Alberto Ibarra Mares
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En 1988 Eric Swanson, del Banco Mundial, y James Tybout, de la Universidad de Georgetown de Washington, estudiaron la asociaci�n entre el incremento de los porcentajes de las quiebras, el incremento en los porcentajes de los tipos de inter�s reales, as� como el establecimiento de los �stocks� de cr�dito como condiciones macroecon�micas de importancia para la supervivencia de las empresas. Los porcentajes de quiebra sectoriales fueron analizados para determinar si los sistemas de reforma ten�an un efecto diferencial sobre la alta protecci�n de las empresas. Adem�s, los resultados de su modelo buscaron definir el rol que jugaban los costes financieros para determinar la probabilidad de quiebra, as� como las diferencias significativas entre la reforma y la post-reforma econ�mica de Argentina, en cuanto a los resultados de las empresas industriales.
En 1976, Argentina se hab�a implicado en un programa de desregulaci�n y estabilizaci�n financiera, as� como en una liberalizaci�n de su econom�a. Esta reforma concluy� en 1981 con una r�pida devaluaci�n de su unidad monetaria y el restablecimiento de los controles gubernamentales. Bajo este esquema, Swanson y Tybout examinaron el efecto del programa de reforma sobre las empresas industriales pertenecientes a varios sectores econ�micos.
Un problema importante que detectaron a trav�s de su investigaci�n sobre esta l�nea de estudios fue que a esas fechas hab�a pocos trabajos que se hab�an enfocado a pa�ses en v�as de desarrollo. Para los autores esto tal vez obedec�a a que la disponibilidad de bases de datos era un problema cualitativo en todos ellos, lo cual imped�a aplicar modelos como el de Altman. Sin embargo, destacaba el hecho de que en Brasil el propio Altman, hab�a iniciado ya intentos por encontrar la utilidad de los datos publicados en esos pa�ses para poder ser interpretados correctamente y analizados rigurosamente a trav�s de su modelo dada la importancia que presentaba el contenido singular de su informaci�n.
En su trabajo Swanson y Tybout analizaron las quiebras argentinas sector por sector, distinguiendo entre aquellas empresas cuyas actividades gozaban de una alta protecci�n y entre aquellas otras empresas que ten�an poca o nula protecci�n por parte del gobierno. Determinaron que en �pocas de procesos de liberalizaci�n, los patrones relativos a la quiebra responden a los sistemas reformistas gubernamentales dirigidos a promover las exportaciones a expensas de las sustituci�n de las importaciones.
Para ellos las variables financieras: porcentaje de inter�s real y los �stocks� de cr�ditos reales fueron los factores causales dominantes que se extendieron a lo largo de los a�os. Concluyeron que las fluctuaciones en los costes financieros afectaron negativamente las fluctuaciones de los resultados reales en cuanto a la determinaci�n de las ganancias netas. Por otra parte, consideraron que los costes financieros afectan notablemente el riesgo de quiebra, pero en cambio, los resultados del mercado no afectan notablemente el n�mero de quiebras. Aqu� las ventas mostraron una correlaci�n negativa constante.
Al revisar la literatura te�rica observaron que los negocios fracasados hab�an sido definidos com�nmente como aquellos que no tienen un valor presente de activos en exceso con respecto al valor presente de sus pasivos. Sin embargo, las bases de datos de estas variables no estuvieron disponibles y aunque consideraron que esta condici�n anal�tica ni es necesaria, ni suficiente para que una entidad corporativa deje de existir, en cambio si es necesaria para una definici�n operativa. Al definir a la variable dependiente, consideraron que una empresa estaba fracasada cuando satisfac�a por lo menos alguna de las tres condiciones siguientes:
a. Que estuviera en quiebra. Para ellos esto era un estatus �concursal� y por lo tanto estaba excluido del mercado de valores.
b. Que el estatus �concursal� se considerara como un supuesto a lo que marca el Cap�tulo XI de la Ley de Reforma de Quiebra de los Estados Unidos . Es decir, que la empresa estuviera en reorganizaci�n y acuerdos de repagos (aqu� pod�a quebrar o no quebrar eventualmente la empresa).
c. Que sus transacciones en la bolsa de valores estuvieran suspendidas o canceladas cuando la corte o la comisi�n nacional de valores hubiera suspendido la autorizaci�n para ofrecer sus acciones en el mercado p�blico.
Su an�lisis lo efectuaron de forma similar a como se hab�a aplicado en los pa�ses industrializados, utilizando como t�cnicas estad�sticas, el an�lisis discriminante y el an�lisis Probit. Su an�lisis les sugiri� que la liberalizaci�n de los mercados financieros influye sustancialmente en ciertos sectores industriales, particularmente cuando cambian las pol�ticas cambiarias, las cuales induce a grandes desviaciones en la paridad del poder adquisitivo. En tales circunstancias, la tasa de inter�s real sobre los pr�stamos en d�lares y en pesos, suelen diferir considerablemente sobre el retorno real productivo de los activos, y �stos tienden entonces a ser muy vol�tiles.
En el caso particular de Argentina, a principios de 1987 se volvi� nuevamente a un programa de estabilizaci�n que incluy� altas tasas de inter�s( 20% a 30% anuales). Los autores consideraron entonces que eran muy significativas las variables macroecon�micas dentro de los procesos de quiebra y que la falta de liquidez e insolvencia en el sector industrial pod�a significativamente empeorar los prospectos de avance en los pa�ses en v�as de desarrollo, ya que dichos problemas reducen los resultados de las empresas. Por ejemplo, a largo plazo estos problemas pueden inducir a cambios negativos en el volumen y en la formaci�n de capital. La relaci�n entre las condiciones macroecon�micas y la tasa de quiebras en general era muy evidente e importante para Swanson y Tybout, aunque en su trabajo tambi�n incluyeron varios hechos que se enmarcan en el nivel microecon�mico.
Con respecto a su base de datos, seleccionaron estados financieros de s�lo empresas manufactureras pues pensaron que de acuerdo al tipo de empresa se puede establecer mejor el riesgo que se da entre los diferentes sistemas de direcci�n. Estas empresas se encontraban cotizando en la Bolsa de Valores de Buenos Aires durante el per�odo de 1975-1982. Para la selecci�n de las variables independientes incluy� tres factores y diecis�is ratios (ver cuadro No. 2.11.).
Para Swanson y Tybout, la liquidez, el apalancamiento y los activos denominados en d�lares netos (�currency exposure�), eran los factores que med�an las caracter�sticas de los futuros flujos de ganancias de las empresas. Por eso, en su trabajo utilizaron una serie de variables de ingresos, costes, ventas, gastos de operaci�n y costes financieros netos. Cada variable correspondiente a las ganancias la construyeron como un ratio para normalizar las medidas del tama�o de la empresa (tal fue el caso del pasivo total, el capital contable o los activos totales).
En su trabajo los ingresos netos que definieron simplemente como ventas menos costes intermedios (depreciaciones, salarios, impuestos intermedios y pagos) no se incluyeron como un indicador. En su lugar consideraron que era mejor incluir a los beneficios con base en su potencial pues para ellos, las tres variables de los beneficios b�sicamente implicaban los ingresos netos. Adem�s, estos �ltimos no les hab�an demostrado una contribuci�n de poder adicional explicatorio cuando las variables se presentaron como ingresos netos. Aqu� se ignor� a los impuestos y a los ingresos no operativos.
Como lo esperaban ambos investigadores: los tres componentes de las ganancias sirvieron mejor para predecir las quiebras con respecto a s�lo los ingresos netos. Con respecto a los activos denominados en d�lares netos y seg�n los datos, consideraron que era una variable que no se hab�a antes utilizado en otros estudios predictivos, a pesar de que �sta proporciona una amplia extensi�n vol�til entre el d�lar y el peso. Por eso, para ellos, �sta fue importante para reconocer la denominaci�n de la moneda para un mejor an�lisis.