Saúl Corral García
6.1 Introducción
Ante la panorámica actual de desarrollo que se nos presenta enfrente, como resultado de lo observado en nuestro objeto de estudio, es necesario no sólo quedarnos en la reflexión de lo observado, sino también avanzar en la profundización del análisis del problema abordado desde el inicio de este trabajo, con las repercusiones que tienen que ver con la implantación de nuevos paradigmas modernizadores que se manifiestan a través de las nuevas políticas de la educación superior tecnológica y que analizaremos lo que proponen los organismos políticos internacionales, y la manera en que vierten sus decisiones en el refuncionamiento del desarrollo educativo en México. Posteriormente, con base en lo anterior haremos una última reflexión a manera de conclusión sobre este objeto de estudio.
Para ello tenemos como punto principal la pregunta de investigación que formulamos al inicio de este trabajo: ¿Cómo impacta el proceso de globalización a la educación superior tecnológica ante un nuevo discurso del Estado a través de sus políticas de modernización con paradigmas emergentes (NTI) de desarrollo tecnológico en la formación de profesionistas?
Para responder a la pregunta, es necesario reunir algunos elementos sobre el desarrollo de la educación en México, los cuales puedan servirnos como referencias fundamentales para realizar un diagnóstico sobre la realidad que enfrenta la educación tecnológica actualmente en el país.
6.2 Escenarios de la educación para el siglo XXI
Primero, podemos constatar que las metas que nos plantea el acceso a la sociedad del conocimiento como producto de la revolución tecnológica en la nueva economía, repercutirán también en el desarrollo del sistema educativo. Para ello, el Plan de Educación 2001-2006 define tres grandes escenarios educativos para todos los niveles y, de manera particular, para la educación superior como objetivos o estrategias fundamentales de desarrollo: 1) cobertura o acceso, 2) calidad y 3) pertinencia, de aplicación general para todos los niveles y, de manera particular, para la educación superior.
La realidad que enfrentamos ante esta nueva sociedad del conocimiento, es una en la que el capital humano es el principal insumo para lograr entrar en estos nuevos paradigmas de competitividad intelectual y el principal elemento para este nuevo proceso es la información. Identificamos en medio de esas condiciones socio-económicas al sujeto de análisis - que según Bachelard citado por Bourdieu (2002) -, como un actor social en un campo de fuerzas en el que se mueve y va a interactuar con los demás integrantes sociales. Bourdieu define al campo de fuerzas como una “situación dinámica” donde éstas sólo se manifiestan en la relación con determinadas disposiciones: es así como las mismas prácticas pueden recibir sentidos y valores opuestos en campos diferentes, en estados diferentes o en sectores opuestos del mismo campo. (Bourdieu, 2002: 92)
El contexto del ITP se perfila como un campo de fuerzas, donde se define su estructura como una situación dinámica entre los cuatro subsistemas de análisis: el acceso, el conocimiento, la aplicación y el uso de las nuevas tecnologías de información. Estos cuatro subsistemas responden al objetivo principal de esta investigación al tratar de conocer la importancia que tienen los nuevos medios de comunicación electrónica como son el uso de la computadora y el acceso al internet, en el rubro de las NTI.
Dichos subsistemas se presentan en el análisis como parte de una estructura social donde cada uno de ellos establece una función de orden que hay que cumplir para continuar con la estabilidad de dicha estructura, y que se manifiesta en el ITP como prácticas cotidianas institucionales que se articulan con el proceso educativo de manera continua, es decir, guiarse por principios y políticas institucionales plasmados en sus documentos oficiales, amén de las formas o metodologías didácticas que los docentes realizan todos los días.
Lo anterior está fundamentado en el desarrollo que la educación superior tecnológica ha presentado en los últimos años para incrementar la oferta, mejorar la calidad y dar mayor pertinencia a la formación de los profesionales que demanda el desarrollo del país. No obstante, el porcentaje de atención real se ubica en un 17% y en el escenario tendencial, se esperaría en el país un incremento de 2 puntos porcentuales en 10 años y una absorción de egresados de nivel medio superior con tendencia a estancarse. (ANUIES, 2001: 66) Traduciendo estos indicadores en resultados, se observa que en el año 2000, alrededor de 3 millones de profesionistas (con grado de licenciatura) aparecen en el ámbito nacional, lo que a todas luces resulta restringido su acceso a la educación superior, considerando el tamaño de nuestra población, e insuficiente ante el contexto de competitividad señalado.
Cabe señalar que los elementos que sustentan los escenarios educativos mencionados son de carácter estratégico, aún cuando no exhaustivos pero sí acumulativos, lo que significa que si nada se hace, es de esperarse que se obtendrán resultados tendenciales, es decir, si se emprenden nuevas acciones se podrán alcanzar situaciones factibles, y si además se reorganizan los recursos, se obtendrán mayores financiamientos, participaciones y apoyos, para aspirar a alcanzar el escenario deseable.