2.2.2.2 Las expectativas del cambio social

Considerando los datos señalados, en la entidad poblana existe un contraste importante entre riqueza y pobreza, lo cual, obliga al gobierno federal a generar esquemas que apoyen la equidad en la educación superior tecnológica como el eje rector que propicie los cambios en los entornos regional y estatal. Dado el panorama social y económico descrito anteriormente, el gobierno poblano parece creer que para mejorar las condiciones de acceso a la educación, la educación a distancia constituirá una estrategia válida para acceder a las regiones de la sierra norte, la mixteca poblana y la sierra negra, donde los índices de exclusión social son más altos. En la geografía de la marginación, el estado de Puebla se ubica en el cuarto lugar nacional. Este será uno de los retos sobre el acceso a la educación: propiciar que los contrastes entre riqueza-pobreza se atenúen, de tal manera que la equidad sea el elemento rector que dirija las acciones institucionales a favor los sectores sociales marginados.

2.2.2.3 Las exigencias del modelo económico

En la medida, que los países de precario desarrollo tratan de participar en un mundo globalizado, surgen problemas relacionados con la internacionalización de costos de producción tales como: los efectos nocivos en el medio ambiente, contaminación de tierra, agua y aire, y rompimiento de los ecosistemas naturales, que en suma, deterioran el hábitat natural. Hasta ahora en México no ha habido una propuesta estricta, o una política de vigilancia para prevenir estos desastres.

La desigualdad entre los países altamente industrializados y los países pobres se expresa en altos grados de inequidad tanto en lo social como en lo económico. La dimensión e incidencia de la pobreza del mundo pobre refleja una distribución de la riqueza fuertemente polarizada. Los retos son inmensos para el mundo pobre, y todo parece indicar que su crecimiento socioeconómico no tiene un sustento firme. Sólo la solidaridad internacional bajo procesos democráticos internos pudiera ser uno de los ejes que coadyuven en la solución de los terribles rezagos sociales

En el entorno internacional, México se inscribe como un país emergente, o de economía intermedia, lo que significa que algunos indicadores macroeconómicos muestran signos de estabilidad de base sostenible. Sin embargo, en contraste, la economía mexicana muestra también indicadores sociales que evidencian graves carencias en las condiciones materiales de vida de una gran parte de la población mexicana con tendencia a una evolución creciente. Sin duda, los contrastes internos son críticos y difícilmente pueden revertirse en el mediano plazo. Estas mismas características de desarrollo desigual las podemos observar en la educación, en la cual no alcanza una cobertura nacional en todos sus niveles y los sectores más pobres y lejanos en el espacio social, quedan rezagados y esta oportunidad de superación queda fuera de su alcance.

No obstante lo anterior, por lo observado, el gobierno federal cree que hay posibilidades serias de avance con base en una estrategia de desarrollo educativo que se manifieste en resultados más eficaces y eficientes. Responde a la misión institucional que busca la calidad como elemento inherente al proceso de formación profesional en educación superior, y en particular la relacionada con el Sistema Nacional de Institutos Tecnológicos, que todos se vinculen estrechamente con la planta industrial instalada en México. Cabe señalar, que los conceptos de calidad, eficiencia, pertinencia y gestión, serán la constante en el discurso de las nuevas políticas educativas oficiales.

De esta forma, como sostienen los nuevos planes de educación señalados, las amenazas de la globalización pueden reconvertirse en oportunidades, en la medida en que se propicie una educación tecnológica de calidad. Dicha educación se enfoca a desarrollar las competencias laborales conforme los requerimientos del mercado laboral, lo que permitirá conseguir mayor presencia en la sociedad mexicana y acceder a espacios más relevantes en instituciones de educación superior del extranjero, mediante una vinculación que contribuya a obtener la acreditación de las licenciaturas en ingeniería.