LA CONCEPCIÓN DEL DESARROLLO EN EL PENSAMIENTO ECONÓMICO DE JULIO LE RIVEREND BRUSONE
Yazmín Bárbara Vázquez Ortiz
Julio Jacinto Luis Le Riverend Brusone nace el 22 de diciembre de 1912 en La Coruña, España donde su padre se desempeñaba como canciller del consulado de Cuba. No se dispone de la fecha precisa de su entrada a Cuba, todo parece indicar que al terminar el trabajo del progenitor, la familia viaja a este país donde vive el resto de su vida.
Descendiente de madre francesa, Le Riverend aprende este idioma desde sus primeros años de vida, lo que le facilitó un amplio contacto con la historia y la cultura francesas. Los estudios primarios los cursó en diferentes escuelas de la capital cubana, y el bachillerato en el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana, en el que se graduó en 1930 con numerosos premios en diferentes asignaturas. Es en ese Instituto donde comienza a preocuparse por los problemas que padecía su país, y a enrolarse activamente en acciones contra la tiranía de Machado.
2.1.1- Acercamiento a los problemas que padecía Cuba.
El acercamiento de Julio Le Riverend a los problemas que padecía la nación, se produce en el contexto de la crisis que se había hecho manifiesta en la economía cubana desde 1920, la que se acentuó con la conocida crisis de 1929 a 1933. La economía cubana parecía haber llegado al punto en que se imponía la necesidad de profundas modificaciones; la estructura económica tradicional se mostraba incapaz de servir de base para el desarrollo necesario, y la dependencia al imperialismo yanqui se manifestaba crecientemente como el principal problema de la nación cubana.
Esta situación impulsó el desarrollo de una nueva conciencia política en Cuba, de carácter esencialmente antiimperialista en la cual se destacaron Julio Antonio Mella y Rubén Martínez Villena, quienes denunciaron la acción del capital extranjero norteamericano como principal causa de los males de la economía cubana, y como gestor de la dependencia, la deformación y la crisis estructural. Esta conciencia política se alimenta de los preceptos martianos que son retomados por los líderes juveniles de las organizaciones que se crean para luchar contra Machado, como el Ala Izquierda Estudiantil. Por otra parte, el triunfo de la Revolución Rusa de 1917, se constituye en paradigma que guía la práctica revolucionaria al poner de manifiesto la posibilidad de soluciones revolucionarias a la crisis estructural que ahogaba la economía cubana y que tenía amplias repercusiones sociales.
A estas luchas revolucionarias contra la tiranía de Machado, a través del Ala Izquierda Estudiantil y del grupo Maiakovski en el Instituto de la Habana, se vincula la formación inicial de las concepciones de Julio Le Riverend. Constituyen éstas la expresión de las primeras motivaciones que propician en el autor la búsqueda del entendimiento del mundo en que vivía y de la dinámica de su desarrollo para proyectar soluciones a los problemas del país.