Tesis doctorales de Ciencias Sociales

APROXIMACI�N A LA MEDICI�N DE LA CALIDAD DE VIDA SOCIAL E INDIVIDUAL EN LA EUROPA COMUNITARIA

M� Noelia Somarriba Arechavala



 


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4.6. Panor�mica en Europa

En el contexto de Europa existen grandes diferencias en los enfoques adoptados a la hora de abordar la medici�n y el an�lisis del bienestar y la calidad de vida. Estas discrepancias son en parte debidas a las diferencias hist�ricas en el desarrollo social y a las diferentes disponibilidades de informaci�n estad�stica.

De hecho nos encontramos con una estructura como la reflejada en el cuadro siguiente, en la que se pueden distinguir cuatro posibles tipolog�as a la hora de abordar la investigaci�n social:

INVESTIGACI�N EN NIVEL DE VIDA APROXIMACI�N A LAS CONDICIONES DE VIDA

Suecia, Dinamarca, Noruega, Finlandia e Islandia

Zona: Norte de Europa

Tipo de Estado de Bienestar: Democr�tico Social, Universal Gran Breta�a, Francia, Espa�a, Portugal y Grecia

Zona: Europa del Sur, Europa de Oeste

Tipo de Estado de Bienestar: Corporacionista, liberal y residual

INVESTIGACI�N EN CALIDAD DE VIDA INVESTIGACI�N EN EST�NDAR DE VIDA

Alemania, Austria, Holanda, Suiza

Zona: Europa Continental

Tipo de Estado de Bienestar: Corporacionista, Seguridad Social y Liberal Pa�ses de nueva formaci�n del Este de Europa

Polonia, Hungr�a, Rep�blica Checa, Bulgaria, Yugoslavia, Rumania

Zona: Este de Europa

Tipo de Estado de Bienestar: Universalista

Cuadro 4 9. Panor�mica en Europa. Tipolog�as

4.7. La calidad de vida desde una perspectiva subjetiva. Revisi�n de literatura

El concepto de bienestar subjetivo se basa en la idea de que la medici�n de la calidad de los individuos debe realizarse en base a las propias evaluaciones de estos respecto de su calidad de vida. �sta es una noci�n reciente que ha capturado la atenci�n de los investigadores en los �ltimos tiempos.

Los economistas en el pasado han sido esc�pticos al hecho de incorporar informaci�n de tipo subjetivo en su investigaci�n. Sin embargo, en la �ltima d�cada se ha producido un bullir de trabajos que tienen como objeto de estudio el bienestar subjetivo, por ejemplo Clark y Oswald (1994), Di Tella et al. (2001), Frey and Stutzer (2000), Oswald (1997), Pradhan y Ravallion (2000), Van Praag y Frijters (1999), entre una lista innumerable. Aunque los antecedentes se remontan a la d�cada de los setenta con trabajos como los de Easterlin (1974), van Praag (1971), van Praag y Kapteyn (1973)...

Esta l�nea de investigaci�n se articula en torno a dos tipos de variables, tipo satisfacci�n y tipo felicidad. Ambos tipos pueden tener un car�cter global, satisfacci�n o felicidad con la vida en general o en relaci�n a dominios concretos de la vida como por ejemplo salud, situaci�n financiera, trabajo... La materia prima de donde obtenemos estas variables son preguntas en las que al entrevistado se le interroga sobre el grado de satisfacci�n con su vida en estos momentos o con un dominio concreto de la misma. Las posibles respuestas se encuentran acotadas en una escala que va de muy insatisfecho a satisfecho, aunque el n�mero de posibles respuestas var�a en funci�n del autor. Cuando dos respuestas son iguales se asumen niveles de satisfacci�n similares, lo que nos va a implicar la comparabilidad ordinal, dicho de otro modo, la comparabilidad interpersonal de tipo ordinal en estos modelos es una necesidad.

Las respuestas son explicadas por modelos probit y logit ordenados donde el verdadero valor del bienestar es considerado como una variable latente y donde las variables explicativas son de tipo sociodemogr�fico y socioecon�mico como la edad, el sexo, la renta,... Los modelos analizan la forma en que cada factor se correlaciona con el bienestar subjetivo reportado.

Nuestro objetivo en este apartado es dar constancia de la existencia de un enfoque reciente de car�cter subjetivo que, al contrario de los planteamientos desarrollados en el cap�tulo anterior carece de una ubicaci�n geogr�fica clara.

A continuaci�n se se�alan algunos de los puntos en los que radica el inter�s de esta l�nea de investigaci�n :

Una primera l�nea de investigaci�n entronca en el an�lisis de los determinantes del bienestar que nos puede ayudar comprender las relaciones entre calidad de vida y una serie de determinantes como son la renta, el empleo, la salud, la familia...

En este sentido se han desarrollado trabajos en el �rea laboral en los que se estudia la relaci�n entre trabajo y bienestar y c�mo la p�rdida del empleo afecta a la calidad de vida. Por ejemplo Clark (1997), Clark y Oswald (1994), Di Tella et al (2001), entre otros.

En el �rea de la familia tambi�n existe una amplia literatura como, por ejemplo, Winkelman (2004) que analiza la contribuci�n de la familia al bienestar del individuo.

A partir de la informaci�n que suministra, por ejemplo, la pregunta de satisfacci�n financiera es posible derivar escalas de equivalencia subjetivas [Plug and van Praag (1995)].

En el �rea de la salud se han llevado a cabo trabajos en los que se analiza la satisfacci�n con la salud y sus determinantes, en los que se estiman los cambios en la salud en t�rminos econ�micos, lo cual puede constituir una buena herramienta en la evaluaci�n de las pol�ticas sanitarias, por ejemplo Ferrer-i-Carbonell et al. (2002) y Cutler y Richardson (1997, 1999, 2001) entre otros muchos.

Otra posible l�nea de inter�s es estudiar por medio de la informaci�n subjetiva las consecuencias de la aplicaci�n de ciertas pol�ticas:

As� por ejemplo, la utilizaci�n de los determinantes del bienestar como medidas para evaluar el impacto de las pol�ticas de bienestar individual se estudia en trabajos como Frey y Stutzer (2000), Oswald (1997), Di Tella et al. (2001), entre otros.

La distribuci�n de la renta y su desigualdad ha sido objeto continuo de estudio por los economistas y cient�ficos sociales. La relaci�n entre renta y bienestar ha sido uno de los t�picos m�s discutidos y debatidos en la literatura subjetiva de bienestar desde los a�os setenta; por ejemplo en los trabajos de Easterlin (1974, 1995) o en art�culos m�s recientes como el de Ferrer-i- Carbonell and Frijters (2002). En ellos se analiza la satisfacci�n financiera y sus determinantes.

En cuanto al concepto de pobreza en el enfoque subjetivo, la definici�n de pobreza est� dada por la poblaci�n y no por quien realiza el estudio. En este m�todo est� impl�cito el supuesto de que cada individuo es por s� mismo el mejor juez de su propia situaci�n; por ejemplo van Praag et al. (1980) y Ferrer-i-Carbonell, A. y van Praag, B. (2001). En el m�todo subjetivo es posible utilizar la opini�n de los encuestados para establecer niveles m�nimos para cada necesidad b�sica. Sin embargo en la pr�ctica el m�todo subjetivo se ha relacionado casi exclusivamente con el ingreso. A la hora de proceder a la estimaci�n de las l�neas de pobreza subjetiva existen diferentes planteamientos en funci�n de la informaci�n incorporada: Plug y van Praag (1995) y van Praag et al. (1980), entre otros.

Posibilidad de analizar los efectos de las condiciones institucionales sobre el bienestar. Citemos en este sentido trabajos como el de Helliwell (2001) en el que se analizan los efectos del capital social sobre la calidad de vida o el de Veenhoven (2002) que estudia la influencia sobre la calidad de vida de los individuos del sistema pol�tico vigente.

Otra l�nea de estudio es la reformulaci�n de ciertos aspectos de la teor�a econ�mica tradicional. Los nuevos hallazgos de esta l�nea de investigaci�n nos conducen a que la estructura del bienestar de los individuos pueda ser estudiada a trav�s de sus preferencias individuales [van Praag (1971), Clark (2000)].

La teor�a econ�mica emplea habitualmente una posici�n objetivista basada en la informaci�n observable de los individuos; sin embargo en la actualidad existen trabajos que emplean el an�lisis no objetivista en su desarrollo como es el caso de Frank (1985).

La discusi�n sobre la interdependencia de utilidades de los individuos afecta a la teor�a econ�mica y ha sido objeto de debate desde el siglo pasado. En este sentido es representativa la afirmaci�n de Veblen (1909, p�g. 629) que nos dice �Despu�s de todo, el fen�meno de la vida humana ocurre como un fen�meno de la vida de un grupo o de una comunidad�.

A�adamos en este sentido lo que en el campo de la utilidad han supuesto los trabajos de Kanhneman, comentados con anterioridad.


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