Miguel Ángel Vega Campos
Esta parte del trabajo describe el camino o procedimiento del autor para realizar el estudio. Este apartado, proporciona pistas para que otros investigadores lo complementen y lo utilicen en investigaciones futuras de la misma materia o en otras disciplinas. Cuando Hernández, Fernández y Baptista (2002) se refieren a este tema, utilizan el término “diseño” y lo definen como el plan o estrategia concebida para obtener la información que se desea.
Por su parte, Tamayo (1998) lo conceptualiza como la estructura a seguir en una investigación, con el control de la misma para encontrar resultados confiables y su relación con los interrogantes surgidos de los supuestos e hipótesis-problema.
Para esta investigación, las dos versiones anteriores son válidas porque el autor enuncia aquí el plan que estableció para realizar el estudio y desde luego espera que los resultados encontrados sean confiables y tengan relación directa con la pregunta de investigación y los objetivos de dicho estudio. El autor concuerda con Sáinz (2002) cuando el segundo declara que todo proyecto de investigación debe plantearse como un proceso en el tiempo que supone la realización de un número variado de actividades.
Según Sáinz, el proceso debe comenzar con la identificación del problema que se pretende analizar y los objetivos a lograr, continúa con la determinación de la unidad básica de análisis, las variables a considerar y la población objeto de estudio y procede en consecuencia, a seleccionar la muestra, establecer las fuentes de información y ejecutar las actividades conducentes a la obtención de los datos, para terminar con el análisis de resultados y la elaboración de las conclusiones, tal como se indica en la Figura 8.
Por su parte, Galindo (1998b) menciona que el asunto de la metodología responde a la pregunta de por qué se hacen las cosas así y no de otra manera. Se entiende que aquí se configura la guía de operaciones, muchas de las cuales se pueden intercambiar sin modificar sustantivamente el resultado. Dice que la metodología decide el camino general donde las operaciones concretas representan los pasos particulares, mediante los que se desarrolló la investigación.
En otro orden de ideas, expone Tamayo (1998) que científicamente la metodología es un procedimiento general para lograr de una manera precisa el objetivo de la investigación, por lo tanto, la metodología de la investigación nos presenta los métodos y técnicas para realizar el estudio.
La metodología constituye la médula del plan, se refiere a la descripción de las unidades de análisis, o de investigación, las técnicas de observación y recolección de datos, los instrumentos, los procedimientos y las técnicas de análisis (Morales, 1972; citado por Tamayo, 1998).
Para el caso de esta investigación y particularmente para el estudio de caso descrito en la Segunda Parte de este trabajo, se siguió el procedimiento que se enuncia en la Figura 9. El procedimiento se indica en forma de flujograma, a fin de que el lector tenga más claro el camino que se siguió.
Esta investigación se llevó a cabo bajo dos vertientes: primero se aplicó un estudio exploratorio y posteriormente se ejecutó una revisión documental para complementarlo, tal y como se reseñará en uno de los capítulos de la Tercera Parte de la tesis.
CAPÍTULO 8 DE LA HISTORIA ORAL A LA HISTORIA ESCRITA: METODOLOGÍA DEL ESTUDIO CUALITATIVO Y DEL ANÁLISIS CUANTITATIVO
La inserción de este capítulo en el trabajo tiene por objetivo describir la manera como se realizaron el estudio exploratorio y el análisis cuantitativo para el estudio de caso, cuyos resultados se presentan en los capítulos 9 y 10 de esta Tercera Parte del documento.
Como ya se mencionó en el capítulo 7, los resultados que arrojó el estudio exploratorio sirvieron de pauta para precisar posteriormente la revisión de documentos (expedientes de personal de los AD sujetos de estudio).
Derivado de la ejecución del estudio exploratorio, el autor encontró por un lado, que resultaría sumamente complicado entrevistar al mayor número posible de AD, para recabar los datos necesarios para la investigación (por impedimento para la localización de muchos de ellos).
Por otra parte, derivado de la información proporcionada por los AD entrevistados en el estudio exploratorio (cualitativo), se infirió que una buena parte de estos datos se obtendrían directamente de la revisión de los expedientes de personal de los AD.
En cuanto a la revisión de expedientes se refiere, comenta Arias (1991) que gran parte de los materiales que los administradores deben investigar son precisamente documentos. Se entiende por documentos los registros realizados sobre papel, cinta magnetofónica, película, cinta o tarjetas perforadas, vedeotape, entre otros. (Arias, 1991).
Por otro lado, indican Pacheco y Cruz (2005) que la investigación documental se realiza principalmente con información o datos de fuentes escritas, electrónicas o audiovisuales como son: libros, revistas, periódicos, videocasetes, audiocasetes o internet.
Las diversas fuentes en donde se obtienen documentos para su estudio son: bibliotecas, hemerotecas, archivos o pinacotecas. Cada fuente tiene sus propias características, ventajas y desventajas, aunque las hipótesis que se investigarán las condicionan en gran medida (Arias, 1991).
8.1 El abordaje cualitativo con protagonistas del reposicionamiento gubernamental
Las entrevistas con los AD obedecieron a que el autor estaba precisando con qué variables iniciaría la búsqueda de información para abordar la investigación. Se decidió a hacer entrevistas profundas con los AD informantes, cuestionándoles sobre qué factores consideraban que influyeron para lograr o no reposicionamiento en las OP en las que trabajaban o laboraron anteriormente.
De los AD, el autor consideró interesante conocer sus antecedentes laborales, su preparación académica, el tipo o tipos de instituciones educativas donde obtuvieron su preparación, el lugar donde nacieron, sus antecedentes familiares, su estado civil, su afiliación partidista, su participación en la vida estudiantil, política, social, cultural o empresarial, entre otros aspectos. Para realizar lo anterior, empleó parcialmente la técnica historia de vida, que ofreció la ventaja de conocer información en torno a diversos sujetos en particular y no a una colectividad más amplia.
Manifiesta Galindo (1998a) que la historia de vida se ordena como un campo de posibles casualidades que llevarían a un modelo de configuración social e individual del comportamiento en ciertos contextos particulares como la familia y el trabajo, por ejemplo. Como en este momento se estaban precisando las variables y subvariables del estudio, y lo que interesaba era conocer la experiencia y trayectoria de vida de los AD a su paso por las OP del poder ejecutivo de San Luis Potosí, durante el período antes mencionado (1979-2004) la historia de vida resultó muy apropiada para este objetivo.
A propósito de la técnica de historia de vida, comenta Aceves (1998) que con frecuencia se utilizan historias de vida para profundizar en algún aspecto problemático, un proceso de investigación ya avanzado, puesto que con ellas se indaga cualitativamente algún tema concreto, que sintetizaría o resumiría algún universo complejo o bien cierto problema abstracto más amplio que se esté abordando. Continúa Aceves, que sería como tener examinado el panorama global y acercarse a un punto específico, es decir ya conocido el bosque, se examina con detalle el árbol.
Para realizar las historias de vida, se seleccionaron diez informantes (obviamente cuidando que todos hayan ocupado puestos de los niveles 15, 17, 18, 19 o 20 del TPS) de los que siete correspondieron a AD que lograron reposicionarse en puestos directivos, no obstante la presencia de cambios de administración pública, durante el período 1979-2004. De estos siete AD, que se eligieron por conveniencia, se trató de cinco informantes del género masculino y dos del femenino.
Además, se entrevistó a un informante de género masculino, quien ejerció la decisión de que determinados AD continuaran o no en su puesto directivo, ante un cambio de administración. También, se entrevistaron dos AD de género masculino, quienes no lograron permanecer en su mismo puesto directivo o colocarse en otro de igual o superior rango jerárquico, después de un cambio de administración pública.
El autor cuidó que la información de los diez AD entrevistados abarcara las diferentes administraciones gubernamentales consideradas en el período de estudio, 1979-2004 (1979-1985, de Carlos Jonguitud Barrios, 1985-1987, con Florencio Salazar Martínez, 1987-1991, de Leopoldino Ortiz Santos, cuando Salazar martínez solicitó licencia, 1991, de muy corta estadía, la de Fausto Zapata Loredo, 1991-1992, la constituida por el período constitucional inconcluso de Zapata Loredo y cubrió por interinato Gonzalo Martínez Corbalá, 1992-1993, la que derivó del interinato no concluido de Martínez Corbalá y ocupó Teófilo Torres Corzo, a quien el congreso local designó, 1993-1997, la que formó la parte final del periodo gubernamental 1991-1997, que cubrió Horacio Sánchez Unzueta, quien resultó triunfador en las elecciones para gobernador, realizadas en 1993, 1997-2003, la que desempeñó Fernando Silva Nieto [segunda administración completa, después de la de Jonguitud Barrios, considerada dentro del período de estudio] y 2003-2009, la que ocupaba Marcelo De los Santos Fraga, al cierre de esta investigación [diciembre de 2004]).
Nueve de las entrevistas realizadas a los informantes, se llevaron a cabo en las oficinas de cada uno de ellos, tomando en cuenta que el día de su aplicación, aún continuaban trabajando en alguna OP de la administración pública estatal. En el caso de uno de los entrevistados, se le contactó en su despacho particular, en virtud de que ya no laboraba para ninguna OP.
Las entrevistas tuvieron una duración promedio de 2.5 horas cada una. El menor tiempo, invertido en una de ellas fue de 1.5 horas, pero hubo otra que se prolongó por casi cuatro horas. Los puestos de los informantes entrevistados correspondieron a: director de área, director general y secretario; informantes que lograron reposicionarse o tuvieron en sus manos la decisión de que uno o más AD continuaran o no en su puesto de trabajo.
Se dialogó con dos personas que el día de la aplicación de la entrevista se desempeñaban en jefaturas de departamento, (fue el caso de AD que no lograron reposicionarse, cuando se desempeñaban en una dirección de área dentro de una OP de la administración pública estatal). El rango de edad de los diez informantes entrevistados fue de 31 a 70 años. Uno de ellos era soltero, dos informantes divorciados y los restantes siete, casados. Todos tenían una profesión (indistinta) y la mayoría de ellos nacieron en el Estado de San Luis Potosí y egresaron en su mayoría de la UASLP.
Los informantes contactados para la entrevista, se desempeñaban o se desempeñaron tanto en la administración pública centralizada, como en la administración pública paraestatal de San Luis Potosí. Dichos personajes pertenecieron o pertenecían en el momento de la entrevista a alguna dependencia o entidad.
Para efectos prácticos de esta investigación, el autor clasificó las dependencias y las entidades en OP, no obstante que en la realidad se trata de instituciones públicas de características específicas distintas, según lo que estipula la Ley Orgánica de la Administración Pública del Estado de San Luis Potosí (1997) vigente al cierre de este estudio.
Para la aplicación de las entrevistas a los informantes, el autor, sólo utilizó un cuaderno para registrar la información (evitó la grabación de las entrevistas, para no predisponer el aporte de datos de los informantes). En algunos casos, los propios entrevistados le facilitaron al autor una copia de su currículum vitae para que accediera a más información no considerada dentro de la entrevista.