Luis Brunett Pérez
Debido a las enormes diferencias en que se realiza la producción de maíz y leche al interior de cada una de las unidades, se decidió seleccionar a siete unidades en cada uno de los agroecosistemas a investigar, a fin de estar en condiciones de entender mejor la dinámica de operación y, de esta manera, contar con elementos que permitieran establecer algunas generalidades sobre el funcionamiento de las unidades de producción, y que aportaran información para la medición de los indicadores de sustentabilidad.
Se optó por siete unidades de producción, considerando la posibilidad de perder dos en cada ejido durante el proceso de investigación, con lo que quedarían cinco.
La selección de las 7 unidades de producción no fue aleatoria, sino que se sujetó a una serie de requisitos:
a) Que se encontraran en diferentes áreas de concentración poblacional (ubicación estratégica).
b) Que tuvieran diferente nivel tecnológico y de manejo de recursos. De igual manera se consideraron el número de animales (el rango fue más de dos vacas y menos de veinte).
c) Que los productores no fueran lideres políticos, ni ocuparan algún cargo de representación popular.
d) Que tuvieran interés en participar en la investigación y asumir la responsabilidad de aportar datos fidedignos durante el periodo de investigación.
El grupo inicial quedo conformado con las siguientes unidades de producción:
Las unidades que se lograron evaluar durante el primer año fueron diez, de las catorce seleccionadas inicialmente. Seis del agroecosistema convencional y cuatro del modificado. La pérdida de las unidades obedeció a varios factores, entre los que destacan: la falta de interés por participar, el extravío de información por parte de productor, salida del miembro de la familia que se dedicaba a la actividad lechera, y el retiro temporal de la actividad lechera, entre otras causas. La situación antes mencionada, obligó a una redefinición del grupo de unidades de producción a evaluar, quedando éste de la siguiente manera:
Aunque se trabajó directamente con las unidades antes mencionadas, además, cabe aclarar, que se llevaron a cabo tres cursos sobre elaboración de lácteos, cuatro talleres para presentar y discutir resultados y se asistió a 6 asambleas ejidales en cada ejido, y a 10 reuniones informativas en cada uno de ellos donde se tuvo la oportunidad de convivir y entrevistar a un grupo mayor de productores, con la finalidad de precisar y cruzar información sobre diferentes aspectos.