Alicia María García Díaz Mirón
“La participación en los gastos no puede aplicarse equitativamente sin que funcione un programa de préstamos estudiantiles que ayude a los que necesiten obtener préstamos para su educación. Es necesario un programa de becas que garantice el apoyo financiero necesario a los estudiantes pobres y académicamente calificados que no pueden absorber los gastos directos ni indirectos de la enseñanza superior.”
“Los gobiernos pueden mejorar la eficiencia de los actuales planes de préstamos estudiantiles y ampliar su cobertura. Hasta la fecha, la experiencia con estos planes en unos 50 países industrializados, y en desarrollo ha sido desalentadora.”
“Debido a tasas de interés subvencionadas, elevadas tasas de incumplimiento de pago y altos costos administrativos, los resultados financieros de los planes de préstamo han sido insatisfactorios. Sin embargo, las experiencias de Colombia y de la provincia canadiense de Québec, por ejemplo, muestran que es posible preparar y administrar programas financieramente sostenibles.”
“Los planes de préstamos que dependen de los ingresos que han adoptado un creciente número de países, pueden ser más eficientes y equitativos que los tradicionales, si las entidades nacionales a cargo de los impuestos sobre la renta y seguridad social tienen la capacidad para administrar en forma eficiente el cobro de los préstamos.”
“También se puede mejorar la equidad mediante planes de subsidios dirigidos a los estudiantes del grupo de ingresos más bajos y a través de programas de trabajo y estudio. Los programas de asistencia financiera que son administrados por un organismo central (como en los Estados Unidos y el Reino Unido), y que permiten a los estudiantes utilizar sus planes de asistencia en cualquier institución que ellos elijan, tienen una importante ventaja con respecto a los programas administrados por instituciones separadas. Esta asistencia basada en el estudiante, o portátil permite que los estudiantes pobres tengan las mismas opciones que los que tienen más recursos financieros, y estimula la competencia entre las instituciones educativas para ofrecer programas de acuerdo con la demanda estudiantil. De esta manera los gobiernos pueden utilizar las fuerzas del mercado para mejorar calidad y la eficiencia de la enseñanza superior.”
0.2.4.3. Asignación y utilización eficiente de los recursos
“En la mayoría de los países, la distribución de los recursos estatales a las instituciones de nivel terciario se basa en presupuestos negociados. Este sistema no proporciona incentivos para el funcionamiento eficiente y el mejoramiento de la calidad, y hace difícil ajustar la distribución de los recursos financieros a las circunstancias cambiantes. Cada vez en mayor medida se están utilizando otros mecanismos que vinculan el financiamiento a criterios de desempeño en los países de la OCDE, y que podrían considerarse también en los países en desarrollo. El innovador programa de chile para canalizar fondos a las instituciones públicas y privadas según el número de estudiantes de excelente rendimiento que atraen, estimula a las instituciones a mejorar su calidad. Estos mecanismos de financiamiento constituyen incentivos poderosos para una mejor calidad y una utilización más eficiente de los recursos.”