Rogelio Fernández Reyes
Para detenernos en las particularidades del periodismo ambiental, una vez más tendremos como referencia la propuesta de Joaquín Fernández, el primer presidente de APIA y el más prolífico escritor de la especialidad que nos ocupa. En el I Congreso Nacional de Periodismo Ambiental propuso un decálogo para este tipo de periodismo:
“Primero: El periodismo ambiental ha empezado a dejar de ser un periodismo emergente para convertirse en una especialidad informativa y periodística consolidada.
Segundo: Tras los avances evidentes de los últimos años del periodismo especializado, se percibe ahora un claro retroceso. El periodismo del rigor y del conocimiento... deja frecuentemente su lugar al periodismo de UVI, el periodismo de urgencia, del mogollón, frívolo e irresponsable...
Tercero: El periodismo ambiental nació en el seno de las culturas alternativas y por ello, a pesar de la profesionalización indudable de estos años, tanto el periodismo ambiental como el periodista que lo ejerce suelen ser identificados con esas culturas.
Cuarto: El periodismo ambiental maneja como materiales de trabajo conceptos, ideas, experiencias y propuestas que constituyen hoy una parte esencial de las referencias éticas del siglo XX.
Quinto: El periodismo ambiental es un periodismo de incertidumbres frente a otros periodismos en el que abundan las certezas. Muchos de los contenidos habituales del periodismo ambiental hacen referencia a la capa de ozono, a los cambios climáticos, al efecto de las explosiones nucleares subterráneas... Ninguno de ellos son temas acabados, cerrados, indiscutibles. Eso se nota a la hora de trabajarlos.
Sexto: El periodismo ambiental tiene en ocasiones cierto carácter práctico. Es un periodismo en el que se establecen complicidades con el ciudadano, un periodismo de apelación constante a las actitudes y comportamientos de las personas, que invita a la acción, a la modificación de las conductas. Es, de alguna manera, un pepito grillo de la sociedad, y de ahí la tentación sermoneadora. De alguna manera podríamos decir que el periodismo ambiental es un periodismo interactivo.
Séptimo: El periodismo ambiental se mueve casi siempre en el largo plazo. No son inmediatas las soluciones de los problemas y a veces ni siquiera su detección, explicación y diagnóstico.
Octavo: La catástrofe es uno de los hábitat donde se desenvuelve con frecuencia el periodismo ambiental.
Noveno: Los medios de comunicación ya no son el cuarto poder. Son el tercero, el segundo, el primero... Una encuesta reciente plantea las siguientes preguntas: primera, ¿quiénes cree usted que hacen todo lo que pueden por el medio ambiente? Más del 70 % responden: los ecologistas. Segunda pregunta: ¿quiénes cree usted que no hacen todo lo que pueden por el medio ambiente?. Casi un 70 % responden: los medios de comunicación.
Décimo: El periodismo ambiental no se mueve habitualmente en los ámbitos de la pedagogía social. ¿Cabe otra opción? ¿Tiene el periodismo ambiental otras posibilidades educativas al margen de las que se deriven de su propia actividad informativa? Yo tiendo a pensar que no” (Fernández, 1995: 47-49)
En el capítulo nuclear de la presente tesis, el referente al tratamiento informativo del vertido de las minas de Aznalcóllar, tendremos en cuenta esta interesante propuesta así como la siguiente, apuntada por Esteve y Del Moral. Estos, concentran las características del área especializada que estudiamos en:
Interdisciplinariedad: Los contenidos medioambientales tienen claras connotaciones con otras áreas informativas y con otras disciplinas o ciencias como la biología, la química, la biomedicina, la energía, la economía, etc. Esta característica tiene como elemento positivo el enriquecimiento de la información, pero, por otra parte, puede introducir elementos de confusión al tratar la información bajo determinados enfoques olvidando u obviando otros.
Periodismo de servicio: El periodismo medioambiental tiene unas claras connotaciones de utilidad y servicio a los sujetos receptores ya que pretende informar sobre todos aquellos aspectos que le puedan resultar de interés para una mejor calidad de vida.
La actualidad como elemento secundario: Así como en otro tipo de información la actualidad constituye uno de los factores más relevantes, en los temas medioambientales se centra, prioritariamente, el interés en la prevención de posibles riesgos o situaciones catastróficas. Se trata , por tanto, de un periodismo más centrado en el futuro que en el presente (Esteve y Fernández, 1998: 303 y 304)
Sobre las fuentes, ambos libros anteriormente citados cuentan con sendas relaciones (Fernández, 1995, 49-79) y (Esteve y Fernández, 1998: 300)
2.8.- Periodismo Ambiental en Internet
Aunque no es el objeto de nuestro estudio, hemos creído oportuno dedicarle un pequeño apartado a este medio de comunicación, que está haciéndose sitio de manera acelerada entre los soportes comunicativos.
Como es sabido, en tan sólo unos años Internet ha pasado de ser utilizado por pequeños sectores de investigación o militares a una masa que va en aumento.
Y como ya hemos expuesto, el accidente de Aznalcóllar, además de quedar reflejado en los medios de comunicación tradicionales, supuso un hito en la utilización de Internet “como recurso más ágil para seguirle el pulso a los acontecimientos: en los primeros 18 días de funcionamiento de la web de la Consejería de Medio Ambiente se contabilizaron más de 25.000 consultas ”. En el primer año de esta página web se sumaron más de 200.000 visitas. Ello nos hace concluir que el uso de internet ha dejado patente que la Red ha tomado un protagonismo inaudito hasta el momento en un acontecimiento de este sector del periodismo especializado.
El campo de la educación y la comunicación ambiental no es ajeno a las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (T.I.C.). Así que cada vez es más frecuente en la red encontrar páginas que suministran información, convocatorias, textos de análisis y reflexión y propuestas de acción e investigación sobre el papel que juegan las personas y los sistemas sociales en la conservación de los recursos naturales y la mejora de la calidad ambiental (De Castro, 1999: 8).
Sobre las posibilidades que permite la Red están, entre otras, la suscripción a listas de distribución de correo especializadas sobre medio ambiente, los chats entre interesados por los temas ambientales, o las páginas web.
“En los diversos Sitios Web desarrollados por entidades públicas y privadas, o por personas, puede encontrarse una ingente información sobre los temas ambientales más diversos, incluyendo convocatorias, acceso a base de datos, acceso a textos y publicaciones, cuestionarios y consultas en línea... Las campañas de comunicación ambiental tienen en Internet un interesante soporte que puede combinar, de forma efectiva, textos, ilustraciones, fotografías, vídeos... Las revistas electrónicas sobre educación ambiental también tienen una importante utilidad, sobre todo a personas a las que le es muy difícil conseguir la versión en papel” (De Castro, 1999: 8)
También ofrecen páginas de buscadores especializados sobre medio ambiente : la ya citada TerraBit, Enviromental Organization Webdirectory, Ceneam, o la Societat Catalana d`Educació Ambiental. En Andalucía, además de la Revista electrónica Aula Verde, la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ofrece información sobre diversos programas.
Otras páginas de interés son la de la Universidad de las Islas Baleares (Mediweb), la Red de Formación Ambiental para América Latina y el Caribe del PNUMA, los Centros de Documentación e Información Ambiental virtuales como las de las consejerías de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y de la Generalitat de Cataluña (De Castro, 1999: 9).
Desde la óptica universitaria, cabe destacar la revista Latina, especializada en Comunicación, presente únicamente en internet: http:www.ull.es/publicaciones/latina, en la que aparecen con frecuencia artículos centrados en el periodismo ambiental. Latina está dirigido por el catedrático de la Universidad de La Laguna, José Manuel de Pablos.