Marisol Isabel Martínez Iglesias
Esta entrevista se realizó a los alumnos para profundizar en su caracterización en cuanto a composición cultural y conocimientos culturales y lingüísticos. En este sentido, se optó por la entrevista estructurada e individual (ver Anexo 4), que se aplicó a partir de la 5ta semana del curso preparatorio a una muestra de 40 alumnos comprendidos en tres años académicos consecutivos (2002-2003 con 12 alumnos; 2003-2004 con 15 alumnos; 2004-2005 con 13 alumnos). Esta forma de muestreo obedeció a la necesidad de valorar las características de los alumnos de variadas culturas frente al proceso de enseñanza-aprendizaje del español como lengua extranjera con diferentes profesores, de manera que los datos llevaran a establecer generalizaciones confirmadas.
Una cuestión fundamental durante todo el proceso de investigación fue el trabajo con grupos donde se distinguiera como característica esencial una composición cultural heterogénea, lo que se puede verificar a través de los gráficos que aparecen en el Anexo 5.
Durante el curso 2002-2003 la nacionalidad de la muestra (12) fue 4 alumnos de Yemén, 2 alumnos de Cambodia, 1 alumno de Antigua, 1 alumno de Santa Lucía, 1 de Palestina, 1 de Jamaica, 1 de San Vicente y 1 alumno de Irán. De ellos 3 son hembras y 9 varones. Estos alumnos se agruparon en el área de las ciencias naturales (5- Licenciatura en Farmacia, 4 - Medicina Veterinaria, 1- Licenciatura en Ciencias Alimenticias, 1- Licenciatura en Geología y 1- Ciencias Médicas).
Durante el curso 2003-2004, la nacionalidad de la muestra (15) fue: 5- Guyana, 5 - Jamaica, 4 - Santa Lucía y 1 - Belice. De ellos, 2 hembras y 13 varones. El perfil profesional se encuentra el área de las ciencias técnicas (4 - Ingeniería Automotriz, 11 - Ingeniería Mecánica).
Durante el curso 2004-2005 la nacionalidad de la muestra (13) expresado por 5 alumnos de Guyana, 2 de Jamaica, 1 de Siria, 1 de Santa Lucía, 1 del Líbano, 1 de Uganda y 2 de San Vicente. De ellos, 1 es hembra y 14 varones. La futura carrera de estos alumnos se encuentra en el área de las ciencias técnicas (4 alumnos en Ingeniería Eléctrica, 4 en Ingeniería Automotriz y 5, en Mecánica).
Además de la nacionalidad y el futuro perfil profesional de los alumnos, también se tuvieron en cuenta elementos relacionados con los intereses y preferencias de los estudiantes, para establecer los puntos de contacto entre ellos para la agrupación en el trabajo cooperativo en el aula. Todos los sujetos muestreados desean terminar sus estudios, trabajar y aprender el idioma español para ayudar a su familia y a su país. Como todos los jóvenes de su edad, gustan de leer, ir al cine, practicar deportes y conversar con sus amigos. Esta información se consideró un elemento favorable en la creación en los equipos de trabajo en el aula.
Para la selección de los temas significativos para los alumnos se indagó acerca de qué les gustaría saber. En este caso, las preferencias e intereses fueron: la calidad de la salud en Cuba, la calidad de la educación, la historia de Cuba y la situación social, el conocimiento de lugares históricos, de la cultura y la religión.
También durante estos últimos cursos los intereses y preferencias de estos alumnos se mantienen sin cambios significativos a los explicados.
En el período que se estudia (2001 – 2007), las culturas de procedencia y lenguas maternas son elementos que constituyen datos necesarios a tomar en consideración cuando se trata de intervenir en contextos multiculturales, pues dan la medida del grado de diversidad en este sentido. Se pudo establecer que, de manera general los alumnos proceden de tres grandes regiones geográficas (un 63, 15% son caribeños, 14,03% son árabes, 10,52% son africanos y 12,28% son asiáticos).
Teniendo en cuenta la importancia del factor edad en los procesos de aprendizaje de lenguas extranjeras se presta atención a este elemento, distinguiéndose por un proceso de tránsito a la madurez tanto físico, intelectual, moral y social. Los grupos en el caso de los muestreados, han estado caracterizados por una composición de estudiantes que oscila entre los 18 y los 25 años, de ambos sexos. Entre los elementos de madurez que los identifica están el tipo de relaciones entre sus compañeros, los modos de intimación social con ellos, el interés, la actividad cognoscitiva independiente, el control de sus impulsos y menor intensidad en los cambios emocionales.
Por otra parte, su pensamiento abstracto les permite desarrollar un sistema de valores propios, con metas profesionales o vocacionales reales, además del conocimiento de su identidad personal y social que pone fin a su adolescencia.
Durante estas edades, los alumnos están en la etapa de la juventud donde pueden trazar las directrices o patrones generales en su propia formación de la personalidad.
En la literatura al respecto se hace referencia a un grupo de regularidades propias de la edad para encauzar el trabajo que se sigue para su formación.
Adaptación a los cambios anatómicos y fisiológicos.
Integración de la madurez sexual al modelo personal de comportamiento.
Separación del tutelaje familiar.
Establecimiento de la identidad individual, por medio de la relación con sus compañeros.
Adaptación de las habilidades y capacidades adquiridas para las actividades ocupacionales y de esparcimiento.
Para la enseñanza de la lengua extranjera, el factor edad se considera de vital importancia y ha sido objeto de varias investigaciones. Entre las ventajas de este rango de edad, según Ellis (1991) señala que los jóvenes y adultos adquieren más rápidamente la lengua, debido a que en esas etapas de la vida se conocen las metas y se establecen estas. Los aprendices adultos poseen mayor cantidad de herramientas cognitivas que los niños. No obstante, la desventaja fundamental radica en la pronunciación, pues en las etapas tempranas los niños tienen más plasticidad para desarrollar una pronunciación más cercana a los nativos de la lengua. Mientras que los adultos, además de haber perdido esa plasticidad, tienen un sistema articulatorio consolidado en la lengua materna.
El factor género se evidencia con la presencia de 6 hembras (11,53%) y 46 varones (88,46%), lo cual se justifica por las concepciones religiosas en cuanto al género. Aunque se han hecho estudios relacionados con el factor género en los procesos de enseñanza-aprendizaje de lenguas, no existen resultados confirmados que puedan plantear que este factor sea determinante en el aprendizaje de la lengua extranjera.
No obstante, en los alumnos que se analizan, se aprecian otras regularidades relacionadas con los comportamientos durante las actividades de aprendizaje de la lengua, necesarias de destacar, como son la poca integración con los otros miembros del grupo, la tendencia a mantenerse separados durante la realización de las tareas, la poca colaboración con los otros, la no aceptación de las opiniones y normas de los otros, de acuerdo con sus estándares culturales. Desde el punto de vista de la convivencia en la residencia estudiantil, algo a destacar es que se agrupan en los cuartos por países, lo que constituye un factor en detrimento de la práctica de la lengua objeto de aprendizaje, pues se comunican en su lengua materna.
A partir de las observaciones realizadas se concluye que los alumnos asiáticos se caracterizan por ser más tímidos y callados. Les cuesta más trabajo intercambiar opiniones con otros y colaborar en la solución de las tareas. Sin embargo, los caribeños asumen cualquier rol o tarea en el grupo. Los árabes tienen arraigo por sus costumbres y patrones culturales.
Otro elemento de marcado interés fue la diversidad de lenguas maternas de los alumnos. A partir de la teoría de la enseñanza de lenguas con enfoque contrastivo se le da mucha importancia a la lengua materna y a los hábitos que los alumnos traen de estas para aprovechar lo semejante y tratar de evitar las diferencias, el cual se ha tenido en cuenta en la tesis al ser un elemento condicionante de gran valor para los contextos multiculturales en los procesos de enseñanza-aprendizaje de lenguas extranjeras.
El nivel de conocimientos que poseen los alumnos al inicio de los cursos preparatorios a su llegada a estos es, en sentido general, elemental o falso elemental con conocimientos básicos adquiridos a través del contacto con la lengua pero fuera de proceso de enseñanza-aprendizaje.
Atendiendo a sus motivaciones extrínsecas fundamentalmente, los alumnos optan por el estudio del español como herramienta necesaria para incorporarse en programas de formación profesional de la educación superior cubana, lo que les obliga a aprender la lengua como única vía para alcanzar la meta. Sin embargo, las observaciones arrojaron que persisten necesidades lingüísticas en los alumnos. Entre ellas, el uso correcto de los tiempos verbales, el uso del presente como básico para poder introducir las otras conjugaciones, uso de los verbos ser y estar, dominio fluido de vocabulario y frases para expresar opiniones, describir objetos, hablar sobre temas de interés, entre otros. No se observan elementos motivacionales intrínsecos relevantes en estos estudiantes.
Desde el punto de vista sociopolítico, no se destacan elementos de rechazo al país que los acoge. Por el contrario, se muestran agradecidos, sensibles y comprometidos con el país que los acoge de manera gratuita y solidaria para insertarlos en la educación superior.