Nilsia Joany López de Gelviz
Las empresas preparadas para la red saben como coordinar las relaciones entre la capacidad de liderazgo, el modelo empresarial y la tecnología. Fue denominada como “Capacidades” por Hartman & Sifones (2000), para indicar la habilidad para navegar entre este triple conjunto de valores. Las capacidades determinan la forma en que las organizaciones preparadas para la red responden a los cambios que suceden a su alrededor, explotan los recursos y oportunidades disponibles y se adaptan a las nuevas realidades. Las organizaciones que muestran este tipo de capacidades tienen respuestas para las siguientes cuestiones o pueden rápidamente averiguarlas: La empresa debe desarrollar capacidades para poder ser capaz de responder a los cambios rápidos y continuos. Tiene que tener la versatilidad de ser capaces de adaptarse y de transmitir el cambio con rapidez a través de toda la organización. La Empresa debe disponer de las capacidades de implantación necesarias para actuar de manera implacable (en tres meses o periodos de tiempo menor. La organización deberá disponer de las capacidades técnicas para acometer iniciativas Internet.
La empresa debe haber acumulado experiencia en la gestión de relaciones múltiples (tanto internas como externas). La capacidad de la empresa debe llevar a poder formar y disolver relaciones/alianzas rápidamente (creando y gestionando un e-cosistema).
Las capacidades necesarias para operar en la red requieren, como ya se ha mencionado, una profunda comprensión de la complejidad subyacente a la e-conomia. Los ejecutivos preparados para la red deben ser capaces de pensar simultáneamente en los efectos de numerosos sucesos. La capacidad de multitarea resulta esencial para el éxito en el mundo de la red. También se requiere una comprensión de los mecanismos que ayudan a una organización a mantener la coherencia y a no perder su identidad. La preparación para la red también impone una serie de requisitos en lo que respecta a la conectividad; una empresa debe ser capaz de intercambiar información en tiempo real acerca de los desarrollos que producen dentro y fuera de la organización. Finalmente, exponen Hartman y Sifones (2000) la organización preparada para la red debe desarrollar formas de coordinar estos elementos, si pretende tener éxito al tratar con la complejidad que resulta de los cambios económicos, tecnológicos, políticos y sociales.
A medida que va aumentando el tamaño y la complejidad tanto de la empresa como de la economía en su conjunto también aumenta el trabajo del gerente. La toma de decisiones esta inserta en un sistema dentro de la empresa, vista como un todo. más productos y más servicios han de aumentar necesariamente la complejidad que entraña la gestión empresarial. cuando mayor sea el numero de mercados en los que compite una empresa, tanto mayor deberá ser el numero de productos o servicios que ofrezca y cuantos mas competidores tenga en los mercados, tanto mas compleja deberá ser la estructura interna de la empresa. para comprender la complejidad que las organizaciones deben manejar hoy día solo basta con saber que hoy día los consumidores estaudinenses pueden elegir entre mas de 300 modelos de automóviles y que en la actualidad gran cantidad de modelos de ordenadores personales invaden el mercado y cambian con demasiada rapidez para el que los analistas y los consumidores puedan tenerlos en cuenta, mientras que para 1975 los computadores ni siguiera estaban disponibles para la mayoría de los consumidores. Como se observa, la competencia global también incrementa la complejidad en las organizaciones.
La mayoría de los problemas que enfrenta la humanidad se relacionan con la ineptitud de los individuos para comprender y manejar los sistemas cada vez más complejos de este mundo. La respuesta donde las cosas mejoran antes de empeorar es lo que vuelve tan contraproducente las decisiones políticas. Por "decisiones políticas" se refiere a las que se toman en virtud de factores que no obedecen a los méritos intrínsecos de diversos cursos de acción: factores como la extensión de la base de poder, la "buena imagen" o "contentar al jefe". En los sistemas humanos complejos siempre hay maneras de lograr que las cosas luzcan bien a corto plazo. Los efectos de la realimentación compensadora llegan inevitablemente, pero más tarde.