Capítulo 1. El turismo en México

En la actualidad ha sido ampliamente aceptado por la Organización Mundial del Turismo (OMT) que “es un organismo especializado de las Naciones Unidas y representa la principal institución internacional en el campo del turismo” que el turismo puede traer grandes beneficios económicos y sociales tanto a regiones deprimidas como a países en vías de desarrollo (WTO, 2006).

Hoy en día, los ingresos del turismo en ciertos países se equiparan con los de las actividades económicas más redituables que históricamente habían tenido antes de la llegada del turismo, tal es el caso de México, en donde el turismo se ha convertido en la tercera mayor fuente de ingresos de divisas y representa 1.8 millones de empleos, 8% del PIB –Producto Interior Bruto- nacional promedio en el periodo 1999 a 2004 y el 6% de la planta laboral formal (FONATUR, 2006:7).

En un esfuerzo gubernamental, el turismo masivo en México ha iniciado en las costas aprovechando su gran vocación turística. La planificación turística de sol y playa que inició en la década de los setenta incentivando la actividad económica con la cual abatir los grandes desequilibrios regionales e incorporar los núcleos de población marginados, hoy en día ha tomado el papel protagónico no nada más en la ordenación de algunas regiones litorales sino también en el interior del territorio nacional implementando una metodología basada en la disciplina de la planificación urbana y regional británica.

Apunta FONATUR (1982:12) que: “Ciertamente el territorio mexicano cuenta con una riqueza de recursos artísticos y arqueológicos de gran jerarquía, que unidos al folklore y a la singular belleza de sus playas, lagunas, bosques, montanas, etc., conforman un patrimonio susceptible de ser puesto en valor, tanto para el mercado nacional como para el internacional, mediante, la habilitación de una planta turística y el equipamiento urbano adecuados”. Continua explicando que el “extraordinario potencial turístico del país representa un serio reto para su eficaz aprovechamiento. A este reto, correspondió la concepción y desarrollo integral del primer centro turístico planificado de México: Cancún” (Ídem: 12).

Esta tesis ha centrado su atención en el primer destino turístico de sol y playa planificado exnovo por el Gobierno Federal: Cancún, en el Estado de Quintana Roo. Existen varias razones que justifican el estudio urbanístico de la ciudad turística de Cancún, siendo las más destacadas tres. En primer lugar, Cancún es actualmente la principal fuente de ingresos del turismo planificado de México. Según estimaciones de FONATUR, en el año 2002 Cancún aportó el 60% del Producto Interior Bruto del Estado de Quintana Roo. Se estima una contribución anual de más de 400 millones de dólares en impuestos federales y una aportación a las finanzas estatales más de 4.000 millones de pesos anuales (más del 40% de la recaudación total) (FONATUR, 2002).

En segundo, Cancún es el primer caso de desarrollo turístico integral dirigido por el Gobierno Federal; y en tercer lugar, el éxito que ha alcanzado Cancún ha sido tal, que en tan sólo 35 años de existencia, la ciudad ha pasado de ser una playa con incipiente número de población a una ciudad turística y de distribución de bienes y servicios de más de 500.000 habitantes, que supera la concentración poblacional de la capital del Estado de Quintana Roo.

En términos urbanísticos el caso cobra importancia pues Cancún es la semilla de la actividad turística que encuentra en Quintana Roo un terreno fértil y condiciones propicias para su desarrollo y crecimiento. De tal suerte, el turismo de sol y playa en Quintana Roo ha impreso la estructura de ordenación del territorio que no es fruto de la casualidad, sino de grandes planes y maniobras políticas y gubernamentales.

Por estas razones, en primer término es necesario adentrarse en el estudio de los antecedentes políticos y económicos para conocer el origen y evolución de las instituciones gubernamentales que se han visto involucradas en el desarrollo nacional a través del fomento al turismo de sol y playa. Específicamente se profundizará en la evolución de los marcos político y económico que sustentan al turismo como una actividad de reciente creación y creciente derrama económica que será capaz de generar una nueva Secretaría de Estado en poco más de medio siglo.

De todos los elementos que se van a estudiar, destacan la metodología y la organización que se ha creado e implementado por el Gobierno Federal. Cabe hacer mención la correspondencia del ejercicio de planificación llevado a cabo desde la Secretaría de Turismo y el Banco de México, a través de la organización gubernamental, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo; reflejado en las buenas prácticas de la planificación urbana y regional de la OMT en el tema de turismo de sol y playa.

En este capitulo se hará una revisión de los antecedentes históricos políticos y económicos del desarrollo turístico en México. Se tomará como punto de partida la década de 1920, que marca el final de la Revolución Mexicana. Este momento se puede calificar como el inicio de una nueva era en la historia de México, caracterizada por la introducción de nuevas formas de tenencia de la tierra agrícola como es el ejido colectivo y la pequeña propiedad, que tendrá una repercusión en la organización política y esto, a su vez, en el surgimiento de nuevas instituciones gubernamentales.

De 1920 a 1940 se dieron una serie de principios jurídicos que caracterizaron al turismo como nueva actividad económica y se consideraron nuevos y distintos actores que se fueron integrando al desarrollo turístico nacional. De 1945 a 1958 se puede apreciar la gestación y maduración del Departamento Autónomo de Turismo, una organización dedicada al turismo en el seno de la Secretaria de Gobernación. De 1959 a 1974 se observa el desarrollo del marco legislativo de la que será la nueva institución turística. A partir de 1974 se da el lanzamiento de una nueva Secretaría de Estado, la Secretaría de Turismo y una agencia paraestatal especializada en el fomento al turismo, FONATUR, guiada en lo político por el Gobierno Federal y en lo económico, por el Banco de México.

El Gobierno Federal ha cifrado enormes expectativas de desarrollo económico y consecuentemente, de desarrollo social en el turismo. A partir de 1970 al turismo se le ha conferido la tarea del desarrollo económico en puntos determinados de las costas. Recientemente también se le ha confiado la ordenación de segmentos más amplios del territorio litoral y la asesoría en materia de turismo en varios Estados del interior de la República. A través del turismo se ha pretendido dotar de infraestructuras y servicios a las zonas más deprimidas, incentivar el desarrollo social, e integrar las regiones más apartadas del centro del país al desarrollo nacional (FONATUR, 2006).

Este capítulo finalizará explicando la gran apuesta que ha hecho el Gobierno Federal por el turismo poniendo todos los recursos de más alto nivel en la planificación del desarrollo económico y social del Estado Mexicano, comenzando por el litoral a través de la actuación de FONATUR en cinco centros turísticos integrales, conocidos como centros integralmente planeados (CCIIPP).