A partir de las concepciones teóricas abordadas anteriormente, con respecto a la formación laboral de este profesional de nivel medio se presenta en este epígrafe una caracterización de este proceso ,el que es definido por algunos investigadores.
Según Cerezal, (2000) define la formación laboral como:
“El proceso de transmisión y adquisición, por parte de los alumnos, del conjunto de valores, normas, conocimientos, habilidades, procedimientos y estrategias que se necesitan para analizar, comprender y dar solución a los problemas de la práctica social, y están encaminados a potenciar el saber hacer y como hacer”
En la definición se encuentran elementos valiosos, que han sido considerados por este autor, como es examinar la formación laboral como proceso ligado estrechamente a la práctica social. Su carácter implica toda una dialéctica, en la que el estudiante conoce los problemas y se involucra en su solución. El autor reconoce también la formación de convicciones como elemento de la esfera axiológica, de forma estructurada, que parte del respeto a las normas y de la aprehensión de estas por el estudiante.
Otro de los investigadores de la temática es Rumayor, quien define la formación laboral de manera más amplia como:
“El proceso donde cada asignatura tiene asignada su contribución debiendo dirigir su contenido hacia lo laboral, relacionándolos con problemas reales de la vida que rodean a los alumnos y con las profesiones u oficios más característicos del territorio donde se encuentra la escuela, situando al alumno ante problemas de la vida donde tengan que aplicar lo aprendido.” Rumayor (2003)
La visión de esta investigadora se corresponde con las concepciones teóricas que fundamentan el presente trabajo, al partir del enfoque de que la formación laboral no es patrimonio de una asignatura, sino de todas en un accionar conjunto. Sin embargo es preciso detenerse y reflexionar sobre algunos puntos de dicha definición:
En la misma se plantean, de manera demasiado abierta los problemas a solucionar por los educandos desde la formación laboral. Ello puede observarse en el simple hecho de que, según la definición de la autora, cualquier problema de la vida real y su solución es considerado parte de formación laboral o contribuye a esta.
No se comparte esta generalización, a pesar de que se tenga presente, incluso, el nivel de enseñanza en que transite el estudiante; de aceptarlo se tendría que implicar la misma con otras problemáticas de la vida cotidiana.
Dos autores que pueden considerarse como los pioneros de la investigación relacionada con la formación laboral son; Guetón y Rodríguez (1999) los cuales también aportan una definición acerca de la formación laboral:
“El trabajo como actividad socializadora, enseñar normas morales de conducta ante el trabajo, normas en las que se encuentran valores como la honestidad, la honradez, la solidaridad, la ayuda mutua entre otros. Los objetivos de la formación laboral se pueden agrupar en dos categorías: los económicos y los educativos ambos muy vinculados entre si; Este último algunos pedagogos lo dividen en socio clasista y pedagógicos”.
La definición anterior tiene como aspecto relevante la dirección hacia la formación de valores y/o cualidades, de la personalidad a partir del trabajo como actividad rectora en la formación de la misma y no declara los conocimientos y habilidades; además está ausente el reflejo cultural de la sociedad en que se desarrolla.
Otros investigadores con resultados prominentes en los temas sobre la actividad laboral, la cultura laboral y la formación laboral son Leyva y Tauler (2003), ellos definen esta última como:
““Proceso dirigido a la formación de cualidades de la personalidad que orienta al sujeto hacia la obtención de productos de utilidad social”
Esta definición según Fernández, (2006) presenta en común con las de Addine y Cerezal que en el tratamiento a la cultura no está explícita la identidad.
A partir de las definiciones anteriores, en particular las de Rumayor, Cerezal, Leyva y Tauler, se elabora una nueva definición de esta categoría, la que plantea que:
“Es la parte del proceso docente – educativo, en la que participan todas las asignaturas en su relación con actividades extracurriculares, donde se estimula la actividad cognoscitiva, teniendo presente el contexto socio-económico, como medio de concreción en la práctica de conocimientos y habilidades con propensión axiológica, a partir de un enfoque cultural identitario” Fernández, (2006)
El análisis realizado a la formación laboral agrícola, la que cual constituye el campo de acción de la investigación permite caracterizar la misma en el Bachiller Técnico en Agronomía, para ello se parte de reconocer a la entidad docente productiva (IPA) como la institución que centra las influencias educativas de los restantes grupos sociales (familia, comunidad, entidades de la producción y los servicios, etc.), para de manera organizada y sistemática, educar, instruir y desarrollar a los futuros profesionales de nivel medio acorde con las exigencias de la sociedad.
Durante las últimas décadas la formación laboral como proceso tiene ante si nuevos desafíos, la globalización de la economía, los progresos de la ciencia, la tecnología, la comunicación y la información. Estos cambios impactan en los sistemas de producción agropecuarios, en la organización social y en la vida cotidiana. El mundo de hoy requiere condiciones de polivalencia, flexibilidad, capacidad de anticipación y representación, todo lo cual impone nuevos retos a la técnica y al profesional en particular.
En la actualidad se están experimentando otros retos en el sector agropecuario, tales como el redimensionamiento de la industria azucarera y las nuevas formas que adopta la organización del sector regidas por el perfeccionamiento de las empresas o entidades, en aras de contribuir a alcanzar una agricultura rentable, sostenida y competitiva, que conserve el medio ambiente para esta generación y para las futuras.
La producción agropecuaria en el país, tiende a ser cada día más integral diversificada y adopta diferentes formas organizativas con tendencia a tener unidades más pequeñas, como son las Unidades Básicas de Producción Agropecuaria (UBPC) presentes en todo el país, las Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA), los productores asociados en las Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS), así como los productores independientes que van creciendo con la política de entrega de tierras en usufructo a familias que lo soliciten, especialmente en zonas montañosas para fomentar el cultivo del café y en el llano para el cultivo del tabaco, la Agricultura Urbana, entre otros.
En la mayoría de estas formas de organización de la agricultura, se desarrolla, además de la producción principal (animal o vegetal), el autoabastecimiento en viandas, hortalizas, granos, leche y carne, lo cual plantea nuevos retos a la formación del Bachiller Técnico en Agronomía, en función de que estos futuros profesionales sean capaces de enfrentar integralmente la producción agropecuaria, tanto desde el punto de vista técnico como económico.
En tal sentido, la especialidad de Agronomía como parte de este subsistema deberá dar respuesta a la misión que la sociedad le encarga a la ETP, que de modo general, está relacionada con lo siguiente: “… formar trabajadores aptos para un mundo laboral en continuo cambio, donde se requiere periódicamente reciclar, reconvertir o actualizar habilidades específicas; comprometidos con el socialismo y en posibilidades de acceder a la Educación Superior”.( MINED,2004).
Para lograr tan importante objetivo, la formación del Bachiller Técnico en la especialidad de Agronomía, deberá transitar por cuatro años, donde reciben un total de 16 asignaturas distribuidas en tres ciclos: formación general y básica, formación profesional básica y formación profesional específica.
En el ciclo de formación general y básica, se desarrollan las asignaturas que permiten una preparación general de este Bachiller con base en asignaturas tales como Matemática, Física, Informática, Español y Literatura, Historia, Idioma Extranjero, entre otras. Estas asignaturas se desarrollan esencialmente en el primero y segundo años de estudios.
El ciclo de formación profesional básica el futuro Bachiller Técnico recibe la preparación en aquellas asignaturas cuyos contenidos tienen una base común en la familia de especialidades Agropecuarias, como son los casos de Base de la Producción Agropecuaria y Actividades Manuales Agropecuarias. Comprende el primer y segundo año de la especialidad.
El tercer ciclo corresponde a la formación profesional específica, transcurre durante el tercero y cuarto años, el cual incide en la preparación que debe alcanzar el bachiller en formación en lo referido a la aplicación de nuevas técnicas y tecnologías sostenibles, que ahorren recursos materiales y humanos; así como, producir con eficiencia alimentos que solucionen las necesidades crecientes de la población.
Se ubican las asignaturas siguientes: Trabajo en la Producción Agropecuaria y Tarea Integradora, Explotación de los Cultivos, Servicios Técnicos Agrícolas, Elementos de Economía y Legislación Agraria, Práctica Laboral, Práctica Preprofesional, Conferencias Técnicas o Cursos de Complementación y Culminación de Estudios.
Las asignaturas del ciclo de formación profesional específica muestran insuficiencias en la integración de conocimientos tecnológicos y profesionales que exige el perfil ocupacional, en función del desarrollo de las capacidades y habilidades profesionales rectoras de la especialidad Agronomía, aspecto éste que constituye una limitante en la formación del profesional integral que se aspira formar.
El objeto de trabajo agrícola, está constituido por el proceso de producción agropecuaria: los cultivos, el suelo, los instrumentos, equipos y los agregados agrícolas, la economía, el riego, la atención a animales domésticos en su área de acción, las relaciones sociales, el proceso de administración y la comunicación.
El mismo se concreta en la empresa o entidad productiva, la Unidad Básica de Producción Agropecuaria, la Cooperativa de Créditos y Servicios, el Ejército Juvenil del trabajo y los productores independientes. Lo anterior presupone la necesidad de la integración real entre la entidad productiva agropecuaria y la entidad docente productiva; esta última tiene que asumir la responsabilidad de preparar a un trabajador que sea capaz de desempeñarse profesionalmente.
Las principales tareas y ocupaciones del Bachiller Técnico en la especialidad Agronomía tiene en cuenta el desarrollo de una cultura agrícola que permita a este dominar integralmente el proceso productivo agropecuario en el que ejerce su trabajo a nivel de unidad básica o finca, vinculado directamente a la producción, empleando técnicas y tecnologías de avanzada con calidad y criterio económico y de sostenibilidad.
Lo anterior favorece el desempeño profesional agrícola en las diferentes labores agropecuarias que realiza, de modo que pueda asumir funciones de mayor complejidad como: la dirección de una pequeña unidad de producción con independencia y creatividad, ejecutar trabajos topográficos por métodos sencillos y prácticos e interpretar las cartas y mapas topográficos, ofrecer información agro climática a través del empleo de los instrumentos meteorológicos necesarios para su trabajo; realizar la toma de muestras para el análisis de suelo, planta, agua, fertilizantes e interpretar a su nivel, los resultados de los mismos.
Las tareas ocupacionales en las que debe desempeñarse este futuro profesional y en las cuales debe demostrar desarrollo de una cultura agrícola para su ejecución se resume en:
Aplicar medidas para el uso, manejo, protección, conservación y mejoramiento del suelo de forma sostenible y con economía de los recursos hídricos y demás recursos naturales.
Organizar, realizar y controlar las labores de preparación de suelos, siembra o plantación, resiembra, replante y cultivo. Establecer semilleros y viveros; así como las tecnologías de producción, organopónicos, huertos intensivos, etc., y subprogramas de la Agricultura Urbana.
Seleccionar y preparar las semillas botánicas y propágulos, realizar análisis de calidad de las semillas para determinar su valor agrícola.
Producir y aplicar las diferentes modalidades de abonos orgánicos y biofertilizantes, organizar, ejecutar y controlar la aplicación de fertilizantes orgánicos y minerales.
Como se viene señalando, el Bachiller Técnico debe prestar especial atención a los cultivos una vez establecidos, por lo tanto, controla las normas de riego, el tiempo dedicado a este y su correcta aplicación. Participa en la confección del esquema de riego, el montaje y puesta en marcha; así como su pronóstico y control del buen funcionamiento de los sistemas establecidos, además aplica productos fitosanitarios e inspecciona las maquinarias y equipos de aspersión o rociado.
También interviene en la identificación de las plagas y enfermedades que afectan a los cultivos, determinando su incidencia, aplica los programas de manejo integrado de plagas; interpreta las cartas tecnológicas o instructivos técnicos de los cultivos del área bajo su responsabilidad y ejecuta y controla las rotaciones de los cultivos y sus labores. Además, se apoya en la realización de las labores de preparación de suelos en los sistemas de tracción, tanto animal como mecánica, según las características del suelo y el cultivo. Trabaja con los tractores e implementos, controla el mantenimiento técnico diario a los equipos, máquinas y herramientas.
Durante la realización de las labores de cosecha el Bachiller Técnico en la especialidad Agronomía aplica los programas establecidos, ejecuta y controla la recolección, manipulación, transporte y conservación de las cosechas, haciendo posible la producción, beneficio, control, conservación y almacenamiento de las semillas para próximas campañas, así como la producción, conservación y comercialización de los alimentos en condiciones rústicas y la producción de alimentos para el ganado, en condiciones sostenibles.
Por último, el Bachiller Técnico deberá ser un experimentador por excelencia; lo cual le permite solucionar los problemas profesionales a los que se enfrenta en la actividad laboral, por lo que debe ejecutar el montaje y la medición de experimentos agrícolas y su evaluación, desarrollar proyectos agropecuarios y manejar fincas integrales en condiciones sostenibles mediante la aplicación de los principios del extensionismo agropecuario y la utilización de las tecnologías de la informática y las comunicaciones en su actividad. En este orden debe también ubicar, controlar y reportar el trabajo de los obreros vinculados a su área y hacer cumplir la legislación laboral vigente, las normas de protección y salud del trabajo relacionada con su especialidad.
Finalmente la formación laboral del Bachiller Técnico en la especialidad Agronomía, tiene en cuenta para su desarrollo todos los aspectos abordados hasta aquí, los cuales están asociados al quehacer de este estudiante en la práctica de su profesión. De ahí que este proceso tenga es consecuente con la conservación y protección de los recursos naturales, la problematización de los contenidos de estudio y las relaciones armónicas entre la naturaleza y la sociedad, las que implican la adopción de modos de actuación responsables en el estudiante.
Lo anterior constituyen premisas, que a juicio del investigador no son suficientes para desarrollar la formación laboral; sino que se necesitan de otras, las cuales están asociadas al contexto laboral agrícola y a la comunicación en el proceso de formación por lo tanto se erigen como sustento de la modelación de este proceso en el Bachiller Técnico en la especialidad Agronomía.
La sistematización realizada al proceso de formación laboral agrícola del Bachiller Técnico en la especialidad Agronomía permitió llegar a las conclusiones siguientes:
1) La dinámica de las entidades productivas agropecuarias no siempre consideran el desarrollo de la formación laboral agrícola.
2) La formación laboral agrícola no siempre tiene relación entre la oferta de la enseñanza y la demanda profesional de la sociedad en la solución de los problemas en sus contextos laborales.
3) En la formación politécnica y laboral de los bachilleres existe la contradicción entre la preparación general que reciben los estudiantes y el acelerado desarrollo de la ciencia y la técnica en el contexto laboral agrícola.
4) La formación laboral agrícola no siempre considera los aspectos educativos y culturales de su naturaleza social.
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