Capítulo 5. El espacio turístico

Este capítulo trata del espacio donde se desarrolla la actividad económica más importante de la región: el turismo de sol y playa. Como se ha demostrado en los capítulos anteriores, esta actividad ha dado origen y motivo a todas las demás actividades económicas que se llevan a cabo hoy en día, en Cancún y en el Corredor de la región Caribe Norte. El turismo de sol y playa ha cambiado dramáticamente la historia de la Península de Yucatán activando la economía y el crecimiento poblacional; ha generado una sinergia que ha conllevado la aparición de economías de escala en la región.

Hay que tener presente que aunque en la actualidad la actividad turística se encuentra extendida desde Isla Mujeres hasta Tulúm, el turismo planificado masivo de sol y playa en Quintana Roo, tuvo su origen en la Isla de Cancún, de ahí surge el interés por estudiar este espacio y analizarlo para obtener grandes lecciones que se puedan emplear en el futuro diseño de espacios y destinos turísticos de sol y playa.

El espacio turístico de Cancún ocupa el “frente” del desarrollo y se encuentra francamente segregado del “detrás”, es decir del espacio habitacional, de servicios y administrativo de la ciudad, tanto físicamente, aprovechando una formación geológica única; como por uso de suelo, mediante los planes de desarrollo urbano. En consecuencia el espacio turístico sobre la Isla Cancún funciona como enclave Este capítulo hablará de los cinco usos que se encuentran sobre la isla que son: recreativo, alojamiento, comunicaciones, comercial y habitacional para clase alta. En este capitulo se analizarán los siete tipos de espacios urbanos más representativos y en los que se alojan los usos de suelo antes mencionados, que son: la playa, el boulevard, los campos de golf, los hoteles, las playas públicas, los centros comerciales y los conjuntos residenciales.

Este capítulo valorará la configuración del principal espacio abierto y atractivo fundamental en este tipo de turismo, que es la playa. Asimismo estudia el boulevard, los principales usos que se dan sobre él y las llamadas playas públicas, como conectores espaciales entre la playa y el boulevard. Hablará del uso hotelero que genera las piezas más robustas de todo el conjunto. Se analizará la tipología característica derivada de las recomendaciones de diseño arquitectónico de FONATUR para hoteles de cinco estrellas en la modalidad “todo incluido”. Tocará el tema del uso residencial de lujo que últimamente ha incorporado una nueva tipología habitacional de torres de veinte niveles y una nueva forma de ocupación turística que conlleva usos comerciales y recreativos complementarios para la población turística estacional que se pueden incorporar a la configuración del espacio turístico de Cancún. Esto a su vez implicará la modificación en la morfología volumétrica resultante de conjunto.

Para terminar, se hará una consideración general, sobre el valor de cada espacio, los errores cometidos y las expectativas que plantea su futuro, desde la reordenación y recuperación del espacio vacío como uno de los elementos clave de la definición y cualidad del espacio turístico de sol y playa.

La zona turística está localizada sobre la barrera postarrecifal y se desarrolla como un proyecto lineal a lo largo de un recorrido de aproximadamente veintinueve kilómetros. Esta construcción urbana es el camino entre dos aguas, el Mar Caribe al Levante y un sistema lagunar al Poniente. Por la cara de las lagunas transcurre el Boulevard Kukulkán, y por el opuesto, se encuentra la playa; en medio de las dos, se localiza el desarrollo turístico. El sitio preferencial sobre la Isla Cancún se ha reservado para el uso hotelero; en segundo término, se encuentran los espacios para el ocio nocturno, los usos comerciales, el centro de convenciones, los campos de golf, una iglesia católica, una zona arqueológica, las infraestructuras generales y unas parcelas llamadas “playas públicas”.

La configuración del espacio turístico en esta zona se construye en relación a las condiciones propias de cada una de las piezas y de las relaciones transversales que se producen en ellas. Hay poca o nula interacción entre piezas colindantes. De ahí que el espacio turístico, el escenario urbano para el disfrute del ocio y el goce del paisaje, sea el resultado de esta construcción urbana lineal de piezas cuasi autónomas y de su respuesta a las condiciones del lugar.

De todos los elementos que se van a estudiar, es especialmente interesante el Boulevard Kukulkán por ser el que articula y da accesibilidad a toda la zona. Este boulevard que corre paralelo a la zona hotelera por el lado de las lagunas de la barrera postarrecifal, constituye la pieza clave de la ordenación espacial. Entre él y la playa surge el frente turístico como la adición de piezas independientes entre sí, caracterizado por hoteles que se ofrecen en la modalidad de “todo incluido”.

Estas piezas no buscan la integración visual ni física entre las partes del conjunto urbano, sino tan solo una relación directa entre cada uno de ellos y el mar. Perdidos entre este macizo construido aparecen algunos vacíos, que en el proyecto inicial de la ciudad se definían como las playas públicas y que debían dar paso a la población residente que se quisiera aproximar al mar.

El acomodo de las parcelas turísticas a lo largo del Boulevard Kukulkán y el programa arquitectónico propuesto para los hoteles en esta zona, no fomentan la integración en un conjunto que propicie el intercambio entre sus elementos integrantes. Además, si bien, en la zona turística existen elementos que hacen una aportación paisajística positiva al conjunto, al mismo tiempo, se presentan otros con una imagen de abandono y desorden visual. A continuación se llevará a cabo un análisis de cada uno de los elementos urbanísticos que integran el espacio turístico en la Isla de Cancún actualmente.