Saúl Corral García
Debemos recordar que en su conjunto las tecnologías de la información son las que tienen mayores índices de crecimiento en los últimos años, con una muy alta densidad de conocimiento (gasto y personal dedicado en investigación científica y desarrollo tecnológico) y con tendencias a crecer en su aportación en valor y personal ocupado. En ellas se da el mayor número de alianzas estratégicas. Así el sector de la “infocomunicación” (telecomunicaciones, computación y medios audiovisuales) generó en 1994 un ingreso de 1.4 trillones de dólares (o sea, serían 1.4 mil billones), equivalente al 5.9 por ciento del producto interno bruto mundial. Por añadidura, a través de él circula un total de 2.3 trillones de dólares cada día. (Tarjanne, 1996: 62) Sólo para el caso de Estados Unidos tenemos que los ingresos de algunos de los sectores convergentes en la economía mundial de la información – telefonía, televisión, cinematografía, periódicos – suman un total de 98 billones de dólares anuales. Se calcula que el total de los sectores convergentes pueden llegar a facturar un trillón de dólares para el año 2000. (Communications Workers of America, 1994: 21)
Sin embargo, la economía mundial de la información se desarrolla con un alto nivel de heterogeneidad. Según los datos proporcionados por la OCDE (1997) se nota que está concentrada en los países desarrollados y contrasta con los servicios básicos de comunicación. La penetración telefónica en los países de altos ingresos tienen una densidad telefónica cincuenta veces mayor (540 contra 11 líneas por cada mil habitantes) y mucho mayor en términos de la densidad de las computadoras personales y de acceso a internet.
Con respecto al internet o red de redes, es pertinente señalar que se trata de una autopista libre, que recién se está privatizando y sé esta convirtiendo rápidamente en un mercado de enorme potencial. Sin embargo, por lo que observamos, hasta ahora no lo ha hecho en virtud de su baja calidad, por ser limitado, no estructurado, no óptimo para el tráfico multimedia y altamente concentrado. Tan sólo en los países de la OCDE para enero de 1997, los tres países que tienen las mayores tasas de penetración eran Finlandia con 55.5 hosts por mil habitantes, Islandia con 43.7 y Noruega con 39.3, los tres países con menor penetración son Turquía con 0.21, México con 0.33 y Polonia con 1.4, una gran brecha por recorrer. La perspectiva de esta vía es que pueda resolver los problemas enunciados a partir de su conversación privada y por lo tanto se empiece a cobrar por tiempo real. (OCDE, 1997: 98)
Además de la concentración de la demanda, la economía mundial de la información se construye como una autopista que es denominada por los grandes consorcios multinacionales. Son ellos que definen la transmisión de los conocimientos, y la pregunta es si también están determinando su contenido. Basta reconocer que si hasta el momento existe el free traffic en algunas de esas vías, tan pronto como se privatizan y se convierten en espacios de valorización, se definen los usuarios y, posiblemente los contenidos.
Entonces, es claro que quienes sean capaces de controlar la producción y distribución de la información serán aquellos que sean capaces de dominar al mercado globalizado. Hasta el momento es obvio que quienes están en las mejores posiciones son las empresas multinacionales de las telecomunicaciones y de la información . Al respecto podemos apreciar que entre las veinticinco empresas de la información y la comunicación más grandes del mundo se encuentran doce operadoras de telecomunicaciones, y el resto provienen de los ramos de la informática y electrónica. Asimismo se nota la concentración de dichas empresas en términos de los países: ocho son de Japón y Estados Unidos, siete europeas, una canadiense y otra coreana. Ellas son las que están luchando por este gran mercado. (UIT, 1997)
Para el caso específico de las telecomunicaciones, para 1996 los ingresos totales se calculaban en 670 mil millones de dólares, con una inversión de 160 mil millones, 745 millones de líneas y 135 millones de abonados de celulares móviles. (UIT, 1997) Como vemos el mercado que está en disputa es muy grande y tiene en el mediano plazo una perspectiva de crecimiento cada vez mayor.
En este contexto, debemos de valorar las propuestas de política en materia de telecomunicaciones para los países en desarrollo, señalados anteriormente, pues resulta que la gran mayoría de las reformas han incluido la privatización de las empresas públicas, convirtiéndolas en subsidiarias de las empresas multinacionales. Para el caso de América, en 16 países se privatizaron las operadoras de telecomunicaciones y en todas ellas han participado las diferentes empresas multinacionales como Cable & Wireless, las regionales de Bell y British Telecom. (UIT, 1997) ¿Hasta donde estas “coinversiones” garantizan la transferencia de tecnología e impulsan la adquisición de conocimientos?
En principio, encontramos que en términos de crecimiento y modernización podemos observar en este sentido, que las telecomunicaciones se han visto impulsadas por dicha inversión, incluyendo la disminución de los precios de los servicios y la elevación de su calidad. Sin embargo los desarrollos tecnológicos y las capacidades de investigación se mantienen en las matrices, dejando para los países en desarrollo, en el mejor de los casos, el desarrollo de software para la adaptación y mejor funcionamiento, además de elevar el nivel de calificación de la fuerza de trabajo directamente involucrada. ¿Hasta donde estos esfuerzos permitirán un cierre en la brecha de conocimientos entre los países? Este es un punto que está a discusión y que deberá ser analizado con mayor detenimiento a partir de la investigación empírica que se realiza.
En este sentido, lo planteado hasta aquí nos lleva a reflexionar en los aspectos siguientes:
1) Parece que es válido el planteamiento de que el conocimiento está siendo un elemento fundamental en el capitalismo. Por ello es pertinente preguntarse sobre las oportunidades que puede tener México en la nueva etapa del capitalismo.
2) Con respecto al tipo de conocimiento, se mencionó el tácito, que es parte de los modelos organizacionales, culturales y, también, de la misma maquinaria y equipo. Entonces, si consideramos que en el caso de México la mayor parte es importada, y el know how está implícito en ella. Entonces, ¿Hasta dónde la inversión extranjera permite un desarrollo de la economía nacional? ¿Hay oportunidades para que ésta pueda modificar sus patrones de conducta u obligarla a hacerlo?
3) En este mismo sentido, existe un oportunismo por la posible internacionalización del desarrollo de la investigación, cuestión que aún está en su etapa inicial. Sin embargo, hay que considerar que algunas experiencias empiezan a señalar que no habrá una gran transferencia de conocimiento y que por tanto, si bien se abrirán centros de investigación, éstos serán totalmente subordinados a los que tienen las multinacionales en sus países de origen.
4) Nos parece que es pertinente plantearse la pregunta sobre la estrategia y política de telecomunicaciones en México. De nueva cuenta parece que la infraestructura será absorbida por el capital multinacional y el impacto tecnológico, y el desarrollo del conocimiento será mitigado.