Luis Brunett Pérez
El inventario ganadero de las unidades de producción presenta constantes movimientos, debido al estado fisiológico de las vacas (vaquilla a vaca, vaca seca a vaca lactante, etc.) y a factores de liquidez monetaria de la unidad, lo que obliga a la compra y venta de animales, ya sea vacas en producción, becerros para engorda o becerras para recría. Esta situación modifica los inventarios. Al respecto, la tabla No. 5.2 presenta cifras promedio del comportamiento de los hatos en los dos ciclos monitoreados.
En el AC se aprecia que los hatos varían de 4 a 17 animales, existe un total de 49, lo que da un promedio de 8 cabezas por unidad de producción y de 4.5 vacas por hato. Mientras en el AM, el rango es de 4 a 22, con un total de 74 animales, con un promedio de 12 por unidad de producción y de 8 vacas por hato. En cuanto al número de vacas en producción se presenta también una alta dispersión. El grupo de productores del AC dispone de una a ocho vacas, mientras que los productores del AM se mantienen entre dos y once vacas. Por otro lado, al hacer una relación entre superficie y número de animales, se aprecia que no necesariamente el contar con más terreno implica tener más vacas, como es el caso de la unidad CE del AC, cuya economía depende más del maíz que de las vacas. En contraste, el AM, a pesar de contar con pequeñas superficies, mantiene una carga animal alta, por lo que las praderas constituyen un elemento importante en la especialización de la actividad lechera.
Haciendo algunas extrapolaciones, se puede decir que existe una mayor retención de animales machos en el AC, por lo que parece evidente que en este esquema productivo se sigue optando por la producción de carne a través de una engorda informal de los machos; mientras que en el AM, predomina la presencia de hembras destinadas a la producción de leche. Asimismo, las unidades del AM mantienen un mayor número de cabezas por unidad de producción que las del AC.
Finalmente, aparecen dos elementos más de importancia: (a) la edad de los productores y (b) la estructura de la familia. Como se observa en la tabla 5.3, el grupo de mayor edad corresponde al AC. Un dato que sesga la información es el de CE, con una edad mucho menor al resto del grupo. La explicación se encuentra en que el padre ya no puede estar al frente de la empresa, por su avanzada edad.
La estructura familiar es muy parecida en los dos agroecosistemas. Cabe aclarar que los datos corresponden a los miembros que aún están dentro de la unidad de producción y no al total de miembros de la familia, ya que existen hijos que laboran fuera de ésta. La información permite afirmar que ambos Agroecosistemas presentan un patrón parecido, en cuanto al número de miembros que puede sostener la unidad de producción.