Tesis doctorales de Economía


REMESAS FAMILIARES Y CONDICIONES DE VIDA EN EL CONTEXTO DE LA MIGRACIÓN GUERRERENSE HACIA LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA

Ramiro Morales Hernández



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CAPITULO 4. REMESAS FAMILIARES EN EL CONTEXTO REGIONAL DE GUERRERO.

En este capítulo, independientemente de hacer un análisis de la migración, interna e internacional de la población de Guerrero, la investigación se centra en el estudio de las remesas familiares y sus efectos en la marginación y calidad de vida de la población de Guerrero.

4.1 Migración, mercado de trabajo e índices socioeconómicos en Guerrero.

El estado de Guerrero se sitúa en la región meridional de la República Mexicana, sobre el Océano Pacífico y se localiza entre los 16º 18´ y 18º 48´ de latitud norte y los 98º 03´ y 102º 12´ de longitud oeste (Universidad Americana de Acapulco/Nacional Financiera (1994:6), y como ya quedó asentado en el capítulo anterior, Guerrero forma parte de la Región Pacífico Sur de México.

Limita al Norte con los Estados de México (216 Km.) y Morelos (88 Km.), al Noroeste con el Estado de Michoacán (424 Km.), al Noreste con el Estado de Puebla (128 Km.), al Este con el Estado de Oaxaca (241 Km.) y al Sur con el Océano Pacífico (500 Km.). Su extensión territorial es de 64,282 km2, incluyendo espejos de agua y territorios insulares, su extensión territorial corresponde al 3.3% del territorio nacional, ocupando el 14º lugar con relación a las demás entidades federativas. (Morales R. 1999).

Para el año 2006, la distribución política del Estado la conformaban 81 municipios, sin embargo, en el año 2000 la división estaba constituida por 76 (Cuadro 17), y en su conformación territorial, como lo señala Tomás Bustamante (2003), no hubo razones de integración geográfica o de identidad histórico-cultural de los pueblos que lo integraron, ya que a través de su historia, la entidad se ha ido configurando con municipios que en otros tiempos pertenecieron a los estados de México, Michoacán y Puebla.

Con el propósito de ubicar el contexto en que se presenta el fenómeno migratorio internacional en Guerrero, se procedió al análisis de su población en relación a su evolución y asentamiento, así como del comportamiento de los indicadores de marginación y desarrollo de calidad de vida de su población, para el año 2000.

Desde la perspectiva económica, Guerrero se divide en siete regiones; I) Norte, zona que limita de oeste a este con los estados de México, Morelos y Puebla; II) Tierra Caliente, situada al occidente de la anterior y limita al Norte con los Estados de Michoacán y México; III) Montaña, situada en el oriente del estado, limita con Puebla y Oaxaca; IV) Centro, como su nombre lo indica está delimitada por las demás regiones estatales; V) Costa Grande; VI) Costa Chica y VII) Acapulco; estás tres últimas ubicadas como una franja que se extiende de Noroeste a Sureste sobre el Océano Pacífico y que en conjunto poseen un litoral en el Océano Pacífico de 510 kilómetros; la primera con una superficie de 325 Km., limita al Noroeste con el Estado de Michoacán; la segunda, de menor superficie (175 Km.) limita por el Este con el Estado de Oaxaca. Y la región de Acapulco, que surge a partir del Año 1983, en que la Secretaría de Planeación y Presupuesto del Estado de Guerrero considera al municipio de Acapulco separadamente de la Costa Chica, surgiendo así la séptima región de Guerrero.

En el periodo de 1950 a 2000, la entidad presentó un crecimiento de población de 2´160,263 individuos, al pasar de 919,386 a 3´079,649, lo que la colocó en el 11º lugar nacional con una participación poblacional del 3.2% en el año dos mil.

De acuerdo al XII Censo General de Población y Vivienda del año 2000, la distribución de su población, según su asentamiento por tamaño de localidad se presentó de la siguiente manera: en localidades rurales (menores de 2,500 habitantes) vivía el 44.7 %; en comunidades de 2,500 hasta 9,999 habitantes el 15% y en ciudades donde la población se presenta de 10,000 o más individuos se ubica el 40.30% del resto de la población.

Es de destacar que en Guerrero existían un total de 7,718 localidades, sin embargo, el asentamiento poblacional presentó dos características; (I) una alta concentración de individuos en 16 ciudades de 15,000 y más habitantes, en ellas habitaban 1´201,022 individuos y, (II) que en 6,756 comunidades donde vivían de 1 a 499 habitantes se registraron 556,166 personas, es decir, de los 3´079,649 habitantes del estado, 1´322,461 se ubicaban en comunidades o ciudades medias de 500 a 14,999 habitantes.

El comportamiento del crecimiento poblacional guerrerense, durante el periodo de 1950 a 2000, tuvo distintas variaciones, en la década de 1960-1970 el crecimiento natural fue de 3.1, variando a 1.6 en el decenio de 1990 al 2000 -tasa que inclusive estuvo por abajo del 1.9 de la nacional-, baja que demuestra que Guerrero presentó una disminución de la tasa promedio anual de crecimiento de la población (INEGI, 2001).

Este decremento de la tasa media de crecimiento natural de la población guerrerense con relación a la nacional, tiene que ver con dos aspectos fundamentales: a) la disminución de la mortalidad infantil; y b) con el incremento en la esperanza de vida; ambos aspectos para su mejoramiento tienen dependencia con las condiciones de calidad de los servicios e infraestructura que proporciona el Estado –sobre todo en lo relativo a los servicios de salud y el impulso de actividades generadoras de empleo-, y con la capacidad propia de los individuos para lograrlo, mediante sus recursos.

De acuerdo a ello, analizando algunos estadísticos relativos a Guerrero encontramos que el escenario del PIB en la entidad durante los últimos años es: En 1995, su PIB ascendió a 21´394,709 (miles de pesos a 1993), lo que representó el 1.9% del país y que lo colocó en el 16º lugar nacional, cantidad que provocó que su producto interno bruto per cápita fuera de 7,336, lo que lo posicionó en el 28º lugar entre los 32 estados mexicanos, (INEGI, 1996 y 2002). Es decir, en términos económicos, la productividad de la entidad traducida en su Producto Interno Bruto no fue de las mejores del país.

Por otro lado, los componentes estadísticos que determinan el IM, colocaron a Guerrero en el año 2000, en el segundo lugar de marginación de México, sólo superado por Chiapas; posición que se refleja a nivel de sus municipios, toda vez que 30 de ellos fueron ubicados como de muy alto grado de marginación y otros 37 en alto grado, los que sumados acumulan el 88% de los 76 en que se divide al estado políticamente, los municipios donde la marginalidad es mas acentuada son: Metlatónoc -considerado el más marginado a nivel nacional-, seguido por Acatepec y Atlixtac, los tres localizados en la región de la Montaña.

Un indicador más que demuestra valores negativos en las oportunidades de la población guerrerense, es el grado del desarrollo humano. Al observar los datos de su comportamiento tenemos que en el 9% de los municipios, su población se destaca por padecer un bajo grado de desarrollo humano, otro 42% poseía un grado medio bajo y únicamente el Municipio de Acapulco presenta un grado alto. Metlatónoc con un IDH de 0.363 es donde la población posee las peores condiciones, seguido por Atlixtac 0.455, Alcozauca de Guerrero 0.480, Tlacoachistlahuaca 0.474, Acatepec 0.483 y Xochistlahuaca 0.486, todos ellos localizados en la Montaña de Guerrero.

Las condiciones de pobreza que padece la población de Guerrero y que pueden influir en la disminución de mortalidad infantil y en el mejoramiento de los indicadores de esperanza de vida, son más precarios que en la mayoría de los estados mexicanos, razón que podría estar influyendo en el decremento de su crecimiento natural de población.

Por lo que se refiere al comportamiento del fenómeno de la migración en Guerrero, tenemos que en el año 2000, se ubicó en el quinto lugar entre el total de entidades del país, como aportador de población emigrante internacional, lo que se reflejó en su Índice de Intensidad Migratoria.

De los 76 municipios en que se dividía políticamente Guerrero, cinco, presentaron un grado de intensidad migratoria muy alto, y fueron Alpoyeca, Cocula, Cutzamala de Pinzón, Huitzuco de los Figueroa y Tlalixtaquilla de Maldonado, otros trece se les ubicó en grado alto, y 25 más en grado medio, por lo que, estos tres grupos, representaron el 57% del total de los municipios donde se presentó un rango de medio hasta muy alto grado de intensidad del fenómeno.

En términos del comportamiento de la participación de población emigrante internacional, a nivel municipal, Acapulco de Juárez, Arcelia, Cutzamala de Pinzón, Chilpancingo de los Bravo, Huitzuco de los Figueroa, Iguala de la Independencia y Teloloapan acumularon el 53% de la participación estatal; es decir, contribuyeron con 62,720 individuos de los 117,838, destacándose Acapulco de Juárez quien con 22,837 emigrantes, absorbe el 19.37% del total estatal.

Buscando clarificar el fenómeno de la migración en Guerrero, se consideró examinar la relación que existe entre marginalidad, intensidad migratoria y remesas per cápita, lo anterior, con el propósito de ver si la población que habita en los municipios más pobres tiene un mayor involucramiento en el fenómeno migratorio, e identificar su comportamiento con relación al envío de remesas a su familia. Al realizar la prueba estadística del IM como variable independiente e intensidad migratoria como dependiente, la relación resultó no ser significativa (0.520); similar resultado se encontró al sustituir el IDH por el IM, puesto que el valor de significancia alcanzado fue de 0.472, con lo cual se comprueba que no hay elementos para decir que la marginación de los municipios influye como tal en el fenómeno.

Al tomar el Índice de Intensidad Migratoria como variable independiente y remesas per cápita como dependiente y aplicar la prueba estadística F de análisis de la varianza, se obtuvo que su relación no es significativa (0.590), resultado que no permitió calcular el grado de correlación entre los indicadores para ver la determinación o tendencia entre ellas.

¿Por qué y cuáles son las causas de la emigración en Guerrero? La manera más sucinta de responder ésta pregunta es exponer los aspectos básicos que explican en conjunto a la migración y su relación con los mercados de trabajo, visto como un proceso socioeconómico y demográfico integrador que repercute en asuntos de división del trabajo, y su forma de contratación en la región, así como en el cambio de crecimiento de la población y la concentración de la tenencia de la tierra, entre otros.

Al hablar de las formas de contratación, no podemos sustraernos el comentar la acumulación del poder económico y político de los caciques que ha padecido la población durante décadas, fenómeno que ha derivado en la acumulación de capital en un reducido grupo de familias que al sustentar el poder económico, controla los salarios y profundiza las desigualdades, lo que ligado al carácter estacional de los procesos agrícolas y al poco nivel tecnológico de los procesos de producción –sobre todo en el área rural-, deriva en la dificultad técnica de sustituir la fuerza de trabajo por maquinaria en algunos de los procesos de producción, aunque como lo señala Calva: “a veces se vuelve una ventaja cuando el costo de la fuerza de trabajo es mas bajo que los costos de producción” (Calva, 1992: 27).

Esto último, se ha presentado en el campo de Guerrero donde los tenedores de los medios de producción agrícola incorporan mano de obra barata, lo que explica de alguna manera el proceso migratorio ligado a los mercados agrícolas regionales, como es el caso de la población de la Montaña de Guerrero, que son contratados con salarios mínimos no profesionales y sin prestaciones sociales, por los dueños de los huertos de cafetales de los municipios de la Costa Grande, y por compañías transnacionales de producción de melón y pepino, ubicadas en la Tierra Caliente (Morales, 1999).

El efecto que produce el movimiento interno por razones de empleo en la entidad, se encuentra determinada principalmente por el desplazamiento que sufrió la población guerrerense durante los últimos cincuenta años. El punto de partida de la migración interna inicia en 1950, año en que su población total ascendía a 919,386 habitantes de los cuáles 55,862 se concentraban en uno de su municipios, el de Acapulco de Juárez, donde su ciudad principal ha sido el puerto de Acapulco que desde la tercera década del siglo XX, se ha caracterizado por ser un polo de desarrollo turístico.

El Puerto de Acapulco ha sido un foco de atracción de inmigrantes, no sólo de las distintas regiones del estado de Guerrero, sino de otras partes del país e inclusive de otras naciones, situación que lo llevó a un crecimiento demográfico durante el periodo de 1950 a 1980, en que se presentó la fase migrasístole de su proceso migratorio, concebida como:

“Fase que se presenta en el nacimiento y desarrollo de la curva de crecimiento de los polos de desarrollo cuando la fuerza de atracción hacia ellos, es mayor a la de retención en las comunidades, lo que provoca el flujo de migrantes, puesto que las personas carecen en su lugar de origen de ciertos factores que posee un centro urbano que los motiva a su salida, es decir la fuerza de atracción del polo de desarrollo tienen un mayor peso, a esta fase del fenómeno lo podemos considerar como la migrasístole del proceso” (Morales, 2003).

Es decir, la ciudad durante las décadas de 1950 a 1980, presentó un desarrollo económico que hizo posible atraer a los pobladores de otras regiones, alcanzando niveles de crecimiento poblacional de 181.7%, que se presentó en la década 1970-1980, en relación a los diez años anteriores (Morales, 2003 ).

Otros datos que reflejan el flujo migratorio hacia el puerto de Acapulco, lo encontramos al restar los datos de la población del Municipio de Acapulco a los del total de Guerrero (

Cuadro 2), con ello podemos comprobar el rápido crecimiento de la población acapulqueña que se presentó en las tres primeras décadas del periodo en análisis, que pasó de representar un 6.08 del total de la población guerrerense en 1950, a un 19.40 en 1980, lo que explica que el tipo de migración inicial hacia el polo de desarrollo fue en gran medida estatal.

Sin embargo, derivado de los cambios económicos que ha sufrido el país a partir de la década de los ochentas así como el nacimiento y/o desarrollo de nuevos polos de desarrollo turísticos en México, como Cancún, Puerto Vallarta, La Paz, Huatulco y Boca del Río-Veracruz; aunado tal parece, a la poca modernización de la industria hotelera y la casi nula adopción de nueva tecnología para el mejoramiento de los servicios de su principal polo de desarrollo, ha provocado poco crecimiento de la oferta de fuentes de empleo a nivel estatal, situación que ha motivado que desde la década de los ochentas se haya iniciado una fuerte migración de su fuerza laboral.

Flujo de emigrantes que se corrobora al comparar el comportamiento de los datos poblacionales a partir de la década de los ochentas, en que el porcentaje de crecimiento porcentual de la población en la década de 1980-1990 fue de 24.23, y de 1990-2000 de 17.52 cada uno en relación a los diez años anteriores (Gráfico 1); se distingue que estatalmente la población disminuyó en 6.7 puntos, es decir, este cotejo nos hace evidente que la caída poblacional estatal tiende a sufrir cambios, por lo que podemos señalar que Guerrero entra en la fase de emigración internacional de su población.

¿Por qué se asume tal postura? La explicación es en términos básicos y estrictos si entendemos que el incremento o decremento de la población en un territorio se presenta por las siguientes razones; a) por la tasa bruta de natalidad, b) por la tasa bruta de mortalidad, y c) por las tasas de inmigrantes y emigrantes de la población

Por consiguiente, en la búsqueda de entender la movilidad de la población en Guerrero, se tiene que tomar en cuenta, los datos del comportamiento de las tasas brutas de natalidad, mismas que indican que para 1990, por cada mil habitantes fue de 41.4 y para 1995 de 41.3 y que la tasa bruta de mortalidad, por cada mil personas fue de 3.3 en 1990 y 3.8 en 1995 (INEGI- H. Ayto. Mpal. Acapulco, 2000:35), se encuentra que la población tendió a incrementarse en virtud de que fueron más los nacimientos que las defunciones. Sólo nos quedan los indicadores de migración, para explicar el porqué de la caída porcentual de la población guerrerense durante las década de los ochentas y noventas.


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