Juan Soto del Angel
Esta página muestra parte del texto pero sin formato.
Puede bajarse la tesis completa en PDF comprimido ZIP
(416 páginas, 752 kb) pulsando aquí
Es de notarse que en ese diálogo con Habermas, Gadamer y Ricoeur, se trabajaba en aquella primera directriz de construcción propuesta por Galindo: la organización de lo publicado. Estaba claro que un tipo de conocimiento era representado por las ciencias positivas o empírico-analíticas. Tampoco había duda de que al lado de ellas había otras. Sin embargo, las fronteras que distinguían a estas otras todavía estaban en debate. Y siguen estando. El criterio de clasificación de las ciencias que había seguido Habermas era el interés, del cual señalaba tres tipos: técnico, práctico y emancipatorio. El autor centra su atención en el tercero. Acá, no obstante, importaba el práctico, que consiste en conservar y ampliar la intersubjetividad de una posible comprensión orientadora de la acción. Ahora bien, debe hacerse patente que se relegaba la polémica generada entre Habermas y Gadamer respecto a la universalidad de las ciencias sociales críticas (cuyo interés es la emancipación) y de las histórico-hermenéuticas (inclinadas hacia la intersubjetividad) y se optaba por la propuesta de Ricoeur, quien recomienda la incorporación de los rendimientos de uno al otro. Y es que la intersubjetividad no se entendía de otra manera que como comunicación. Se pretendía, pues, organizar una genealogía respecto a los conocimientos orientados hacia la intersubjetividad o comunicación, a partir de la unificación entre Habermas y Gadamer recomendada por Ricoeur.
Dos circunstancias dan un giro a la investigación. Por una parte, la propuesta epistemológica de Galindo en el proyecto Hacia una comunicología posible. Por otra, la exigencia del Doctorado en Comunicación de nutrir la tesis con trabajo empírico. Respecto a la primera, se marcan tres líneas de generación de conocimiento: positivismo, hermenéutica y sistémica. Aparece de este modo la sistémica como nueva opción. Con relación a la segunda, había que cumplir. Pero en una charla con Galindo surge un término medio: el trabajo empírico puede cubrirse analizando textos. Todo encajó. La teoría de los sistemas sociales de Luhmann se desarrolla en la cibernética de segundo orden, o lo que es lo mismo, en la observación de observaciones, y los textos no son otra cosa que descripción de observaciones. Así, Luhmann se perfilaba como el autor que fijaría la plataforma de observación. Sólo faltaba determinar los textos. He aquí la propuesta de Galindo: publicaciones del campo académico de la comunicación en México. El universo era enorme, había que delimitarlo. Se decidió por un texto de los primeros ocho autores más prolíficos y por alguna representación de los primeros diez anuarios de CONEICC (Consejo Nacional para la Enseñanza y la Investigación de las Ciencias de la Comunicación) .
Había que justificar la selección de textos. Un texto no sería representativo de su autor. Ni siquiera los anuarios serían representativos del campo académico. La teoría de los sistemas sociales de Luhmann tiene una respuesta. El conocimiento científico es una producción de la ciencia, es decir, del sistema social llamado ciencia. Por lo tanto, aquí no interesa autor alguno. Todos ellos, en la perspectiva luhmanniana, no serían más que recursos de la autorreproducción del sistema científico. Las observaciones de tal sistema serían y siguen siendo el blanco de la presente investigación. Y en efecto, seguramente cualquier autor defendería la cientificidad de su trabajo, rechazando toda subjetividad. Luego, los líderes en el número de publicaciones y los autores del campo académico institucionalizado (CONEICC) constituyen un buen entorno en el que puede observarse la autorreproducción del sistema científico.
Ubicando la tesis en el proyecto Hacia una comunicología posible, podría decirse que inicia un diálogo desde la dimensión de interacción con la perspectiva epistemológica propuesta por la hermenéutica, particularmente la hermenéutica filosófica. Sin embargo, da un giro importante. Y el diálogo se inicia ahora desde la dimensión de la observación con la cibernética de Luhmann.
Y Luhmann (1998b) construye, ya, desde la comunicación. Considera que sólo a partir de este concepto puede cimentarse lo social. Y únicamente a partir de lo social es posible construir todo conocimiento. He allí la incorporación de la tesis al marco del proyecto Hacia una comunicología posible.