Nilsia Joany López de Gelviz
La fenomenología, según Husserl, es la ciencia que trata de descubrir las estructuras esenciales de la conciencia. Debido a ello, el fin de la fenomenología no es tanto describir un fenómeno singular, sino descubrir en él la esencia (éidos) valida universalmente y útil científicamente. La esencia, aunque aparece solo en las intuiciones de los seres individuales, no se reduce a ellos, pues en cierto modo se encuentra fuera del tiempo y del espacio, es decir, no esta ligado al tiempo y al espacio. “Así el investigador no se limita al estudio de casos, aunque parte de ellos, sino que su meta consiste en alcanzar los principios generales mediante la intuición de la esencia; su método no es, por tanto, ideográfico , pero tampoco nomotético ; esta en los dos”. (Martínez M., 1999:169).
Al hacer un abordaje epistemológico de la fenomenología para la competitividad, aquella tiene un marcado énfasis en lo individual y la experiencia subjetiva; “la fenomenología es la investigación sistemática de la subjetividad”. Rodríguez, Gil & García (1996:40). El estudio de la competitividad se torna como un estudio de la experiencia vital, del mundo de la vida, de la cotidianidad, del gerente PYME. Y esta cotidianidad, en sentido fenomenológico es la experiencia no conceptualizada o categorizada. Con la fenomenología se permitió dar una explicación a los fenómenos dados a la conciencia del gerente. En esta perspectiva, ser consciente implica “una transitividad, una intencionalidad” puntualiza el autor. Él dice que la investigación fenomenológica es el estudio de las esencias. La fenomenología se cuestiona por la verdadera naturaleza de los fenómenos.
La esencia de un fenómeno, la competitividad, es universal, es un intento sistemático de develar las estructuras significativas internas del mundo de la vida. La investigación fenomenológica es la descripción de los significados vividos, existenciales. Ella procuró explicar los significados en los que estaba inmersa la vida cotidiana y no las relaciones estadísticas a partir de una serie de variables, predominio de tales o cuales opiniones sociales o en la frecuencia de algunos comportamientos. La fenomenología permitió explicitar la esencia de las experiencias de los actores sociales, en este caso, los gerentes de las PYMES. De igual manera, la fenomenología posibilitó hacer un estudio científico humano de los fenómenos –como es entendida la competitividad por los gerentes PYME desde la diversidad de sus ópticas pluriparadigmáticas- a ella se le considera como ciencia en sentido amplio, un saber sistemático, explicito, autocrítico e intersubjetivo. También, con la fenomenología se pudo obtener la exploración del significado del ser humano. En otras palabras, dice Rodríguez, Gil & García (1996:42) “que es ser en el mundo, que quiere decir ser hombre (...) [gerente], en el conjunto de su mundo de la vida, de su entorno sociocultural”. Es pensar sobre la experiencia originaria.
Mediante la fenomenología se buscó conocer los significados que los individuos, en este caso, los gerentes, le dan a su experiencia en la PYME y desde este ángulo la investigadora construyó lo que para los participantes ven como su realidad social; lo más importante, para la investigadora fue aprehender el proceso de interpretación, por lo que el gerente define su mundo y actúa en consecuencia. De esta forma, se intentó ver las cosas desde el punto de vista de otras personas [gerentes] describiendo, comprendiendo, explicando, contrastando e interpretando. La fenomenología requiere de un rigor en la sistematicidad y critica que la acompaña. La estrategia metodológica que se diseño y escogió, permitió comprender el estudio de las realidades humanas, apoyado en un elemento central cuyo fundamento es la estructura. Es oportuno considerar que el comportamiento humano “se considera como un todo estructurado, irreducible a sus elementos o componentes, algo que por esa misma razón, exige métodos que respeten las estructuras psíquicas humanas, se adapten a ellas y sean capaces de estudiarlas y comprenderlas”. (Martínez M., 1999).
En cuanto al análisis fenomenológico, epistemológicamente se asumió en su análisis el proceso discursivo de la fenomenología, permitiendo a la ciencia construir sus objetos en distintos alcances de explicación. Para el fenomenólogo, la conducta humana, lo que la gente dice y hace, es producto del modo en que define su mundo.
Como investigadores la misión es aprehender este proceso de interpretación. Porque para esta investigación, que se desarrolló en escenarios Venezolanos, específicamente, del Estado Táchira, epocalmente llena de profundos cambios radicales en área económica, social, política y globalizada, en tiempos turbulentos, con lo cual se apoya lo que acota Centeno B. (2001) es necesario buscar novedosas alternativas “que nos permitan no solo la supervivencia empresarial sino el éxito sostenido como organizaciones verdaderamente competitivas. En definitiva, son los hombres y las organizaciones los que marcan la diferencia. Se justificó una postura fenomenológica, por cuanto al ir al terreno sin una teoría o marcos teóricos constreñidos que instalan lo nuevo en moldes viejos, imposibilitando la emergencia de lo novedoso, de lo original, de la innovación.
Es lo mismo que Husserl llamaba epojé o puesta entre paréntesis, prescindiendo de las teorías, conocimientos, intereses, tradiciones previas del investigador para de esta forma captar mejor el verdadero y autentico mundo y la realidad experimentados y vividos por el grupo de estudio, los cuales no solo tienen su estructura y regularidad, sino también una lógica que es anterior a cualquier lógica y que funge como trasfondo a la existencia en que se deben apoyar las dimensiones valorativas y teóricas posteriores.
El énfasis primario de la fenomenología esta puesto en el fenómeno mismo, es decir, en lo que se presenta y revela a la propia conciencia y del modo como lo hace: con toda su concreción y particularidad; y esto no solo tiene su estructura y regularidad, sino una lógica que es anterior a cualquier otra lógica. Se pretendió analizar los impulsos, percepciones, conocimiento, que a su vez determinaron el comportamiento gerencial que se traduce en acciones tendientes a una mayor o menor competitividad; se aprehendió esa realidad, así como se da de hecho en la persona.