y la labor del docente, lo que posibilitó la modelación del proceso estudiado.
Lo expresado revela que la Prevención Educativa y la educación de la COV en los adolescentes en riesgo adictivo, es un proceso dialéctico, diverso y complejo en su manifestación interna y externa. Dicho proceso asume los criterios sobre la base de las características de su naturaleza, al ser imposible atomizar su estudio, es decir, la fragmentación de las partes que están presentes en el mismo, sino, que es una
Figura 1. Interpretación general de la Educación de la Capacidad de Organización de la Vida en los adolescentes en Riesgo Adictivo.
necesidad establecer los vínculos cualitativos que se producen entre las expresiones de su totalidad, consistente con un enfoque holístico.
En el desarrollo y dinámica del modelo pedagógico, se tienen en cuenta los enfoques holístico, configuracional, personológico e histórico cultural, los que están presentes en el objetivo general que se persigue y la concreción del mismo. Estos se revelan en la dinámica de su desarrollo, al ser parte de este, y manifestarse de la siguiente forma:
• Lo holístico se evidencia sobre la base de los elementos de carácter endógeno y exógeno que intervienen en el proceso educativo en función de la prevención, así como de la configuración funcional de la COV en los adolescentes, los cuales se establecen bajo condiciones multicausales, complejas, dialécticas e integrativas. Es el caso además, del propio fenómeno de riesgo adictivo, su estudio y tratamiento, e interrelaciones que posibilitan su evolución en la personalidad
• Lo configuracional se expresa a partir de la integración de varios elementos que posibilitan una cualidad superior en la regulación de la personalidad, de acuerdo con la complejidad, pluridimensionalidad, y representatividad de la COV. A partir de los constituyentes personlógicos de la COV y los componentes que forman estos a su vez, se desarrollan en los adolescentes, de forma general, sentidos subjetivos de las propias vivencias que poseen, así como un carácter proyectivo. Además, se evidencia en el tratamiento de las configuraciones comportamentales de riesgo.
• Lo personológico, que entiende la intervención del riesgo adictivo desde el proceso pedagógico en función de la Prevención Educativa, y es factible en la interpretación del proceso en cada sujeto. Es necesario su utilización como resultado de la contemporaneidad, en el estudio que promueve la educación de la COV en dichos adolescentes, a partir de la integración del conocimiento psicopedagógico y los aportes que promueve para la pedagogía. Se personalizan de esta forma los resultados que se obtienen a partir del desarrollo del modelo.
• Lo histórico cultural, parte de la concepción de Vigotsky y sus seguidores, y se interpreta en el estudio de los adolescentes en riesgo adictivo y su COV, se tiene en cuenta la relación con el origen social de las funciones psíquicas superiores, el determinismo social del desarrollo, así como el carácter interactivo de los procesos psíquicos. En el modelo se manifiesta durante todo el proceso dinámico del mismo, al estar presente en cada una de las fases, en las que son significativas las características del sujeto, las que se configuran y desarrollan a partir de la influencia del medio y las relaciones con este. Además, de las propias características que asume el sujeto como resultado de dichas relaciones y sus funciones psíquicas.
A partir de la interpretación de todo el proceso que se modela, los enfoques antes mencionados, posibilitan la consistencia y desarrollo de dicho modelo. Se tiene en cuenta la naturaleza del fenómeno investigado y la visión que se tiene de este. Además se presupone el carácter holístico, a partir del abordaje integrador, generalizador, la visión multicausal del riesgo y de los niveles de la COV de los adolescentes en riesgo.
Los fundamentos filosóficos, pedagógicos, psicológicos y sociológicos que sustentan el Modelo Pedagógico, son elementos de significativa importancia para el desarrollo y comprensión del mismo. Estos se declaran a continuación:
El desarrollo, la objetividad y las categorías causas - efecto como elementos de la concepción dialéctico materialista, se manifiestan de los acuerdo con objetivos propuestos para llevar a cabo la Prevención Educativa, y propiciar el desarrollo de la personalidad basado, fundamentalmente, en la determinación, diagnóstico, tratamiento y seguimiento de los adolescentes en riesgo adictivo. Así como también, el carácter holístico y configuracional que posee la educación de la COV, en su representación integral y compleja.
El diagnóstico con carácter personológico, procesal y transformador, profundiza en las características específicas de cada adolescente, para determinar los elementos sustanciales que posibilitan la intervención adecuada, previo estudio de la COV, se tiene en cuenta las dimensiones e indicadores que lo posibilitan. Además, el fin transformador en relación con los mecanismos de regulación de la personalidad en los adolescentes en riesgo y el desarrollo de cualidades positivas propicia el crecimiento personal.
El carácter integral del proceso educativo – formativo y su relación con los factores socializadores, de acuerdo con el desarrollo de acciones y actividades, sustentadas en la necesidad de educar la COV de los adolescentes en riesgo adictivo. Al propiciar la participación multifactorial activa en el proceso instrumental estratégico, relativo a la propuesta de aplicación que se deduce del modelo, y su desarrollo desde el proceso pedagógico.
Postulados del enfoque histórico – cultural, con énfasis en el determinismo social de los procesos psíquicos y la situación social del desarrollo, se parte de la relación indisoluble entre lo biológico y lo social, así como el carácter interactivo de los procesos psíquicos. Además, en el diagnóstico que se realiza se tienen en cuenta los elementos que condicionan el desarrollo del riesgo en los sujetos, así como la configuración de la COV.
La unidad de la comunicación y la actividad, que condiciona el desarrollo de la personalidad de los adolescentes a partir de la funcionalidad de estos elementos. También forman parte durante el proceso de diagnóstico, y en la aplicación de acciones y actividades, ya que se considera por su función, una vía fundamental para lograr la educación de la COV en los adolescentes en riesgo, y con esto la transformación.
La concepción social de los procesos educativos, a partir de la necesidad de preparar al sujeto para su desempeño eficaz en la vida, así como determinar y solucionar las contradicciones que se le presenten, a partir de la elaboración de estrategias de solución y las herramientas teórico – prácticas necesarias para ello. De esta forma interactúa, influye y transforma tanto al medio, como también a sí mismo, orientado hacia la dignificación y crecimiento personal.
La relación contexto - modo de actuación con la socialización del adolescente, concreta las relaciones establecidas entre él, la escuela, la familia y los demás que le rodean. Desarrolla diversas formas de carácter activo, ante la interacción directa que se establece entre ellos.
Los elementos anteriores se proyectan como bases teóricas y metodológicas para la elaboración del modelo que ofrece la presente investigación. A su vez, posibilita el análisis y valoración a partir de las condiciones internas y externas que se manifiestan para la prevención de la adicción, así como el condicionamiento del comportamiento de los sujetos en el proceso pedagógico de forma general.
Por el proceso de educación de esta capacidad, se entiende el sentido hacia el desarrollo potencial de la conciencia, la actitud y el comportamiento que los adolescentes en riesgo adictivo asumen consigo mismo. De esta forma se posibilitan, las configuraciones reguladoras de la personalidad, que consolidan su adecuada participación en las aspiraciones y proyecciones en diversas áreas. No se trata de realizar el proceso desde un aprendizaje contextualizado, o lo que se refiere a la hiperbolización de aprendizajes y sus tipos en la educación, sino a los procesos afectivos - motivacionales en toda su extensión.
El modelo pedagógico que se presenta, posee una serie de características que expresan su singularidad, las cuales se relacionan a continuación:
Su concreción en la práctica pedagógica desde la Prevención Educativa en el nivel preuniversitario, permite de forma sistémica, sistemática y holística el desarrollo de configuraciones psicológicas, que posibilitan la regulación de la personalidad de los adolescentes en riesgo adictivo.
Constituye un proceso donde el adolescente forma parte de situaciones que no solo le ofrecen nuevos conocimientos y habilidades, sino potencian el comportamiento motivacional y afectivo, al interpretar, analizar y aplicar vivencias, experiencias y necesidades.
La Prevención Educativa se planifica y ejecuta por parte del docente, en correspondencia con los constituyentes de la COV, para de esta forma lograr una adecuada intencionalidad educativo – formativa, para que los adolescentes en riesgo adictivo logren elaborar pre-proyectos y proyectos de vida funcionales.
Se ofrece vital importancia al diagnóstico y las técnicas aplicadas para lograr una caracterización precisa y profunda de los adolescentes en riesgo adictivo, tanto del nivel de riesgo que posee como del desarrollo de los constituyentes de la COV.
La propuesta de aplicación que se elabore, como herramienta para potenciar la educación de la COV debe estar en correspondencia con las exigencias y necesidades de los adolescentes, con el adecuado carácter preventivo e interventor de forma grupal o casuístico.
El proceso educativo se desarrolla hacia los adolescentes en riesgo adictivo, en correspondencia con la dirección de acciones y actividades que involucran incluso a la familia, como posibilidad de socializar y desarrollar vías de intervención y orientación en torno a las necesidades existentes que inducen a los comportamientos adictivos.
La prospección preventivo - formativa que potencia la educación de la COV se sustenta en una práctica pedagógica, que involucra al estudiante de forma activa en el proceso pedagógico; propensión conducente al empleo de métodos activos para desarrollar experiencias, vivencias, motivaciones, sentimientos, valores, que posibiliten la interacción educativa escolar, evidenciada en una acción comunicativa coherente.
El proceso educativo y preventivo en preuniversitario, respecto a la educación de la COV de los adolescentes en riesgo adictivo, potencia la configuración de estilos de vida sanos y funcionales, de acuerdo con el período etareo en que se encuentran. Además, posibilita nuevas relaciones interpersonales basadas en la comunicación y los sentimientos humanos. El proceso en el cual se concreta el Modelo Pedagógico elaborado, se articula con este a partir de los elementos:
Amplitud de la visión organizativa en la vida por parte de los estudiantes.
Proyección de los adolescentes, en relación con el accionar y las alternativas comportamentales con orientación futura, conforme a su desarrollo personológico.
Autodesarrollo y fortalecimiento de mecanismos preventivos con relación al riesgo adictivo.
Los anteriores elementos se tienen en cuenta, en su relación con el nivel de desarrollo que alcanzan los constituyentes de la COV: Sentido de Vida, Posición de la Vida y Estilo de Vida, que forman parte de las configuraciones que constituyen y determinan la educación de dicha capacidad en los sujetos estudiados.
En este sentido, la estructura lógico – procedimental que sugiere el modelo, contará con una serie de aspectos en orden jerárquico, que expresan la evolución del mismo. Estos aspectos se relacionan a continuación:
1. Aprehensión del riesgo adictivo en adolescentes de la Educación Preuniversitaria.
2. Caracterización de la COV de los adolescentes y el nivel de riesgo que poseen.
3. Elaboración de una aplicación sustentada en acciones y actividades para ofrecer tratamiento a la problemática diagnóstica y sus elementos particulares.
4. Instrumentación en la práctica pedagógica de la propuesta elaborada.
5. Evaluación de los resultados finales del proceso educativo con carácter preventivo, en correspondencia con la educación de la COV.
De forma integral la instrumentación del modelo, implica la crítica, elaboración y transformación de las metas y objetivos de los sujetos, al lograr la autodeterminación, en función de su concreción, expresada a partir de la educación de la COV como fin del Modelo Pedagógico. En la elaboración del modelo para la educación de la COV de los adolescentes en riesgo adictivo de preuniversitario y el proceder metodológico de los docentes, se tuvo en cuenta la relación entre las fases y contenidos de estas, las que se describen, explican y representan a continuación.
Fases del Modelo Pedagógico propuesto.
La 1ra. Fase obedece a la denominación de CONCRECIÓN. En esta se expresa primeramente la contradicción interna o fundamental que en esencia permite el desarrollo del modelo, y en un segundo orden las premisas formativas de este.
La contradicción interna o fundamental se pudo llegar a determinar como producto del proceso investigativo y la sistematización de su manifestación externa, a partir de la cual se profundizó hasta la esencia del fenómeno en cuestión. Dicha contradicción interna se determinó entre las relaciones de los constituyentes de la Capacidad de Organización de la Vida y las vías utilizadas por los docentes para ofrecer diagnóstico, seguimiento y tratamiento a los adolescentes en riesgo adictivo, y su integración en el proceso preventivo de la Educación Preuniversitaria.
Esta se expresa a partir de los constituyentes personológicos de la COV (sentido, posición y estilo de vida), el nivel de desarrollo que estos poseen y las relaciones entre sus componentes internos que los configuran. Las mismas, están condicionadas por los factores externos e internos que se imbrican para formar su personalidad, la cual es dirigida en gran medida desde la escuela.
Estos elementos se disponen de acuerdo con la labor desarrollada por el docente, en cuanto al trabajo a desplegar con los adolescentes en riesgo adictivo en específico, como contenido de la Prevención Educativa al lograr la integración deseada en el proceso pedagógico de preuniversitario.
Como segundo elemento de esta primera fase, se expresan las premisas formativas del Modelo Pedagógico:
La relación de unidad entre lo cognitivo - afectivo y lo motivacional - valoral. Los docentes, por la trascendencia motivacional, gnoseológica y su representatividad en los intereses que se corresponden con la organización de la vida de los adolescentes, implica la utilización de acciones y actividades preventivo – educativas. Dirigidas al desarrollo conciente de valoraciones, acerca de las sustancias adictivas y sus implicaciones para la salud, la comunicación familiar, el desempeño estudiantil y su gradual desarrollo en la personalidad.
La relación escuela – familia - comunidad, y la proyección de la Prevención Educativa hacia la integración de estos factores, como un sistema integral de influencias educativas, dirigido fundamentalmente desde la escuela en el tratamiento del estudiante en riesgo. Este aspecto repercute en la inserción coherente de los estudiantes en la sociedad, a partir del desarrollo de un sentido de la vida funcional, así como posición y estilo de vida adecuados a las exigencias y posibilidades que la sociedad y el entorno de desarrollo le proponen.
Está presente la unidad sistémica entre la instrucción, la educación y el desarrollo de la personalidad como recurso conceptual, para contribuir a la formación integral de los adolescentes y las configuraciones reguladoras de la personalidad, los cuales se integran en el propio desarrollo de esta. En tal sentido, están presentes como elementos determinantes los conocimientos de varias materias que posibilitan el tratamiento docente, extradocente y extraescolar de los efectos sociales, económicos, biológicos, familiares, profesionales, entre otros…, que el uso de las sustancias adictivas provocan. Además, es evidente la correspondencia que existe con el encargo social que define la educación conforme a la preparación del hombre para la vida, su relación con los valores, principios del humanismo y las exigencias políticas, ideológicas y culturales del proyecto social que se construye.
La proyección temporal de elementos formativos que influyen y determinan el comportamiento de los adolescentes, como componente que se articula (presente - futuro) y resultado del impacto de valores, sentimientos y cualidades que son trabajadas por los docentes con los educandos. Se condicionan las alternativas comportamentales, a partir de los elementos formativos – educativos, que son establecidos y concretados por las acciones que se realizan en función de la educación respecto a la COV de estos educandos. En tal sentido para la toma de decisiones, solución de contradicciones y visión holística de los fenómenos, se le ofrece tratamiento de forma directamente para el desarrollo de los sujetos. (Este puede ser grupal y/o individual)
La 2da. Fase se considera de DEFINICIÓN, en esta se determinan las relaciones esenciales que se dinamizan y jerarquizan en el modelo.
Desde esta óptica y en respuesta a tales exigencias, en el modelo quedan claro las principales categorías que se trabajan, las dimensiones y los indicadores correspondientes. Los cuales deben conocer el docente para poder tener las herramientas teórico – metodológicas necesarias para el tratamiento preventivo.
La modelación de la educación de la COV en los adolescentes en riesgo adictivo, como contenido de la Prevención Educativa en preuniversitario, se realiza desde las condiciones contextuales en que el proceso sucede, se constituyen de forma continúa una fuente de enriquecimiento afectivo en la que se fortalecen sentimientos, valores, convicciones, ideales, y de la cual emergen elementos que se configuran en la personalidad y sus orientaciones ante la vida.
En este sentido, se desarrolla una adecuada orientación de la Prevención Educativa, en la cual se acentúa su dinámica en las interacciones sociales y grupales de los docentes y los adolescentes, tomando en consideración el contexto histórico social en que desarrolla su actividad. De esta forma desempeña una función fundamental el rol educativo y formativo del docente, y sus conocimientos para encausar, adecuadamente, las estrategias preventivas para con los educandos, se incluye de forma integrada el papel relevante de la familia en su labor educativa. Los constituyentes de la COV de los adolescentes en riesgo adictivo, en relación con la Prevención Educativa desde el proceso pedagógico de preuniversitario, están condicionados por los elementos que a continuación se relacionan:
Centralización y descentralización: Se expresa desde la necesidad causal de abordar la problemática del uso de sustancias adictivas desde la práctica educativo – preventiva en la escuela. De acuerdo con las acciones que se diseñan por parte del CAM, Miembros del Consejo de Dirección, especialistas de salud, etc…, a un nivel de profundización que logren contribuir con la educación de la COV. Estas son de obligatorio cumplimiento por parte de los ejecutores en el proceso pedagógico, así como también, los docentes elaboran e instrumentan acciones, a partir de las ayudas metodològicas ofrecidas y sus propias experiencias.
Unidad y diversidad: La posibilidad de abordar el tema a partir de la caracterización de los estudiantes en riesgo y la COV, para establecer un diagnóstico, al cual se le ofrece seguimiento durante el curso escolar, o incluso el nivel. Se concretan en aspectos comunes y diferentes a analizar en los casos estudiados y del propio proceso pedagógico donde se efectúa, de acuerdo con la adecuación a las condiciones específicas del centro y los sujetos.
Carácter general y particular: Estas formas se establecen en dependencia de las características existentes y el contexto. Lo general, se dirige al tratamiento de forma grupal, al trabajo con los padres y familiares de conjunto, para implementar actividades que tratan las diversas situaciones y lograr una intervención más extendida. También, se desarrollan intervenciones directas, con acciones y actividades individuales, elaboradas para su implementación y atender el diagnóstico individual. Ya sea con el adolescente en riesgo adictivo activo o casos críticos, o incluso determinadas familias o miembros de estas.
Unidad de lo afectivo y lo cognitivo: Es visto, indistintamente, de cómo se trabaja en muchos procesos, al ser declarado en el propio contenido de la propuesta de aplicación elaborada por el docente para su implementación. Se tienen en cuenta los elementos atendidos desde los conocimientos que posee el estudiante y los que debe poseer, o el comportamiento del estudiante y como debe comportarse, en estrecha relación con sus valores, sentimientos, experiencias, motivaciones, necesidades y vivencias. Además, estos aspectos se retoman para su tratamiento.
Carácter sistémico y sistemático: La concepción del desarrollo del modelo, y las propuestas de aplicación sustentadas en él, se desarrollan desde una concepción de sistémica y con una instrumentación en la práctica de carácter sistemático. No puede verse al margen de esta concepción, ya que la intervención requiere y exige de este proceder tanto desde el punto de vista teórico como práctico.
Carácter participativo: Se aprecia desde dos posiciones relacionadas entre sí: primeramente la exigencia por parte de la concreción del modelo con un carácter participativo activo de los adolescentes en riesgo, y en segundo lugar la participación necesaria y pertinente de los entes que interactúan con el adolescente en riesgo desde diversos contextos de intervención preventiva.
Carácter multifactorial y multidisciplinario: La intervención de los diferentes factores, que de una forma directa junto a los docentes desarrollan las acciones para el seguimiento de los adolescentes en riesgo. Además, desde el estudio de los programas de las asignaturas de las diferentes áreas de conocimiento, para complementar acciones y actividades que atienden a los contenidos que propician el debate, la discusión, la comprensión, la reflexión, etc...
Docente, extradocente y extraescolar: Se refiere, fundamentalmente, al abordaje o intervención a realizar desde diversos escenarios: lo docente en correspondencia con los espacios permisibles para desarrollar determinadas actividades, desde lo extradocente a partir de una serie de actividades planificadas en horarios y espacios establecidos en la escuela, y desde lo extraescolar, a partir de las actividades dirigidas que involucren a la familia, la comunidad, u otros espacios de actuación.
Esta fase del modelo es la que dinamiza todo el proceso. Ya que en la misma, se establecen las relaciones de esencia en las que se esclaren los elementos que interactúan, intervienen y posibilitan la educación de la COV. En tal sentido, es recurrente la explicación de la educación de dicha capacidad, y por ello, se define la orientación de cómo ofrecer solución a la contradicción interna que anteriormente se declaró.
De modo que, esta se logra como resultado del desarrollo del modelo en el proceso pedagógico de preuniversitario. Se entiende por educación de la COV, el sistema de influencias conscientes de carácter dirigido y sistematizado sobre la base de los fundamentos y principios de la pedagogía, cuyo fin es la autorregulación de la personalidad para el desarrollar la vida desde una perspectiva futura, la concreción de metas, objetivos y proyectos de vida eficaces, de acuerdo con un contexto histórico – social determinado.
Esta, se dirige a la transformación de las configuraciones subjetivas de la personalidad, que intervienen en proceso de regulación de esta. Es una nueva forma de lograr desde la Prevención Educativa, el tratamiento de los adolescentes en riesgo adictivo de preuniversitario.
La determinación de las configuraciones relacionadas con la integridad del modelo, permite constituir las expresiones de la totalidad y singularidad que dan cuenta de la transformación de la COV en los adolescentes en riesgo. Así como el resultado de la Prevención Educativa en relación con el uso de sustancias adictivas, por tanto, toda cualidad trascendente del proceso cuya esencia puede ser analizada desde las relaciones entre las configuraciones, las relaciones de los componentes de esencia y la influencia sobre ellas, es resultado de la educación de la COV en su expresión desarrolladora.
Para ello es preciso declarar esas cualidades, que se expresan en dimensiones, como elementos que ofrecen vías para lograr el conocimiento de causa del riesgo, de los niveles de desarrollo de cada configuración personológica de la COV, así como, la relación establecida entre ellos, las cuales emergen de estas relaciones, como elementos de esencia que se suceden en el núcleo básico del modelo, como se muestra en la Figura 2.
Figura 2. Relaciones de esencia en el núcleo básico del modelo, correspondiente a la fase de definición.
Las dimensiones establecidas, que se relacionan y posibilitan la dinámica del modelo son: la dimensión social, cultural, psicológica, educativa y didáctica; estas poseen una relación determinante en el proceso de educación de los constituyentes de la COV. Se manifiestan en las relaciones que se efectúan entre los componentes fundamentales, e influyen incluso en los constituyentes de la COV. Dicha relación se explica a partir de los elementos internos de cada componente y constituyente de la COV. (Anexo 9)
Las relaciones entre los contenidos y precisiones de la Prevención Educativa, así como su relación con el desempeño de los docentes de la Educación Preuniversitaria, referido al tratamiento de los adolescentes en riesgo adictivo y la COV en los mismos, se sustenta en los contenidos de los aspectos derivados de las dimensiones antes mencionadas. Estos son: socio–culturales, psicológicos, educativos, contextualizadores y didácticos. (Anexo 10). Los cuales se determinan desde la identificación de necesidades en los adolescentes en riesgo (necesidades de tipo educativa relacionadas con el desarrollo de los constituyentes de la COV), lo cual se encuentra imbricado con el diagnóstico y caracterización de las mismas, como se expresa en la Figura 3.
La explicación de estas dimensiones permite considerar que las mismas son expresiones dinámicas de la totalidad, en este caso, del proceso preventivo y educación de la COV, que dan cuenta de las cualidades trascendentes de dicho proceso. Por lo tanto, se definen una serie de indicadores a tener en cuenta para la educación de la COV y para la elaboración de la propuesta a aplicar.
Todas las categorías fundamentales conforman el centro operacional del estudio de los adolescentes en riesgo adictivo por parte de los docentes. Las mismas, son utilizadas para el desarrollo de la próxima fase.
La 3ra. Fase del modelo se denomina ANALISIS CARACTERIZADOR. La misma se concreta en el procesamiento y revelación de las configuraciones y cualidades que caracterizan a los adolescentes en riesgo adictivo.
Es de vital importancia para la presente fase, la determinación de las características específicas de los adolescentes en riesgo adictivo. El docente en su trabajo educativo profundiza en la documentación que se tiene del estudiante, la que es enriquecida con los nuevos elementos que ofrece el estudio realizado. Dicho estudio puede ser de tipo grupal y/o individual, al condicionarse, precisamente, por las necesidades y elementos que se obtienen en esta fase. Se realiza al atenderse los principales contextos de actuación de los adolescentes, comportamientos llamativos y relevantes en torno a las actividades adictivas.
Otro elemento significativo y condicionante es el diagnóstico, que confiere toda la información y el estado actual de los constituyentes de la COV y el nivel de riesgo en el adolescente. Posibilita desarrollar, adecuadamente, la Prevención Educativa, y a través de él se explicita lo realizado por el centro educacional hasta el momento.
En esta fase se declaran las necesidades que poseen los educandos en términos de educabilidad de la COV. Así como las causas específicas que han generado un nivel significativo en cuanto al riesgo adictivo. Se involucran aspectos relacionados con la familia y los diversos contextos sociales, que interactúan de forma directa con el adolescente.
La caracterización se efectúa a partir de la aplicación de métodos, técnicas e instrumentos, en correspondencia con los pasos metodológicos establecidos, que permiten obtener toda la información
Figura 3. Esquema que representa la dinámica de la COV en adolescentes en riesgo adictivo en el Proceso Pedagógico de Preuniversitario.
necesaria sobre el sujeto. De acuerdo con el nivel de riesgo que posea el adolescente, es preciso la utilización de dos vías fundamentales que se complementan incluso:
I. Estudios de casos: con el objetivo de obtener información, y lograr así, resultados diagnósticos factibles. Se requiere de un conocimiento metodológico por parte del docente, que permita su instrumentación en el modelo. Así se logra el estudio de los educandos de forma extensiva e intensiva, el mismo abarca aspectos relevantes de la dinámica de la autorregulación de su personalidad. Se parte de los objetivos propuestos por los docentes, en relación con el desempeño en el aula y fuera de ella, y por último la caracterización del educando. Para ejecutar todo lo dispuesto en el estudio de caso, es necesario tener en cuenta una guía que oriente al docente en la correcta aplicación. La misma, está formada por tres aspectos generales:
1- Datos personales
2- Elementos precedentes y presentes. Este a su vez está estructurado por: Componente Personal, Componente Familiar, Componente Social y Componente Escolar.
3- Elementos significativos relacionados con la configuración reguladora COV.
Estos aspectos admiten transformaciones o adecuaciones, siempre y cuando estén justificadas por el docente, y en correspondencia con lo que se necesita saber del adolescente. Se desecha de la misma forma, aspectos que pudieran ofrecer una información contraproducente.
II. Trabajo multifactorial: Se tiene en cuenta en la determinación de elementos relevantes (información) para el estudio, en el cual, los entes activos del proceso educativo - formativo, abordarán la problemática de los adolescentes, de acuerdo con el nivel de riesgo adictivo y el estado de la COV. Al estar condicionado por el nivel y estado de riesgo que posea, será la participación de varios factores en la intervención y tratamiento. Estos de conjunto trazarán acciones y actividades que serán ejecutadas desde esta concepción integral. Los factores que se sugieren estén presentes son:
• El docente (Profesor General Integral) será el primero en interactuar y revelar las características del educando en la caracterización que de este se realiza.
• Los miembros del Consejo de Dirección de la institución educacional (con mayor incidencia el Vicedirector para el Trabajo Educativo), orientarán de forma general el proceso educativo – preventivo. Especialmente cuando sea pertinente desarrollarlo de forma individualizada, a partir del nivel de exigencia que requieran los casos.
• El personal de la salud (médico y enfermera) del centro educacional, participará en los análisis que se realicen en diversas ocasiones. Ya que trabajarán los elementos, que desde sus perspectivas forman parte del proceso adictivo, además, en lo relacionado con temas educativo - formativos en relación con el desarrollo de los constituyentes de la COV.
• Los trabajadores sociales que operan en el radio de acción donde se encuentra el centro educacional. Incluso pudieran llegar hasta la familia y la comunidad.
• Los dirigentes de las organizaciones políticas y de masas en el centro educacional. Ya que apoyan con su desempeño activo al desarrollo de la Prevención Educativa.
• Miembros y/o estructura de dirección del Consejo de Ayuda a Menores (CAM) en el territorio, (Asesor de salud, Miembro del Centro de Diagnóstico y Orientación municipal, psicopedagogos, etc…), de acuerdo con el caso que se estudie y su complejidad en el tratamiento.
• De acuerdo con la complejidad de los casos que se estudien, pueden formar parte del tratamiento determinados especialistas. En dependencia de las necesidades y exigencias que estén presentes. (Especialistas de la casa del adolescente, del MININT, etc…)
Se ofrece a partir de la intervención de estos factores de conjunto con el docente, la emergencia de los criterios diagnósticos sobre los adolescentes en riesgo adictivo y el estado de la COV. Se perfilan, posteriormente, los criterios conclusivos de dicha caracterización, enriquecida con las aportaciones obtenidas por los dos aspectos anteriores, para lograr con efectividad determinar cómo intervenir y qué propuesta de aplicación elaborar. La caracterización psicopedagógica del escolar es enriquecida con los elementos resultantes del diagnóstico que se desarrolla. Por lo que esta fase posee función:
Diagnóstica: describir y caracterizar al adolescente en riesgo adictivo, el estado de desarrollo de los constituyentes de la COV y ofrece los elementos relevantes.
Determinista: revelando las causas que promueven el riesgo y los diversos niveles que se expresa, así como las carencias en el desarrollo de la personalidad del sujeto.
Proyectiva: expresa las posiciones y necesidades existentes en cada sujeto estudiado, lo que permite perfila el proceso educativo – preventivo, y elaborar en correspondencia las diversas aplicaciones prácticas.
La 4ta. Fase del modelo se denomina INTEGRACIÓN PREVENTIVO - EDUCATIVA. En esta, se parte de los resultados obtenidos en las fases anteriores, los cuales establecen los contextos de intervención y contenidos referidos al desarrollo de la prevención, con énfasis en el abordaje psicopedagógico.
En su esencia, el docente debe concebir cómo proyectar acciones y actividades educativas que integren los diferentes propósitos: preventivos, instructivos, educativos y desarrolladores de manera coherente. En correspondencia con los constituyentes personológicos de la COV, los cuales se configuran en función de la regulación de la personalidad. Además, contribuyen a la educación de dicha capacidad, a partir de la intervención (tratamiento y seguimiento) sistemático, tanto de forma individual como grupal.
De modo que, el docente elabora una propuesta de aplicación, que sea operativa y funcional. La misma, tiene que estructurarse al atender: objetivos, contenidos, acciones y actividades para la intervención educativa - preventivo de los adolescentes en riesgo adictivo.
La propuesta de aplicación se elabora, a partir del resultado de la fase del análisis caracterizador. Dichas propuestas pueden ser: metodologías, programas, estrategias, terapias, materiales docentes y tecnológicos complementarios, sistemas o conjuntos de ejercicios, de talleres, de actividades, acciones u otras herramientas prácticas que posibilitan la concreción del modelo pedagógico. Por lo que establece sus particularidades del punto de vista estructural y funcional, en correspondencia con las exigencias para cada una. El docente de conjunto con los responsables del desarrollo de la Prevención Educativa a nivel de centro y municipal, enriquecen la propuesta de aplicación elaborada. De modo tal, que se integre el desempeño de las organizaciones políticas, la labor educativo - formativa de la estructura de dirección y el personal de salud del centro.
Se tienen en cuenta al formar parte de la aplicación elaborada diversas orientaciones: hacia la preparación del docente (ya que este debe conocer todo lo relacionado con la Prevención Educativa, el riesgo adictivo en los adolescentes y sobre la COV y sus potencialidades en la personalidad del sujeto), al adolescente en riesgo adictivo (a partir del diagnóstico y caracterización del mismo, e intervención individualizada o grupal) y hacia la familia (ya que esta influye directa o indirectamente en el proceso educativo – preventivo con el adolescente, por lo que debe ser preparada y orientada, o incluso si lo requiere tratamiento).
Por consiguiente, se declara la integración en esta fase de las orientaciones preventivas y educativas que forman parte de la propuesta de aplicación que el docente determina elaborar. Esta integración, la complementan con su desempeño los diversos factores (especialistas y representantes de organizaciones e instituciones) que por su objeto social y actividad con los adolescentes, forman parte del proceso de intervención a partir del desarrollo de la propuesta de aplicación elaborada.
Esta fase también incluye, tener en cuenta el vínculo adecuado entre las acciones y actividades que conforman la propuesta de aplicación en su instrumentación desde lo docente, extradocente y extraescolar. Como formas organizativas de proceso pedagógico, que posibilitan concretar la educación de la COV en los adolescentes en riesgo adictivo.
Una vez realizada la planificación con carácter de integración entre los preventivo y educativo, entonces el modelo evoluciona a la fase de instrumentación.
La 5ta. Fase del modelo se denomina INSTRUMENTACIÓN, es la fase en que se perfilan los procedimientos metodológicos a seguir, en la que se despliegan los resultados de las anteriores fases que han evolucionado, en correspondencia con el desarrollo y tránsito entre estas, las que conforman y expresan el modelo pedagógico como un todo.
La instrumentación en la práctica educativa de las acciones y/o actividades exige de la preparación de los docentes, de acuerdo con las etapas concebidas en la propuesta de aplicación elaborada. Es recomendable señalar, que para el desarrollo de esta fase del modelo, se requiere de un dominio de los elementos teórico - metodológicos del mismo. Así como también, de las etapas y disposiciones de la propuesta de aplicación. Cuestión esta, que permitirá afrontar las dificultades que se presenten en la práctica educativa. Se define además, el tiempo de duración de la intervención a realizar. Esto depende del tipo de propuesta de aplicación, del nivel de desarrollo de los constituyentes de la COV y el nivel de riesgo que posean los adolescentes.
Es necesario apuntar, que en la presente fase del modelo, tanto el docente como todos los entes activos del proceso educativo y preventivo, tienen que tomar decisiones sobre las situaciones de impacto. Al ser exigentes en la dirección de las acciones y actividades que se propongan, para lograr de esta forma la transformación de acuerdo con lo planificado. Debido a la riqueza de la realidad objetiva del fenómeno en estudio, la transformación a lograr a partir de la educación de la COV en los adolescentes en riesgo adictivo de preuniversitario es a mediano y largo plazo.
Por último, la 6ta. Fase del modelo se denomina EVALUACIÓN, esta consta de dos momentos: primero la evaluación al tener en cuenta el auto - análisis en función del desarrollo de las cinco fases anteriores del modelo en su conjunto. Un análisis de este como un todo integro, en el cual emergen nuevas situaciones y elementos que pudieran enriquecer el mismo, con carácter de retroalimentación.
El segundo se desarrolla sobre la base de una evaluación actitudinal y cualitativa de los educandos. Se realiza a partir del análisis del comportamiento de los educandos, desde la instrumentación de métodos y técnicas al tener en cuenta los indicadores de la educación de la COV, que revelan el estado de esta en los adolescentes y la transformación lograda.
Ambos momentos, aunque por causas metodológicas se analicen de forma separada, de acuerdo con su naturaleza se encuentran fusionados, y se necesita de la operacionalización e interpretación adecuada de toda la información obtenida, para revelar los resultados finales y conclusivos. De ahí que, se conjugue la retroalimentación en el modelo pedagógico, al permitirse la inclusión de nuevos recursos y elementos que permitan el perfeccionamiento de este.
La evaluación se asume como la expresión de un juicio condicionado por un determinado valor en torno al desarrollo de un objeto, fenómeno o proceso de la realidad pedagógica, o la interacción directa e indirecta entre ellos; por lo tanto, su ejercicio trasciende el ámbito de lo cuantitativo y se proyecta cualitativamente hacia el cumplimiento de las siguientes funciones:
Función educativo – formativa: en correspondencia con las influencias instructivas y educativas que ejerce toda evaluación, como aspecto distintivo y fundamental dentro del proceso pedagógico.
Función de control: consistente con el seguimiento al diagnóstico en la caracterización realizada, en congruencia con la sistematicidad y la aplicación de diversos instrumentos de naturaleza evaluativa.
Función desarrolladora: referida a potenciar las cualidades propias del modelo, del proceso educativo – formativo con carácter preventivo, así como de otros objetos, fenómenos o procesos de la realidad pedagógica.
Función de retroalimentación: radica en el perfeccionamiento constante de la realidad objeto de control, a partir de la funcionalidad teórico – práctica de la evaluación.
Dichas funciones y su cumplimiento se imbrican en la propuesta de aplicación elaborada para ofrecer dinámica y concreción al Modelo Pedagógico. De acuerdo con los criterios metodológicos que se ofrecen en torno al proceso de evaluación Milán Licea, M. (2001), se pronuncia por la comprensión de la interacción entre la evaluación externa e interna: heteroevaluación, coevaluación y autoevaluación. Para de esta forma posibilitar los diversos ámbitos del proceso evaluativo y estimular el cumplimiento de sus funciones.
La heteroevaluación es esencialmente una evaluación externa, centrada en los sujetos que intervienen en el proceso, la misma posee un carácter individual, realizado con un patrón de resultados propios, a partir del cual cada individuo evalúa al resto de los participantes.
La coevaluación es la relación equilibrada entre la evaluación externa e interna; en correspondencia con la necesaria interacción entre los sujetos participantes en el proceso, al constituirse una negociación entre ellos.
La autoevaluación es esencialmente una evaluación interna, que se desarrolla a un nivel cualitativamente superior, en el que se retorna a la evaluación de cada sujeto.
En esta fase del modelo, se hace uso de los tres tipos de evaluaciones. Se evalúa por parte del docente la transformación desarrollada en cuanto a la educación de la COV de los adolescentes y el nivel de riesgo que poseen, pero también, de forma integral en las sesiones e instrumentación de acciones y actividades (ya sea en las que se trabaje de forma individual o grupal). Se le ofrece significativa importancia a la autoevaluación, ya que el propio adolescente debe llegar a ser capaz de determinar sus cambios, sus puntos de vistas posterior a la intervención y tratamiento realizado, fundamentalmente, a partir de la aplicación de los estudios de casos y el seguimiento al diagnóstico obtenido inicialmente, el docente evalúa el proceso, tiene en cuenta sus vivencias y las opiniones de sí mismo.
En lo referente a la preparación del docente deben tenerse en cuenta los siguientes aspectos:
A. Dominio de los objetivos y tratamiento de los adolescentes en riesgo adictivo, en función de la Prevención Educativa en preuniversitario, así como los prejuicios bio - psico – sociales que provocan las drogas.
B. Conocimiento de herramientas para desarrollar la adecuada intervención pedagógica del riesgo adictivo, en la educación de la COV: indicadores para su diagnóstico y evaluación.
C. Competencias metodológicas requeridas para el desarrollo de la educación de la COV en las actividades docentes, extradocentes y extraescolares, con una finalidad educativo – preventiva.
El criterio valorativo que se ofrece sobre la orientación y preparación que alcanza la familia, es tan importante como el de los docentes, por ello se tienen en cuenta los siguientes aspectos:
A. Asistencia a las actividades convocadas por la institución.
B. Participación activa en las actividades convocadas por la institución y adecuado nivel de conocimientos sobre la Prevención Educativa en función del riesgo adictivo. (Ya sea en la propia institución o en otros lugares, incluido el hogar)
C. Participación en la intervención y tratamiento de los adolescentes en riesgo adictivo, a partir de la educación de la COV.
De manera que los elementos anteriores en los docentes y la familia, se determinan los criterios de evaluación (Bajo, Medio y Alto) como se disponen a continuación:
Sí y sólo sí manifiesta A, su desarrollo se considera bajo.
Sí y sólo sí manifiesta B, su desarrollo se considera bajo.
Sí y sólo sí manifiesta A y B, el desarrollo se considera bajo.
Sí y sólo sí manifiesta A y C, el desarrollo se considera medio.
Sí y sólo sí manifiesta B y C, el desarrollo se considera medio.
Sí y sólo sí manifiesta A, B y C, el desarrollo se considera alto.
En lo concerniente a la educación de la COV en los adolescentes en riesgo adictivo de preuniversitario, se precisa tener en cuenta el nivel de desarrollo de cada una de las configuraciones. En tal sentido se deben tener en cuenta los indicadores generales en la educación de la COV. (Anexo 11). Se efectúa de la siguiente forma:
De acuerdo con la Dimensión Social: Bajo (Sí y sólo sí manifiesta uno y/o dos indicadores), Medio (Sí y sólo sí manifiestan tres o cuatro indicadores), Alto (Sí y sólo sí manifiestan los cinco).
De acuerdo con la Dimensión Cultural: Bajo (Sí y sólo sí manifiesta un indicador), Medio (Sí y sólo sí manifiestan dos y/o tres indicadores), Alto (Sí y sólo sí manifiestan los cuatro indicadores).
De acuerdo con la Dimensión Psicológica: Bajo (Sí y sólo sí manifiesta uno o dos indicadores), Medio (Sí y sólo sí manifiestan tres o cuatro indicadores), Alto (Sí y sólo sí manifiestan de cinco a siete indicadores).
De acuerdo con la Dimensión Didáctica: Bajo (Sí y sólo sí manifiesta un indicador), Medio (Sí y sólo sí manifiestan dos y/o tres indicadores), Alto (Sí y sólo sí manifiestan los cuatro indicadores).
De acuerdo con la Dimensión Educativa: Bajo (Sí y sólo sí manifiesta un indicador), Medio (Sí y sólo sí manifiestan dos y/o tres indicadores), Alto (Sí y sólo sí manifiestan los cuatro indicadores).
Los resultados de los indicadores son analizados, desde las diversas perspectivas e instrumentos que el docente elabora para ello. De acuerdo con los resultados obtenidos al tener en cuenta los indicadores, establece la misma como favorable o desfavorable. Es criterial, en correspondencia con la media de los resultados por dimensión y en el análisis general.
Es esta, la consistencia y configuración estructural – funcional del Modelo Pedagógico, constructo que en el ámbito educativo – preventivo contribuye a la educación de la COV en adolescentes en riesgo adictivo. Este ofrece a los docentes responsabilizados de la dirección eficaz de la Prevención Educativa en preuniversitario, el herramental teórico – metodológico para la intervención de dichos adolescentes, para llegar incluso, a potenciar la preparación de los docentes y la orientación de la familia.
Tras la descripción y explicación del Modelo Pedagógico, se ofrece a continuación en la Figura 4 la representación esquemática, de acuerdo con la apreciación integral del mismo.
Figura 4. Representación esquemática del Modelo Pedagógico para la Educación de la Capacidad de Organización de la Vida en los adolescentes en riesgo adictivo.
Conclusiones del capítulo
El análisis de los contenidos del capítulo, permitió formular las conclusiones siguientes:
1ro. Las relaciones psicopedagógicas de naturaleza dialéctica entre las configuraciones de la COV relacionadas con la Prevención Educativa, constituyen el objeto a transformar en el proceso educativo con los adolescentes en riesgo adictivo del preuniversitario.
2do. Se modela la concepción de la educación de la COV en los adolescentes en riesgo adictivo del nivel preuniversitario como contenido de la Prevención Educativa. La necesidad de perfeccionar esta, se materializa en un modelo pedagógico, el cual consta de seis fases: Concreción, Definición, Análisis caracterizador, Integración preventivo – educativa, Instrumentación y Evaluación. Estas se expresan con una serie de contenidos, que revelan los aspectos, elementos y acciones que se establecen para la dinámica y evolución del modelo.
3ro. Se precisa la contradicción interna que se manifiesta en el Modelo Pedagógico propuesto, y genera el desarrollo esencial de la investigación, así como, los rasgos que caracterizan el modelo y las premisas educativas de este, para determinar su singularidad de acuerdo con el fenómeno estudiado.
4to. Las relaciones existentes entre las configuraciones de la COV, el riesgo adictivo y la Prevención Educativa, se expresan desde las dimensiones social, cultural, psicológica, didáctica y educativa. Estas constituyen expresiones que se revelan y dan cuenta de las cualidades trascendentes de dicho proceso, posibilitan el reconocimiento de aspectos argumentativos de cada una de las dimensiones, que al concretarse potencian la educación de la COV.
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