Tesis doctorales de Ciencias Sociales

LA CONFIGURACIÓN DEL ESPACIO TURÍSTICO EN CANCÚN, QUINTANA ROO, MÉXICO

Guadalupe Aldape Pérez



 


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Conclusiones del trabajo

En resumen, este caso de estudio encontró la tipología urbanística característica del espacio turístico como la pieza que ha dictado la forma urbana en el conjunto y ha impuesto en el territorio una estructura de ordenación. Este trabajo ha iniciado narrando las grandes maniobras políticas y económicas en el Territorio de Yucatán para convertirlo en el sitio propicio para el desarrollo del turismo de sol y playa. Ha encontrado la correspondencia entre la construcción de las infraestructuras y la implementación de una estrategia de desarrollo determinada en un sitio con relevante vocación turística, con su desarrollo económico y social a un ritmo acelerado. Este trabajo ha señalado la intención de recuperación económica de la vasta inversión en el menor tiempo posible como una de las causas que orillan a la ocupación de las mayores cadenas hoteleras mundiales sobre el frente de mar.

El trabajo sintetizó la forma del espacio turístico en Cancún que ha resultado del monocultivo del hotel cinco estrellas. Sin embargo el espacio turístico que anteriormente solamente atendía las necesidades del turista, hoy tiende a volverse más urbano y más complejo al introducir el uso residencial y crear la interacción de residentes estacionales y turistas en la trama turística. Desde el punto de vista económico, el espacio turístico respondió directamente a los intereses de recuperación económica del capital invertido y con las mayores utilidades, e indirectamente, hoy en día responde a la explosión de los usos turísticos sobre el litoral del Caribe y al nuevo rol que ha adquirido Cancún como punto nodal en el sistema de comunicaciones, distribución de bienes y personas en la región.

En este trabajo se ha estudiado la resultante volumétrica del conjunto turístico que surge de la iniciativa del gobierno Federal por la apuesta al turismo masivo de sol y playa internacional como actividad económica preponderante en el sitio. La tipología hotelera cinco estrellas se haya emplazada en la forma de un macizo construido poco permeable. El arreglo que ubicó los desarrollos turístico-recreativos sobre la primera línea frente al mar, dejó en la zona trasera, los usos habitacionales, administrativos y de servicios. En el tejido turístico, las piezas no han compartido espacios abiertos ni cerrados, no ha habido yuxtaposición entre ellas, solamente ha existido la adición de piezas independientes que son competencia en el tipo de oferta. La segregación física de la parte urbana y de servicios aprovechó la formación geológica donde se asentó la ciudad y hoy en día los usos de suelo estipulados mantienen hasta cierto punto esta distribución.

Dada la gama de servicios que ofrece esta tipología, en el conjunto no existe necesidad de interacción entre piezas contiguas. No es necesario un flujo turístico entre piezas hoteleras. Las pocas o nulas relaciones volumétricas y de fachada entre piezas hoteleras, así como la carencia de flujos turísticos entre piezas o espacios comunes, han resultado en una secuencia lineal de piezas autónomas que cuentan con fachadas cerradas hacia el boulevard y sus colindancias.

La pieza genérica de la zona turística es el hotel en patio abierto al mar que promueve una doble lectura en la configuración urbana de la zona turística. Al frente del boulevard se presenta como un macizo construido cerrado que no permite el acceso ni las vistas al mar y por el lado del mar, se abre dejando al centro un patio con piscinas y espacios recreativos que median entre el mar y el edificio.

La configuración del espacio turístico tiene un arreglo en cinco bandas a lo largo de la Isla Cancún (laguna-boulevard-desarrollo turístico-playa-mar) lo que lo hace transitable en el sentido longitudinal y poco permeable en el sentido transversal. El boulevard ha demostrado ser el elemento principal de comunicación longitudinal en la Isla Cancún, el cual corre paralelo al perímetro lagunar, además de ser la pieza más urbana del conjunto, única que permite el poco intercambio cívico que existe en el sitio.

De tal suerte, el espacio turístico es un tejido muy poco permeable aun para los turistas y más para la población civil en el sentido transversal. Los turistas pueden cruzar estos espacios siempre y cuando se encuentren hospedados o sean usuarios de las instalaciones de alguno de los desarrollos frente al mar.

Existen menos flujos turísticos sobre el boulevard que los propuestos por el plan original debido a dos circunstancias. En primer lugar, el monocultivo del uso hotelero “todo incluido” que ofrece una gama de servicios y solo busca la apertura y relación espacial y visual directa con el mar, lo que ha repercutido en la morfología y fragilidad de otras piezas integrantes de la zona turística como son los centros comerciales y las playas públicas.

En segundo, no se han construido los centros de animación o interés que originalmente iban a existir a lo largo del boulevard. De ahí que la Punta Cancún sea el único sitio “ancla” del proyecto conjuntando el centro de convenciones y una serie de usos comerciales y de ocio nocturno. Los centros comerciales ubicados muy cerca de la Punta Cancún no cuentan con suficiente peso específico y consecuentemente tienen poca demanda por parte de los turistas. Esto resulta en una presencia e imagen deterioradas dentro de la zona turística.

La playa, principal atractivo, elemento fundamental del espacio turístico de sol y playa y espacio público por definición en la legislación mexicana, ha quedado privado del acceso público y accesible solamente a los que pueden ingresar por algún hotel o propiedad privada. Aunado a esto, en el frente de mar no existe elemento público que limite la propiedad privada y la playa y tampoco existe un paseo marítimo. De ahí que la fachada litoral carezca de elementos que la ordenen y que permitan el paso y paseo por el frente de mar.

Las playas públicas que pretendían ser nodos en los recorridos, están mal mantenidas y carecen de interés. Tampoco son los conectores espaciales del boulevard al frente de playa. Estos espacios pretendían la permeabilidad y el acceso al frente de mar que el conjunto necesitaba, pero últimamente estos espacios han disminuido en dimensiones o han cambiado de uso de suelo. Solamente cuatro de las once playas funcionan como espacios de recreo para la población local que quiere acercarse al frente de playa y dos de ellas, como hitos en el paisaje urbano.

Dentro de los elementos que hacen una aportación positiva a la imagen paisajística del conjunto y a los espacios abiertos del boulevard son los campos de golf que abren las visuales sobre espacios verdes y en algunos casos enmarcan el acceso o el emplazamiento de los hoteles.

El conjunto turístico está cambiando hacia la introducción de usos residenciales que puedan dar cohesión a las zonas comerciales. Sin embargo la volumetría que los nuevos conjuntos residenciales en altura introducen a la zona turística, cambia la escala y proporción que había tenido el desarrollo. Las nuevas tipologías residenciales en torres duplican la altura original de los hoteles en la zona turística de forma agresiva. El conjunto urbano está cambiando no nada más por la supremacía de los hoteles cinco estrellas, sino por otras causas debidas a la explosión del turismo de sol y playa sobre el corredor de la región Caribe Norte y la vocación de Cancún como ciudad de distribución de bienes y servicios a nivel regional.

Hoy en día la zona turística de Cancún requiere un nuevo plan que considere la situación actual de Cancún. Es preciso llevar a cabo un ejercicio de planificación tan completo como el que se llevó a cabo en la elaboración del Plan 1982. Aquel plan fue innovador para su momento historico ya que llevó a cabo una serie de estudios de factibilidad física, legal, económica y medio ambiental del sitio antes de empezar el desarrollo. Además el plan que dio origen a Cancún ha distribuido los usos de suelo poniendo tanta importancia en el diseño y concepción de la zona turística, como en el equipamiento y diseño de la zona habitacional para la clase media. El espacio turístico del Plan 1982 proponía una mezcla de tipos de alojamiento y nodos de interés para promover el intercambio y flujo turístico a través del sitio.

El Plan de 1982 elaborado por FONATUR, imprimió la estructura de ordenación sobre la parte nor-este de la Península de Yucatán y fijó la configuración espacial de la ciudad, instituyendo una segregación de usos turísticos de los habitacionales y de servicios. La zona turística quedó ubicada sobre la barra postarrecifal llamada Isla Cancún. El asentamiento urbano quedó localizado en la placa continental, lo mismo que el aeropuerto. Además con las obras de comunicaciones propuestas por el Plan 1982, Cancún se volvió el centro de distribución de bienes y personas a nivel regional en un futuro cercano.

Sin embargo la oferta hotelera que el Plan 1982 proponía no se dio en la realidad. El hotel “todo incluido” monopolizó el territorio. Además el Plan 1982 desconoció la forma en que la población trabajadora temporal se integra a la localidad y los movimientos migratorios que genera un destino turístico de tan alta derrama económica en un entorno tan económicamente deprimido como el yucateco en los 70. Asimismo desconoció la correspondencia de las acciones en el “frente” y el “detrás” del desarrollo urbano. Esto resultó en el crecimiento irregular sobre terrenos sin servicios al norte y poniente de la ciudad, lo que llevó a los subsiguientes planes de desarrollo urbano a concentrar su atención en la zona habitacional y descuidar la zona turística.

El descuido de la zona turística por parte de los documentos de 1993 y 2005, ha puesto de manifiesto la urgente actualización del plan de desarrollo urbano para la zona turística en una visión de conjunto y no solamente mediante la introducción de planes parciales como es el caso del Programa Parcial de Reordenamiento Urbano Turístico de Punta Cancún, el cual se ha abocado a una problemática muy específica y ha dejado sin resolver muchos de los conflictos a los que se está enfrentando la Punta Cancún actualmente.

Al estudiar los planes directores se ha puesto de manifiesto la incapacidad del sistema de planificación urbana para integrar las áreas urbanas y las turísticas. No solamente se encuentran apartadas físicamente, sino que en el sistema de planificación no se encuentra una relación directa de una a la otra. Se ha podido apreciar que la planificación urbana en Cancún se ha divido en sectores que dependen de varias autoridades especializadas en un tema específico con un objetivo particular y una superficie determinada en el territorio sin coordinación ni diálogo político entre ellas. Por lo que es necesario tomar en cuenta que tanto cada uno de los sectores del “frente” como el “detrás” forman un mismo conjunto y que a los ojos de los urbanistas es imposible separar estas dos aéreas que son simbióticas, pues viven y afectan una a la otra. Además tratar de controlar una sin controlar la otra, es inútil.

En este orden de ideas, una zona que se ha encontrado segregada de los planes de desarrollo urbano desde sus inicios pero que actualmente debe ser integrada urgentemente por su proximidad con la mancha urbana de Cancún es el Ejido Bonfil. A pesar de que el uso de suelo de la extensión territorial de Bonfil es agrícola, la cercanía con los usos urbanos apuntan a ser el sitio de crecimiento urbano próximo, lo que seguramente tendrá una repercusión en la morfología de la ciudad.

Asimismo se ha observado que el conceder mayor densidad de alojamiento turístico trae como consecuencia el incremento en la densidad en la zona habitacional y de servicios, es decir el flujo de trabajadores y prestadores de servicios que llegan a Cancún que se alojan y trabajan temporal y la mayoría de las veces, permanentemente en la zona habitacional. Hasta el día de hoy, la válvula de escape del crecimiento turístico ha explotado verticalmente sobre la Isla Cancún y horizontalmente a lo largo del litoral. El crecimiento habitacional se ha dado hacia el norte y poniente de la ciudad. El crecimiento turístico fuera de Cancún sigue el litoral; en cambio el crecimiento habitacional y de servicios se da tierra adentro.

En el análisis de los tres planes directores de desarrollo urbano de la ciudad, cabe resaltar que cada uno ha sido elaborado por una autoridad distinta en períodos de poco más de una década, entre uno y el siguiente. Por lo cual se ha encontrado que los planes difieren mucho uno del otro de acuerdo a las intenciones de las autoridades que los elaboraron. Aunado a lo anterior, el crecimiento poblacional de Cancún ha tenido un ritmo acelerado por lo cual el momento histórico al realizar los planes de desarrollo cambian drásticamente de un plan al siguiente.

Con el propósito de visualizar gráficamente el crecimiento urbano de Cancún, esta tesis ha llevado a cabo la digitalización y comparación de fotografías aéreas de inicios de los 70 y los 90 mediante las cuales se ha constatado la rapidez con la que se edificaron las infraestructuras para el lanzamiento de Cancún como destino turístico internacional en los años 70 y la consolidación del corazón habitacional y de servicios en los años 90.

Se han ilustrado también las dinámicas de crecimiento que apuntan al norte y poniente de la ciudad y los límites de los usos de suelo más definidos que son el aeropuerto hacia el sur y el Sistema Lagunar entre la zona turística y la zona habitacional. Se ha resaltado el papel de los medios de comunicación en el funcionamiento de la ciudad y las redes de comunicación terrestre como directrices del crecimiento urbano. La integración de los medios de comunicación en Cancún, ha vuelto a la ciudad en un nodo de comunicaciones que abastece y mueve a la población y los insumos de la región norte de Quintana Roo.

Mediante el análisis gráfico se ha documentado la integración de tres distintas trazas urbanas que se generaron bajo la jurisprudencia de tres autoridades distintas que se funden en el tejido de uso habitacional-comercial-administrativo-industrial. Se han rastreado los posibles orígenes conceptuales de la traza en supermanzanas proyectadas por FONATUR para la clase media y media-alta, la traza en retícula rectangular al norte del polígono de FONATUR, proyectada por el Gobierno de Quintana Roo y la traza en damero cuadrangular del casco urbano del Ejido Bonfil, proyectada por las autoridades de la Reforma Agraria.

Se ha encontrado que las cuatro manchas que responden a los cuatro usos de suelo primarios de la ciudad, son las mismas que fijó el Plan 1982: la zona turística, la zona habitacional-comercial- administrativa-industrial, la zona de conservación y el aeropuerto. Han sido explicadas las dinámicas de crecimiento y ocupación del territorio de cada una de estas zonas.

Esta investigación llevó a cabo la documentación histórica de la política turística en la segunda década del siglo XX. Se tomó el año 1920 como punto de partida por ser el fin de la Revolución Mexicana, momento en el que surgen las bases para las nuevas instituciones políticas en México, como va a ser el caso de la SECTUR y de FONATUR. Al mismo tiempo coincidió con la finalización de la Primera Guerra Mundial y con ello el inicio de la actividad turística en México realizada únicamente por extranjeros.

El turismo masivo se ha constituido como una de las principales actividades en la economía nacional mexicana desde la finalización de la Segunda Guerra Mundial hasta nuestros días. Originalmente fue una actividad caracterizada por una afluencia norteamericana, ahora se ha dado la creciente introducción de la población nacional en la actividad turística. Acapulco fue el primer destino turístico desarrollado con apoyo gubernamental federal en el que se da una mezcla de turismo tanto nacional como internacional. El caso de Acapulco fue altamente exitoso en términos económicos; no obstante, ha dejado grandes lecciones que aprender en la planificación a priori de destinos turísticos de sol y playa. Ha dejado en claro la necesidad de valoración de aspectos implicados en los proyectos de desarrollo, tanto positivos como negativos, a corto, mediano y largo plazos.

La aportación económica que hizo el turismo en Acapulco a la balanza nacional hizo notar que el turismo podía ser la herramienta de crecimiento económico que México requería, por su rápida implantación, pronta incorporación de los distintos grupos de población a la oferta laboral y alta capacidad de generar empleos estables y bien remunerados a largo plazo.

En este estudio se revisó el marco legislativo, de 1920 a 1939, cuando se acuñaron los principios que definieron al turista y la actividad turística. De 1945 a 1958 se gestó y maduró la organización dedicada al turismo en el seno de la Secretaría de Gobernación. De 1959 a 1974 se desarrolló el marco legislativo de la nueva institución turística. A partir de 1974 se creó la Secretaría de Turismo. En ese momento el Gobierno Federal cifró sus más altas expectativas de desarrollo, bienestar social y ordenación territorial nacional en el turismo. Sin escatimar recursos económicos ni humanos, se planificó el turismo como la actividad que desencadenase un círculo virtuoso de desarrollo económico y social en México.

Para asegurar los principios de bienestar social, se creó una nueva Secretaría de Estado: la Secretaría de Turismo, la cual se basó en los principios de la Secretaria de Gobernación, institución de la cual deriva. Por otro lado, para asegurar las intenciones de inversión y recuperación de capitales y ganancias en tiempo y forma, el Gobierno Federal delegó la política turística al Banco de México. En aquel momento, la política turística quedo definida en lo legal por la Secretaría de Turismo y en lo económico, por el Banco de México.

Dentro de la política mexicana destacan dos autoridades en materia de turismo: la SECTUR como ANT, autoridad parte del Gobierno Federal que sigue las directrices de la Secretaría de Gobernación de la cual ha derivado y FONATUR, fideicomiso del Banco de México en el rol de una ONT como agencia ejecutiva con recursos económicos, capital humano y reserva inmobiliaria para las tareas asignadas, estas autoridades se ubicaron dentro del marco teórico de la planificación turística de la OMT estudiado y a las buenas practicas de la planificación turística que emanan de los preceptos de la planificación urbana y regional británica.

Desde 1974 FONATUR se ha convertido en una agencia gubernamental que ordena el turismo con un triple rol en el fomento al desarrollo turístico: como desarrollador, como banco aval y como inversor en desarrollos turísticos. FONATUR implementó una metodología propia y un proceso sistemático para hacerse de un prestigio, crear una sinergia de desarrollo y volver atractivos a la inversión privada los destinos turísticos en el menor tiempo posible. FONATUR ha comenzado con cinco CCIIPP en playas con incipiente número de población y carencia de actividades económicas relevantes. El caso de Cancún es el que ha requerido mayor esfuerzo por ser el primero y no contar con un antecedente que diera seguridad a los inversores.

En la tarea de conversión de una playa desierta sin servicios públicos, infraestructuras y número incipiente de población local a un destino turístico internacional de sol y playa reconocido, ha sido requerido un equipo multidisciplinario que no solamente se ha enfrentado a la falta de servicios, la inhospitabilidad del medio, la falta de mano de obra; sino también, a la creación y desarrollo de un nuevo mercado, que implica un dominio tanto de temas técnicos, legales y medioambientales, como de los comerciales.

La estrategia de planificación urbana y regional en la Península de Yucatán ha comenzado en 1974 con las grandes maniobras políticas tanto a nivel nacional como local. A nivel nacional se adaptaron los estatutos de la Banca Nacional Financiera y creó el Fondo Nacional de Fomento al Turismo. A nivel local, se creó el Estado de Quintana Roo y el municipio de Benito Juárez, del cual Cancún es cabecera.

En este trabajo se estudió la situación de la Península de Yucatán en el mismo período que se ha estudiado la política central, es decir desde 1920 a nuestros días. El norte de la Península de Yucatán a principios de los 1920 se caracterizó por el abandono de la población y la precariedad de las actividades económicas, exceptuando la henequenera, que cae a finales de la Segunda Guerra Mundial. La región había sufrido la Guerra de Castas (de 1847 a 1901) y posteriormente la Revolución Mexicana (de 1910 a 1920). La población del nororiente de Yucatán se había refugiado en las islas de Cozumel y Mujeres.

De 1930 a 1960 se registraron varios intentos por reactivar las actividades económicas sin éxito. Las obras de construcción y mejoramiento de infraestructura comenzaron en 1960 cuando EEUU rompió relaciones con Cuba y la Península de Yucatán se volvió un sitio vulnerable a la propagación del conflicto bélico.

Hasta principios de los 70 se optó por el turismo de sol y playa como actividad económica principal. A partir de ese momento el espacio turístico fue el fundamento en el que se ha basado el desarrollo económico y social en la costa de Quintana Roo. Los esfuerzos políticos iniciaron con la constitución de Quintana Roo como Estado libre y soberano de la Federación.

Después de varios intentos fallidos por activar el desarrollo económico y social en la primera mitad del siglo XX, el Gobierno Federal encauzó sus esfuerzos al desarrollo turístico de la parte nororiental de la Península de Yucatán.

El espacio turístico de Cancún recibió la mayor atención en este trabajo por haber sido el generador de la actividad económica capaz de reactivar la economía de la Península de Yucatán y promotor de otras actividades económicas secundarias y terciarias que han permitido un crecimiento social en la región.

El espacio turístico marcó la pauta de la ordenación territorial en Quintana Roo. El uso turístico hotelero de cinco estrellas acaparó el espacio turístico, lo que resultó en el desequilibrio del primer planteamiento que hizo el Plan 1982. Lo que trajo como consecuencia fue un crecimiento desmedido de la población de bajos ingresos que se asentó en terrenos ejidales sin servicios públicos. De ahí que los planes 1993 y 2005 se dedicaron a subsanar los rezagos que el crecimiento urbano de la zona habitacional para las clases bajas trabajadoras temporales en el territorio y hasta cierto punto han descuidado la zona turística que parecía no necesitar nada mas que el solo incremento de la capacidad de la infraestructura.

La configuración del espacio turístico se localizó en la estrecha Isla Cancún y se caracterizó por encontrarse entre los dos grandes espacios públicos de la zona turística: la playa y el boulevard. De tal suerte el espacio turístico ha devenido en una franja continua de desarrollos en la forma de los hoteles, los desarrollos residenciales y los centros comerciales. El uso hotelero de cinco estrellas ha sido genérico en el espacio turístico de Cancún. Está ubicado de forma continua sobre el boulevard, en los lugares privilegiados con las mejores vistas. La ocupación del frente de playa de forma continua dificultó la permeabilidad de la población no turista al frente de playa.

La supremacía de la tipología hotelera en la zona turística resultó en la fragilidad de los usos que coexisten en la zona. Las nuevas estrategias de desarrollo en Cancún han apuntado a la introducción del uso residencial de lujo y de segunda residencia en casas y torres en condominio de gran altura para robustecer las actividades comerciales y terciarias sobre la zona turística.

Este estudio de la planificación urbana y turística en Cancún ha profundizado en el funcionamiento e integración de zonas de servicio y zonas de recreación de destinos turísticos. Si bien se ha destacado que estas dos zonas pueden vivir apartadamente y de esta manera asegurar la plusvalía, seguridad, exclusividad y el valor paisajístico de un desarrollo turístico, también ha sido necesario considerar que existe una correspondencia y un reflejo entre el crecimiento de la zona turística y la zona habitacional.

En conclusión este trabajo ha permitido comprender la configuración espacial turística de Cancún actualmente y la ordenación territorial del noreste de la Península de Yucatán en un análisis urbanístico, desde la revisión histórica de las políticas y la organización gubernamental que han llevado al turismo de sol y playa a ser la actividad económica que aumentó los índices de crecimiento poblacional en el noreste de la Península de Yucatán.

Se ha estudiado la génesis y evolución de la primera ciudad turística de sol y playa exnovo desarrollada por el Gobierno mexicano. Se han encontrado las diferencias entre la ciudad planificada, la proyectada y la existente. Se ha encontrado que el desconocimiento de las relaciones entre el frente turístico y la zona habitacional y de servicios ha sido trascendente en la configuración del espacio urbano. También se ha encontrado que los problemas de la segregación entre la zona turística y la zona urbana no radica tanto en la distancia que existe de una a la otra ni del Sistema Lagunar que los separa físicamente, sino son en los objetivos de los distintos planes directores y programas de la ciudad. Se ha desvelado que la insuficiencia del sistema de planificación urbana para asumir la integración de las áreas urbanas radica en la participación de las distintas autoridades que han generado las zonas que hoy se han conurbado en la ciudad de Cancún.

El verdadero abismo entre la zona turística y la habitacional se ha dado entre las tres autoridades distintas con planes y formas de actuación distintas que han dado origen a tres zonas que hoy conforman la ciudad de Cancún. De ahí la necesidad de realizar un nuevo plan de desarrollo urbano de Cancún que comprenda todas las zonas que conforman la mancha urbana existente.

Esta tesis ha tenido como intención resumir la historia del turismo planificado en Cancún y volverse un texto de apoyo a los interesados en el tema. Otra de las intenciones de esta tesis doctoral ha sido presentar un método de análisis de la forma urbana actual a través del material gráfico disponible de la ciudad y encontrar su correspondencia con los documentos legales y sus intenciones. Este trabajo ha hecho uso del análisis morfotipológico de las piezas características que integran el tejido turístico para servir como ejemplo y base para futuros estudios urbanísticos.


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