Tesis doctorales de Ciencias Sociales

ESTRUCTURAS REGIONALES EMERGENTES Y DESARROLLO TURÍSTICO SUSTENTABLE: LA REGIÓN COSTA SUR DE NAYARIT, MÉXICO

Ulises Castro Álvarez




Esta página muestra parte del texto pero sin formato.
Puede bajarse la tesis completa en PDF comprimido ZIP (442 páginas, 7.99 Mb) pulsando aquí

 

 

 

3.2. El proceso global y las estructuras emergentes.

La globalización ha modificado las estructuras de la sociedad mundial, en lo económico, la producción se desarrolla mediante los sistemas internacionales integrados, movilizándose los capitales hacia donde se encuentren las mejores condiciones que garanticen la acumulación en forma segura y abundante. De esta manera, las decisiones son tomadas fuera de las regiones donde se relocalizan las inversiones.

Como lo señala Milton Santos (1996), se presenta una conjunción de horizontalidades y verticalidades que modifican los lugares y crean espacios y territorios, con características totalmente diferentes a las que originalmente poseían, la producción se realiza localizada pero controlada y normada desde fuera, estableciendo relaciones entre empresas, individuos e instituciones a través de redes tanto locales como globales, que modifican la forma de ser y de vivir.

La globalización asume un papel de construcción y transformación del espacio, fenómeno que puede ser analizado según Milton Santos a partir de tres datos característicos de la época: 1) La unicidad técnica, 2) La convergencia de los momentos, y; 3) La unicidad del motor, (Santos, 1996, p. 132).

El flujo instantáneo de la información globalizada es el elemento que activa estos tres factores, gracias a ella, se produce un movimiento de unificación acelerado por el capitalismo que induce al predominio de un solo sistema técnico, el cual Milton Santos lo considera la base material de la mundialización, es decir, se produce la unicidad técnica.

De igual manera, el flujo de información globalizada aproxima los lugares y crea entre éstos y los acontecimientos una relación unitaria a escala mundial, en otras palabras, se presenta una convergencia de los momentos. Finalmente, los flujos de información globalizada permiten que por medio del sistema bancario se alcance la unificación de la plusvalía a escala mundial, lo cual significa la base de la mundialización de todos los individuos y de todos los lugares, esto es el motor que impulsa la transformación actual del espacio inserto en el fenómeno de la globalización.

El espacio geográfico transformado por el proceso de globalización, adopta características globales que de acuerdo a lo planteado por Santos, se observan en: La transformación de los territorios nacionales en su totalidad o parte de éstos en espacios de la economía internacional, la exacerbación de las especializaciones productivas, la concentración de la producción en unidades más pequeñas, la aceleración de todas las formas de circulación, reforzamiento de la división territorial y social del trabajo, la productividad espacial como dato en la elección de las localizaciones, el recorte horizontal y vertical de los territorios, el papel de la organización y de los procesos de regulación en la constitución de las regiones y la tensión creciente entre localidad y globalidad a medida que avanza el proceso de globalización. (Santos, 1996, p. 133).

Los flujos de información se convierten desde esta óptica como el factor fundamental en el que se sustenta la construcción del espacio y del territorio en el mundo globalizado, afecta los objetos y las acciones y transforma sus sistemas, va moldeando el espacio global que se forma y consolida por redes desiguales mezcladas con diferentes escalas y niveles que se convierten en los mecanismos de las relaciones globales en los territorios, la especialización tiende a regirse por condiciones técnicas y sociales más que por condiciones establecidas por los recursos naturales.

El proceso de globalización originó una reestructuración productiva y tecnológica para poder llevar a cabo la producción en diferentes países e integrarla, impactando sobremanera a los mercados tanto de abastecimiento como de consumo, mismos que determinan y dinamizan la búsqueda constante de condiciones para competir satisfactoriamente y alcanzar la ansiada meta de la acumulación de capital a escala mundial, caracterizada por alta concentración de la riqueza y la generación de pobreza igualmente a gran escala, César (2006) incorpora en uno de sus análisis sobre la globalización cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que son por demás ilustrativas de estos contrastes, entre otras, manifiesta que la mitad de las personas que trabajan en el planeta obtienen como paga menos de dos dólares por día y dentro de este grupo, 550 millones de personas solamente reciben un dólar.

Ianni, utiliza la noción de desterritorialización producto de la globalización, originada por el efecto de esta última reflejada en la dispersión de los puntos de referencia y el rompimiento del tiempo y espacio. Las corporaciones se deslocalizan y trabajan con personas y elementos de todo el mundo, se establece la tendencia al desarraigo de cosas, personas, ideas y hasta de lealtades sin acusar una localización específica, se presenta un debilitamiento de la vinculación entre pueblo, riqueza y territorio, (Ianni, 1998).

La multidimensionalidad de la globalización produce con mayor fuerza las modificaciones estructurales, la búsqueda del beneficio a cualquier costo se ha manifestado en grandes problemas ambientales como la disminución de la capa de ozono, el sobrecalentamiento global, la desertificación acelerada y la sequía, la contaminación general del agua, el desgaste de los glaciares en los polos, problemas que vienen amenazando a muchas especies, entre ellas al ser humano y extinguiendo a otras, manifestándose una creciente vulnerabilidad ambiental. La globalización no ha generado condiciones para constituir mecanismos institucionales que den respuesta global a la problemática que encuentra su origen en gran parte en la contradicción derivada de la conformación de una sociedad de consumo y los recursos limitados del planeta.

En lo político, la globalización también ha generado nuevas estructuras, la reducción funcional del Estado y la creciente presencia de las empresas trasnacionales en la toma de decisiones para el futuro de la sociedad, modifican los términos de la relación en el ejercicio del poder, poniendo en tela de juicio el papel que deben cumplir los Estados-Nación, algunos países han acusado una tendencia clara a la desaparición del Estado y optar por modificar el pacto social recargándose en relaciones de mercado donde inclusive algunas empresas asumen funciones anteriormente de exclusividad para el Estado, (César, 2006).

A nivel global el mundo se hizo policéntrico, las hegemonías únicas ya no existen tal como aparecían diez años atrás, sin que esto quiera decir que Estados Unidos ha dejado de tener el poder, por el contrario, su poderío se ha visto acrecentado, pero las relaciones se han visto modificadas por la emergencia de países como China e India en el concierto económico o integraciones como la Unión Europea y los países componentes del exbloque soviético socialista, según la CEPAL, estos cambios han ocasionado un déficit de gobernabilidad global que produce tensiones por la ausencia de mecanismos donde puedan manifestarse adecuadamente los países con menor poderío o más pobres, (CEPAL, 2002).

La conformación del poder global como producto del proceso de globalización, fortalece las interdependencias entre las naciones facilitando con ello el establecimiento del control a esta misma escala, mismo que se afianza con base a las desigualdades que el proceso origina y que mediante la fetichización del progreso permite la intervención de instituciones, organizaciones, agencias, empresas, conglomerados, corporaciones de carácter multinacional, multilateral, mundial, trasnacional o global quienes se erigen como centros de mando.

De manera particular se identifican como formas de poder mundial a la ONU, foro al servicio de los poderosos que permite legitimar decisiones, al Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, que controlan el sistema financiero y monetario mundial, dictan políticas a los Estados-Nación; a las empresas, corporaciones y conglomerados multinacionales, transnacionales, mundiales o globales que son la máxima expresión de la planificación y racionalización mundial. Éstas en conjunto controlan las estructuras económicas, sociales, políticas y culturales lo que en la práctica se traduce en lo que algunos autores han dado en llamar, el nuevo colonialismo de mercado.

La industrialización cultural garantiza el control que como poder global obedece a los principios de la economía de mercado, de la propiedad privada, de la reproducción ampliada del capital y de la acumulación a escala mundial.

Otro fenómeno derivado de la globalización es la homogenización de valores, la promoción de los principios “occidentales” reforzados en Estados Unidos y apoyados por el poder de la información y los medios de comunicación, producen lo que Ianni llama la occidentalización del mundo, cuyos valores se encuentran en el capitalismo, fetichizada en conceptos tales como el progreso, la modernización, tecnificación y algunos otros que se utilizan como bandera para trastocar integralmente lo económico, social, político y cultural en todas las sociedades nacionales.

La racionalización se impone como factor de integración y desintegración, convirtiéndose el mercado y las mercancías como el motor de movimiento a todas las escalas: local, regional, nacional e internacional a pesar de las diferencias culturales, todo se organiza de acuerdo a la productividad y las ganancias, el individuo se subordina a la racionalización y a la lógica instrumental eliminando la razón crítica, las referencias nacionales que lo constituyen se ven influenciadas por valores, prácticas y costumbres de carácter mundial, así sin llegar a conformarse un ciudadano del mundo, se promueve al hombre moderno que se universaliza, (Ianni, 1998).

Estas son las características de las estructuras emergentes por el proceso de globalización, es la conformación de la sociedad global que trastoca tiempo y espacio, cultura, economía, organización social y política, así como el medio ambiente; alcanza todos los lugares del universo y se refleja de manera puntual en las regiones que se transforman en la expresión espacial de la globalización.

Las estructuras emergentes se manifiestan como producto de un procedimiento dialéctico de equilibrio y desequilibrio constante en el que los procesos de desarrollo alcanzan diferentes niveles y expresiones en la sociedad, lo cual lleva a la reflexión respecto de que tan viable puede ser un modelo inducido para la promoción del desarrollo, que como se ha definido es un fenómeno complejo multifactorial que produce y reproduce sus complejidades.

Tal como lo señala Calva (2007), las evidencias empíricas universales ponen de manifiesto que la acción internacional de la mano invisible del mercado profundiza las desigualdades económicas entre las naciones, amplifica la vulnerabilidad de los países en desarrollo e incrementa la pobreza mundial, evidenciando el desgaste del modelo derivado de la aplicación a ultranza de los lineamientos del Consenso de Washington y con ello surge la duda de hacia dónde se dirigen los países que han tomado este modelo como guía en sus políticas de desarrollo.

La inoperancia y los efectos de la globalización neoliberal basada en la mano invisible del mercado se manifiestan plenamente en la crisis económica de alcance mundial, considerada por diversos autores ahora en 2009 muy superior a lo acontecido en 1929, la cual tiene su origen en el país promotor del neoliberalismo por excelencia: Estados Unidos de América.


Grupo EUMEDNET de la Universidad de Málaga Mensajes cristianos

Venta, Reparación y Liberación de Teléfonos Móviles
Enciclopedia Virtual
Biblioteca Virtual
Servicios