Juan Soto del Angel
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De manera análoga a como la verdad codifica preferencias entre las vivencias de alter y las vivencias de ego, el amor codifica preferencias de las condiciones que exigen de ego un actuar enderezado a las vivencias de alter ¿Cómo me ve alter? ¿Quién puedo ser, para lograr confirmaciones en las vivencias de alter? He allí posibles preguntas de ego, con el fin de orientar sus acciones.
En tanto que generalización simbólica, igual que la verdad, el amor tiene validez universal. Una y otro revelan aceptación social. La máxima romántica suele presentarse bajo esta esquematización binaria: <<Tú y ningún/a otro/a>> (Luhmann, 1998b: 114). Bajo dicho esquematismo se imprimen formas de amor que también facilitan el éxito de la comunicación. Cualquier “selección de alter, dado que debe ser querida con toda su idiosincrasia como vivencia, no le es atribuida a él ni es puesta bajo la presión del cambio; uno/a ama a Alter <<tal y como es>>” (Luhmann, 1998b: 115). En otras palabras, ego acepta las selecciones de alter en calidad de premisas de su propio actuar.
c) Acción de alter y vivencia de ego.
Propiedad/Dinero/Arte. Ahora se trata de la codificación de preferencias en que alter actúa y ego tiene que aceptar esta selección como vivencia. Esta acción de alter, en tanto no recaiga sobre recursos escasos, no es problemática. Mientras sobren tierras, todos pueden colonizar. El problema es cuando hay escasez: no hay para todos o un mismo lugar es querido por varios. Entonces se vuelve improbable que ego acepte la acción de alter. Surge así el medio económico simbólicamente generalizado, esto es, aceptado socialmente. La esquematización binaria es la siguiente: tener y no tener. Ésta se manifiesta en la forma jurídica de la propiedad y en la circulante del dinero. De manera estática la primera y dinámica la segunda, pero una y otra legitiman el acceso a los recursos. O si se prefiere, motivan la quietud y aceptación, por parte de ego, de las acciones de alter en tanto vivencias. Que alter obtenga dinero y propiedades son cosas del entorno, sólo pasan, no son responsabilidad de sistema alguno, por tanto, deben aceptarse... es así como mira las cosas ego.
Otro medio de comunicación simbólicamente generalizado que comparte constelación de sentido con el económico, es el arte. Éste tiene como propósito reactivar posibilidades de distinción que habían sido canceladas. El artista (alter) construye un mundo artificial, cuyas posibilidades habían sido dejadas de lado, que el espectador (ego) acepta como vivencia y percibe de un modo no habitual, más allá de las secuencias de sonidos, de las rayas, de las manchas de color.
d) Acción de alter y acción de ego. Poder/Derecho.
Al final, aparece la codificación de preferencias en que la acción de alter entra en contacto con la acción de ego. Acá la comunicación se vuelve improbable cuando el primero procura decidir por el segundo ¿Por qué aceptar órdenes de otro? Entonces surge el poder, en tanto medio de comunicación simbólicamente generalizado, a fin de hacerla probable. El poder hace posible construir formas que se incorporan como alternativas en el curso de los acontecimientos, bajo una regla de duplicación que más o menos dice lo siguiente: o haces tal cosa o recibes un castigo. Es opinión predominante que, a fin de operar en la sociedad, este medio debe contar con el respaldo del consenso. Para tal cosa, se vale de una codificación secundaria: el esquematismo jurídico lícito/ilícito. De allí se deriva la distinción entre poder legítimo y poder ilegítimo, y con ello, la tolerancia del primero.
A partir de la Época Moderna (Corsi y otros, 1996), el sistema político se autorreproduce con ayuda del medio poder. Éste, por un lado, suscita la diferencia entre superiores e inferiores; por otro, se distribuye a través de cargos estatales. Tal combinación de circunstancias logra distinguir a gobernantes (superiores, con cargos) de gobernados (inferiores, sin cargos). Que, en la recodificación política, se transforman en gobierno y oposición. El primero, con cargos, y por tanto, con poder; la segunda, sin cargos, luego, sin poder. El gobierno es el valor positivo; y, la oposición, el negativo. Se puede pasar de uno a la otra y viceversa en una permanente autorreproducción del sistema político, mientras las condiciones del entorno sean favorables.
El poder se produce cuando media la expectativa de un castigo entre orden y obediencia. La improbabilidad del éxito comunicativo entre gobierno y oposición, cuando aquél procura decidir por la segunda, suele tornarse probabilidad ante un riesgo: el uso eventual de la fuerza pública.
Resumen
Los sistemas psíquicos y los sistemas sociales surgen de una coevolución (uno no evoluciona sin el otro) en y por medio del sentido. Éste, para el caso de los primeros, se constituye en pensamientos; en lo que se refiere a los segundos, en comunicaciones. El sentido no es otra cosa que la constante actualización de posibilidades: frente al infinito número de indicaciones que pueden hacerse en relación con algo, se elige una. Hay tres diferencias con las cuales el sentido suele operarse: esto/lo otro, antes/después y ego/alter. Ellas, aunque ostentan universalidad, no aparecen aisladas, además de que guardan un cúmulo de interdependencias. Así, distinguiendo entre esto y lo otro, entre antes y después, entre yo o nosotros y tú (ustedes) o él (ellos), los sistemas psíquicos y los sistemas sociales coevolucionan autorreproduciéndose. Pero los sistemas psíquicos operan en calidad de cajas negras: sólo desde su propia perspectiva, uno está en condiciones de percibir a otro u otros. Allí aparecen puntos de convergencia, disposiciones comunes que poco a poco adquiere fuerza, hasta convertirse en sistemas sociales (el noviazgo, por ejemplo, llega a imponer condiciones al novio y a la novia). Desde luego, los sistemas sociales se autorreproducen únicamente si les favorecen las condiciones de los sistemas psíquicos (si no hay novio y novia ni puntos de convergencia entre ellos, no hay noviazgo). Algo análogo pasa más atrás: sin sistemas biológicos vivos, tampoco hay psíquicos. Y todavía más atrás: sin las condiciones indispensables para la vida en el planeta, los sistemas biológicos perecen. Queda por responder una pregunta ¿Cómo se coordinan los sistemas psíquicos, si cada uno es una caja negra para el otro? El lenguaje, los medios de difusión y los medios de comunicación simbólicamente generalizados se ocupan de tal problema.