Sa�l Corral Garc�a
Esta p�gina muestra parte del texto pero sin formato.
Puede bajarse la tesis completa en PDF comprimido ZIP
(290 p�ginas, 5,31 Mb) pulsando aqu�
En primer lugar observamos que el Plan Nacional de Desarrollo parte de que la educaci�n nacional enfrenta 3 grandes desaf�os: 1) cobertura con equidad, 2) calidad de los procesos educativos y niveles de aprendizaje, e 3) integraci�n y funcionamiento del sistema educativo. Estos tres desaf�os se traducen en 3 principios fundamentales: 1) educaci�n para todos, 2) educaci�n de calidad y 3) educaci�n de vanguardia. (PNE 2001-2006 SEP, 2001: 16 y 17) De ah� surge la necesidad de visualizar el an�lisis de las nuevas pol�ticas educativas, adecuando estos principios u objetivos fundamentales en el esquema de an�lisis propuesto para este estudio dentro del contexto de la educaci�n superior tecnol�gica, el cual forma parte del desarrollo del sistema de educaci�n nacional.
Para ello, es importante identificar cada uno de los niveles o subsistemas de an�lisis propuestos con cada uno de los objetivos del PNE, de tal forma que logremos una visi�n m�s clara al comprender �ste como un subsistema integrado en su funcionamiento y regulado para su desarrollo por las nuevas pol�ticas educativas. Es decir, en otras palabras quedar�an identificadas cada una de las partes de la Tabla 5-1.
Al pretender analizar con esa visi�n de sistema, observar�amos que hay que destacar que los aspectos antes se�alados parten de una base de problemas sustantivos como son: cobertura, equidad y calidad educativa, adem�s de ser �stos consecuencia de las condiciones demogr�ficas, econ�micas, pol�ticas y socioculturales. El desarrollo de la educaci�n con todas sus contradicciones definidas como parte de la estructura (social) tiene una din�mica social, a la que se enfrenta y manifiesta en sus pr�cticas cotidianas, a trav�s del funcionamiento de las instituciones p�blicas y que el Estado administra a trav�s de las pol�ticas educativas para su desarrollo en la educaci�n p�blica.
Creemos se podr�n clarificar algunos de los postulados o principios que est�n contenidos en el Plan Nacional de Educaci�n pero tratados como subsistemas o niveles de an�lisis ya mencionados, de tal manera que nos demos cuenta de las diferencias que existen entre los objetivos de dicho plan vertido en sus pol�ticas con relaci�n a los resultados obtenidos por medio de la observaci�n en la investigaci�n de campo realizada en el Instituto Tecnol�gico de Puebla.
Si bien el Plan Nacional de Educaci�n nos menciona constantemente el principio de equidad o la cobertura de la educaci�n, que �sta debe ser para todos, en igualdad de acceso a ella y sobre todo obtener una educaci�n de calidad, dichos aspectos se ven reflejados a lo largo del discurso pol�tico en el documento. Dista mucho de tomar en cuenta las condiciones reales que en este sentido enfrenta la sociedad mexicana actual. Es claro, que lo se�alado en relaci�n con el tema de equidad y la justicia educativas se aplica en igual medida, seg�n el plan, con las variaciones l�gicas entre la educaci�n media superior y la superior. Pero sabemos que no todo el problema radica en los niveles de instrucci�n, sino en las diferencias que son notorias entre la educaci�n privada y la educaci�n p�blica, am�n de esta categorizaci�n del proceso educativo. Estas desigualdades sociales afectan con la misma fuerza en la educaci�n b�sica, ya que se manifiestan primero, en la forma de acceso restringido y posteriormente, en la consiguiente deserci�n escolar de los estudiantes. Lo anterior lo podemos constatar al observar los resultados de las encuestas ilustradas en las gr�ficas que corresponden a los niveles demogr�ficos y de acceso, donde no s�lo nos muestran estas diferencias socioecon�micas relacionadas con el conocimiento de las nuevas tecnolog�as, sino tambi�n con el ingreso restringido a la educaci�n superior en general.
En cuanto a la llamada sociedad del conocimiento, en el proceso de globalizaci�n actual, el Plan Nacional de Educaci�n, inserta en su discurso pol�tico un paradigma eficientista con tintes ideol�gicos neoliberales. Dicho proceso se ha concebido originalmente s�lo como el crecimiento de la productividad y la competencia, obligando de esta forma, a desarrollar capacidades individuales y colectivas que permitan a los estudiantes, seg�n el plan, insertarse positivamente en los procesos de cambio. Considera que el conocimiento se ha dado a manera de una �explosi�n� que obliga a repensar los prop�sitos del sistema educativo y a reconsiderar la organizaci�n social con miras al aprendizaje y aprovechamiento del mismo para toda la sociedad. (PNE 2001-2006 SEP, 2001: 221-222)
Por consiguiente, observamos que lo anteriormente expuesto no es posible adecuarlo en la realidad actual en que vivimos, ya que por otra parte el conocimiento y su aplicaci�n, si bien se vislumbra como base del desarrollo y factor que determina el nivel de vida de comunidades y naciones, seg�n el plan, que lo considera como una prioridad nacional y prop�sito central de que toda sociedad debe brindar acceso a una educaci�n de calidad al mayor n�mero posible de personas. (PNE 2001-2006 SEP, 2001: 225-227)
Dicho sea de paso, esa es su visi�n para el a�o 2025 que contempla en el mismo documento. Pero el acceso a la educaci�n por otro lado, no debe restringirse a una sola etapa de la vida, sino que debe ser una oportunidad que debe ofrecerse a lo largo de toda ella. La educaci�n para la vida y el trabajo es un motor del desarrollo humano, as� como una exigencia del mundo moderno, de la globalizaci�n de la econom�a y de las profundas transformaciones que experimenta la sociedad en todos los �mbitos. Por lo tanto, la educaci�n debiera vislumbrarse m�s bien a lo largo de toda la vida, como uno de los grandes retos al que habr�n de enfrentarse las sociedades del futuro para resolver los grandes problemas estructurales.
La educaci�n pues, vi�ndola de esta manera a trav�s del discurso neoliberal de las pol�ticas educativas y en este mundo globalizado, se convierte en una buena fuente de inversi�n donde las habilidades y la capacitaci�n deben fungir como los insumos principales de dicho proceso. Si bien unos cuantos se pueden ver beneficiados con este cambio, el acceso a la informaci�n, a la educaci�n y a las nuevas oportunidades de trabajo se marcar� m�s restringido en la poblaci�n con menores ingresos y por ende, la desigual oportunidad de satisfacer sus necesidades b�sicas de desarrollo y realizaci�n en esta nueva sociedad del conocimiento.