Tesis doctorales de Econom�a


LA EDUCACI�N SUPERIOR TECNOL�GICA FRENTE AL PROCESO DE GLOBALIZACI�N: LA INFLUENCIA DE LAS NUEVAS TECNOLOG�AS DE INFORMACI�N EN EL INSTITUTO TECNOL�GICO DE PUEBLA

Sa�l Corral Garc�a



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1.6 Educaci�n y globalizaci�n

La globalizaci�n de la educaci�n es un tema complejo que se presta a generalizaciones. La �nica manera de analizarlo es por aproximaciones que no tengan en cuenta la enorme complejidad de la situaci�n global, la gran diferenciaci�n y asimetr�a que en materia de desarrollo y diversos adjuntos concretos, en econom�a y estructura social, caracteriza a los diferentes pa�ses, regiones y culturas. La educaci�n es una parte apenas � pero fundamental � de muchos aspectos del desarrollo social en un sentido amplio y de afirmaci�n de los elementos permanentes positivos en la evoluci�n de la sociedad. (Urquidi, 2001) En este sentido, V�ctor Urquidi, especialista en el tema de educaci�n y globalizaci�n, se�ala que en el �mbito de la globalizaci�n hay que ver el mundo en su conjunto y todos sus elementos. El desempe�o educativo es diverso en funci�n de niveles y resultados ya logrados, por ejemplo, los pa�ses europeos (occidentales y orientales) y los industrializados en general han alcanzado la educaci�n formal b�sica necesaria para todos los j�venes en edad escolar. (Urquidi, 2001: 287) Existe en estos pa�ses una experiencia conocida que se investiga continuamente, para evaluar lo que se ha logrado, cu�les fueron los errores y cu�les los resultados positivos, c�mo se pueden evitar aquellos y mejorar �stos. En tales pa�ses nadie duda ya o se cuestiona la posibilidad de completar el ciclo de educaci�n b�sica y el ciclo medio. La proporci�n que llega a la educaci�n superior es de un 40% o m�s de la cohorte de edades respectiva. (Urquidi, 2001: 287)

En cambio en los pa�ses en desarrollo, la experiencia es variada y cada vez m�s dif�cil de interpretar. Las situaciones en perspectiva no son, en la mayor�a de los pa�ses, las mismas de cuando hab�a poca poblaci�n. Ahora la poblaci�n es abundante, a veces abrumadora en n�mero, y la tasa de incremento demogr�fico ha sido fuerte en el momento de iniciar la expansi�n de la oferta educativa, o contin�a si�ndolo. En la mayor parte de las naciones latinoamericanas, la educaci�n primaria sigue estando incompleta en las �reas rurales, esto es para grandes sectores de la poblaci�n. Muchos de los cuales no tienen siquiera acceso a terminar el ciclo, ni disfrutan de instalaciones, ni de maestros adecuados; situaci�n que podemos observar tambi�n, de manera general en M�xico.

En este sentido, en los pa�ses en desarrollo debe tenerse en cuenta la falta de continuidad de las pol�ticas educativas. Los conflictos internos, los desastres, los cambios de gobierno y las inestabilidades interfieren con la formaci�n de los maestros y con el proceso continuo de evoluci�n educativa. Adem�s, la educaci�n tiene contexto social, de manera que si no existen las condiciones acompa�antes � por ejemplo, nutrici�n adecuada, salud, mejoramiento de comunidades � la educaci�n bien puede fallar. La educaci�n no es un elemento aislado. Se olvida a veces que en los pa�ses en desarrollo el tama�o de los territorios y la accesibilidad de grandes regiones no es siempre favorable. (Urquidi, 2000: 289)

Por lo anterior, se puede observar que la globalizaci�n de la educaci�n ha de ser una meta, o al menos es una tendencia inevitable en la sociedad mundial. Quiere decir que en un gran n�mero de pa�ses se tender� a orientar la educaci�n conforme a las exigencias del mercado, es decir, de la demanda. La globalizaci�n termina por afectar otros aspectos de la sociedad, sobre todo la econom�a, lo que crea cambios en las pol�ticas educativas hacia una mejor integraci�n de una sociedad en la econom�a mundial. Por el incremento demogr�fico puede haber m�s necesidad que antes de proveer educaci�n, pero �sta se orienta por el mercado o por lo que se percibe como mercado. La alternativa ser�a lo que antes se dec�a y hac�a: una educaci�n no planeada pero con objetivos culturales.

Hace unos 60 a�os se empez� a hablar de planeaci�n de la educaci�n. La planeaci�n se volvi� una palabra m�gica, aun en el Instituto Internacional de Planeamiento de la Educaci�n (IIPE) de la UNESCO, aunque ahora tiene diversos significados. Ya sea orientada por la demanda o en funci�n de metas econ�micas y sociales generales, se debe cuestionar qu� tanto de lo que se hace o deba hacerse se reduce simplemente a alcanzar metas que otros pa�ses han alcanzado o que la gente cree deban alcanzarse porque los esfuerzos no han sido suficientes.

En M�xico, las instituciones estatales como la Secretaria de Educaci�n P�blica (SEP) miden el desempe�o educativo y la participaci�n en el sistema escolar formal por la matr�cula (inscripci�n), pero no se sabe si los educandos asisten a la escuela. Hay estudios que demuestran el absentismo escolar, la deserci�n, el absentismo de los maestros, el bajo rendimiento escolar y la falta de inter�s y apoyo familiar. Por ejemplo, las cifras nos muestran que en M�xico hasta el a�o 2002, el �ndice de deserci�n de estudiantes fue del 1.5% en nivel primaria; en nivel de secundaria fue del 6.9%, en el nivel bachillerato y nivel profesional t�cnico desertaron el 23% y el 15.1% respectivamente, de la poblaci�n estudiantil. (INEGI, 2003) Las estad�sticas son enga�osas y por desgracia se usan en las esferas p�blicas, los medios de comunicaci�n y hasta en ciertos c�rculos acad�micos.

Debido a los factores de deserci�n mencionados, que se han dado recientemente, creemos que la calidad de la educaci�n ha declinado en muchos pa�ses, aun en los Estados Unidos y en pa�ses como M�xico; sobre todo en las ciudades peque�as, en los asentamientos urbanos irregulares y zonas rurales donde la calidad y la constancia en la ense�anza son m�s bajas y donde faltan instalaciones para inducir a los estudiantes a leer, estudiar y hacer experimentos. Tambi�n los aspectos metodol�gicos han fallado. Todo ello tiene que ver con el concepto de la planeaci�n de la educaci�n. Est� en duda si pueden cumplirse normas m�nimas de educaci�n y si pudiera requerirse m�s en funci�n de la demanda como elemento din�mico de un sistema educativo.

En un estudio apoyado por el IIPE que se llev� a cabo en M�xico, se buscaba respuesta a la forma en que el sistema educativo se relacionaba con las necesidades de la industria electr�nica y el empleo de equipo electr�nico. (Mercado, 1990) Este estudio nos puede indicar uno de los primeros antecedentes de la incursi�n de las nuevas tecnolog�as, refiri�ndonos concretamente al uso de las computadoras en la educaci�n. Para ello, se hizo una encuesta sobre las fuentes de conocimiento y adiestramiento en los niveles secundarios y vocacionales, as� como en las universidades e institutos tecnol�gicos y, al mismo tiempo, se efectuaron encuestas entre los usuarios empresariales y otros de personal que tuvieran conocimiento y pr�ctica de operaciones electr�nicas.

Con la informaci�n obtenida, se encontr� en general que las empresas no se interesaban en lo que pudiera aprenderse en la escuela, ni en el certificado ostentado por el estudiante, sino que prefer�an buenos egresados promedio de las escuelas secundarias o de nivel medio superior y hasta superior, con base en entrevistas. Estos graduados deb�an demostrar inteligencia, obtener �ndices altos mediante pruebas y, seg�n el an�lisis de sus resultados, se les contrastaba para adiestrarlos o capacitarlos. En algunos casos, las empresas han apoyado a instituciones de adiestramiento capaces de dar estos servicios en beneficio de ellas mismas. De ser correctas estas apreciaciones, no se puede concebir la globalizaci�n de la educaci�n sin comprender, durante el proceso, el componente, complemento o sistema paralelo de adiestramiento o capacitaci�n � en todos los niveles � teniendo en cuenta la rapidez del cambio tecnol�gico.

Puede pensarse tambi�n que la globalizaci�n de la educaci�n debiera responder a los avances tecnol�gicos. Actualmente, observamos que los ni�os con frecuencia se adelantan a los adultos al aprender el uso de las computadoras y los sistemas que en ellas se emplean para manejarlas con gran rapidez. Lo aprenden dentro y fuera de la escuela y tambi�n de otros ni�os. La tecnolog�a como impulso de la globalizaci�n de la educaci�n es, en consecuencia, un factor de primera importancia en estas nuevas �pocas.

Sin pretender afirmar por ahora que la educaci�n sea mejor con el apoyo de las computadoras � aunque hay argumentos en contra � el hecho de introducir estas nuevas tecnolog�as en las escuelas debe implicar una modificaci�n en la planeaci�n de sus recursos tanto econ�micos, como materiales, adem�s de humanos, ya que �stos tendr�an que contabilizarse como un costo social adicional sistema educativo. En consecuencia, se necesitar�a para ello una forma de educaci�n compensatoria, como un factor que debe tomarse en cuenta en la globalizaci�n de la educaci�n. Es tambi�n un costo adicional, pero puede rendir un beneficio grande a corto plazo.

Uno de los problemas en muchos pa�ses en desarrollo se encuentra en las condiciones econ�micas y sociales que impiden destinar recursos suficientes a la educaci�n, pero no es f�cil cambiar las estructuras del gasto p�blico. La comparaci�n de los coeficientes de gasto en educaci�n respecto al Producto Interno Bruto (PIB), no es sino una de tantas mediciones agregadas que poco significan, ya que la estructura del sistema educativo en un pa�s no se puede comparar f�cilmente con la de otro, ni existe una norma universal, sin contar las cifras del PIB que dan cuenta parcialmente, al respecto. (Ver cifras en Cap�tulo 2)


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