Las dimensiones del proceso de formación laboral del Bachiller Técnico en Agronomía se significan a través de las relaciones trascendentes en el proceso de formación de este profesional.
En este sentido las dimensiones, expresan el movimiento y transformación en la dirección que toma el proceso de formación laboral agrícola como cualidad trascendente de la modelación que se realiza.
Se utiliza el término de dimensión a partir de analizar el objeto y los elementos que lo componen y determinan la dinámica del proceso analizado. En este sentido se acudió a elementos generales e integradores que permitieran tener una representación más compleja del funcionamiento y desarrollo del objeto tales como: los actores del proceso (bachilleres técnicos, docentes, tutores, trabajadores y directivos de la entidad docente productiva y de las entidades agropecuarias), el contexto de actuación, la influencia de la cultura familiar y la comunidad agrícola, las particularidades del proceso agropecuario, las que constituyen esferas del objeto conformadas coherentemente, en una unidad de elementos más específicos.
La modelación de la formación laboral en nuestro caso asume como definición del concepto de dimensión el ofrecido por (Sánchez, 2003) al plantear que son “Un sector específico que se manifiesta en una teoría dada de cuya integralidad solo se puede dar razón si se revelan las correspondientes relaciones interdimensionales”.
Desde esta posición el modelo de la formación laboral del Bachiller Técnico en la especialidad Agronomía declara las dimensiones siguientes: socio-agrícola, agrotécnica y profesional-agrícola.
A continuación, se explican las relaciones entre los elementos que forman a cada una de ellas como se muestra la figura.
Un primer elemento a modelar en la formación laboral del Bachiller en Agronomía lo constituye relaciones que se producen entre los contextos de formación del bachiller: la entidad docente productiva, la cultura agrícola familiar y la comunidad agrícola.
En estas relaciones, la entidad docente productiva (IPA) se reconoce como la institución educativa especializada en la formación de profesionales de nivel medio de la rama agropecuaria, la misma centra las influencias formativas de todos los actores sociales:, la familia, la comunidad, instituciones y organizaciones en un contexto laboral agrícola determinado(empresa, UBPC, CCS, CPA) para que de manera planificada y sistemática, se eduque, instruya y desarrolle al estudiante de modo que su desempeño profesional permita dar respuesta a la necesidad de producir alimentos.
Para el desarrollo de la formación laboral se hace necesario que la entidad docente productiva caracterice el entorno comunitario como una manera de conocer las entidades productivas agropecuarias que pueden contribuir a que ella se convierta en un agente de cambio y desarrollo de la comunidad agrícola, a partir del conocimiento de sus recursos humanos y materiales, en relación con los factores que la integran para lograr la necesaria integración social.
Es necesario utilizar las áreas de la entidad docente productiva para el desarrollo de actividades que resuelvan o ayuden a resolver los problemas de la comunidad agrícola en los que deben participar los estudiantes y la familia quienes aportarán la experiencia y cultura acumulada, lo que consolida las acciones recíprocas que permiten una comunicación entre sí y propicien un sistema de relaciones con los factores involucrados en el proceso pedagógico profesional.
Es importante destacar que para el desarrollo de la formación labora agrícola de los estudiantes, la entidad docente productiva debe poner en función de la comunidad agrícola su potencial humano y la técnica agrícola para modificar las condiciones de vida y de trabajo, y por otro lado, la comunidad debe ofrecer los medios necesarios y el ambiente laboral requerido.
Para lograr lo anteriormente plantado la entidad docente productiva debe conocer las características socioeconómicas, así como las creencias, tradiciones y costumbres, es decir, que posea un conocimiento integral de la comunidad para poder potenciar su desarrollo en el orden agrícola.
La cultura agrícola familiar: es otro elemento de la dimensión socio agrícola, ella se configura en el seno de la familiar y se enriquece en dos escenarios fundamentales en la formación del Bachiller en Agronomía: la entidad docente productiva y la entidad productiva agropecuaria, y precisa el encargo del primero de ellos en el desarrollo de esta cultura dentro de su gestión por conseguir que los estudiantes alcancen una formación profesional agrícola teniendo en cuenta la cultura general a la que se aspira en los momentos actuales.
Visto así, para el contexto del IPA la cultura agrícola se identifica con una orientación formativa de carácter valorativa, que incluye una concepción del trabajo en áreas agrícolas como vía de interactuar con la naturaleza para producir alimentos cuidando el medio ambiente, lo que significa poner en práctica normas de conducta, valores, sentimientos, conocimientos, habilidades y hábitos laborales de trabajo manual, intelectual y socialmente útil.
La formación de una cultura agrícola en los estudiantes de este nivel les permite comprender, cultivar y explicar los recursos propios del mundo laboral. Desarrolla la capacidad de lo justo, de lo bueno, e incluye las normas morales de conducta, las cuales concentran valores como: la honradez, la honestidad, la responsabilidad, la laboriosidad, el colectivismo, la solidaridad, entre otros.
Además esta formación encierra en sí misma el desarrollo de la personalidad del estudiante y se manifiesta en su actuar cotidiano dentro y fuera de la entidad docente productiva; es decir, cuando es capaz de integrar cualitativamente, de forma individualizada los conocimientos, hábitos, habilidades, normas de conducta, relaciones afectivas con la realidad, e implicarse con esfuerzos que pueden incluso trascender sus posibilidades presentes y cuando la utilización y estimulación de nuevos recursos permite el desarrollo de las capacidades generales que conforman la personalidad.
Ahora bien, la cultura agrícola tanto en la entidad docente productiva como en las entidades productivas agropecuarias se alcanza a través de la actividad laboral, desde esta perspectiva, este tipo de actividad propicia las relaciones entre los sujetos participantes en el proceso de formación de este tipo de cultura mediada por la comunicación y de estos con los objetos de esta formación es a la vez actividad práctica, cognoscitiva y valorativa ponderando a los efectos de la formación de la cultura agrícola en la escuela, lo valorativo como eje vertebrador de lo práctico y lo cognoscitivo. Bajo este concepto se asume que en toda actividad agrícola están presentes de manera dialéctica los conocimientos, las habilidades, y los valores con independencia de la forma que adopte. No obstante se enfatiza en lo axiológico como nexo entre el conocimiento y la práctica
La realización de actividades agrícolas en beneficio social, al fomentar la educación de los Bachilleres Técnicos agrónomos en, desde y para el trabajo las convierte más que en un medio para la vida, en una actividad que por ser esencialmente humana, está cargada de significados y sentidos culturales muy valiosos en la cual confluyen las distintas áreas de la educación en un proceso enriquecedor y óptimo de formación. De ahí que es en ella donde se manifiestan los rasgos espirituales de estos profesionales en la sociedad, por tanto implica no solo lo cognitivo, sino lo afectivo y motivacional, en fin lo formativo.
Las actividades agrícolas se orientan además, a formar una conciencia económica, una ética del ser y el hacer, en contraposición a la del tener, una mentalidad de productor más que de consumidor, donde incluso consumir sea expresión de una apreciación positiva acerca del trabajo que este encierra.
En este sentido aprenden el valor del trabajo, su incidencia en el desarrollo económico - social del país influyendo así en su preparación política - ideológica, manifiesta en la actitud revolucionaria y comprometida con el progreso del país, así como con el mejoramiento de la vida en la comunidad a través del trabajo creador.
En este mismo orden de ideas, es preciso destacar que a través de la ejecución de actividades agrícolas también se ejercita el cuerpo, se desarrollan capacidades motoras y se favorece el crecimiento, además de incrementar la capacidad física e intelectual, permite la liberación de vicios, demostrando la necesidad de cuidar y proteger su salud. Asimismo se cultiva la virtud, se fomenta el saber, donde el tratamiento de los contenidos es realizado con una clara orientación integradora en la que se desarrollan habilidades relacionadas con el aprendizaje científico, tecnológico, pero a la vez humanístico, social promoviendo así un aprendizaje desarrollador y significativo.
Lo anterior exige que las actividades agrícolas deban capacitar a los estudiantes desde metodologías alternativas, flexibles, vinculadas a la acción, al intercambio, propiciando así la utilización adecuada de las tecnologías de la información y las comunicaciones y la técnica agrícola, el desarrollo de estrategias que permitan aprender de manera permanente, desarrollar el pensamiento lógico y promover el trabajo individual y en equipo.
Las actividades que desarrolla este estudiante en áreas agrícolas de la entidad docente productiva u otro contexto contribuyen al desarrollo del proceso de formación de la cultura agrícola y este se desarrolla en esencia, a través de las relaciones que se establecen entre los sujetos participantes en el proceso y entre estos y los objetos de la actividad agrícola. Visto así, la formación de la cultura agrícola en correspondencia con el pensamiento dialéctico y el de una teoría acerca de la formación del hombre es a la vez proceso dirigido y resultado de éste que implica desarrollo, que transcurre en un contexto social históricamente determinado en el que convergen variadas influencias educativas, siendo la entidad docente productiva quien se encarga de su consecución de manera dirigida y sistematizada mediante el proceso de formación de este profesional. Durante este proceso de formación se va desarrollando esta cultura.
Esta cultura agrícola familiar es una categoría que tiene validez en los límites de la investigación, de ahí que su conceptualización sea operativa y se defina como “Conjunto de conocimientos, habilidades, experiencias acumuladas, costumbres y tradiciones que en el seno de la familia generan en cada uno de lo sujetos que la forman un comportamiento consecuente en la labor y espacio agrícola”.
La adquisición de esta cultura conduce a un efecto social determinado, relacionado con la satisfacción de las demandas de productos agrícolas necesarios a toda la sociedad. Ello hace que este Bachiller Técnico en interacción con los docentes, los tutores, los directivos y otros trabajadores con los que comparte labores comunes se apropie de las mejores tradiciones, costumbres y experiencias en cuanto a prácticas agrícolas del campesinado.
Como síntesis de la relación entre la entidad docente productiva y la cultura agrícola aparece otra elemento que en el orden social es determinante en la formación de cualidades deseadas en el futuro profesional agrónomo lo constituye la comunidad agrícola: caracterizada por ser un área o espacio geográfico donde las personas comparten necesidades e intereses socio laborales comunes que se corresponden con la producción agrícola, siendo esta la actividad económica fundamental que la identifica.
Este propio sentido de pertenencia al contexto comunitario agrícola, la influencia de personas con las que comparte esa área geográfica, su interacción con empresas agropecuarias u otras formas de organización de la producción, instituciones y organismos enclavados en la misma; pueden constituirse en importantes motivación para que se desarrolle la formación laboral agrícola.
Desde esta perspectiva, la comunidad agrícola constituye un mecanismo intermedio entre la sociedad y el profesional técnico que se forma, pues en ella se materializan todas las interacciones del sujeto. Es a nivel de comunidad donde el futuro profesional recibe de manera singular y simultánea las influencias sociales, las que se fortalecen a través del desarrollo de actividades extradocentes y actividades extraescolares como formas de organización del proceso de formación del bachiller
Mediante las actividades extradocentes el profesor desarrolla en gran medida el aspecto informativo de la actividad laboral al brindarle al estudiante una amplia información relacionada con la agricultura, propiciando con ello la reflexión y el debate. Esto ocurre no sólo en las clases, sino en otras formas organizativas que constituyen una extensión de la docencia como lo son: seminarios, talleres, video-debates.
El enriquecimiento de estas actividades queda abierto a las posibilidades de cada docente en cuanto al acceso a nuevas y variadas informaciones publicadas, incluso, en libros u otros medios. Pueden incluirse nuevas temáticas o dividir éstas en aspectos más sencillos o puntuales.
El docente debe adecuar esta concepción formativa a las necesidades cognoscitivas del estudiante y al contexto de la realidad de las comunidades agrícolas donde residen. A dichas actividades se le debe dar un enfoque flexible, creativo y participativo; propiciando una constante modificación y adaptación a las nuevas condiciones.
Las actividades extraescolares son las concernientes a la realización de visitas dirigidas a instituciones de la agricultura, unidades de producción agropecuaria, centros de investigación de la comunidad y el intercambio con productores agrícolas. Las mismas contribuyen a la búsqueda de correspondencia entre los conocimientos agronómicos adquiridos en la entidad docente productiva y la realidad existente.
La realización de estas visitas tiene que ver con las posibilidades educativas que brinda el desarrollo agrícola del entorno más próximo al estudiante, tanto en la proximidad de la entidad docente productiva como en el resto del municipio y la provincia, según el lugar de residencia y el alcance de la escuela para aprovechar las posibilidades más lejanas.
Tanto en las actividades extradocentes como en las actividades extraescolares, la investigación constituye una herramienta que favorece a la formación laboral del estudiante porque le permite poner a prueba su capacidad creadora y eleva considerablemente los conocimientos acerca de la actividad agrícola de la comunidad. Por sus canales pueden encontrarse respuestas sorprendentes a problemas cotidianos, desconocidos para el estudiante hasta ese momento. Cuando el mismo conozca mediante investigaciones sencillas que su modo de actuación es una de las causas de un determinado problema en la agricultura en su comunidad o fuera de ella, es muy probable que su conducta tome otra dirección en función de dar solución a este.
Investigar para el estudiante es la coyuntura apropiada para conocer las causas y consecuencias de un determinado problema profesional que se da en la práctica agrícola, así como predeterminar las posibles acciones en su futuro desempeño profesional en el marco de las entidades productivas agropecuarias. Con la guía creadora del docente se pueden encontrar atractivos y útiles problemas para que el estudiante investigue. Todo ello contribuye al conocimiento sobre su profesión y guía la conducta futura una vez que se adopten responsables actitudes en el trabajo agrícola.
Lo explicado hasta aquí determina el surgimiento de la dimensión socio-agrícola: reconocida como la expresión del proceso de formación laboral del Bachiller Técnico en la especialidad Agronomía que se expresa a través de las relaciones entre los escenarios de la preparación del futuro profesional: la Entidad docente productiva, la cultura agrícola familiar y la comunidad agrícola, la cual determina las condiciones materiales, humanas y sociales en el desarrollo de dicho proceso.
Esta dimensión de la formación laboral permite una caracterización de la entidad docente productiva y la comunidad agrícola, las cuales contribuyen decisivamente a la preparación de los bachilleres técnicos en formación. Son elementos importantes a determinar: los recursos humanos y materiales de que se dispone, la asignación de los trabajadores más capaces como tutores del estudiante, las potencialidades de la comunidad para el desarrollo de actividades que conduzcan al fortalecimiento de la formación laboral por la vía docente, extradocente y extraescolar.
En las relaciones que se establecen entre los elementos de esta tríada de elementos y que han sido explicadas hasta aquí se concreta el desarrollo de la personalidad de cada bachiller en su proceso formativo, donde la comunidad agrícola se convierte en un escenario donde la técnica agrícola está íntimamente relacionada con el desempeño profesional agrícola asociado al desarrollo de procesos agropecuarios, es por ello que se define la existencia de la dimensión agrotécnica entendida como: la expresión del proceso de formación laboral del estudiante, en el cual hace uso de diferentes máquinas, medios, equipos e instrumentos de trabajo que garantizan la ejecución de las diferentes tareas y ocupaciones de su perfil ocupacional, y su cumplimiento favorece su desempeño profesional agrícola.
En esta dimensión la técnica agrícola se convierte en un elemento de gran valor, ella está constituida por el conjunto de mecanismos y máquinas, así como también el sistema de medios, equipos e instrumentos de trabajo agrícola puestos a disposición del proceso productivo, todos estos recursos son determinantes en la materialización de dicho proceso el cual se desarrolla a gran escala en la entidad productiva agropecuaria y en otras formas de organización de la producción enclavadas en la comunidad agrícola.
Para la ejecución de este proceso en el contexto comunitario, se hace necesario que el futuro profesional tenga los conocimientos necesarios para poder operar con técnica agrícola, la que interviene en la realización de las diferentes labores agrícolas, desde la preparación del suelo hasta la cosecha, actividad que se convierte en el resultado final de la producción agrícola y permite la satisfacción de las demandas sociales.
El empleo de la técnica agrícola durante el desarrollo de las labores a los cultivos, dinamizan el proceso productivo dado a que en la interacción del futuro profesional con su objeto de trabajo, se establecen relaciones que permiten la ejecución de tareas y ocupaciones de su perfil ocupacional para lo cual debe operar con machetes, azadas, tijeras, cuchillas, arados, grada, cultivadoras, máquinas sembradoras, asperjadoras, máquinas y equipos de riego, cosechadoras, chapeadoras y regaderas.
Lo explicado anteriormente posibilita que el Bachiller Técnico que se forma tenga un desempeño profesional agrícola que en su caso se caracteriza por la ejecución de las labores culturales generales y específicas a los cultivos, el montaje de experimentos agrícolas como una de las formas que permite el desarrollo de la investigación en el sector agropecuario, la conservación de los recursos naturales con los cuales interactúa y por mantener una actitud responsable en el cuidado de los medios y equipos puestos a su disposición en el proceso productivo agrícola. Durante el desempeño de este bachiller, se intercambian conocimientos y experiencias con la finalidad de resolver los problemas profesionales de su contexto laboral acorde con las exigencias de la profesión.
La relación entre los elementos técnica agrícola y desempeño profesional agrícola tiene como otro elemento que se convierte en su síntesis a la dinámica del proceso de formación profesional agrícola por lo que su explicación genera el surgimiento de una tercera dimensión: la profesional agrícola.
La misma reconoce que el proceso de formación profesional agrícola constituye el momento de este, donde cobran vida los problemas, los objetivos, contenidos y métodos empleados para la preparación del estudiante, por lo que constituye la expresión del movimiento del proceso en el contexto laboral que fundamentalmente se desarrolla en la entidad productiva y la entidad docente. Este proceso es organizado y planificado y centra las influencias educativas de todos los grupos sociales presentes en la comunidad agrícola para que de manera sistemática se eduque, instruya y desarrolle a los estudiantes de esta especialidad acorde con las exigencias de la misma.
Concebir este proceso en el caso particular de la especialidad Agronomía, requiere de la articulación adecuada entre los componentes por los cuales transita dicho proceso, ellos son: componente académico y el componente laboral cuya relación se explica a continuación:
Relación del componente académico con el componente laboral
En las asignaturas que recibe el futuro bachiller de la especialidad agronomía existen valiosas posibilidades para relacionar el contenido de estudio de las asignaturas con las tareas y ocupaciones laborales afines a la actividad agrícola, para ello se aprovechan laboratorios, aulas especializadas, áreas básicas experimentales y áreas de producción de la escuela.
El contenido de enseñanza de estas asignaturas, le ofrece al estudiante posibilidades para vincularse con el trabajo en un entorno productivo, ello le permite aplicar lo que aprende durante la ejecución de determinada actividad en el contexto de la agricultura, la explicación a fenómenos que se dan en la práctica y la solución a los problemas de la misma.
Por ejemplo, los docentes que imparten la asignatura Bases de la Producción Agropecuaria, en la cual los estudiantes reciben contenidos asociados con la Biología, la Geografía y la Química del preuniversitario deben tener en cuenta que el vínculo con el componente laboral no puede ser abstracto, aislado de la vida, sino que debe revelar las leyes y fenómenos de las ciencias que se fundamentan y aplican en el trabajo agrícola, utilizando para ello experimentos, y ejemplos de la práctica de su profesión.
Si en el proceso de enseñanza, durante la clase, se utilizan ejemplos de la vida, además de aquellos relacionados con la profesión y se enseña a identificar lo común que hay en diferentes objetos de la vida, entonces los conocimientos ofrecen mayor posibilidad para educar y pueden ser de mejor aplicación en la solución a los problemas laborales agrícolas.
En las asignaturas técnicas que comprende el currículo de la especialidad agronomía aparecen declarados de manera explícita los objetivos y contenidos que contribuyen a la formación laboral de los estudiantes, lo que da la posibilidad de desarrollar cualidades de la personalidad que les permitan actuar consecuentemente con su futura profesión.
Sin embargo en las asignaturas de formación general no ocurre así, por lo que le resulta difícil al docente poderlo extraer y dirigir la clase en función de que la misma contribuya a la formación laboral, esto limita la preparación de los estudiantes desde estas asignaturas.
Para resolver esta dificultad se hace necesario que los docentes de estas materias determinen los contenidos que mayores potencialidades tienen para formar laboralmente al estudiante e identifique los problemas de la práctica agrícola que guardan relación con dichos contenidos.
Relación del componente laboral con el componente académico
En el desarrollo de las tareas y ocupaciones laborales agrícolas que se desarrollan en la escuela y en la entidad productiva como otro contexto de formación profesional del bachiller se presenta amplias posibilidades para que este piense en qué conocimientos de los aprendidos en las asignaturas se necesitan para solucionar determinado problema de la profesión. Sin embargo, en este sentido se actúa de forma mecánica, sin razonar acerca de lo que se hace, con lo cual se pierde la intención educativa de la actividad que se realiza.
El éxito de la relación del componente laboral con el componente académico radica en el nivel de planificación, organización y ejecución de las actividades laborales agrícolas, pues en la conjugación de estos tres elementos se necesita de que el docente garantice que el estudiante identifique el problema profesional, aplique los conocimientos que pueden servir para su solución, y adapte el mismo a las condiciones concretas.
Lo anterior contribuye a educar a los estudiantes en el trabajo agrícola, todo lo cual tiene una influencia positiva en la formación laboral y contribuye, en gran medida, a la búsqueda y aplicación de los conocimientos desarrollados por otras asignaturas que no necesariamente deben ser las que forman parte del grupo de formación profesional básica y formación profesional específica.
La entidad productiva es el escenario donde se desarrollan en lo fundamental las diferentes prácticas agro productivas, en función de obtener producciones agrícolas como principal aporte al bienestar de la población.
Esta entidad puede ser desde la Cooperativa de Créditos y Servicios(CCS), la Cooperativa de Producción Agropecuaria (CPA), la Unidad Básica de producción cooperativa y granjas hasta la gran empresa que constituyen "... una organización económica, con personalidad jurídica, balance financiero independiente y gestión económica, financiera, organizativa y contractual autónoma, que se crea para la dirección técnica, económica y comercial de los procesos de elaboración de productos y/o servicios, los que deberán lograrse con la mayor eficiencia económica". (Bases Generales de Perfeccionamiento Empresarial, 2000)
La empresa es quien presenta mayor posibilidad para percibir los cambios que se están gestando en el mundo y mayor capacidad de respuesta rápida para transformarse, incorporando las nuevas orientaciones. Su misión no es, directamente, intervenir en la educación y formación de los recursos humanos del país, pero es, sin duda, responsable de capacitar a su personal para que obtenga las destrezas y habilidades que su nivel tecnológico requiere.
Tanto las pequeñas unidades de producción y/o de servicios, como las empresas, tienen una alta responsabilidad en la formación de los futuros trabajadores de esta rama. Ellas tienen tanto función económica como función educativa y es que el propio proceso productivo agrícola tiene un alto potencial educativo, es decir, posibilidades reales para la dirección del proceso de interiorización y exteriorización de normas, valores, actitudes a través del proceso productivo. (Abreu, 1997)
En la entidad productiva la influencia educativa de este profesional de nivel medio está asociada al colectivo laboral, la estimulación laboral, los medios de producción o de servicios, la organización laboral, los directivos, la instalación laboral y las organizaciones que allí existen. No aprovechar estas potencialidades, provocaría restricciones en sus funciones educativas.
La entidad productiva es uno de los potenciales fundamentales de la comunidad, que en su integración con el Instituto Politécnico Agropecuario, se convierte cada vez más en un sector de influencias educativas y formativas. Es el medio real, donde el estudiante puede familiarizarse con su vida laboral futura, es una vía eficaz para la formación profesional, capaz de preparar al futuro trabajador para una vida participativa y productiva agrícola de mayores posibilidades.
La entidad productiva le exige a la entidad docente hoy, que el futuro trabajador de la agricultura que se forma en ella pueda adquirir instrumentos para la comprensión de los cambios rápidos inducidos por el progreso científico y las nuevas formas de actividad económica y social, es decir, cultura general que debe ser el sustento de la educación permanente. Conocer, comprender, descubrir, tener curiosidad intelectual, sentido crítico y sobre todo, aprender a aprender.
Le exige además, saber hacer, es decir, aprender a actuar sobre lo que le rodea. Ir más allá de la adquisición de una profesión y asumir una actitud para afrontar los cambios continuos e imprevisibles y para el trabajo en equipo, desarrollar la inteligencia, la sensibilidad, el sentido estético, la responsabilidad personal; buscar objetivos comunes y realizaciones personales de trascendencia social.
De las relaciones que se dan entre la técnica agrícola y el desempeño profesional agrícola, las cuales tienen como síntesis a el proceso profesional agrícola que transcurre tanto en la entidad docente productiva como en la entidad productiva agropecuaria emerge la dimensión profesional agrícola: entendida como la expresión de las relaciones que en el proceso de formación se dan entre la técnica agrícola y el desempeño profesional agrícola, lo que favorece la adquisición de nuevos conocimientos y el dominio de los avances científicos y técnicos para aplicarlos al proceso productivo agrícola.
Las relaciones explicadas entre los elementos que conforman las dimensiones caracterizan la formación laboral y los argumentos teóricos presentes para fundamentar las interrelaciones mutuas que se dan entre los elementos componentes tienen su base en los fundamentos teóricos que sustentan este proceso. El modelo para la formación laboral del Bachiller Técnico en Agronomía (Fig. 2.5) parte, de la contradicción fundamental dada en la potencialidad educativa del proceso de formación laboral del Bachiller Técnico en Agronomía y la integración de los contextos que propician la preparación del estudiante, donde a la vez que se instruye, se educa y es precisamente en esa relación donde se hace necesario el desarrollo de modos de actuación profesional agrícola que favorezcan su formación laboral.
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