Maria Elza Eugenia Carrasco Lozano
Las correlaciones de Spearman (t) y de ji cuadrada de Pearson (X²) entre localización espacial, estrato socioeconómico y nivel de escolaridad de las mujeres del municipio de Tlaxcala; con las formas de acceso uso y administración del agua al interior de sus hogares, arrojaron los siguientes resultados; al aplicar las pruebas de X2 y t,
La naturaleza de la investigación llevó a indagar el acceso al servicio agua potable que según estimaciones de INEGI (2005) para el municipio de Tlaxcala es del 89.6%, pero además se busco establecer la relación entre localización espacial y la restricción del servicio de agua en los hogares, a lo que la prueba de Spearman (t) de 0.089, demostró que el lugar en el que se localizan las mujeres es un factor que determina la restricción del servicio; lo que se refuerza con el grado de significancia de X2 de 0.048 ambos resultados revelan que aun cuando las mujeres del municipio tienen una toma doméstica de agua en sus hogares, esto no asegura la disponibilidad en cantidad diaria, situación que se aprecia en el gráfico 4, en el que se señala que un 89% de mujeres rurales, y un 82% de periurbanas tienen acceso altamente restringido; cabe mencionar que aun cuando las urbanas tienen un menor porcentaje de restricción, es significativo, ya que en los tres espacios la restricción del servicio se coloca por arriba de la media.
Al alto nivel de restricción del servicio en los tres espacios, considero establecer la correlación por tiempos; resultando que la correlación de Spearman (t) de 0.605, indicó que la influencia que ejerce el hecho de habitar en un espacio urbano periurbano o rural con la cantidad de tiempo del servicio es significativa en un 0.027 de X²; este resultado reveló que la localización espacial de la mujer del municipio de Tlaxcala, es condición para acceder al servicio de manera diferenciada; en el gráfico 5 se visualiza como la restricción por días es mayor en el espacio rural, (70%), destaca el 50% de urbanas que respondieron con cortes por días a la semana; para las periurbanas es el mismo porcentaje, en horas, y días lo que comprueba que la escasez del recurso está condicionando la cobertura de atención referida a la disponibilidad del recurso en la llave domiciliaria.
Cabe hacer mención que, tanto las mujeres periurbanas como las rurales, se localizan geográficamente en espacios en los que la administración y servicio del agua potable corre a cargo de los comités locales de agua potable, que en su mayoría son pequeñas agrupaciones de ciudadanos, electos en asamblea comunitaria, que desempeñan la administración de carácter honorífico, recibiendo poca capacitación, y que generalmente ocupan el cargo no superando el año de gestión (Hernández, 2009)
La restricción del recurso, a la que se agrega la percepción de mala calidad del agua, provoca otra necesidad para las familias; adquirir agua de garrafón para consumo humano ; al respecto tanto X² de 0.123, como la correlación de Spearman de 0.930 indica que la localización espacial influye en la adquisición del garrafón, y es que se presume que el agua que suministran las redes hidráulicas en nuestro país debiera ser agua potable , sin embargo parece que la percepción que se tiene de la calidad del recurso obliga a la adquisición de garrafones.
Al respecto, Barkin (2006) comenta que la gestión del agua urbana se enfrenta a todo tipo de presiones; una de ellas desde la perspectiva de salud pública, dice que la calidad del agua es inadecuada para el consumo seguro; desde la perspectiva ambiental, la mayoría de los acuíferos que proveen a las áreas urbanas son sobreexplotados, provocando niveles peligrosos de reducción de los mantos freáticos y la concentración creciente de minerales nocivos y de residuos agroindustriales e industriales que también ocasionan problemas de salud pública y ecológicos; sumado a las descargas de aguas residuales, sin control y sin tratamiento lo más probable es que el agua llegue a envenenar a la población, lo que traé, como resultado que muy a pesar de los bajos niveles de ingreso personales, México se coloca como el segundo consumidor en el mundo, sólo superado por Italia de agua embotellada por empresas privadas.
El gráfico 6 muestra que en los tres espacios la compra de agua de garrafón es una práctica común, sin embargo no hay que perder de vista que son las mujeres rurales quienes porcentualmente la consumen en mayor medida (80%), lo que pudiera estar asociada a que son ellas las que tienen mayor restricción en el servicio en sus hogares por horas y por días, situación que las obliga a satisfacer sus necesidades de consumo con la compra del producto; al respecto Shiva (2003), explica que esta necesidad es sin duda aprovechada por las grandes empresas dedicadas a la venta de agua embotellada, dice que empresas como Coca–Cola están conscientes de que el agua es lo único que realmente sacia la sed y están pasándose al negocio del agua embotellada, es decir que el “negocio del agua” será en unos años mucho más lucrativo que cualquier otro.
Al relacionar compra de agua de garrafón con ingreso, la Correlación de Spearman de 0.293 indica que no existe una relación lineal entre los niveles de ingreso y la compra de garrafones, es decir que las mujeres con ingresos bajo, medio y alto adquieren agua purificada indistintamente del espacio en que se localicen. Esto significa que la compra de agua es parte de los básicos a satisfacer para la manutención del hogar, lo cual no hace distinción entre capacidad de adquisición y localización.
En el gráfico 7 Compra agua de garrafón/ingresos, revela que las mujeres que adquieren el garrafón son de bajos ingresos, a este gasto habría que agregar que en el municipio, el costo del agua es de los más elevados en el estado, y la CAPAM es quien cobra, el ayuntamiento municipal es quien dicta a través de sus cabildos y pública a través del periódico oficial del Estado las tarifas . Lo que aquí se observa es que el sector de la población con menores ingresos, no sólo paga las cuotas más elevadas por el servicio de agua, sino que además debe sufragar un costo más por la compra de agua de garrafón para complementar el suministro del recurso en su hogar.
Para continuar con el análisis la relación escolaridad de las mujeres del municipio; en este aspecto lo que se observo es que en el espacio rural predominan las mujeres que con educación superior adquieren el agua de garrafón en el mismo orden pero al observar el comportamiento de las mujeres urbanas, son las del nivel de educación primaria las que muestran mayor tendencia hacia la compra de agua de garrafón. Ver gráfico 8.