Tesis doctorales de Ciencias Sociales

LA HISTORIA FAMILIAR Y COMUNITARIA COMO VÍA PARA EL APRENDIZAJE DE LA HISTORIA NACIONAL Y DE LA VINCULACIÓN DEL ALUMNO DE SECUNDARIA BÁSICA CON SU CONTEXTO SOCIAL

José Ignacio Reyes González



 

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QUINTA ETAPA

Esta última etapa posibilita completar el conocimiento del alumno sobre el período histórico nacional comprendido de 1935 a 1958 que aparece en el programa actual del grado, teniendo como punto de partida todo lo aprendido en lo económico social en etapas anteriores y los elementos de orden político que se introdujeron como parte del panorama político necesario para entender la historia familiar y de personas de la comunidad.

Se hizo una subdivisión del estudio primero, sobre el período 1935 a 1952, y luego de este a 1959. Para el primero se abordó la lucha antifascista y por conquistar libertades democráticas, destacando el papel de la CTC (creada en 1939), el partido marxista y la Asamblea Constituyente de 1940, para luego detenerse en la actividad revolucionaria contra los gobiernos auténticos revelando el papel de la clase obrera, el campesinado y el estudiantado, entrelazado con la fuerza que adquiere la ortodoxia en esta etapa que el alumnado ya aprendió de la anterior etapa; finalizando el estudio primero con el análisis del golpe militar del 10 de marzo de 1952, del cual también tiene ya elementos por su repercusión local.

La otra parte centró su aprendizaje en la preparación de la vanguardia política que organizaría la lucha contra la dictadura batistiana y el proceso de fortalecimiento de la misma destacando los sucesos del Moncada, la prisión de los combatientes sobrevivientes del ataque al Moncada, el exilio en México, el desembarco del Granma, la lucha en la Sierra Maestra y el llano y el triunfo revolucionario que ponía fin al sistema neocolonial cubano. A la par se fue analizando el rol de los diferentes sectores sociales y las organizaciones opositoras a Batista durante los finales de la década del cincuenta.

No sería posible detenerse en la manera en que fue enseñada cada una de estas temáticas, sino en aquellos elementos que se integraban a la lógica que se venía siguiendo desde el comienzo de esta experiencia y que constituyen aspectos a defender en la nueva concepción de la clase de Historia, en particular los temas nacionales. A continuación declaramos los mismos:

• El estudio de las personalidades basado en el justo equilibrio de la actividad desplegada en la historia, sin dejar de expresar los elementos cotidianos que los acercan al alumno, en tanto se percata que son seres humanos alcanzables y no mitos endiosados. La vida de la persona en todas sus aristas, tal y como lo hizo el alumno al estudiar su familia y personas de la comunidad, lo que no debe limitarse al factor político e idealizar la actuación, sino que resulte creíble e imitable desde la perspectiva del alumnado por la manera en que se lo hacemos llegar.

• Al abordar la gran riqueza de los hechos históricos en el período de 1952 a 1959, no absolutizar el aspecto político-militar, sino aprovechar para detenerse en elementos muchas veces soslayados por la enseñanza, como son la organización social, modo de vida, composición social, estructura de las organizaciones y del propio Ejército Rebelde vanguardia de la lucha contra la tiranía. Significa no solo enseñar las decisivas batallas y combates realizados por los combatientes en la Sierra Maestra, sino su vida cotidiana; lo que aporta un cuadro más completo sobre la historia vivida por los cubanos y ofrece ricas oportunidades para revelar lo costoso que significó obtener la independencia total.

• Se debe aprovechar la riqueza de información que se atesora de las décadas del 40 y el 50 sobre la actividad política y revolucionaria, primero por la familia, y a su vez por miembros de la comunidad, lo mismo como testimoniantes que como participantes en los hechos sobre todo en su connotación local. A pesar de la diversidad de fuentes de aprendizaje, no deja de dársele importancia a lo que por la utilización de métodos de investigación oral se obtiene, lo que facilita seguir desarrollando la creatividad en los escolares.

• El acercamiento de los alumnos a los recuerdos que se tienen sobre la historia no debe quedar en el plano de apropiarse de la información, posibilitando contrastar fuentes, sino el cuestionamiento acerca de la tendencia al olvido al no haberse propiciado hasta ahora acciones suficientes como las que ellos emprenden y por otra parte la puesta en práctica de los proyectos que los inserte dentro de las problemáticas sociales comunitarias con un papel protagónico del estudiantado.

Los objetivos de esta etapa fueron: acercar al estudiante a lo histórico social – comunitario, propiciando el aprendizaje histórico a partir de la consulta de variadas fuentes, con apoyo en lo investigativo, revelar el protagonismo de la comunidad en la historia político-social de las décadas del cuarenta y cincuenta, así como aprovechar las potencialidades de las fuentes comunitarias en la reconstrucción de la historia nacional.

Una síntesis de las actividades realizadas en esta etapa aparece en el Anexo # 16.

Al iniciar el estudio del período comprendido entre 1952 y 1959 la profesora desarrolló un taller ¿Quiénes saben sobre la lucha revolucionaria de la década del cincuenta? Cuyo propósito esencial estaba en que los alumnos realizaron una indagación general acerca de personas de la comunidad que conocieron sobre los hechos de ese período como protagonistas, testimoniantes o estudiosos de esa historia, y por otra parte, detenerse en la información que atesoran y sus posibilidades de utilizarla en el programa de historia nacional.

La profesora días antes había orientado la actividad, lo que facilitó la preparación del estudiantado para el taller y las generalizaciones que se deseaban arribar desde el punto conceptual de la historia, así como la utilidad de esas fuentes para el aprendizaje histórico que exigen los objetivos del grado.

La descripción de la actividad realizada aparece en el Anexo # 11.

Este tipo de actividad sigue proporcionando al alumnado la reflexión sobre las posibilidades que tiene la historia para su divulgación y el papel importante que pueden jugar ellos al ser capaces de movilizar resortes que se mantienen supuestamente ocultos, pero que con el concurso de todos pueden salir a flote, lo que favorece la comunicación comunitaria, el sentido de pertenencia a un lugar, el orgullo que representan muchos de sus miembros para la historia local y nacional, el reconocimiento de su papel movilizador en un ambiente afectivo cada vez más caluroso y la convicción que adquieren de que ellos mismos hacen historia.

El hecho de que los alumnos hallan podido localizar las personas que en la comunidad son conocedoras de historias, incluyendo a sus familiares, así como participantes y testimoniantes de hechos históricos, y lo hicieran con independencia, demuestra que se están aprovechando las potencialidades que ellos tienen para tareas investigativas que con una correcta conducción y dirección pedagógica del docente pueden insertarse en los objetivos del programa de la asignatura.

“Me siento orgulloso de la historia patria en la década del cincuenta”.

Justamente ese banco de fuentes históricas locales sumado a otras que dispone el docente fue la base para el desarrollo de las actividades que forman parte del momento número cuatro de esta V etapa “Me siento orgulloso de la historia patria en la década del cincuenta”.

Este momento garantizaba el aprendizaje de las temáticas declaradas en el programa estatal referidas a la actividad desplegada por el pueblo cubano a partir del golpe militar del 10 de marzo de 1952 y hasta el triunfo revolucionario del 1 de enero de 1959. Siguiendo la estrategia seguida de etapas anteriores se siguió promoviendo la indagación de los estudiantes tanto individual como por equipos, la presencia en las actividades docentes y extradocentes de participantes y testimoniantes de la historia, de conocedores de la historia tanto familiares como otras personas de la comunidad y la vinculación con las instituciones culturales de la localidad.

Lo anterior se refleja en los métodos de enseñanza y las formas de organización que se utilizaron que al ser variados posibilitaron el desarrollo individual y colectivo que se había propuesto el docente.

A continuación las fuentes principales utilizadas:

• Documentos históricos (fragmentos).

• Literatura científico-popular

• Discursos de Fidel Castro y otros dirigentes de la Revolución.

• Libro de texto del grado.

• Testimoniantes de hechos históricos.

• Familiares y otras personas que recuerdan pasajes de la historia de la década del cincuenta.

• Prensa.

• Objetos relacionados con la historia que conservan personas de la comunidad y familiares.

El trabajo con fuentes variadas por parte del alumno combinando su indagación individual y en equipo posibilitó continuar su desarrollo en lo cognitivo y en lo afectivo, propósito esencial de este trabajo.

“Jamás los olvidaremos”.

Todo esto fue esencial para el desarrollo del momento número cinco “Jamás los olvidaremos” donde los alumnos organizaron actividades dirigidas al rescate y preservación de la historia nacional y local que han estado aprendiendo a partir de su esfuerzo personal bajo la guía y dirección del docente. La diversidad de acciones en estos momentos va desde el intercambio con la dirección de Patrimonio histórico-cultural sobre la necesidad de identificar con tarjas lugares relacionado con la historia local para contribuir a su divulgación, acerca del cuidado y limpieza de otros lugares de importancia histórica y la realización de actividades del rescate histórico como: exposición de objetos relacionados con la historia revolucionaria de la década del cincuenta que involucró al alumnado, la escuela, la familia, personas de la comunidad e instituciones culturales; la organización de conversatorios en centros laborales sobre la historia nacional y local en esa década lo que trabajo educativo de la escuela que se irradió a los miembros de la comunidad. Muy emotivos y de enorme influencia en la comunidad fueron los homenajes organizados a combatientes tuneros de esa etapa y que muy agradecidos generaron verdaderos debates sobre el pasado de la localidad y los cambios producidos después de 1959.

Finalmente nos percatamos de la efectividad del trabajo realizado durante las diferentes etapas al constatar cambios cualitativos evidentes en el aprendizaje de los escolares, lo cual fue posible por la observación sistemática de las actividades realizadas y el intercambio con ellos. No podría faltar para completar la información sobre el impacto de esta metodología en el estudiante un taller de intercambio de ideas a modo de conclusión.

Previo al taller final los investigadores decidieron aplicar una encuesta (Anexo # 6) como otra técnica que aportara información sobre el impacto del proyecto en el alumnado y que facilitara en el taller a la docente hacia qué aspectos dirigir el intercambio de modo que fuera más productivo en el orden cualitativo.

“La historia y yo”.

El taller “La historia y yo” permitió mediante el diálogo alumno-profesor y entre los alumnos revelar los criterios que tenían sobre:

Qué han aprendido durante este tiempo: Expresado con criterios exactos sobre las características de la época estudiada tanto en lo nacional como en lo local, principales hechos y personalidades así como reflexiones sobre el país en su desarrollo económico-social, político y cultural entre 1935 y 1958.

Cómo he aprendido la historia: Expresado en valoraciones analíticas sobre la metodología para investigar la historia, la riqueza de fuentes, las experiencias al indagar individualmente y por equipos, la complejidad de la reconstrucción de la historia.

Qué utilidad tiene la historia: Expresado en las opiniones del alumnado sobre la necesidad del rescate de la historia total, la reconstrucción histórica no mecánica, el entrenamiento del pensamiento histórico, la posibilidad de comprensión de las raíces de un país y el papel jugado por cada persona en la historia nacional y local, la preparación para comprender el presente y quedar capacitado para decidir en el futuro.

Los criterios anteriores unidos a los resultados de la encuesta final (Anexo # 6) nos corroboraron las posibilidades educativas de la metodología seguida. La información que arroja las primeras cuatro preguntas refleja la representación conceptual que sobre la historia se logró, favorable con respecto a una historia total, global que se encontraba en la base del sistema de actividades realizadas por los alumnos.

En la encuesta inicial el 23,1 % de los alumnos del grupo no consideraban a todas las personas como parte de la historia y el 38,46 % no se consideraba parte de la historia, ahora todos responden afirmativamente. Otro tanto sucede al preguntarle en la encuesta inicial si formaba parte de la historia el pasado de su familia con un 23,1 % de los alumnos respondiendo negativamente, cuestión esta que solo representa en la encuesta final el 3,84 %.

En la pregunta # 4 los cambios son evidentes, pues de la encuesta inicial que solo el 23,07 % incluye todos los aspectos principales que forman parte de la investigación de un hecho histórico, se ascendió a un 69,23 % y al resto solo le faltó considerar un aspecto, lo que refleja claramente el cambio operado.

Los estudiantes valoran positivamente el tipo de actividad que han estado realizando al estudiar la asignatura Historia, lo que se refleja en las respuestas a las preguntas 5, 6 y 7 de la encuesta final que muestra como tendencia que la mayoría considera que el estudio de la historia familiar y de personas de la comunidad influye mucho en el conocimiento histórico (pregunta 5).

Hay una mayoritaria aceptación también a las actividades realizadas con sus compañeros, la familia, la comunidad, tanto en la escuela como fuera de ella, trabajando solo o en equipo (pregunta # 6 A). Lo mismo sucede con las afirmaciones que hace acerca del interés que despertó en ellos las actividades realizadas, la consideración de sus criterios sobre la organización y ejecución de las tareas y el estímulo recibido por el esfuerzo y el resultado alcanzado (pregunta # 6 B).

La información que aporta los instrumentos y técnicas investigativas, incluyendo el análisis integral (Anexo # 21) permitieron llegar a las siguientes conclusiones:

Análisis didáctico integral de la quinta etapa:

• La experiencia de las actividades desarrolladas en las etapas anteriores fue aprovechada por el docente para consolidar la comunicación entre los alumnos, entre estos y su familia y de manera protagónica con la comunidad. Se revela una comunicación que se va despojando de elementos formales, expresión del grado de aceptación que van teniendo las actividades realizadas por los alumnos y su capacidad de involucrar a una mayoría en sus proyectos.

• El proceso comunicativo lo ha estado favoreciendo tanto el aprendizaje individual como el grupal. Ya el aprendizaje individual no es tan personal y aislado como suponían las tareas iniciales, pues aunque el alumno sabe que responde por una determinada tarea, en su realización puede intercambiar con otros, percatarse de criterios similares o contradictorios y lo importante del contacto con otras personas en la elaboración del conocimiento.

• El trabajo en equipos les resulta mucho menos complejo en la medida en que se vienen adaptando a conciliar los criterios sobre la organización y ejecución de las tareas, a cooperar entre todos para alcanzar las metas trazadas y percatarse de que cada uno tiene su protagonismo en las tareas, pero que hay que responsabilizarse con los intereses colectivos. El trabajo en equipo supone una rica comunicación entre sus integrantes tanto en su preparación para las tareas, como en su ejecución: la indagación, la compactación de la información y la exposición.

• Es revelador para el alumnado la riqueza de la cultura histórica que le rodea y que explota en muchas de sus potencialidades al proveerse de información de testimoniantes, participantes, personas que vivieron en las décadas objeto de estudio y los familiares, que aprovechados colectivamente aportan muchos elementos históricos necesarios en el aprendizaje del alumno.

• Derivado del valor que representa para el desarrollo intelectual del alumno, este acercamiento con los recuerdos de la historia nacional y local en su comunidad, es bien significativo el impacto afectivo que deja en los alumnos. Deja de ver a personas de la comunidad como a simples vecinos de los cuales desconocía su pasado, para sentirse orgulloso de conocer y contactar con protagonistas de hechos de la historia actuando como historiadores aficionados que enlazan elementos esenciales de la historia en un análisis fundamentado, lo cual favorece los momentos de intercambio con ellos.

• Es muy interesante descubrir que no hay otra disciplina que como la historia permita aparecer tantas personas capaces de dar un dato, o al menos tengan criterios sobre hechos y fenómenos sucedidos. Se percata de su riqueza cuantitativa y cualitativa, y más que todo de lo familiar y cercano que se siente todo ese mundo en la medida en que lo va conociendo e interactuando con él.

• El alumno percibe la riqueza de elementos históricos nacionales, sus nexos y relaciones con los sucesos locales y familiares, lo que posibilita adentrase en las tendencias y regularidades históricas y encuentra una respuesta objetiva a la variedad de hechos y fenómenos que se conectan entre sí y la manera en que se manifiestan en cada región del país.

• El alumno se acerca a una rica etapa del pasado histórico del país y encuentra las conexiones de las raíces autóctonas de la cubanía con el presente con todo lo que significa pertenecer a esta digna y rebelde tierra. Los proyectos que asumen los alumnos reflejan su esfuerzo de preservar el pasado desde el presente aportando la posibilidad de una actuación social con fines colectivos; y que este pequeño pero significativo esfuerzo que se hace desde una asignatura se reconozca en el futuro por las generaciones que le suceden al estudiante.

• Se ha transitado primero, en el reconocimiento de las tradiciones históricas de su familia, de la localidad y de la nación, aportando conocimientos conceptuales, procedimentales y actitudinales, segundo, el alumno realiza un cuestionamiento crítico y autocrítico de las deudas de la actual generación por el olvido de parte de su pasado y toda la movilización personal y colectiva que esto supone, para finalmente intervenir con acciones prácticas que tienen impacto social en el rescate y divulgación de la historia, lo que implica la preparación del escolar para su futura vida de adulto.

• Se constata que cuando el alumno encuentra interesante el aprendizaje de la historia, da criterios para organizar y ejecutar las actividades, las enfrenta aunque sean complejas y percibe la utilidad de lo que aprende, esto se expresa en el nivel motivacional del aprendizaje. Si al principio unos veían de manera escéptica el estilo de las actividades y no se decidían a cooperar, ya esta etapa es reflejo del avance experimentado en la mayoría, en cuyo proceso el profesor actuó estimulándolo y los propios alumnos fueran arrastrando consigo a los menos interesados, valiéndose afectivamente de la propia familia y la comunidad.

• Esta etapa siguió favoreciendo el desarrollo de las habilidades relacionadas con la localización, el procesamiento y la exposición de la información histórica, así como la interrelación con la descripción, la narración, la caracterización, la explicación y la valoración histórica, aprovechando el potencial de la comparación para la realización de las generalizaciones deseadas en forma de conceptos y regularidades. Intelectualmente ha exigido al alumno tensionar su pensamiento para la integración de los aspectos aprendidos en las etapas anteriores con lo nuevos elementos, lo que supuso la reflexión dialogada de la interrelación entre todos ellos, tanto los económicos como los políticos, sociales y culturales, aunque la historia total que aspiramos que el alumno asuma no se llegue a alcanzar totalmente en este proyecto, pero al menos es más integral la visión histórica que se logra en ellos en comparación con lo que se hacía anteriormente.

• No es posible alcanzar el más alto nivel cualitativo en el desarrollo del pensamiento histórico de todos los escolares, pero se logran avances significativos en todos, independientemente de la heterogeneidad propia del aprendizaje de cada individuo.

• El alumno ha desarrollado el sentido crítico y valorativo acerca de cada actividad que realiza, incluyendo el papel que ha jugado la propia comunidad con respecto a la preservación de la historia. Si al principio fue difícil para el estudiante autovalorarse de forma justa y crítica, al llegar a esta etapa, se ha logrado que lo asuma de modo más natural y consciente, de manera que ejerza la verdadera intención autorreguladora y educativa que actúa sobre su personalidad. Los señalamientos que le hace el colectivo y su propia autoevaluación son asumidos como parte de la apropiación del método de aprendizaje de la asignatura, desarrollando su personalidad en un estadio superior, pero que supone continuar en esa dirección para consolidarlo.

La experiencia desarrollada durante este curso escolar nos demuestra la superioridad de la metodología utilizada con respecto a lo que normalmente se realiza en la impartición del programa de historia nacional en el noveno grado.

Esta metodología favorece aspectos que no se atienden directamente durante la enseñanza de la Historia de Cuba, considerando que es superior en los siguientes aspectos:

• En el vínculo que el alumno realiza con su familia, en particular al investigar su historia.

• En el vínculo del alumno con su comunidad, al adentrarse en las historias de personas que vivieron o viven en ese lugar.

• La relación dialéctica de los conocimientos históricos familiares, comunitarios y nacionales favoreciendo el vínculo pasado-presente-futuro, que les posibilita compreder que todos hacemos historia.

• En la utilización del método investigativo proveniente de la ciencia histórica, lo que posibilita que el alumno perciba que la historia se puede reconstruir a partir de variadas fuentes bajo la acción del investigador, lo que favoreció la comprensión del proceso histórico y de la ciencia histórica.

• Se logra mayor protagonismo del alumno en su aprendizaje en la medida que lo hace en colaboración con sus compañeros del grupo, la profesora, la familia y la comunidad.

• Se insiste no solo en los conocimientos conceptuales, sino en los procedimentales y actitudinales.

• Los conocimientos no se quedan a un nivel informativo, sino que tiene una aplicación en la práctica social del alumno, favoreciendo la comprensión de la utilidad de la asignatura.


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