Luis Brunett Pérez
Con esta propiedad se hace referencia a la flexibilidad del agroecosistema para adaptarse a nuevos niveles de equilibrio ante cambios importantes en el entorno económico o en las condiciones ambientales. Para ello se recurrió a cinco indicadores: a) cambios físicos en el suelo, b) reducción de fertilizantes, c) litros de leche no vendidos, d) capacidad de cambio y e) percepción de los productores. Los dos primeros indicadores no arrojan datos con los cuales se puedan establecer conclusiones definitivas, ya requieren de un mayor tiempo de evaluación. Sin embargo, los otros tres permiten hacer las siguientes conjeturas: La leche es el producto que está proporcionando estabilidad económica a los agroecosistemas. La opción tecnológica de las praderas representa una posibilidad para reducir costos y competir en el mercado regional. Los productores aún no perciben las condiciones de competitividad a las cuales tendrán que enfrentarse ante los nuevos escenarios del mercado de la leche. La opción del paquete tecnológico propuesto, representa la posibilidad para abatir costos de producción y hacer frente a la imposibilidad de un aumento del litro de leche por parte de los boteros. Si bien estas innovaciones tienen un bajo costo y la aceptación fue favorable, existen algunas unidades que han llegado a su máximo nivel de subsistencia, lo que se manifiesta en una visión corta de su futuro.
V.7.7.- AUTODEPENDENCIA
La autodependencia se refiere a la capacidad del agroecosistema de controlar sus interacciones con el exterior. En este sentido se optó por evaluar los siguientes indicadores: insumos externos, dependencia del CICA, ingresos extraagropecuarios y proporción de la ganancia apropiada por el botero. Al respecto se puede mencionar que el AM presenta un alto grado de dependencia en insumos externos (alimento concentrado y urea para la fertilización) y una fuerte dependencia del Centro de Investigación en Ciencias Agropecuarias, mientras que el AC requiere de apoyo económico por parte de los miembros de la familia para mantenerse. Así mismo, ambos agroecosistemas están incapacitados para regular sus relaciones con el mercado, por lo que el botero es un elemento importante, pero se apropia de un 50 % del valor de la leche. A partir de estos elementos se concluye que los dos agroecosistemas presentan una incapacidad para regular sus interacciones, aunque en diferentes niveles y grados.
V.7.8.- EQUIDAD
La equidad es una propiedad que hace referencia a la capacidad del agroecosistema para distribuir de manera justa los beneficios y los costos, tanto productivos como ambientales. En cuanto a esta propiedad se consideraron cinco indicadores de tipo cualitativos, a decir: número de jornales asalariados, autosuficiencia alimentaria, mecanismo de toma de decisiones, mecanismos de acceso a los recursos y condiciones laborales. Este grupo de indicadores partió de diferentes criterios y representó una parte compleja para la evaluación, debido a la poca disponibilidad de metodologías no convencionales y a la dificultad de concretizar aspectos sociales, dada la complejidad de las relaciones de poder que se observan en las sociedades campesinas. Específicamente, sobre la propiedad se concluye que el AM desarrolla mejores mecanismos para tomar decisiones y distribuir de una manera más equitativa los beneficios de la producción, lo que conlleva una mejor calidad de vida de los productores. Todo ello es atribuible a una serie de condiciones de índole social, demográfica y de organización. En cuanto al AC, éste presenta un proceso de descomposición y una polarización social fuerte que afecta la dinámica de las unidades de producción.