Ulises Castro Álvarez
Diversos autores coinciden en que no existe una definición generalmente aceptada de globalización, el aspecto mayormente conocido es el económico, pero sin duda es un fenómeno de connotaciones sociales, políticas y ambientales.
La globalización es un fenómeno que ha modificado todas las estructuras de la sociedad mundial, Ianni caracteriza la implicación global mediante el señalamiento de que el
“……mundo se volvió mundo, de que el globo ya no es sólo una figura astronómica... ya no es exclusivamente un conjunto de naciones, sociedades nacionales, estados-naciones... el mundo se ha mundializado.....para adquirir más plenamente su significación histórica”, (Ianni, 1996, p. 3).
Este fenómeno conlleva una gran cantidad de relaciones dicotómicas y dialécticas que lo caracteriza y materializa, se expresa en el rompimiento de estructuras tradicionales que modifican sustancialmente los términos de la relación entre los grupos sociales, al igual que los territorios, creando así escenarios no imaginados hasta hace diez años.
La integración y fragmentación, la homologación y diversificación, la desaparición aparente del territorio y la revalorización del mismo, la abundante riqueza y abundante pobreza, son entre otras algunas expresiones de la globalización, sin embargo, es evidente que este fenómeno representa una fase avanzada del desarrollo del capitalismo, el cual ha tenido diversas etapas en su proceso de consolidación, iniciando con la etapa mercantil, transitando por la industrial, financiera y como la considera Boisier, la nueva fase tecnocognitiva, la de la globalización; que se inserta en la lógica y las normas de este sistema de relaciones sociales de producción, (Boisier, 2005).
La influencia del capitalismo en esta nueva fase de su desarrollo, rebasa las fronteras geográficas, históricas, culturales y sociales, como lo señala Ianni, su influencia se presenta en todas las formas de organización del trabajo y de la vida social, aún cuando las sociedades particulares practican su cultura, al ser tocada por la globalización del capitalismo se altera, tensiona, modifica, mutila, anula, recrea o transfigura, (Ianni, 1996).
Para Milton Santos; la globalización constituye el estadio supremo de la internacionalización, la amplificación en sistema mundo de todos los lugares y de todos los individuos aunque a diferentes niveles, la nueva fase de la historia humana. (Santos, 1996).
Beck expresa que la globalización significa los procesos mediante los cuales se lleva a cabo el entremezclado de los estados a través de las relaciones entre los actores trasnacionales que generan influencias en el ejercicio del poder, orientación, identidad y en general sobre las estructuras diversas, (César y Arnaiz, 2002).
En una discusión reciente, Dabat planteó que la globalización significa un fenómeno muy complejo que se conforma por múltiples factores entre los que coexisten componentes tecnoeconómicos, socioculturales e institucionales de fondo que tienen que ver con la producción social y la convivencia humana y otros de tipo sociopolíticos o ideológicos, determinados por las relaciones nacionales y sociopolíticas de poder a lo largo del proceso. Entre los primeros, se encuentran aspectos como la tecnología informática, la mundialización de la producción, las nuevas redes trasnacionales de comunicación que conformaron la infraestructura básica de la nueva organización del espacio económico y social del mundo. Entre los segundos se encuentran aspectos como el predominio ideológico del neoliberalismo, el descontrol especulativo del sector financiero o el poderío de Estados Unidos de finales de siglo, (Dabat, 2005).
Para otros autores, la globalización tiene mucho que ver con los procesos económicos y significa una gran oportunidad para el desarrollo de la sociedad, considera que ésta se basa en un mundo donde las fronteras desaparecen, donde la economía global establece su propia dinámica y su propia lógica con capacidad de ejercer impacto en todos los individuos ordinarios del planeta quienes tendremos que aprender a vivir con ella porque es irreversible y el éxito o incluso la superviviencia dependerá del aprendizaje para la adquisición de perspectivas y relaciones con el resto del mundo, (Ohmae, 2005).
En esta misma dirección Mandelbaun y Haber (2005), conceptualizan a la globalización como un proceso inductor de la racionalización de las fases de producción como producto de la competencia mundial, que lleva a la búsqueda de la obtención de las mejores condiciones para alcanzar el nivel de competitividad que exige el mercado mundial, originando los fenómenos de externalización y deslocalización de la producción, llegando inclusive a la virtualización empresarial. Este fenómeno tiene grandes alcances tanto en países de origen de las empresas como los que reciben las inversiones que pueden estar ubicados en cualquier parte del planeta.
Es claro que la visión sobre la globalización es diferente dependiendo de la postura teórica o ideológica que se asuma, observándose por un lado, quienes atribuyen a la globalización las grandes disparidades y problemas del desarrollo y por otro, quienes consideran que es la panacea para alcanzar este ansiado desarrollo, sin embargo, existe coincidencia en que es un fenómeno que difícilmente se revertirá y que en su conformación ejerce múltiples influencias que modifican sustancialmente las estructuras económicas, sociales, políticas, culturales y ambientales, siendo algo más que la simple internacionalización del comercio y de las inversiones al llevar implícito relaciones de poder que inclusive rebasan a los Estados-nación.
3.1. La gestación y desarrollo de la globalización.
La conclusión del llamado socialismo real que tuvo su representación en la caída del muro de Berlín durante los días nueve y diez de noviembre de 1989, y la desagregación del bloque soviético socialista, favoreció la expansión del capitalismo modificándose cuantitativa y cualitativamente. Este hecho aunado al desarrollo tecnológico en las áreas de la electrónica y la informática establecieron nuevas pautas para la aceleración de la conformación del mundo global.
Se produce una nueva división internacional del trabajo apuntalada por la agilización de los medios de comunicación, de transporte y de información, se rompe el tiempo y espacio y se amplía la presencia cada vez más de corporaciones trasnacionales que estructuran sus relaciones geoeconómicas y geopolíticas poniéndose en duda el papel desempeñado por los Estados-Nación.
Teóricamente esta nueva etapa se sustenta en el fracaso de las medidas de política económica derivadas del keynesianismo y del marxismo y el fortalecimiento de los lineamientos derivados del neoliberalismo, que tiene como base la apertura comercial a escala mundial, la eliminación de trabas a la libre circulación del capital y la intervención mínima del Estado en la economía, promoviendo la acumulación flexible y la interdependencia entre Estados-Nación y sociedades, convirtiendo el mundo en un gran mercado global.
El primer reflejo de la globalización neoliberal se encuentra en la influencia que tiene el capital financiero mundial en las estructuras económicas domésticas de los países del mundo, la electrónica y la informática a través de la Internet iniciaron la aceleración del tránsito financiero afectando las bolsas de valores y el crédito interno, consolida una forma sofisticada de acumulación de capital favorecida por la velocidad y temporalidad diferenciada al rompimiento del tiempo y espacio.
De igual manera, el desarrollo tecnológico permitió acelerar el flujo de información sobre procesos de producción cambiando la tendencia de movimiento del capital, incorporando al de carácter financiero, la movilización mundial del capital productivo con la intervención de las grandes empresas internacionales simultáneamente localizadas y desterritorializadas, practicantes de la reproducción ampliada del capital en los más diversos lugares manteniendo una dinámica de movimiento de acuerdo a las condiciones propicias para continuar con su propósito fundamental.
La dinámica global tiene gran influencia de las organizaciones privadas pero afecta igualmente a los gobiernos de los países de todo el mundo que se ven en la necesidad de considerar las normas del mercado mundial, redefiniendo en gran parte sus políticas de desarrollo para incorporarse lo más ventajosamente posible a estos nuevos esquemas, se privatizan o cierran empresas estatales y sectores sociales que interactúan con las corporaciones trasnacionales pero también con organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio.
Surgen las políticas de desestatización, desregulación, privatización o liberalización con el propósito de formar mercados abiertos y favorecer la dinamización de los factores de la producción, la competitividad y el consumo.
La ciencia y la tecnología asumen el papel de apoyar a la acumulación de capital en escala mundial, siendo éste quien aporta los recursos necesarios para realizar investigación y pasar de la ciencia a la tecnología y de ésta a la técnica, lo que hace posible la intensificación y generalización de las capacidades de los procesos de producción, sin que esto signifique la reducción o eliminación de las desigualdades entre grupos sociales o pueblos, sino por el contrario en la mayoría de los casos las recrean y las profundizan.
Emerge la sociedad del conocimiento, tomado este como un valor de cambio, que permite el salto de era, de la industrial a la postindustrial de las grandes máquinas a la nanotecnologia, todo ello en un marco de desregulación laboral y pérdida masiva de empleos, muchos de los cuales se reciclan en el sector servicios.
La ciencia fortalece el dominio del hombre sobre la naturaleza, en la globalización las corporaciones trasnacionales utilizan el conocimiento para hacer uso de los recursos naturales atendiendo las necesidades del mercado lo que en múltiples ocasiones pone en riesgo el equilibrio natural.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), formuló el documento denominado Globalización y Desarrollo para ser discutido en el vigésimo noveno periodo de sesiones de la comisión, en éste se señala que el proceso de globalización tiene un carácter histórico y multidimensional, retoma lo mencionado por algunos historiadores modernos que sostienen que este proceso tiene por lo menos ciento treinta años de conformación, siendo en el último cuarto del siglo XX cuando se consolida la fase caracterizada por la generalización del libre comercio, la creciente presencia de corporaciones trasnacionales que funcionan como sistemas internacionales de producción integrada, la expansión y la considerable movilización de los capitales aunada a la persistencia de las restricciones de movimiento de la mano de obra y el acceso masivo a la información en tiempo real, con todas las implicaciones que ello conlleva en las estructuras nacionales y regionales, (CEPAL, 2002).