Tito Bonifacio Hernández Hernández
La radio comunitaria, es el medio más utilizado alternativamente y el de mayor impacto, prueba de ello son los casos de las Radio escuelas de Colombia (1948) y las Radios Mineras de Bolivia (1952), los cuales fueron reseñados en el capitulo 1, apartado 1.3.1.3.
A partir de la referencia anterior y hasta nuestros días, la radio resulta el medio más idóneo para darles la palabra a quienes no la tienen, porque la “cabina de radio” puede ser cualquier rincón de un socavón minero, una sede sindical, una escuela, una iglesia, un mercado, una cancha deportiva o una plaza, así como el hogar de algún miembro de la comunidad. Asimismo, la “producción radiofónica” se puede realizar con el equipo más rudimentario y los mismos pobladores son capaces de producir y transmitir la programación. Aunado a esto, el medio radiofónico es el de menor costo de equipamiento y de fácil operación, así como el de mayor cobertura.
En la actualidad, la radio alternativa sigue jugando un papel importante en el desarrollo rural de diferentes latitudes. Esto lo prueba la existencia de dos organizaciones mundiales no gubernamentales, como son: La Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC) y La Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER).
La Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC)
La AMARC es un organismo no gubernamental internacional (ONGI) constituido en torno a las radios comunitarias, ciudadanas y populares. Esta agrupación fue fundada en 1990 y cuenta a la fecha, con cerca de 400 asociadas, 18 Representaciones Nacionales que impulsan las actividades de la asociación en sus respectivos países, un Consejo Regional con representación de las Subregiones (Países Andinos, Centroamérica, Cono Sur, México, Brasil y el Caribe).
El propósito de AMARC es la democratización de las comunicaciones, mediante el acceso en igualdad de oportunidades de la sociedad civil a las frecuencias de radio, a través de la constitución de radios comunitarias, las que su principal función debe ser: favorecer la libertad de expresión y contribuir al desarrollo equitativo y sostenible de los pueblos.
El concepto de radio comunitaria lo explica la AMARC, en su página Web, a partir de la siguiente interrogante ¿Qué hace que una estación de radio sea comunitaria?
En primer lugar, a este tipo de radiodifusión, los miembros de la asociación, la denominan con una variedad de nombres como:
'' Radio comunitaria, radio rural, radio cooperativa, radio participativa, radio libre, alternativa, popular, educativa…” (www.amarc.org, 2006)
Acto seguido explican que
Sus prácticas y perfiles son aún más variados. Algunas son musicales, otras militantes y otras musicales y militantes. Se localizan tanto en áreas rurales aisladas como en el corazón de las ciudades más grandes del mundo. Sus señales pueden ser alcanzadas ya sea en un radio de un kilómetro, en la totalidad del territorio de un país o en otros lugares del mundo vía onda corta (www.amarc.org, 2006).
En cuanto a la propiedad de las radiodifusoras señalan que
Algunas estaciones pertenecen a organizaciones sin ánimo de lucro o a cooperativas cuyos miembros constituyen su propia audiencia. Otras pertenecen a estudiantes, universidades, municipalidades, iglesias o sindicatos. Hay estaciones de radio financiadas por donaciones provenientes de su audiencia, por organismos de desarrollo internacional, por medio de la publicidad y por parte de los gobiernos. (www.amarc.org, 2006).
Después de explicar las diferentes denominaciones, las prácticas y perfiles, así como la forma de propiedad de las radios comunitarias, terminan fundamentando que es lo que hace que una estación de radio sea comunitaria, al respecto señalan que:
Cuando una radio promueve la participación de los ciudadanos y defiende sus intereses; cuando responde a los gustos de la mayoría…; cuando informa verazmente; cuando ayuda a resolver los mil y un problemas de la vida cotidiana; cuando en sus programas se debaten todas las ideas y se respetan todas las opiniones; cuando se estimula la diversidad cultural y no la homogenización mercantil;…; cuando la palabra de todos vuela sin discriminaciones ni censuras, ésa es una radio comunitaria. (www.amarc.org, 2006).
La Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER)
La ALER fue creada en 1972, a partir de que 18 radiodifusoras de la iglesia católica (Jesuitas) deciden asociarse. Estas emisoras venían operando, especialmente, en el medio rural, siendo su principal labor la alfabetizando a distancia. Esta integración tenía como finalidad mejorar la organización y la calidad de los programas educativos, capacitar al personal de las emisoras y obtener financiamiento (donaciones) internacional, entre otros objetivos.
Los regímenes dictatoriales y la situación de pobreza que vivían varios países de América Latina en la década de los 70, motivó, en ellos, el ascenso de las luchas populares, la radicalización de un sector de la iglesia y la insurgencia revolucionaria, tales circunstancias obligaron a que la ALER abandonara la radio puramente educativa y de inspiración cristiana, para transformarse en una radio más política y social, constituyéndose de esta manera la Asociación de Radios Populares. A partir de esto, se empezaron a adherir otras radios comunitarias que venían operando en diversas naciones Latinoamericanas, cuyos objetivos coincidían con los de ALER.
La radio popular inauguró un modelo participativo en los medios, donde se privilegió la palabra de los más humildes, de los excluidos, pensando siempre en su organización social y política para la transformación de las estructuras de los países. (www.aler.org.ec, 2006).
En este contexto de conflicto social, las Radios de ALER se convirtieron en uno más de los críticos y combatientes de las dictaduras de esa época, además se dieron a la tarea de promover el establecimiento de más radiodifusoras populares, formar cuadros técnicos para ellas, ofrecer producciones radiofónicas innovadoras, elaborar manuales de producción radiofónica y realizar talleres para directores, productores, programadores e investigadores de la radio popular.
A tres décadas y media de haber sido creada la ALER, la misión de ésta y el tamaño de la misma se han ampliado, siendo la primera:
ALER es una Asociación Civil, constituida por Instituciones de América Latina y El Caribe, que hace comunicación radiofónica educativa. Trabaja, junto a otros actores sociales, por la democratización de las comunicaciones, por el desarrollo humano sostenible, y por la construcción de sociedades con mayor justicia, mayor equidad y mayor democracia. (www.aler.org.ec, 2006).
Con respecto al tamaño alcanzado, hasta nuestros días, por la aludida asociación radiofónica, el dato siguiente da fe de ello:
El Sistema Intercontinental de Comunicación Radiofónica (SICR) cuenta ya con 8 up links o estaciones terrenas, lo que permite una cobertura de Centro y Sur América, así como de la parte sur de Norteamérica. Esto representa para el Sistema trabajar, actualmente, con 187 receptores satelitales, distribuidos de la siguiente manera: Argentina 17, Bolivia 16, Colombia 9, Costa Rica 7, Chile 5, Ecuador 40, El Salvador 17, Guatemala
4, Honduras 3, México 9, Nicaragua 3, Panamá 3, Paraguay 8, Perú 25, República Dominicana 7, Uruguay 1 y Venezuela 13. Adicionalmente, ALER cuenta con 117 afiliadas que también se enganchan al satélite, lo que permite decir que contamos con el sistema satelital más importante de América. (www.aler.org.ec, 2006).
Lo logrado, durante todos estos años, por la acción ciudadana, la AMARC y la ALER se refleja en que
Existen en América Latina aproximadamente mil radios que se pueden considerar comunitarias, educativas, populares o ciudadanas. Se identifican por sus objetivos políticos de transformación social, de búsqueda de un sistema justo, con vigencia de los derechos humanos, con acceso y participación de las mayorías en el poder. Se reconocen también por no tener fines de lucro. Esto no les impide crecer, intentando una inserción en el mercado.” (www.amarc.org, 2006).
Aunado a lo anterior, ''La radio comunitaria se ha convertido, con el pasar de los años, en una herramienta indispensable para el desarrollo de las comunidades…” (www.amarc.org, 2006)
Como corolario de que la radio comunitaria, es el medio más idóneo para poner en práctica la comunicación alternativa, reseñaremos a continuación una experiencia mexicana al respecto.
Radio Teocelo, ejemplo mexicano de radiodifusión alternativa
Teocelo es un municipio de la zona centro del Estado de Veracruz, México, en cuya cabecera municipal del mismo nombre, se localiza la XEYT Radio Teocelo, la cual, originalmente, formaba parte de varios proyectos, pues se pretendía crear junto con la estación de radio, una envasadora de jugo de naranja y una caja de ahorros, ambas comunitarias. Finalmente, se crea únicamente la radio en 1965, esto por iniciativa de un grupo de jóvenes lugareños, quienes con recursos muy limitados (su primer equipo fue un transmisor de barco reconvertido por uno de sus fundadores) iniciaron una programación de 2 a 4 horas diarias con una cobertura sumamente reducida; dadas sus considerables limitaciones, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes advirtió a la XEYT que de no superar su situación le sería cancelado el permiso correspondiente. A pesar de todas las adversidades, Radio Teocelo se constituyó en la primera radio comunitaria de México.
El apoyo brindado a la XEYT por la población de Teocelo, desde el inicio y durante estas cuatro décadas, fue definitivo para que la radio comunitaria se mantuviera y se desarrollara. Asimismo, en las primeras etapas de la radiodifusora, esta vivió situaciones difíciles que pudo sortear gracias a que se pusieron en contacto con Fomento Cultural y Educativo, organización integrada por jesuitas, ligados en aquellos años, a la Universidad Ibero Americana y que venían operando, en ese tiempo, Radio Huayacocotla. La asesoría proporcionada por los jesuitas fue definitiva para superar la problemática de este periodo.
La experiencia antes descrita, les permitió a los fundadores de la XEYT, ampliar su visión y darse cuenta que podrían subsanar algunas de sus deficiencias técnicas y seguir creciendo, ligándose a otros organismos como la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC) y La Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER), asociaciones a las que en la actualidad, pertenece Radio Teocelo.
La XEYT es literalmente una radio comunitaria, no sólo porque su programación está enfocada a satisfacer las necesidades comunicativas de los teocelanos, sino porque la comunidad es su principal sostén económico, en la medida en que la estación opera con el trabajo de un equipo base de 40 voluntarios y recibe donativos de sus propios oyentes. Dichos donativos se obtienen de dos maneras: aportaciones voluntarias de la comunidad y sorteos.
Radio Teocelo cuenta actualmente con aportaciones voluntarias mensuales de 1,100 personas, las cuales, en su mayoría, aportan 20 pesos y otras donan un poco más. Asimismo, se realizan dos sorteos cada año, participando la comunidad en la compra y venta de boletos. Anualmente, se rinde a la población, un informe de ingresos y egresos.
Otras fuentes de financiamiento las constituyen las donaciones de Organizaciones No Gubernamentales y los convenios con Ayuntamientos de la región, los cuales dan una aportación mensual a cambio de que se difundan sus programas y actividades municipales, así como que se les permita participar en un programa de la XEYT que se llama Cabildo Abierto, el que retransmite de lunes a viernes con una duración de 30 minutos. Con relación a la participación de los ayuntamientos, cabe hacer notar un hecho significativo que se presentó durante el 2006. Resulta que en una ocasión el Gobierno del Estado de Veracruz efectuó una aportación que, de acuerdo a los criterios establecidos en la radiodifusora (ceder tiempo en proporción con la cantidad aportada), ameritaba corresponderle con un considerable número de minutos de tiempo aire, durante varios días. Esto multiplicó la difusión de boletines y anuncios del gobierno estatal. Tal profusión de menciones frente al hecho de que la gente está consciente de que la radio es de ellos y por tanto es independiente de cualquier gobierno o partido político, motivó que la población, a teléfono abierto, manifestara su desacuerdo, debiendo cancelarse la publicidad y regresar el dinero.
Con la tenacidad de los pioneros y las diferentes generaciones que se han venido integrando a la XEYT, los que legalmente quedaron constituidos como Asociación Veracruzana de Comunicadores Populares (AVERCOP) y les fue otorgado el permiso de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes; así como con los apoyos de Fomento Cultural y Educativo, la AMARC y la ALER; pero sobre todo con la participación activa de la comunidad teocelana, la XEYT Radio Teocelo logró consolidarse, al pasar de las carencias de todo tipo a ser una estación que ha mejorado (sin llegar a lo ideal) sus instalaciones, su equipo de transmisión, que cuenta con local propio y posee una unidad móvil.
La consolidación también se manifiesta en su capacidad de transmisión, la que tiene 1000 watts de potencia; mantiene una programación de 14 horas diarias, durante los 365 días del año; y su audiencia potencial es de 500 mil radioescuchas que habitan zonas semirurales y rurales.
Con respecto al contenido de la programación de la XEYT, ésta tiene una estructura básica que contempla los siguientes aspectos:
La consolidación de la XEYT también se manifiesta en la clarificación de sus propósitos, los cuales se reflejan fielmente en los lemas que ha tenido a lo largo de su existencia, siendo el primero “Radio Cultural”, posteriormente “Radio Cultural Campesina” y a la fecha: “XEYT, Radio Teocelo, Comunicación para el desarrollo”. Consecuente con este lema, la radiodifusora se plantea como uno de sus principales objetivos, el de promover el desarrollo integral de las comunidades, mediante el establecimiento de vínculos entre ciudadanos, grupos de la sociedad civil, instituciones públicas y privadas, parroquias y ayuntamientos.
El ejemplo mexicano de radiodifusión alternativa antes reseñado, confirma el supuesto de que la radio es el medio más idóneo para aplicar la comunicación alternativa e impulsar el desarrollo en el medio rural. Radio Teocelo no es un caso ejemplar, seleccionado ex profeso, para sustentar lo aquí expuesto, es resultado de lo investigado en campo, pues esto nos llevó a ubicar a la radiodifusora en un lugar colindante, distante a cuatro kilómetros, de Xico, pueblo que se presenta, en esta tesis, como un ejemplo de impulso del desarrollo sustentable, mediante políticas participativas. Dicho ejemplo se expone en el capitulo 3.