LA CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD PROFESIONAL DE LAS NORMALISTAS TLAXCALTECAS
Victoria Ramírez Rosales
Los estudios sobre la identidad laboral tienen su anclaje más remoto en el enfoque cultural que sobre el trabajo surgió en la literatura internacional en el periodo de la posguerra -sobre todo en la tradición de la historia social inglesa y los Annales franceses-, como una respuesta necesariamente diferente a los estudios hasta entonces realizados sobre los trabajadores. Surgen en la década de los 60’s nuevas perspectivas analíticas permeadas por las nuevas maneras de entender y explicar los fenómenos sociales. Así tenemos el debilitamiento de las teorías macroestructuralistas ante los nuevos paradigmas enfocados en los procesos microsociales.
El enfoque cultural del trabajo surgió como una reacción a los procesos de modernización industrial y de urbanización en el periodo de la posguerra, cuyos orígenes principalmente los podemos ubicar en los debates teóricos provenientes de Inglaterra, Francia y Estados Unidos (Guadarrama, 2000).
En Inglaterra se abordaron los temas culturales del trabajo desde la sociología descriptiva y la historia social marxista. La sociología francesa retomó una postura culturalista, criticando las visiones deterministas marxistas. En un primer momento encontramos autores como Friedmann y Naville (1963) que analizaban al hombre en relación con los efectos de la industrialización y automatización, Mallet (1969) que propuso la existencia de una nueva clase obrera y más recientemente encontramos autores como Touraine que analiza la relación entre el sistema técnico de las empresas, la mecanización y racionalización del trabajo y las tareas de los obreros (Guadarrama, 2000:218).
En Estados Unidos el enfoque cultural del trabajo se nutrió de las teorías del interaccionismo, ubicando en el centro de las discusiones e intereses analíticos la comprensión de la acción social desde la interpretación del propio actor; así conceptos como “cultura”, “poder”, “profesión” y “profesionalismo”, adquieren nuevas miradas teóricas y analíticas .
Esta tendencia se extendió necesariamente a las investigaciones realizadas en América Latina donde se vivieron procesos similares a los que marcaba la “agenda” de los estudios sobre el trabajo a nivel mundial (Guadarrama, 2000:223-224).
La década de los ochenta del siglo XX marca un parteaguas para América Latina en los estudios laborales, en la medida que ocurrieron simultáneamente diversos procesos que marcaron de manera indeleble la temática. Así tenemos el “reconocimiento de actores específicos, dotados de cultura, en las transformaciones, en relaciones de poder e interacción con respecto a otros” (De la Garza, 2000:7).
Se presentaron necesariamente visiones que dejaban ver severas limitaciones en la “vieja escuela” de los estudios sobre el trabajo y se propusieron nuevos puntos de atención: uno de ellos era la necesidad de tomar en mayor consideración a los “sujetos”. Surge entonces el interés por el análisis de la subjetividad de los actores laborales, y los vínculos del espacio productivo con otras esferas sociales.
Un tema emergente dentro de esta nueva perspectiva, lo componen los estudios de género. Estos trabajos, han hecho visibles las diferencias y problemáticas que enfrentan las mujeres en su espacio profesional u ocupacional .
En la misma línea de ideas se puede mencionar que dentro de la inclusión de nuevos sujetos se volvió normal el hablar de trabajadores poseedores de una cualidad específica que era su formación académica y/o su experiencia profesional, es decir, los profesionales.
Dentro de los escritos pioneros se localiza a Alfredo Hualde (2000:664) quien señala que la sociología de las profesiones ha tenido un desarrollo importante desde los años treinta en países anglosajones como Estados Unidos e Inglaterra. En América Latina los estudios que se han realizado sobre profesionales –señala este autor- han observado los siguientes rasgos: a) hay artículos en la década de los sesenta que tocan temas como la salida de profesionales del Cono Sur durante las dictaduras militares; b) otros trabajos están ligados a las asociaciones de profesionales pero no contienen análisis referidos a las profesiones; c) en la sociología del trabajo hay análisis centrados en procesos de calificación/descalificación que pueden asimilarse a los temas de profesionalización/desprofesionalización tratados en la bibliografía de profesiones. Sin embargo, el análisis de las mismas parece insuficiente, disperso y escasamente analítico; algo contradictorio si se observa el notorio crecimiento de las profesiones a partir de la segunda mitad del siglo pasado.
De ahí que se hace necesario profundizar en el estudio de los profesionales, sobre todo desde una mirada que recupere la perspectiva del actor: sus prácticas, experiencias y significados, los vínculos entre el espacio de vida y su trabajo y, sus consecuencias en su subjetividad.
En el caso específico de México, actualmente, la profesión más relevante en términos cuantitativos es el maestro; específicamente el maestro de educación básica. No obstante este nivel de importancia, era un segmento no estudiado.
El Consejo Mexicano de Investigación Educativa COMIE ha venido efectuando una revisión de la producción de investigaciones educativas en el país, específicamente sobre un tipo de profesionista que es el que en este estudio tiene importancia relevante: el maestro. Es de destacar que, según evaluación del propio COMIE, antes de los ochenta prácticamente no se realizaba en términos relativos investigación sistemática sobre los maestros de educación básica y normal.
Sin embargo, a lo largo de la década siguiente las investigaciones fueron adquiriendo otras dimensiones sociales dando lugar a nuevas explicaciones, a nuevos sujetos y a nuevas manera de abordarlos, así, aparecen los maestros del nivel básico como actores sociales, actores históricos y actores políticos.
Se ampliaron indudablemente los temas de atención, pero quedaban algunos más sin consideración; por ejemplo: el tema de la identidad profesional. Los desarrollos teóricos sobre este enfoque vienen sobre todo de la sociología francesa, en México muy poco ha sido su impacto, así lo deja ver la bibliografía al respecto.
Sobre el tema de las identidades se encuentran algunos trabajos -particularmente sobre investigaciones de tesis-, la gran mayoría de éstos dirigen su interés por los maestros y maestras que se encuentran ya en servicio. Referido a la identidad profesional que construyen los estudiantes normalistas en los ámbitos de la vida cotidiana escolar encontramos un solo trabajo . Esta reflexión es importante porque la identidad en este gremio puede estar no asociada únicamente a la práctica profesional; sino que inicia su proceso de generación en los mismos centros de formación; es decir en las normales.
La formación profesional es el momento en el que las, y los estudiantes normalistas, adquieren un conjunto de conocimientos, implícitos y explícitos, que los hacen aptos para ejercer como maestras y maestros, pero además ocurre un proceso socializante de valores, creencias, representaciones, códigos y prácticas; en suma, el ethos de la profesión, todos ellos elementos constitutivos de la identidad profesional.
Esta investigación profundiza, desarrolla y explica el proceso de construcción de la identidad profesional del magisterio en el momento de su formación inicial, es decir, el momento germinal de formación profesional de los estudiantes normalistas.
Las conceptualizaciones sobre identidad punto de partida de esta investigación se ubican en la perspectiva de pensar la identidad como construcción social. Que ha sido especialmente desarrollada por la sociología francesa del sujeto .
Esta perspectiva revisa el supuesto de la identidad como esencia personal o como efecto sólo de determinaciones institucionales. Reconoce la articulación -por demás compleja y problemática- entre lo individual y lo colectivo, entre la acción y las estructuras. Como resultado de estas discusiones planteamos para esta tesis la visión de los sujetos como actores activos en los procesos de institucionalización profesional, es decir en la construcción de la profesión y por ende de su identidad profesional.
En este sentido, se rescataron las ideas de autores como Claude Dubar, Francois Dubet, y Vincent Gaulejac, quienes a partir de la actualización de teorías del interaccionismo simbólico, del actor social, del sujeto lacaniano, entre otras, brindan una nueva mirada a las relaciones entre los individuos y las instituciones sociales.
Desde estos autores la antinomia que coloca en un extremo las determinaciones estructurales-objetivistas y en el otro extremo las subjetivistas, en la construcción de la identidad, es superada con una nueva propuesta que plantea la articulación entre los determinantes sociales-estructurales y sus resignificaciones desde el sí mismo de los sujetos. “No se trata ya de identidades preasignadas y estructuradas por las instituciones sociales a la manera durkheimiana, sino como señala Guillaume (2002) de identidades construidas por los individuos” (Guadarrama, 2007:235).
Los temas relacionados con la identidad profesional refieren a conceptos de la teoría social mayor. Aquí las concepciones de Bourdieu y J.B. Thompson sobre los contextos socialmente estructurados, los aspectos espacio-temporales, el conflicto y las relaciones de poder al interior de los campos de interacción, fueron fundamentales para observar con mirada analítica las escuelas normales y los entramados de significaciones que se tejen a su interior.
Tomando como punto de partida las rutas teóricas trazadas y mi condición de investigadora-nativa, al ser yo misma maestra de educación primaria y ser egresada de la Normal Rural de Tlaxcala, lo que me permitió incluir un amplio conjunto de saberes sobre el magisterio, la cultura normalistas, las relaciones al interior de las normales de Tlaxcala, que podrían ser difíciles de revelar a un investigador ajeno al campo. Construimos la estrategia metodológica para esta investigación que estuvo fundamentada en la articulación de tres momentos básicos:
1) El histórico profesional que da cuenta de la dimensión temporal de los procesos identitarios, es decir, su diacronicidad.
2) El relacional –dimensión sincrónica- que explora el vínculo entre los sujetos de estudio (estudiantes normalistas) y los distintos contextos institucionales de interacción.
3) El subjetivo que da cuenta de la construcción del “ser maestras” de las estudiantes normalistas a partir de las dimensiones simbólico-imaginaria de los procesos en los que se constituyen.
Esta investigación tuvo como objeto de estudio a las estudiantes de dos escuelas Normales del estado de Tlaxcala: la Escuela Normal Urbana “Lic. Emilio Sánchez Piedras” y la Escuela Normal Rural “Lic. Benito Juárez”. Nos interesaron estas dos normales pues cada una de ellas representa los grandes proyectos que sobre el normalismo se han instaurado en el país: el normalismo rural y el normalismo urbano. Por otro lado, se trata de Normales con una gran tradición en la formación de maestros de educación primaria y que en suma manejan una matrícula tan numerosa que tienen un egreso muy significativo no solo a nivel estatal sino de la región centro del país.
Bajo la consideración de que la identidad profesional del magisterio no se construye en el vació social, sino más bien, tiene un fuerte referente histórico e ideológico, una fase clave en la investigación fue la revisión sociohistórica de la profesión, lo que nos permitió dar cuenta del papel determinante del discurso del Estado en la constitución de la profesión y en la construcción de los distintos imaginarios sobre la figura del maestro, imaginarios que son el “magma” de significaciones sobre los cuales se ha erigido la identidad profesional del magisterio mexicano.
Con el interés puesto sobre la revisión sociohistórica de la profesión surgieron las primeras preguntas gestoras, algunas de ellas de naturaleza muy básica; por ejemplo: ¿quiénes eran los maestros?, ¿dónde se formaban?, ¿cuáles eran las características de esta formación?, ¿cuál ha sido su función social? Estas interrogantes apuntaban a esclarecer el supuesto que ya en ese momento de la investigación nos planteábamos y que fue tomando certeza conforme avanzábamos en el estudio: el papel del discurso ideológico del Estado en la construcción de la identidad profesional del magisterio.
Las respuestas encontradas a lo largo de la revisión histórica nos llevaron a encontrar los grandes hitos de la profesión bajo los cuales se han construido las distintas figuras emblemáticas del “ser maestro”. El contraste entre el pasado y presente de la profesión magisterial condujo a más interrogantes sobre el papel de las escuelas normales, específicamente de los formadores de maestros, en la construcción de estas distintas representaciones sobre el ser y hacer del maestro. Adquirió importancia el indagar sobre las condiciones que guarda el grupo de profesores encargados de la formación de las normalistas; es decir: era imprescindible saber ¿quiénes son los formadores de maestros de las escuelas Normales de Tlaxcala?, ¿cómo han resignificado su papel como formadores de maestros?, ¿cuál es el entramado de interacciones al interior de las normales?.
Pero sobre todo se hacia indispensable explorar sobre la subjetividad de las normalistas, se amplió entonces la necesidad de respuestas a nuevas preguntas sobre las mismas alumnas, tales como: ¿cuáles son las motivaciones que las llevaron a ser maestras?, ¿cómo resignifican su formación profesional?, ¿qué opinión tienen de sus profesores?, ¿cuáles son sus percepciones sobre la “buena maestra”? y ¿qué prácticas colectivas llevan a cabo?.
Teniendo estos núcleos de interés como guías analíticas de la investigación, se plantearon los supuestos orientadores que a continuación enumeramos:
1. La construcción de la identidad profesional del magisterio mexicano tiene un referente fundamental en el discurso ideológico del Estado, desde el cual se han constituido los distintos atributos de la imagen del magisterio y de la profesión.
2. A partir del discurso oficial se han construido distintos imaginarios sobre el “ser y hacer” del magisterio.
3. Los imaginarios fundantes de la figura del maestro permanecen en la memoria colectiva como idealizaciones que se confrontan con las nuevas propuestas de formación, actualización y desempeño profesional del magisterio.
4. El proceso de reconstitución identitaria hacia la conformación de un magisterio más profesional se enfrenta con una estructura institucional que no se corresponde con los nuevos retos educativos.
5. Las estudiantes normalistas construyen su identidad profesional en un ámbito de socialización que ocurre en contextos interaccionales como la familia, la trayectoria escolar, y el proceso de formación profesional en las escuelas normales.
El objetivo general de esta investigación es: explicar cómo las estudiantes de las escuelas normales urbana y rural de Tlaxcala construyen su identidad profesional.
Como objetivos específicos tenemos:
1. Analizar el proceso de constitución de la profesión de maestro de educación primaria en México.
2. Caracterizar cada uno de los imaginarios que se han construido sobre la figura magisterial.
3. Analizar el entramado de interacciones al interior de las escuelas normales urbana y rural de Tlaxcala.
4. Identificar las particularidades de cada una de las normales estudiadas.
5. Identificar algunos rasgos identitarios de las normalistas tlaxcaltecas.
La exploración en la etapa empírica de la investigación, dio lugar a la conformación de seis capítulos para este estudio. En el primer capítulo se presentan las discusiones teóricas que consideramos más pertinentes sobre el tema de la identidad, también incorporamos otra línea indagatoria que tiene que ver con la teorización sobre las profesiones.
En el segundo capítulo se expone la estrategia metodológica para el estudio de las identidades, particularmente para el estudio de la identidad profesional de las estudiantes normalistas tlaxcaltecas. En un primer apartado se plantean los supuestos teórico-metodológicos que subyacen en la construcción del objeto de estudio, en un segundo apartado damos a conocer la fase operativa del diseño de la investigación.
En el tercer capítulo se analizan los grandes hitos de la profesión magisterial a partir de mediados del siglo XIX. El interés específico se centró en examinar el discurso oficial expresado en las políticas educativas implementadas en la formación del magisterio. La atención estuvo puesta en hacer visibles los distintos imaginarios sobre el magisterio construidos a partir de la ideología que subyace en las políticas de formación de maestros de educación primaria en México. La importancia de este capítulo radica en que nos permitió reconocer la trascendencia de la dimensión imaginaria en el caso particular de la constitución identitaria profesional del magisterio mexicano y el peso del Estado en la construcción de estos imaginarios.
Los imaginarios adquieren sentido en los contextos de interacción social de las estudiantes normalistas, consideramos que un contexto privilegiado de reproducción, significación, negación y disputa de estos imaginarios los constituye sin lugar a duda las escuelas normales donde las estudiantes se forman como maestras, de ahí que el cuarto capítulo da cuenta de los procesos de interacción entre los diferentes actores, las prácticas de formación y de sociabilidad, los ordenes simbólicos e imaginarios, que forman parte de los procesos de socialización de estas estudiantes como futuras maestras, así como el entramado de disputas, negociaciones, conflictos, a que ha dado lugar los nuevos reordenamientos institucionales.
El capitulo quinto y sexto refieren concretamente al estudio de las estudiantes normalistas. El capítulo quinto describe las características del sistema normalista a nivel nacional y los perfiles sociodemográficos de las normalistas tlaxcaltecas a partir de los resultados de un cuestionario que se les aplicó. Los datos del cuestionario no sólo nos dieron una visión panorámica del sector estudiantil bajo estudio, sino que además sugirieron nuevas preguntas que se incluyeron en las entrevistas en profundidad.
El capitulo sexto y último del trabajo, presenta los resultados que se obtuvieron al analizar las resignificaciones que las estudiantes normalistas hacen de sus experiencias vividas a lo largo de su trayectoria biográfica, dicho de otra manera, referimos a los procesos en que las normalistas definen su identidad para sí en la interacción, negociación, disputa, con los otros significantes en contextos institucionales como: la familia y las escuelas normales.
Se finaliza con un apartado de conclusiones en las que destaca la evidencia que nos permite afirmar que sí hay una construcción de identidad profesional desde las escuelas Normales; pero evidentemente se conjugan las experiencias vividas por las estudiantes normalistas durante su trayectoria biográfica.