Tesis doctorales de Ciencias Sociales

ESTRUCTURAS REGIONALES EMERGENTES Y DESARROLLO TURÍSTICO SUSTENTABLE: LA REGIÓN COSTA SUR DE NAYARIT, MÉXICO

Ulises Castro Álvarez




Esta página muestra parte del texto pero sin formato.
Puede bajarse la tesis completa en PDF comprimido ZIP (442 páginas, 7.99 Mb) pulsando aquí

 

 

 

3.4. México y su política turística.

México se encuentra entre los países que ha apostado por el turismo, desde la década de los setenta se conceptualiza como una estrategia de desarrollo nacional diseñando a través del tiempo diversos documentos normativos donde se plasman los objetivos y la orientación de esta estrategia, entre estos esfuerzos de política turística se encuentran el Plan Nacional de Desarrollo Turístico 1963, Plan Nacional de Turismo 1978, Programa Nacional de Turismo 1984-1988, Programa Nacional de Modernización del Turismo 1991-1994, Programa de Desarrollo del Sector Turismo 1995-2000, Programa Nacional de Turismo 2001-2006 y lo más reciente formulado por la actual administración federal consignado en los lineamientos estratégicos del Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012.

El Plan Nacional de Desarrollo Turístico 1963 conceptualiza la posición estratégica del turismo en el ámbito nacional y se sientan las bases para la creación de infraestructura y la creación de nuevos centros turísticos a efecto de fomentar la inversión, en el Plan Nacional de Turismo 1978 se consolida la posición estratégica del turismo en la vida económica del país y se contempla la planeación física de los centros turísticos con el propósito de evitar la contaminación y el deterioro al medio ambiente, se desarrollan conceptos arquitectónicos que integren las instalaciones al medio natural, se plantea el apoyo a las pequeñas empresas turísticas, por su parte, los objetivos del programa 1984-1988 se enfocaron a la descentralización en la promoción turística y al crecimiento de la planta turística hotelera, en el programa 1991-1994 aparece por primera vez la preocupación de integrar el ámbito local a los posibles beneficios de la actividad turística, formulándose los programas regionales como el de la Frontera Norte, Ciudades Coloniales y Mundo Maya, (SECTUR, 2007)

Las estrategias del programa 1995-2000 tienen su orientación hacia el fortalecimiento de la competitividad y aparece la preocupación por la sustentabilidad de la actividad turística, durante el periodo 2001-2006 el Programa Nacional de Turismo ratifica la prioridad del sector, establece sus objetivos y estrategias basados en cuatro ejes rectores en el que eleva esta prioridad a política de estado y se enfoca a crear la condiciones adecuadas para dinamizar la actividad turística en el contexto de la globalización capitalista, atendiendo aspectos como la mejora regulatoria, la información estratégica, la competitividad, el desarrollo estatal, municipal y regional y la sustentabilidad, (SECTUR, 2007).

El Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012 incorpora en su estrategia al sector turismo como prioridad nacional y se enfoca al incremento de la diversificación de la oferta turística, con preocupación por la sustentabilidad y la competitividad; aunque en la conceptualización manifiesta cierta preocupación por la integración local a la actividad turística, no se señala de manera explícita en los objetivos establecidos, (Secretaría de la Presidencia, 2007).

Es observable que en el diseño de la política turística mexicana para cada etapa existe marcada influencia del contexto sobre el que se pretendía actuar normativamente, sin embargo, existen momentos que son decisivos en el rumbo que ha tomado la dinámica turística nacional, uno de ellos fue a finales de 1968 cuando el Gobierno Federal solicita al Banco de México la instrumentación de una política de promoción turística en todo el país, lo que generó la creación del Fondo de Promoción de Infraestructura Turística (INFRATUR) en 1969, cuyo objetivo consistió en realizar un programa integral de centros turísticos dando inicio a una serie de estudios para localizar zonas donde establecer infraestructura que apoyara el desarrollo del turismo, (FONATUR, 1981).

La estrategia se consolidó en 1974 con la creación del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR), como producto de la fusión de FOGATUR e INFRATUR, definiendo como objetivo inicial el otorgamiento de créditos para fomentar el crecimiento del sector en destinos seleccionados, (Ramírez, 1986). De esta manera el FONATUR se convierte en un instrumento del gobierno federal para la promoción de la actividad turística, modificando sus objetivos de acuerdo al cambio de circunstancias, ampliándose la participación del Estado en el desarrollo del sector.

3.5. Los Centros Integralmente Planeados como estrategia de desarrollo turístico.

De esta manera se siguieron dos estrategias para impulsar el turismo en México, por una parte, el otorgamiento de créditos para la construcción de infraestructura en centros de playa ya existentes como Acapulco y en menor medida en Puerto Vallarta, Manzanillo y el Puerto de Veracruz, por otra parte, se instrumentó una estrategia de mayor alcance consistente en la construcción de Centros Turísticos Integralmente Planeados (C.I.P.’s) con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y bajo el mando y coordinación de FONATUR, surgiendo de esta forma Cancún, Ixtapa, Loreto y Los Cabos, y diez años después Bahías de Huatulco.

La tierra necesaria para construir estos centros fue expropiada a los campesinos mediante la utilización de la figura jurídica de Fideicomisos creados para romper el obstáculo constitucional de la prohibición de enajenar el territorio nacional que hace especial referencia a los extranjeros, con la modificación al artículo 27 constitucional en los ochenta, el proceso para la enajenación de la tierra y cambiar de régimen de tenencia colectiva a privada ha sido más fácil.

En esta época surge igualmente la figura promovida por el gobierno federal denominada Ejidos Turísticos, cuyo propósito era incorporar a estos grupos sociales a la dinámica de la actividad turística, de esta iniciativa se originan otros proyectos en diversas zonas del país, creándose infraestructura suficiente para incorporar a la estructura económica de los ejidos la actividad turística. En esta iniciativa se consideró Bahía de Banderas creándose Sol Nuevo Rincón de Guayabitos, Nuevo Vallarta y Flamingos.

Los C.I.P.’s planificados e instrumentados por FONATUR son el ejemplo típico de la generación de enclaves que según Vera y Cols., (1977, p.210) son ordenamientos esencialmente desterritorializados que no contemplan ningún tipo de compromiso en términos de capacidad de carga local, la mayor parte de sus insumos y tecnología son importados, por lo que los beneficios de esta dinámica son principalmente para los grandes inversionistas que generalmente son extranjeros.

Esta política gubernamental fue diseñada e instrumentada centralmente sin consultar a los involucrados en las localidades donde se llevaron a cabo los proyectos que finalmente son los que sufren los impactos y las modificaciones estructurales producidas durante la construcción, puesta en operación y consolidación de los proyectos.

Actualmente la estrategia se mantiene, aunque se impregna de preocupación por la sociedad local y el medio ambiente, sin embargo, las acciones que se instrumentan con base a esa estrategia muestran la creación de condiciones para hacer del turismo una actividad verdaderamente rentable para los grandes inversionistas a costa de los recursos naturales y de la población local.

El FONATUR sigue siendo el instrumento promotor de la estrategia central, abanderando megaproyectos como “MAR DE CORTES” en el que se involucra a cinco entidades federativas: Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa y Nayarit en la costa del mar de Cortes y del pacífico mexicano donde existe una biodiversidad reconocida a nivel mundial y gran fragilidad de su equilibrio. La concepción de este mega proyecto aparentemente se enmarca en la sustentabilidad y la preocupación por la integración de la población local de las comunidades que se involucran, sin embargo, la realidad muestra que se busca el incrementos sustantivo de visitantes apoyados en inversiones cuantiosas que representan grandes negocios.

Otro mega proyecto impulsado actualmente por FONATUR es el de la RIVIERA MAYA, que significa la consolidación de la región de Cancún, entre los objetivos se plantea que para 2025 sea visitada la región por 11 millones de turistas y se llegue a una planta hotelera de 110 mil cuartos, es decir, una población flotante de alrededor del 10% de la población del país con las consecuencias sobre la población local que ello representa.

Adicionalmente se están promoviendo en algunos casos y en otros ya se encuentran en instrumentación los Centros Integralmente Planeados (CIP’s) de Barranca del Cobre en la zona tarahumara de Chihuahua, Costa Maya en la costa sur de Quintana Roo, Palenque en Chiapas y Litubú en la costa sur de Nayarit, (FONATUR, 2007), todos definidos en un aparente concepto de sustentabilidad e integración de la población local, pero con objetivos que tienden a la masificación y al desarrollo de enclaves que ponen en tela de juicio lo anterior.

En conclusión, puede decirse que la política turística en México diseñada centralmente e instrumentada a través de FONATUR creando Centros Integralmente Planeados, ha tenido grandes repercusiones en el desarrollo local que se reflejan en muy pocos beneficios para la población, siendo más bien los receptores de impactos económicos, políticos, culturales y ambientales que han modificado sustancialmente sus formas de vida y el medio ambiente.

Se han instrumentado proyectos en los que no se involucra a la población local dejando de lado su propios substrato social y cultural, perdiéndose gradualmente la identidad colectiva, las relaciones sociales, los valores y las creencias, modificándose la estructura económica en donde generalmente se manifiesta exclusión.

La Organización Mundial del Turismo, (OMT, 1999: 26); manifiesta su preocupación sobre este particular, señalando que:

“….el turismo no ha de suponer la implantación de nuevas relaciones sociales, nuevos valores culturales o nuevas costumbres ajenas a la comunidad. Para lograr un desarrollo turístico equilibrado y sostenible se requiere que el basamento social y cultural previo de la comunidad oriente e impregne la concepción de los proyectos y la ejecución de los productos turísticos”, (OMT, 1999, p.26).

Situación que mediante la construcción de enclaves es prácticamente imposible de llevar a la práctica.

Mientras la actividad turística se conciba como un fin y no como un medio para el desarrollo de la sociedad, será difícil que se refleje en un verdadero desarrollo local y más aún cuando en la planificación de la actividad turística se deje de lado la participación de la sociedad involucrada y solamente se tomen decisiones a nivel central como es el caso de estos mega proyectos que se están instrumentado en México y en otros países latinoamericanos.


Grupo EUMEDNET de la Universidad de Málaga Mensajes cristianos

Venta, Reparación y Liberación de Teléfonos Móviles
Enciclopedia Virtual
Biblioteca Virtual
Servicios