Alberto Ibarra Mares
Para este trabajo se utilizará una combinación de ratios simples y ratios estándar. Como ya apuntamos anteriormente: los ratios simples son aquellas relaciones de dependencia que se obtiene al comparar las cifras de dos o más conceptos de la base de datos de estados financieros. Ahora bien, partiendo de que en el ratio intervienen dos elementos (el antecedente y el consecuente), a través de los ratios simples geométricos sólo adquirirán real significado las relaciones de dependencia y no los valores absolutos de los diferentes estados financieros.
Por otra parte, tanto estados financieros estáticos como dinámicos, podemos analizar a los ratios simples desde tres enfoques:
a) Por la naturaleza de las cifras: Aquí se incluyen a los ratios estáticos, que es cuando el antecedente y el consecuente proceden del balance general; ratios de flujos, cuando el antecedente y el consecuente proceden del estado de resultados y del estado de cambios en la posición financiera; y por último, la combinación de ratios estáticos y de flujos.
b) Por su significado o lectura: Los ratios los podemos interpretar en términos financieros, de rotación y cronológicos.
c) Por su aplicación u objetivos: Esto se refiere al tipo de factor que se quiere medir (rentabilidad, liquidez, etc.).
Con respecto a los ratios estándar, en la parte empírica de este trabajo, se determinaran las diferentes relaciones de interdependencia del promedio de conceptos y cifras obtenidas en la base de datos, con el fin de obtener cifras medias representativas. Es decir, el ratio estándar equivale al promedio de la serie de cifras o ratios simples de una misma empresa durante varios períodos, o bien, el promedio de ratios simples durante el mismo período pero de las distintas empresas dedicadas a similares actividades.
Con lo anterior obtendremos una serie de ratios estándar internos y externos, los cuales como apunta Zavgren (1985), tienen que tener una contribución relativa importante que se denomina “significancia estadística” dentro de las funciones discriminantes o análisis factorial, para llegar a través de los resultados a una interpretación correcta en términos financieros y económicos. Según este mismo autor, esto constituye un requisito básico para proponer las relaciones financieras que posteriormente se incorporarán a la teoría general del fracaso.
6.2.1. VALOR CONTABLE Y VALOR DE MERCADO
Con respecto a los valores utilizados dentro de los ratios simples y estándar, sabemos que toda empresa tiene dos tipos de valores: valor contable y valor de mercado. El primero es el coste histórico menos las depreciaciones y amortizaciones y así se establece que se tienen que elaborar los estados financieros. En cuanto al valor de mercado, éste es el precio en que se adquiere el activo o pasivo en el mercado.
El valor contable puede ser inferior o superior al valor de mercado y pocas veces coinciden. La diferencia entre estos dos tipos de valores varía dependiendo del tipo de activo o pasivo. En el caso de la tesorería la diferencia es cero. Sin embargo, en el caso de los activos fijos la diferencia siempre tiende a ampliarse. Para los pasivos se establece la cantidad que se ha prometido pagar. En la medida en que la empresa sea o no solvente, el pasivo tendrá un valor contable mayor o menor respecto al valor de mercado, por ejemplo, la deuda a corto plazo de una empresa insolvente (en sus pasivos de pagos) tiene un valor contable mayor a su valor de mercado. También podemos decir que el valor de mercado de un pasivo a largo plazo puede ser superior o inferior al valor contable.
Respecto al capital social, las diferencias entre ambos valores aún pueden ser mayores respecto a las que existen entre el activo y pasivo. Por ejemplo, el valor contable del capital mide la tesorería que los accionistas han aportado en el pasado (t-1) más la tesorería que la empresa ha retenido y reinvertido en el negocio (t0 + t1..+ tn). Esto por lo regular se parece poco al valor total de mercado que los inversores asignan a sus acciones. Según Brealey, Myers y Marcus (1998: p.32), lo más importante del capital social es su valor de mercado y no su valor contable, pues el primer tipo de valor es el precio en que el accionista puede vender sus acciones.
En diversas operaciones financieras, las empresas han intentado expresar el balance en valores de mercado y no contables, es decir, el contable excluye los valores históricos y sus amortizaciones. Entonces la diferencia existente entre el activo y el pasivo (a valor de mercado) es igual al valor de mercado de los derechos de capital de los accionistas. Así, el precio de las acciones es simplemente el valor de mercado de los accionistas dividido por el número de acciones en el mercado. En cuanto a que valores se utilizaran en este estudio, principalmente por las limitaciones que nos impone este estudio, utilizaremos básicamente valores contables reexpresados, lo cual da mayor validez a las cifras, pues se reconocen los resultados por posesión monetaria y los resultados por tenencia de activos fijos. Esto en parte compensa la omisión de utilizar valores de liquidación o valores de mercado. Sin embargo, en una etapa posterior que parte de este trabajo, el patrón a seguir para ampliar el análisis del sector al que pertenecen las empresas muestreadas, se utilizarán para la selección de los factores y cada uno de los ratios utilizados en esta investigación, la metodología que resumimos en el cuadro 6.1.