Tesis doctorales de Ciencias Sociales

LA CONFIGURACIÓN DEL ESPACIO TURÍSTICO EN CANCÚN, QUINTANA ROO, MÉXICO

Guadalupe Aldape Pérez



 


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4. El monocultivo: los hoteles “todo incluido”

La ordenación de la Isla Cancún se hace desde una apuesta decidida a favor del turismo hotelero destinándole la parte más atractiva de la costa. El Plan 1982 proponía una mezcla de tipos de alojamiento turístico, sin embargo en la praxis se ha encontrado que todos los hoteles tienen la máxima categoría: cinco estrellas.

De acuerdo a la experiencia adquirida por FONATUR en el lapso de 1975 a 1985, el fideicomiso ha elaborado manuales de lineamientos arquitectónicos para las tipologías más comunes, los llamados “Criterios básicos de diseño” para hoteles de 1 a 5 estrellas, albergues, balnearios, condominios hoteleros y empresas de tiempo compartido. Con la publicación de estos documentos FONATUR pretendía hacer un serio esfuerzo en la orientación técnica y financiera en la planificación y construcción de instalaciones hoteleras que además de ser eficientes en su diseño fueran rentables desde el punto de vista financiero. De ahí que los proyectos posteriores a 1985 puedan haber recibido una importante inducción a la morfología deseada.

El hotel cinco estrellas es el de máxima calidad, los edificios que lo integran, el equipamiento, el mobiliario deben estar en excelentes condiciones. Debe haber total apego a los estándares legales y de licencias con respecto al riesgo de fuego, seguridad, higiene, seguros y cualquier otro estipulado. De acuerdo a la clasificación de estándares mínimos de la OMT de hoteles por estrellas, el hotel cinco estrellas queda definido como el que cuenta con las siguientes características y requerimientos:

En particular el manual de los “Criterios básicos de diseño para un hotel de cinco estrellas” da una serie de sugerencias arquitectónicas en cuanto a dimensiones y distribución de servicios generales, aconsejando un tamaño mínimo de habitación de 31,76 m2 (fig. 119) y una organización del cuerpo de habitaciones en patio abierto al mar, que se convertirá en la pauta tipológica a seguir (fig. 118).

La construcción de los hoteles de la Isla empezará en la década de los 1970 y tendrá su auge en los 1980. Después de analizar casi cincuenta hoteles cinco estrellas en la zona turística, se ha encontrado en veinte casos, que el hotel prototípico de la Isla será un hotel introvertido, con la fórmula “todo incluido", edificado en una parcela de 3 a 5 hectáreas, más o menos rectangular, con la fachada principal abierta al mar y una capacidad de 250 a 350 habitaciones. El acceso principal se realizará por Boulevard Kukulkán, y la edificación se podrá situar a 5 m. del lindero con la playa. Esto coincide con lo que Lawson (1995:23) clasifica como los hoteles típicos de un resort que cuentan con un rango de 200 a 300 habitaciones y son capaces de alojar áreas de cena, lounges y servicios recreativos.

La disposición de las habitaciones puede ser en crujía sencilla, en la cual las habitaciones sólo tendrán vistas a la playa; o en crujía doble en la que la mitad de las habitaciones tendrán vistas a la playa y la otra mitad, hacia el boulevard y las lagunas. El programa arquitectónico sugerido en los criterios de diseño de FONATUR para un hotel cinco estrellas es el siguiente:

La disposición más común del cuerpo de habitaciones se desarrollado en forma de “U”. Al hacer un análisis detallado de varios hoteles (Figura 125. Tipología de hotel "todo incluido" alrededor del patio) se han descubierto pequeñas variantes que van de la “U” al semicírculo pasando por “V”.

Lo más notable es la relación de esta planta con la forma de la parcela, y la disposición de las habitaciones en relación al pasillo de acceso. El paso de la “U” al semicírculo está en función de la relación entre la fachada al mar y la profundidad de la parcela. La disposición de las habitaciones será a una sola cara en los primeros hoteles y doble en los más especulativos, en cuyo caso se buscará que los brazos de la “U” sean lo más perpendiculares posibles al mar para poder ofrecer a todas las habitaciones, vistas laterales a la playa.

Al mismo tiempo que se ha perfeccionado el modelo, la tecnología y las técnicas constructivas han evolucionado, las edificaciones se han alzado a mayor altura y las habitaciones han hecho un pequeño giro lateral para facilitar las vistas a la playa. En el patio abierto al mar se instalarán las piscinas, este sitio marcará la transición entre el espacio privado del hotel, y el público del frente de mar. Algunos hoteles, con el fin de acercar el edificio al mar de manera sutil, presentan escalonamientos en los entrepisos donde crean terrazas con vistas al mar en las habitaciones preferenciales.

En relación a la organización general y los servicios, la mayoría de los hoteles se caracterizarán por tener el acceso principal a través de un pórtico de acceso o lobby exterior donde llegan los coches y los peatones, esquema también propuesto por FONATUR. Las dimensiones mínimas que propone FONATUR son de 205 m2 (figura 123).

Entre el espacio público del boulevard y el privado del hotel se situarán los estacionamientos que, aunque cuantitativamente poco importantes porque el turista del “todo incluido” no necesita vehículo privado, jugarán el papel de espacios semi-públicos. Las canchas, frente al Boulevard o en los laterales de la parcela serán los espacios privados al aire libre que hacen la transición entre el espacio público y el privado. El lobby exterior desembocará en un vestíbulo interior, una recepción, una zona de servicios generales y los restaurantes.

La ordenación hotelera de Cancún ha buscado la máxima calidad en cada una de sus piezas y la máxima eficacia económica. Por tamaño, servicios y tipo de oferta -"todo incluido"- cada hotel deviene una pieza autónoma que no necesita de ningún servicio externo para satisfacer las demandas del turista. Por esto la oferta recreativa y comercial externa está muy por debajo de los estándares usuales en otras zonas turísticas porque aquella tiene cubiertas todas sus necesidades. Dadas las dimensiones de la Isla y el tipo de servicio de transporte público poco pensado para el turista, su movilidad depende del servicio de taxis o de los propios hoteles.

De alguna manera, el desarrollo hotelero de Cancún está planteado desde criterios de excelencia pero presenta los problemas propios de cualquier monocultivo. Más allá de las diferencias formales de cada hotel, todos ellos ofrecen los mismos servicios. Hasta cierto punto, compiten entre sí por el mismo mercado, al tener prácticamente la misma oferta de alojamiento y de atractivos turísticos. Además el hotel "todo incluido" no necesita de otras piezas y no genera economías de escala que den pie a la aparición de otros usos.

Por estas razones, la maduración del tejido turístico de Cancún es muy difícil, salvo por sustitución y cambio de las piezas o por ocupación y transformación de algunos puntos neurálgicos del sistema tal como está sucediendo en los proyectos de remodelación del interior del Sistema Lagunar Nichupté al lado de la Punta Cancún, como se ha explicado en el capítulo 3. Las dificultades actuales del sistema turístico de la Isla para asumir niveles de una mayor complejidad es lo que justifica que sea la zona urbana la que incremente su actividad y que las actividades turísticas se vayan expandiendo hacia el norte y sur siguiendo la costa.

A pesar de sus inconvenientes se ha notado que la tipología del hotel en patio abierto al mar se sigue construyendo actualmente en Cancún y no sólo eso, sino que se está llevando a una escala mayor al Corredor de la Región Caribe Norte.


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