APROXIMACIÓN A LA MEDICIÓN DE LA CALIDAD DE VIDA SOCIAL E INDIVIDUAL EN LA EUROPA COMUNITARIA
Mª Noelia Somarriba Arechavala
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La utilidad ha sido un concepto objeto de gran controversia a lo largo de la historia de la economía, con interpretaciones cambiantes a lo largo del tiempo.
La primera referencia a la utilidad se encuentra en Cramer (1728) y Bernoulli (1738), que proponen que la gente no maximiza la esperanza del dinero sino la esperanza de la utilidad del dinero. Empleando modernos términos cardinales la utilidad fue presentada como un índice general de bondad.
En el siglo XVIII, tal y como se había comentado anteriormente, los utilitaristas, entre ellos Bentham, habían establecido que las utilidades individuales se pueden sumar y restar para obtener la utilidad total de la sociedad. Este punto de vista se encuadraría dentro de la teoría cardinal de la utilidad que sería defendida por diversos economistas a lo largo del siglo siguiente.
A finales del siglo XIX, se abandona el supuesto de que la utilidad fuera mensurable cardinalmente y se adopta un enfoque ordinal. El consumidor es solamente capaz de ordenar consistentemente las combinaciones de artículos en orden de preferencia, menciónense en este sentido autores como Lerner y Pareto. En relación a este último autor habíamos comentado que su criterio apenas puede ser aplicado en la práctica, por ello surgieron nuevas líneas de investigación como los criterios de compensación ya comentados y las funciones de bienestar social, que comentaremos a continuación.
Básicamente en este enfoque lo que se intenta plantear es la medición del bienestar social a partir de una función de utilidad colectiva, que se obtiene al agregar las funciones de utilidad individual. Esta nueva óptica a la hora de abordar el estudio de la desigualdad ha originado una abundante literatura.
Uno de los autores más destacados es Abram Bergson, que en los años 30, propone una función de bienestar social en su artículo “A Reformulation of Certain Aspects of Welfare Economics”. Esta función de bienestar social es, en cierta forma, una curva de indiferencia social y proporciona las diversas combinaciones de las utilidades correspondientes a diferentes individuos, que dan como resultado el mismo nivel de bienestar social. Esta función de utilidad puede incorporar cualquier juicio de valor y puede depender en principio de cualquier tipo de variables.
El artículo de Bergson junto con la obra de Samuelson de 1947 ponen los fundamentos a esta línea de investigación. Samuelson encontró prometedoras las curvas de indiferencia social. Una vez establecidas las funciones de bienestar social y las curvas de indiferencia social se está bien preparado para comparar diferentes políticas e investigar aquellas que maximicen el bienestar social, sujetas a los recursos económicos disponibles.
La función de bienestar social que propone Bergson y a la que Samuelson denominó “FBS” no era más que una función de la forma , donde n es el número de individuos de la sociedad y donde la forma de la función se establecería por consenso. Se trata de maximizar dicha función sujeta a ciertas restricciones tecnológicas, es decir, a los recursos disponibles. Básicamente el problema de este enfoque es que las “FBS” carecen de contenido relevante, esto es, están indefinidas.
El problema básico que se nos plantea es si una determinada alternativa puede resultar de interés para la sociedad en su conjunto. Se trata de determinar cómo pasar de las preferencias individuales a las de la sociedad. Para solucionar este problema surge la teoría de la elección social.
La teoría de la elección social comienza en 1951 con la tesis doctoral de Arrow, titulada “Social choice and individual values”. Este autor estableció algunos requisitos básicos para derivar las funciones del bienestar social.
Arrow llamó función de bienestar social, “FBS”, a una función que transformaba cada conjunto de ordenaciones individuales en una ordenación social R, . Este autor planteó que “FBS” es una regla de agregación de preferencias individuales en ordenaciones sociales.
El resultado de Arrow conocido como “Teorema General de la Imposibilidad” establece que no existe ninguna “FBS” que satisfaga todas las condiciones o requisitos que él había establecido, en todo tiempo y lugar. A partir de este resultado se ha originado una numerosa bibliografía sobre este tema: Condorcet, Borda, May...
Esta línea de investigación presenta dificultades no sólo desde el punto de vista práctico sino teórico, lo que en la actualidad ha llevado a que no haya una posición unánime en cuanto a este enfoque.