Nilsia Joany López de Gelviz
La I+D tiene la función y responsabilidad del desarrollo de los productos que fabricara y venderá la organización en su conjunto, para lo que necesitara información sobre los diferentes aspectos que deberán ser provistos por el resto de los componentes de la organización y por si misma. Cuesta F. (1998) los centra el conocimiento de los clientes, el conocimiento técnico, los recursos tecnológicos y la innovación y creatividad. Sin embargo el no poder tener un centro o departamento de I+D no significa que estas organizaciones no puedan contar con unidades de gestión tecnológica que orienten la política general de la empresa para la detección de las necesidades tecnológicas, y el consiguiente diseño de estrategias tendientes a satisfacer estas necesidades y servir de enlace con agentes proveedores de tecnología.
Para que los proyectos de I+D tengan un carácter innovador, y por lo tanto tengan consecuencias económicas y sociales, requieren estar vinculados a las necesidades tecnológicas específicas de las organizaciones del sector productivo. La innovación debe entenderse como un proceso, no es lineal, más bien es un proceso interactivo en el cual se replantean temas y se conjuga el esfuerzo de diferentes acciones. En este proceso la creatividad es un insumo importante. La creatividad es la habilidad que poseen los individuos para vencer ideas fijas y obsoletas, buscar nuevos caminos para la solución de problemas y tener la capacidad de reconocer el potencial de nuevas ideas.
Expresado de otra forma, el generar ideas, que es propio de la creatividad, implica el manejo de elementos conocidos y otros desconocidos, que hagan posible obtener ideas más valiosas que las anteriormente existentes. Lo más importante a mencionar es que la creatividad se puede estimular y expresar a través de la manifestación individual o en grupo. “en los mecanismos de estímulo de la creatividad influyen la estructura, el ambiente de la organización y el estilo de liderazgo de los jefes. La creatividad por lo tanto es un elemento que puede administrarse”. (Valenti, 1999).
En un contexto de transformación, como es sin duda la innovación tecnológica, las acciones gerenciales deben contemplar tanto los elementos tecnológicos y estructurales de la organización, como los personales, teniendo presente que representan la base del funcionamiento organizacional. La parte interna de la organización está constituida por tres dimensiones básicas: cultura, estructura, individuos. En otro orden de ideas, en cuanto a la duración tienen los procesos innovadores desde la invención hasta la innovación y su consiguiente retorno financiero, en la gran mayoría de los casos exitosos estos resultados son obtenidos en el mediano y largo plazo.
Un estudio realizado a 500 innovaciones, que abarcó el período comprendido entre 1953-1973 en EUA, Gran Bretaña, Alemania y Japón, demostró que el plazo promedio transcurrido entre la invención y la innovaciones correspondientes variaba entre 7.7 años para Gran Bretaña, 7.4 años para EUA, 5.2 años para Alemania y 3.4 años para Japón. No se dispone de datos específicos que reflejen el caso de los países de América Latina. (Valenti, 1999). La problemática de la innovación industrial realmente existente en América Latina da cuenta a través de las encuestas realizadas y reportadas durante 1998 por Arocena, & Sutz (2001) en países como Argentina, Colombia, Venezuela, México y Chile, son sintetizadas cualitativamente de la siguiente forma:
(1) El gasto nacional en innovación es bastante bajo; (2) Las firmas innovadoras se caracterizan por realizar actividades internas de I+D; (3) La innovación industrial es altamente informal, pero; (4) No necesariamente de un bajo nivel de complejidad; (5) Las firmas innovadoras tienen comparativamente un alto numero de técnicos calificado; (6) Las empresas necesitan personal capacitado para ser capaces de innovar; (7) La falta de personal calificado en empresas pequeñas y medianas no se ve compensada con apoyos externos.
Justifican Arocena, & Sutz (2001) que la inversión en I+D de América Latina es consistentemente baja si la compara con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y con la de países industrializados de Asia, pero lo mas relevante es que ninguno de esos países ha alcanzado el recomendado a las naciones en desarrollo hace treinta años por la Unesco como el mínimo umbral de inversión en I+D: 1% del Producto Interno Bruto (PIB). Respecto a los criterios que fueron utilizados para identificar las empresas innovadoras, al preguntársele acerca de las actividades internas del I+D el análisis colombiano concluyo que para empresas innovadoras en su muestra la implementación de proyectos de I+D fue el elemento mas importante en el proceso innovativo.
Respecto al porcentaje de empresas que indican realizar I+D y que también saben cuantos recursos le dedican a esas actividades, argentina reporto alrededor del 25% de las firmas fue capaz de declarar los recursos dedicados a I+D, en México 28.6%, en Venezuela 8%, en Uruguay 10%. La proporción de profesionales en I+D es consistentemente mas elevada que en otras actividades de la empresa. El análisis mexicano muestra que las empresas innovadoras eran capaces de contratar profesionales para actividades de I+D sin contar con estructuras formas de I+D; en Uruguay, la proporción de profesionales actividades formales e informales era prácticamente idéntica. Esto, en opinión de Arocena, & Sutz (2001) califica el sesgo informal de la I+D industrial latinoamericana: informalidad no puede ser identificada con bajos niveles de complejidad. Al evaluar la correlación entre la innovatividad de las empresas y el personal calificado es muy clara en todas las encuestas. Específicamente en el caso colombiano, la relación mas estrecha entre variables es la que indica que cuanto mas calificado es el personal mas innovativa es la empresa. Más aun, el único indicador relacionado a nivel de innovatividad más allá del tamaño era el número de personal calificado y sus salarios. En Uruguay el análisis fue similar, dio altamente significativo.
P086 Ausencia de Investigación y Desarrollo. Los gerentes están conscientes de la carencia de I + D. El gerente del sector plásticos dijo que “No hay presupuestos de I + D. Necesitamos desarrollar nuestras líneas o mejorar el proceso, y de hecho necesitamos investigar”. Maderas, por su parte, se las ingenian. Exclamo que “Los diseños los trabajamos a través de catálogos y los diseñamos tanto el jefe, como el administrador. Tratamos de mejorar y de darle funcionalidad a los muebles”. Metalmecánico, por su parte, opino “No, ahorita no, de eso no”. La situación descrita impacta en la planificación del desarrollo de los productos que fabricara y venderá la organización. Actividades estas que apoyaran el continuo suministro de recursos financieros a través de la repetición del negocio.
C. PERSONAL ESPECIALIZADO
P087 Inexistencia de Personal en Investigación y Desarrollo. Como consecuencia de la falta de I+D, la PYME no cuenta con personal especializado para tal función. Los gerentes opinaron, en este orden, E01, E03 y E04: “No hay personal especializado para ello. La estrategia es una alianza directa con el proveedor”; “No. Lo hacemos empíricamente también, utilizamos el personal interno. Si se hiciera por fuera, costaría mucho. Un diseño, una creación, cuesta bastante dinero”; “El ingeniero que esta es hijo del dueño. Esta haciendo unos análisis de cargos, reestructuración de todo lo que es la planta, hay cambio en todo, en tamaño, en productividad. Nosotros éramos más que mediana empresa, ahora somos de mediana empresa para abajo. Él es de la tercera generación. Esta optimizando los procesos. Estamos constantemente diseñando. La estrategia es la experiencia de los técnicos”. Se observa que los gerentes no logran visionar lo estratégico que resulta para la organización la I+D y muchas veces pareciera no ver sus alcances.