Rogelio Fernández Reyes
Sobre este capítulo hay una completa tesis doctoral elaborada, como ya hemos citado, por Miguel Montaño. Su título es La Información Ambiental en Andalucía: El Programa “Tierra y Mar” de Canal Sur Televisión (1990-1996) y fue defendida en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de Sevilla en 1999, procedente del Departamento de Periodismo y dirigida por el profesor Ramón Reig.
En dicho estudio sitúa los comienzos del periodismo ambiental en Andalucía en los primeros años de la década de los 80 con varios profesionales de la información: Manuel Jesús Florencio en Abc, el cual se dedicaba a temas exclusivos de medio ambiente y especializados en Doñana; Miguel Angel Blanco , en el Diario Almería; y José María Montero en el Diario Nueva Andalucía. Junto a estos tres periodistas otros profesionales se dedicaban esporádicamente a este tipo de información. (Montaño, 1999: 78,79,82)
El ejercicio del periodismo ambiental tenía entonces mucha vinculación con el movimiento ecologista. De hecho, como ya veremos, uno de los primeros documentos que hablan del periodismo ambiental en Andalucía, publicado en 1987 en el Boletín de Estudios Almerienses, lo realiza Miguel Angel Blanco y en él da cuenta del origen de la información ambiental en Almería y del papel que en ella desempeñan las organizaciones ecologistas. Blanco, además de periodista ambiental, está muy comprometido con el Grupo Ecologista Mediterráneo. Un vínculo de similares características era el que tenía el Diario Jaen con el Grupo Ecologista Taller de Ecología de Linares. (Montaño, 1999: 79,81)
Sobre la relación movimiento ecologista y periodismo ambiental en Andalucía, Montero expone:
“Yo creo, que como en otras cuestiones, la prensa ha ido un poco a remolque de lo que la sociedad ha ido demandando en cada momento. En ese sentido, corren en caminos paralelos. Cuando el movimiento ecologista empieza a demandar la protección de determinados recursos y empieza a hacer sus movilizaciones o campañas de concienciación, es cuando la prensa se hace eco y se crea un círculo donde se retroalimentan unos a otros. Es decir, el movimiento ecologista plantea una serie de reivindicaciones, la prensa la amplifica, se crea la inquietud social, la prensa sigue reflejando eso y es una especie de círculo vicioso”
Sobre qué tipo de información predominaba entonces, dicho periodista ambiental recuerda:
“En aquellos años, lo que más pesaba era la información sobre especies animales y espacios naturales. Estaba recién constituida la Agencia de Medio Ambiente, que se creó en 1984 y que fue otro tema tratado: la organización administrativa de Medio Ambiente en Andalucía. Se empezaba a discutir lo que muchos años después sería la ley de espacios protegidos (comenzaron ya a declararse algunos como Grazalema y Cazorla). Empezaba, igualmente, a discutirse la ley de especies animales protegidas. Las organizaciones ecologistas tenían mucho peso en la canalización de la información”.
José María Montero, por su trayectoria profesional, es un referente como periodista ambiental en el ámbito andaluz. Comenzó su labor con la primera sección semanal titulada “La Página Verde” en el vespertino Diario Nueva Andalucía en 1982. Siguió en El Correo de Andalucía hasta 1985. En la Agencia de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía creó la revista Medio Ambiente. Posteriormente, en la década de los 90 combinó su trabajo en El País y en Canal Sur Televisión. Una recopilación de artículos publicados en El País lo publicó bajo el nombre de su sección “Crónicas en Verde”. Por último, edita el programa “Espacio Protegido” en Canal 2 de Canal Sur Televisión, el primer programa semanal dedicado exclusivamente al medio ambiente andaluz.
Ya en la actualidad, en cuanto al equilibrio entre la demanda y la oferta de información, Montero observa cierto desajuste:
“En la actualidad, una vez que se ha generado cierta conciencia en lo social, a los ciudadanos les resulta familiar esta materia y demanda información. Quizás hay cierta descompensación entre la demanda social de información y la oferta de los medios de comunicación. Creo que hay mayor demanda que oferta y en ello hay muchos factores que influyen: escasez de especialistas en los medios de comunicación, no hay una red de fuentes suficientemente fiables y consolidadas sobre información ambiental, el problema del lenguaje, el que son cuestiones muy vinculadas a procesos complejos que no siempre se saben explicar bien...
Aunque existe esta descompensación, es evidente que los medios de comunicación han incorporado este tipo de información de una forma bastante razonable y cotidiana. Ya se incluye de manera habitual”.
Sobre qué medios (medios de comunicación, la educación escolar, las campañas de concienciación de la administración,...) han influido mayormente en la sociedad, Montero añadía:
“Yo creo que se trata, como casi siempre ocurre con estas cuestiones, de una confluencia de muchos factores. El movimiento ecologista ha sido pionero, ha sido quien ha arrastrado a todo lo demás, incluso a la administración. El movimiento ecologista es el “Pepito Grillo” que empieza alertando, alertando hasta que la administración entra, entran los medios de comunicación, entra el sistema educativo formal (la educación ambiental se incorpora en la escuela como un elemento más), las empresas asumen la cuestión ambiental,... Es decir, comienza el movimiento ecologista como un movimiento social en el que se van incluyendo el resto de sectores”.
Otro histórico del periodismo ambiental en Andalucía, Miguel Angel Blanco , hace un balance de esta especialidad periodística:
“El periodismo de información ambiental tuvo su prehistoria, sus protagonistas y la aparición en coincidencia, fundamentalmente, con el proceso de la transición en España. Aunque no estuviera determinado exclusivamente por la historia vivida hacia la democracia, sí aportó su análisis sobre la realidad. Hoy día, el periodismo de información ambiental se ha diversificado, impregna muchas áreas informativas, pero sigue encontrando resistencia incluso dentro de su propio escenario, periodistas frente a periodistas, lo que convierte a esta especialización como una respuesta personal más que proyecto de empresa”
Sobre cómo ha tratado la prensa la información ambiental en Andalucía, distintas personalidades (institucionales, académicas, profesionales y protagonistas o implicadas) contestaron:
Saturnino Moreno :
“Con una mezcla de simpatía y de dar la impresión de ser un colectivo que se opone sistemáticamente a cualquier actuación. Sería una ingenuidad ignorar que la prensa es parcial. Los intereses empresariales y los vínculos políticos son reflejados en su línea de actuación. La información ambiental debiera ocupar una sección especial en lugar de ponerla en el saco de Sociedad. De todos modos, la existencia de algunas revistas surgidas en el ámbito ecologista, como las veteranas Quercus e Integral, permiten hacer llegar nuestros criterios sin el filtro de la empresa periodística, cuyos clientes son de los más diversos sectores, en general muy proclives a leer, con satisfacción, noticias sobre obras, infraestructuras, inversiones, nuevas urbanizaciones, etc.
La publicación, los lunes en El País de Andalucía de la “Crónica en Verde”, por José María Montero, sin duda configura una equilibrada información sobre temas ambientales. Otra contribución destacable son los artículos originales de prestigiosos naturalistas, como Joaquín Araujo, que permiten recibir contenidos ambientales no contaminados”.
Francisco Garrido :
“Los medios de comunicación y los centros docentes e investigadores son los dos grandes aliados del movimiento ecologista andaluz. Se puede decir que, incluso Canal Sur, ha jugado un papel importante en el crecimiento de la conciencia ecologista y en las repercusiones sociales de las denuncias y las movilizaciones.
Ahora bien, hay que resaltar también que la información ambiental se concentra, en exceso, en la dimensión escandalosa y catastrofista de la denuncia (de lo cual los grupos ecologistas somos también bastante responsables) y tienen poca cabida los mensajes alternativos del movimiento. Es fácil que los medios transmitan una denuncia de vertidos, pero muy difícil que transmitan la alternativa técnica y política del movimiento ecologista. La dimensión positiva del ecologismo tiene poca recepción en los medios de comunicación”.
Juan Clavero :
“Bastante ampliamente, aunque se venden más las denuncias que las propuestas alternativas y constructivas. La imagen que se da de las organizaciones ecologistas es bastante sesgada hacia la denuncia y la oposición a proyectos, se da poca información de sus actividades cotidianas, sus proyectos, etc.”
Fernando Molina :
“La prensa tiene, en la información ambiental, un verdadero filón dado que es una temática que está de moda y en donde es fácil opinar por parte de una gran mayoría.
El movimiento ecologista tiene un verdadero aliado en la prensa, y es su principal arma para la denuncia. A mi juicio, y por regla general, falta seriedad en la información que se da, y son pocos periodistas los que tienen una preparación adecuada para tratar los temas ambientales con rigor y profundidad. Se tiende a lo sencillo, que es lo espectacular, y no al análisis de la información. No es una identificación clara de quién es el experto en estos temas, y se le da acceso a los medios a muchas personas que no tienen información fidedigna y/o técnica. De todas formas, se ha evolucionado en esta materia y se tiende a la profesionalización de la información ambiental”.
Francisco Casero :
“No se puede generalizar. Hay quienes han ido comprendiendo la necesidad de secciones fijas o periódicas, y otros, han tenido una respuesta muy esporádica a la hora de reflejar la información ambiental.
Existen muy pocos especializados. Está José María Montero, que es una joya, Florencio en Abc... Son muy pocos. En la prensa provincial, la especialización es menor, el periodista hace de todo”.
De todas las declaraciones se entresaca que existen pocos profesionales de esta especialidad periodística y que hay cierta afinidad y alianza entre los medios de comunicación y los objetivos perseguidos por los grupos ecologistas.