Conclusiones del segundo capítulo

Este capitulo ha presentado la situación de la Península de Yucatán al inicio del siglo XX y su evolución hasta la década de los 1970. Al final de la Revolución Mexicana, las comunicaciones y las actividades económicas en esta zona eran precarias. La región prácticamente se encontraba en abandono y aislamiento del centro del país al haber sufrido seis décadas de enfrentamientos armados. La población del nororiente de Yucatán se había refugiado en las islas de Cozumel y Mujeres.

Durante las décadas de 1930 a 1960 se registran varios intentos fallidos por reactivar la economía a través de proyectos de infraestructuras y la estimulación de algunas actividades productivas. Con motivos de seguridad e integración nacional, después de la Segunda Guerra Mundial se empiezan a extender las redes de comunicación terrestre a la Península de Yucatán. El tema toma importancia para los norteamericanos en 1959 cuando se da la Revolución Cubana. A raíz de la implantación del régimen castrista en Cuba, la ocupación territorial y el mejoramiento de las comunicaciones en la Península de Yucatán se vuelven tema de interés para EEUU.

Hasta principios de la década de 1970 el Gobierno Federal optó por el turismo de sol y playa para la actividad económica principal que desencadenó el círculo virtuoso del desarrollo en la Península de Yucatán. En 1974 se marcó el inicio de la participación activa y directa del Gobierno Federal en el lanzamiento del desarrollo turístico en la Península de Yucatán. La guía, ejecución y coordinación de FONATUR en la primera etapa fue fundamental, especialmente con el desarrollo del proyecto ejecutivo y la solicitud de fondos.

Cancún, fue escogido por sus características geofísicas singulares, gran valor paisajístico y alta vocación turística. El polígono original comprende tres formaciones geológicas singulares: una zona de tierra firme, una cuenca lagunar y una barra coralina; estas tienen características geológicas y paisajísticas de alto valor ecológico en la Península de Yucatán.

Además el sitio cuenta con catorce vestigios arqueológicos que añade valor al desarrollo turístico a pesar de que muy poco provecho se saca de este acervo cultural. Tiene un clima privilegiado propio para el desarrollo del turismo de sol y playa todo el año. Sin embargo cabe mencionar que el Plan 1982 parece minimizar el riesgo que los huracanes significan en la región. Posteriormente dos huracanes de consecuencias desastrosas para Cancún demostraron el riesgo que significan para la inversión turística: el 14 de septiembre de 1988 llegó a Cancún el huracán Gilberto de y el 21 de octubre de 2005, llegó el huracán Wilma ambos de categoría 5.

El proyecto inicial separó la ciudad turística, ubicándola en la porción privilegiada del polígono. La ciudad habitacional y de servicios se ubicó en la parte continental mejor comunicada del polígono, es decir, en el cruce de caminos que comunica con Mérida y Chetumal. Sobre la vía que comunica a Chetumal y al sur de la zona habitacional y de servicios, se ubicó el aeropuerto.

Esta zonificación inicial marcó la forma urbana actual de la ciudad de Cancún, como se verá en los siguientes capítulos, nuevos usos de suelo se han introducido en Cancún, complementando la concepción inicial del proyecto.

En este capítulo se detalló el desarrollo del proyecto inicial de Cancún y el papel de FONATUR que consistió en la adquisición de la reserva territorial tanto por nacionalización de parcelas como por negociaciones de compra-venta con propietarios privados, la gestión de la solicitud de inversión inicial al BID y la coordinación de entidades gubernamentales responsables por el proyecto, construcción y administración de las infraestructuras que proveyeron los servicios públicos en los inicios del destino turístico.

La inversión total para el desarrollo de la primera etapa cumple con los requisitos de la mezcla de capitales en proporción tal que el crédito obtenido del Banco Interamericano de Desarrollo no excedió los fondos nacionales. Aproximadamente 55% de la inversión inicial del proyecto de Cancún fue aportado por las distintas entidades gubernamentales dedicadas al proyecto, gestión y administración de cada una de las infraestructuras a construir. El BID aportó el 45% restante. La inversión inicial estuvo calculada para poner en marcha 1.000 cuartos de hotel y abastecer a una población de 40.000 habitantes con los servicios públicos necesarios para subsistir en ese sitio.