Nilsia Joany López de Gelviz
El componente afectivo de la innovación se estudio a partir de la cadena del conocimiento, con la dimensión (A) Gerencia del cambio.
La cadena del conocimiento. Al abordar la cadena del conocimiento, los autores Koulopoulos & Frappaolo, (2000:9), esgrimen que resulta claro “que hay un entendimiento cada vez mayor de que el conocimiento y la capacidad para innovar continuamente son factores de producción, como los terrenos y el capital, y que debe haber una manera de optimizarlos”. Aun cuando el conocimiento es una función humana, que se origina y reside en él, el gerente puede centrarse en las formas que le sirvan para dirigir la manera de usar ese conocimiento y construir sistemas y mecanismos que faciliten su expresión, compartiendo ideas y el know how.
A partir de lo que Michael Porter acuño como “cadena de valor”, y basados en el conocimiento, Koulopoulos & Frappaolo, (2000) crean la cadena del conocimiento. Ellos opinan que la gerencia del conocimiento depende menos de la cantidad de información que del número de conexiones que unen la información y las personas. El aspecto conector dinámico del conocimiento es un factor distintivo crítico entre la gerencia del conocimiento y la gerencia de la información. “Es navegar entre la información y las personas a través de una cadena de valor de actividades, lo que constituye una cadena del conocimiento” (Koulopoulos & Frappaolo, 2000:12). Como se puede leer, es indubitable el protagonismo de las tecnologías de información que posibilitan que se pueda difundir esa cadena del conocimiento a escalas planetarias.
Se define a la cadena del conocimiento o cadena C, “como una serie de interacciones que constituyen el ciclo de innovación de una organización”. Según los planteamientos de los autores (Koulopoulos & Frappaolo, 2000:12) hay cuatro etapas en la cadena del conocimiento que determinan el carácter exclusivo o distintivo y la longevidad de cualquier organización. Las cuatro etapas son (1) Conciencia interna; (2) Capacidad de respuesta externa; (3) Capacidad de respuesta interna; y (4) Conciencia externa. “Son factores que permiten que una organización inteligente pueda innovar o cambiar con éxito, mientras que la extinción arrasa a sus competidores”.
La conciencia interna es la capacidad de una organización para evaluar con rapidez su inventario de destrezas y competencias medulares. Como ejemplo elocuente, en el mercado actual, los productos se tienen que reinventar continuamente, con un ciclo de vida cada vez mas corto (es lo que Peter Druker llama abandono organizado). Se trata entonces, de la capacidad para literalmente canibalizar los éxitos más grandes de la empresa, con el fin de sacar al mercado el siguiente producto exitoso antes que sus competidores. El fuerte énfasis en las estructuras funcionales de la organización, que con frecuencia se encuentran a todo nivel en las compañías tradicionales, inhibe el desarrollo de la conciencia interna. Ellos definen su competencia medular en relación con sus productos y servicios y no respecto a sus destrezas.
La capacidad de respuesta interna, refiere al cambio internalizado dentro de si misma, con la suficiente rapidez, para atender los requerimientos del mercado. También es la rapidez con la que las competencias pueden traducirse en acciones para llevar un producto al mercado o responder a la necesidad de un cliente. La capacidad de respuesta externa, va por la capacidad de satisfacer los requerimientos mejor que sus competidores; es la capacidad de responder ante la turbulencia externa que afecta a la organización, mediante la toma de decisiones sin tener que coordinar y considerar todos los factores en un negocio y entorno del mercado complejos.
La clave esta en establecer estrategias en términos de metas amplias y pautas y se basan en la capacidad organización para acertar cuando la mira del entorno de la organización queda alineada con los requerimientos del mercado. La conciencia externa, entendida como la capacidad de la organización para entender la manera como el mercado percibe el valor asociado a sus productos y servicios. También es la percepción de las tendencias del mercado, las acciones competitivas, regulaciones del gobierno y cualquier otra fuerza relevante del mercado.