Tesis doctorales de Ciencias Sociales

LA AUTORREPRODUCCIÓN DEL SISTEMA DE LA CIENCIA EN EL CAMPO ACADÉMICO DE LA COMUNICACIÓN EN MÉXICO. UNA REFLEXIÓN A PARTIR DE NIKLAS LUHMANN

Juan Soto del Angel



 

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Los programas: las teorías y los métodos

El código verdadero/falso permite reconocer las operaciones científicas de aquéllas que carecen de este rango: sólo son científicas las operaciones que se determinan verdaderas o falsas, con exclusión de una tercera posibilidad. Pero no es criterio que distinga entre estas dos. La recursividad operativa del sistema de la ciencia delega dicha responsabilidad a los programas. Y allí es posible observar un nueva binarización: la diferenciación entre teorías y métodos:

Las reglas de las decisiones correctas en la comunicación científica son o teóricas o metódicas. La ventaja de este desdoblamiento está a la vista: estos dos tipos de programas pueden de manera arbitraria y pasajera introducir limitaciones en la operación, ya que cada limitación puede ser puesta en cuestión por la otra parte de la distinción y en caso dado cambiarla. Por tanto: ¡limitaciones sin límite! Las teorías se pueden cambiar conforme a los resultados metodológicos. Y los métodos se pueden escoger, corregir y desarrollar conforme al resultado de las teorías y según la plausibilidad de los presupuestos que confieran las teorías a los métodos (por ejemplo: la causalidad). (Luhmann, 1996: 290)

Las teorías y los métodos, pues, son programas o estructuras que orientan las decisiones del sistema de la ciencia. Es posible introducirlos en cualquier momento, el único requisito es que ambos queden conectados.

Las teorías y los métodos operan a través de una condicionalización. Esto significa que preparan las cosas de tal modo que una operación se produce sólo si al mismo tiempo algo más ocurre. El calor dilata los cuerpos es un enunciado teórico que indica la simultaneidad de dos acontecimientos: el acercamiento del calor a un cuerpo y su respectiva dilatación. La delimitación del problema y el planteamiento correcto de la investigación son dos hechos que una propuesta metódica coloca en sincronía. La descondicionalización, sin embargo, no queda descartada. La teoría heliocéntrica permitió a la ciencia independizarse de las condicionalizaciones geocéntricas. También es posible condicionalizar la selección de las condicionalizaciones. La geometría condicionaliza los momentos en que han de seleccionarse las condicionalizaciones de la geometría plana, la del espacio u otra. Y en esta cerradura circular, es factible rechazar la condicionalidad de lo condicionado. Por ejemplo, se impugna la condicionalidad de la condicionalización teórica con el método o la condicionalidad de la condicionalización metódica con la teoría ¿Cuál es la diferencia entre la condicionalización teórica y la metódica?

La respuesta compacta está en la necesidad de abstracción y reza de esta manera: las teorías lo que llevan a efecto es una condicionalización asimétrica, mientras que los métodos una condicionalización simétrica. Las teorías lo que operan es una (siempre naturalmente interna) externalización de las referencias de las operaciones del sistema. Los métodos, en cambio, tienen que ver con el código del sistema, por tanto con la determinación circular entre verdad y falsedad. Las dos formas de la condicionalización deben producir limitacionalidad, ya que en sí lo externo está dado de manera indeterminada, como el círculo. (Luhmann, 1996: 291)

a) La condicionalización asimétrica de las teorías.

Las teorías se componen de comunicaciones que se presentan en la forma de enunciados. Se trata de una articulación de conceptos que permite distinguir un cuerpo teórico de otro. Cada enunciado es una aseveración en que afirmaciones de un sujeto y de un predicado se implican recíprocamente, dejando fuera posibilidades propias del sujeto. Las afirmaciones contenidas en el sujeto triángulo se colocan en relación de implicación recíproca con las afirmaciones vertidas en el predicado polígono cerrado por tres líneas rectas, excluyendo otras posibilidades; verbigracia, polígono cerrado por tres líneas curvas.

La asimetría de los conceptos y de los enunciados teóricos está implícita: se refieren siempre a algo que no son ellos mismos. El concepto triángulo no habla del concepto triángulo, sino de los triángulos. El triángulo es un polígono cerrado por tres líneas rectas es un enunciado teórico que tampoco habla de sí mismo, sino de los triángulos y de la manera en que se generan.

Los conceptos y los enunciados teóricos son asimétricos, se refieran al entorno o al sistema, puesto que instauran afirmaciones. Una afirmación involucra dos elementos en un vínculo irreversible: el despliegue de la afirmación y su referencia. Por más que una descripción teórica del sistema se refiera al sistema, nunca el despliegue de la afirmación será su referencia ni a la inversa; en otras palabras, mantendrá su asimetría. Así, las comunicaciones teóricas representan afirmaciones que se implican recíprocamente o, mejor, se condicionalizan; además, nunca se refieren a sí mismas, es decir, son asimétricas. He allí, vista más de cerca, la condicionalización asimétrica de las teorías.

No ha de olvidarse que las teorías son una forma en que el sistema de la ciencia opera la limitacionalidad. Esto significa que impone límites científicos, los cuales no suelen ser sencillos. El paso de la geometría euclidiana a la no euclidiana requirió de siglos.

Las teorías, además, garantizan la unidad de las cosas, no a la inversa. Los polígonos no dieron lugar a la geometría, las moléculas no hicieron posible a la química, las acciones no permitieron el surgimiento de la sociología. Los polígonos, las moléculas y las acciones adquieren unidad gracias a las teorías del sistema de la ciencia. Estas unidades se refieren al exterior, “pero no son ninguna cualidad inherente al mundo exterior” (Luhmann, 1996: 292). El sistema de la ciencia no puede conocer el entorno más que con sus operaciones, en este caso, las teorías. No consigue saber con certeza si fuera de ella hay polígonos, moléculas o acciones. Pero la construcción de estas unidades le orienta con relación al entorno.

Las expresiones de la vida cotidiana logran sentido a partir de la comparación. Cuando el padre niega el permiso para que su hijo conduzca, las palabras adquieren un significado para éste y otro para aquél. Entre otras cosas, porque cada uno fija un punto de vista desde el cual hace comparaciones. Es muy probable que los cotejos del primero surjan de la estadística de accidentes; los del segundo, quizá, de los beneplácitos del tío o del abuelo. También una afirmación teórica instituye una óptica desde la cual se hacen comparaciones. Pero exige la complejidad propia de la ciencia. Cuyas perspectivas resultan extraordinarias, insospechadas: lo heterogéneo, lo que aparentemente no es posible relacionar, cada vez más, consigue compararse. La teoría heliocéntrica llegó a causar tanto revuelo porque su punto de partida relacionaba las posiciones planetarias de un modo inesperado.

Las comparaciones extraordinarias de las teorías, o lo que es lo mismo, sus reformulaciones, colaboran en la estructuración de la complejidad del sistema de la ciencia. No se trata de explicar causalmente el mundo, y de esa manera, pronosticar y controlar. El motor del sistema de la ciencia no está en generar vacunas, producir insecticidas o la intención de ganar las guerras. Circunstancias que no quedan descartadas. El sistema de la ciencia se autorreproduce para sí mismo. Hay comunicaciones que originan su irritación: explicaciones causales insuficientes, contradicciones conceptuales, propuestas interesantes. Selecciona entonces variaciones y nuevas estabilizaciones. Así hace crecer sus horizontes, sus posibilidades, sus repercusiones. Constantemente reconstruye el mundo. Hace grande lo pequeño; pequeño, lo grande. Igual, lo diferente; diferente, lo igual. Centro, la periferia; periferia, el centro. Cualquier sorpresa, por mínima que sea, pone a trabajar al sistema en la búsqueda de la estabilización. Es en esta estructuración de complejidad que se insertan las explicaciones causales, con miras a la predicción y el control. En otras palabras, el interés primordial del sistema la ciencia está en su autorreproducción; generar vacunas o ganar guerras son intenciones que tienen cabida en su andamiaje, pero las califica de secundarias.


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