Alicia María García Díaz Mirón
Para el Sistema de Acreditación, la revisión del indicador infraestructura y recursos físicos incluye diferentes aspectos de la planta física y equipo, valorando la congruencia entre éstos y los requerimientos específicos de los programas académicos, y las demás actividades que demanden las funciones sustantivas propias de instituciones de educación superior. Por lo anterior, se constituye en otro indicador de calidad que evalúa como el anterior citado; lo relativo a instalaciones, segunda variable en estudio.
Los recursos físicos de la Universidad Cristóbal Colón, se encuentran concentrados en dos áreas; el Campus La Boticaria, y el Rancho Calasanz.
En el Campus La Boticaria, se concentran todas las actividades, y el Rancho Calasanz se destina a las prácticas de la licenciatura en Desarrollo Agrícola, y a actividades deportivas.
El Campus La Boticaria, cuenta con un total de 11 edificios, cuya distribución se muestra en el siguiente plano:
Edificio 1/ Rectoría, Direcciones, Posgrado, Sala de Consejo, Bufetes, Servicios Médicos, y Oficinas Administrativas.
Edificio 2/ Aulas, Sala de Arte, Librería, Cafetería, y Oficinas Administrativas.
Edificio 3/ Centro de Cómputo Académico, Biblioteca, y Departamento de Informática.
Edificio 4/ Aulas, Laboratorios y Talleres, Sala de Catedráticos, Capilla, y Oficinas Administrativas.
Edificio 5/ Academias, y Oficinas Administrativas.
Edificio 6/ Aulas, Salón de Exámenes Profesionales, y Oficinas Administrativas.
Edificio 7/ Auditorio Calasanz.
Edificio 8/ Salón de Exámenes Profesionales, Cafetería, Tienda Escolar, y Oficinas Administrativas.
Edificio 9/ Gimnasio.
Edificio 10/ Aulas.Edificio 11/ Laboratorios y Oficinas Administrativas.
Por lo que hace a este indicador, un primer requisito a cumplir, establece que la superficie de terreno deberá distribuirse adecuadamente entre construcciones y áreas abiertas. (Ibidem. Debe 4, pág. 307)
La superficie total del terreno del Campus La Boticaria, es de 26,507 metros cuadrados. El ese espacio, las áreas abiertas y las edificaciones se distribuyen de la siguiente manera:
Terreno Metros Cuadrados Porcentaje
Superficie total 26,507
Edificaciones 5,242 20%
Áreas abiertas 21,267 80%
El comité visitador, en su trabajo de revisión, requirió además información relativa a la proporción que se le dedica del espacio dedicado a áreas abiertas, a jardines, andadores y estacionamientos; así, se generó la siguiente tabla:
Distribución de áreas abiertas Metros Cuadrados Porcentaje
Superficie total 21,265
Estacionamiento 6,505 30.6%
Jardines y Andadores 13,331 62.7%
Áreas deportivas y descubiertas 1,429 6.7%
Por lo que hace a la superficie total de construcción; otro dato adicional solicitado por el comité, se determinó que ésta cubre 8,773 metros cuadrados; distribuidos de la manera siguiente:
Distribución de áreas construidas Metros Cuadrados Porcentaje
Superficie total de construcción 8,773
Aulas, Laboratorios y Talleres 3,820 44%
Áreas deportivas techadas 1,438 16%
Áreas culturales 1,364 16%
Áreas administrativas y de servicios 2,151 25%
De lo anterior, puede concluirse que las áreas que abarcan la mayor parte de la superficie construida, se dedican a atender las funciones sustantivas de docencia y extensión; de manera que, cerca de la mitad de la superficie construida se dedica al área académica, y el espacio techado libre, se dispone para actividades culturales y deportivas.
El terreno en donde se encuentra ubicado el Rancho Calasanz, tiene una superficie total de 22 hectáreas; de las cuales 340 metros cuadrados son construidos, y el terreno libre restante, son áreas abiertas.
La siguiente obligación establece que la institución debe proporcionar condiciones de seguridad y servicio óptimo. (Ibidem. Debe 1, pág. 303)
Para verificar el cumplimiento especificado anteriormente, el comité entrevistó al Jefe del Departamento de Mantenimiento y Servicios, a una muestra de alumnos, de profesores, de personal administrativo, servicio técnico y de apoyo, realizándose además una inspección a la planta física realizada por el Bufete de la de Arquitectura.
Así, la información recabada determina que con respecto al orden y la seguridad hacia el interior del Campus, los encuestados opinan que en general son excelentes y buenas. El personal administrativo, de servicio técnico y de apoyo señaló que en el Campus universitario en general, no se han presentado casos de violencia y daño intencional a instalaciones y equipos. Estos datos se corroboraron con el Jefe de Mantenimiento y Servicios, quien afirmó que efectivamente no se han presentado casos de violencia y daño a instalaciones y equipo, y que en promedio se presentan entre 8 y 10 casos de robos al semestre.
Otra exigencia a cumplir, establece que la institución debe desarrollar un plan que sirva para expandir su planta física, de acuerdo a las necesidades al mediano y largo plazo. (Ibidem. Debe 3, pág. 306)
Para verificar el cumplimiento de este requisito, el comité entrevistó a la Directora General de Administración y Finanzas, quien informó que la universidad no cuenta con un plan de desarrollo arquitectónico, y que las necesidades se van cubriendo conforme van surgiendo, a partir de prioridades.
La siguiente obligación establece que la institución debe contar con los tipos y modalidades de salones, laboratorios y talleres que permitan la práctica de la docencia en condiciones idóneas. (Ibidem. Debe 6, pág. 311)
Para verificar el cumplimiento de lo anterior, el Bufete de Arquitectura realizó una visita de inspección a la planta física, y el comité aplicó cuestionarios a los Directores de Licenciatura, al Jefe del Departamento de Idiomas, al Jefe del Departamento de Difusión Cultural, y a una muestra de alumnos y profesores. Resultados de estos acercamientos, se obtuvo la siguiente información: Por lo que hace a las condiciones del mobiliario, equipo, instalaciones, iluminación y ventilación de las aulas, las poblaciones encuestadas las calificaron de buenas a regulares, dada la no existencia de barandales en algunas escaleras, y dado también a que el diseño del aula es escalonado; lo que no permite desarrollar trabajos en equipo y dinámicas grupales.
Relativo a las condiciones de laboratorios y talleres, se aplicaron cuestionarios a los profesores titulares del uso de estos espacios, y a alumnos que los requieren. Así, el 62.5% de los profesores opinaron que son deficientes, por su parte los alumnos opinaron que van de regulares a deficientes en un 60.9% y de regulares a buenas en un 62.2%. En cuanto al equipamiento de los talleres y laboratorios, el 52.7% de los alumnos encuestados afirmaron que éstos se encuentran parcialmente equipados con las tecnologías que demanda el mercado laboral, y el 62.5% de los profesores afirman que el equipamiento es deficiente para el buen funcionamiento del taller y la práctica docente.
De los resultados de la evaluación de este indicador, se señala como primera recomendación; a partir de una serie de debilidades, que en lo sucesivo, se tomen medidas para optimizar la asignación de aulas. Ya en ese tiempo en estudio, existe la preocupación por parte de las autoridades de la institución por optimizar en la medida de lo posible el uso de aulas, dada la imposibilidad de disponer de más espacios exprofeso en el Campus La Boticaria; preocupación que se genera por los equilibrios que se deben respetar, entre áreas abiertas y construidas.
Otras recomendaciones; que ponen de manifiesto el problema de espacios, refieren a que se deben incrementar el número de cubículos destinados al trabajo de las academias, y disponer urgentemente de espacios para proporcionar asesorías de tesis.
Se recomienda también, en base a lo anterior, que en lo sucesivo se lleve a cabo la planeación de los recursos físicos que cada nuevo programa académico requiera. Lo anterior, para evitar adecuaciones posteriores, y la problemática correspondiente.
Otra recomendación urgente es la que refiere a la necesidad de mejorar el equipamiento de los talleres y laboratorios, así como las condiciones en general de estos espacios.
Así, finalmente se recomienda la elaboración de un Plan de Desarrollo Arquitectónico, que señale los lineamientos a respetar en actuales y futuras concepciones de espacios.